(3) Timmy NOS HABÍA VISTO
La orgía de semen iba a continuar aquella noche..
(cap 3)
La orgía de semen iba a continuar aquella noche. Tras diez minutos de enganche, eyaculando uno en el ano de otro, y tras estar seco Andy, –que permanecía con su polla aún dura dentro del culo de Maikel (yo tampoco me había movido y seguía con mi pene como un garrote dentro del culo de Andy–, me percaté que en los mismos arbustos donde yo me había ocultado para que Andy y Maikel no me vieran, se había quedado un chaval de 12 o 13 años, rezagado, observando la escena. Era Timmy, un niñito que se había estado bañando en la playa, desnudito, y se marchaba a cenar al comedor de los de su edad, cuando vio la escena sexual, y no se la quiso perder. El mocoso quería aprender, y no hay mejor manera que aprender que viendo.
–Hola ¿cómo te llamas? –le dije con mi polla dentro de Andy, a lo perrito.
El mocoso se asustó al ser descubierto.
–No te preocupes, niño. Se aprende viendo ¿sabes quién soy yo?
El niño meneó la cabeza asintiendo que sabía que yo era un hombre de negro. Lo primero que les enseñan en la escuela, junto a que el semen es el líquido vital, el néctar de la isla, que marca nuestra vida y que no se puede perder ni derrochar, es que los hombres de negro son los más poderosos de la isla, y que hay que acatar sus órdenes y hacer todo lo que mandan.
–¿Qué años tienes?
–Doooooceee –me dijo tímidamente.
–¿Cómo te llamas?
–Toooomy –dijo el bebecito desnudito muy tímido.
–Ven –ordené
El niño salió de los arbustos y se aceró hasta donde estábamos los tres a lo perro. Yo, que había sellado mi pene en el culo de Andy para que absorbiera mi semen, me separé del muchachito, que se separó de su amigo Maikel.
–Podéis iros –les dije a los dos mancebos. Los muchachos amigos se fueron, y me quedé yo con el niñito.
–¿Te ha gustado lo que has visto?
–Sííiiiii, señor.
–¿quieres aprender unas lecciones rápidas y avanzar mucho en tu evolución?
El niño sabía que no podía rechazar la propuesta ni contrariar a un hombre de negro, y asintió.
–Ven y chupa.
Me puse de pie y le metí mi polla, manchada de semen tras correrme en el culo de Andy, en su boca.
Timmy selló su boquita y sus labios alrededor de mi grueso pene, y se puso a succionar arrodillado.
Le agarré del pelo y taladré su boquita. Normalmente un chaval a esa edad no ha mamado penes tan grandes y gordos como el mío… pero iba a castigar a este por mirón.
Le agarré de sus rizos y forcé su boca en mi gordo pene que se volvió a hinchar –estaba medio flácido cuando salió del culo de Andy, pero se volvió a hinchar cuando traspasó la boquita de este nene.
–Puñetero mirón!! Hoy aprenderás a respetar la intimidad de los demás cuando follan
–Nooooo, por favor, no sea agresivo.
Las lágrimas del chaval me pusieron a cien y lo penetraba más fuerte. Sabía que si seguía así me volvería a correr no tardando mucho…
–Noooooo, por favor…. noooo ¡¡por favor!! –clamaba el niño. ¡¡Me ahogo!! ¡¡la tiene muy gorda!!
Timmy sollozaba
–Puta perra. Aguanta como un hombre puta maricona. ¿Cómo le dices que no a un hombre de negro!!
Estaba fuera de mi, y aunque perdiese el conocimiento le seguía penetrando su boquita con mi gordo pene. Sabía que por la boca no le entraba el aire y el chaval tenía que respirar por la nariz. Pero no iba a parar hasta que me corriera dentro de él. Así que aceleré mis embestidas mientras le penetraba hasta la garganta.
–Respira por la nariz, puto renacuajo de mierda. ¡Y pórtate como un hombre y muestra respeto a un superior!! ¿sabes con quien estás hablando y quien hace el honor de darte su pene?
El chavalín afirmó
Relájate y te irá mejor
El niño pareció hacerlo
Yo me estaba a punto de correr y cuando estaba a punto de alcanzar el orgasmo, le aferré la cabeza no dejándole ir hacia atrás ni separar su boquita de mi gordo pene, que me aseguraba estuviese en lo hondo de su garganta.
–Ohhhh, síiiiiii, ohhhh si… oh chaval –clamé cuando brotó mi primer trallazo de semen en el interior de su tierna garganta–. Seguramente sería su primera polla tan grande y su primera dosis de semen bucal, porque a su edad los muchachos aún están aprendiendo y ensayando con niños de su edad.
–Shhhhhh ¡¡qué tierna boca tienes muchacho!! ¡¡Me has hecho feliz!!
–¿sabes el honor que es que te regale mi semen?
le decía mientras mientras me corría en su garganta
El chaval hacía todos los esfuerzos posibles por no derramar una gota de mi preciado semen, porque el semen de un superior es oro de vida, con lo que, aunque era mucho, se esforzaba por tragar para que no se le escapase nada por la comisura de los labios.
–Ohhh…. Ohh… Dios… Linda boquita tienes Timmy… Aprende a honrar al pene de un mayor. Es para lo que estáis los nenes en esta isla, para aprender a acatar y a dar placer a vuestros mayores.
Continúa por favor