A ESTEBITA LE GUSTA QUE LO PREÑEN 5: MI TÍO ME ABRE EL CULO Y ME LO LLENA DE LECHE.
Mi marido Toño es uno de los hombres más morbosos que he podido conocer, es lo que me encanta de él, mientras me mantenga surtida de verga recibiré todas las que me mande. .
Tengo un tío llamado Samuel es el hermano mayor de mi padre, Tiene 48 años, 170 cm de estatura, ojos color cafés, cabellos color negro, contextura gruesa con poca barriga, color de piel moreno con pocos vellos en pecho y piernas. Un día decidió visitarnos para pasar el fin de semana con nosotros, llegó viernes. Al día siguiente, en la tarde como a las 6 p. m. llega Toño a la casa. Yo estaba en la sala viendo televisión, al escuchar su voz y verlo se me paralizó todo el cuerpo, pasando una corriente fría de la cabeza a los pies. Creía que venía a buscarme, mis padres se encontraban en el comedor, que queda al fondo de la casa, cenando con mi tío. No saben que él rompió a su hija y se la come en el patio, casi todas las noches a largas horas.
Toño: “Buenas noches Esteban ¿Está tu tío Samuel?”
Yo: “Sí está, espera ya te lo llamo”.
Él se dio cuenta de mi reacción, me hizo señas con la mano para que me calmara. Con esto volví a tranquilizarme, otra vez. Llega mi tío a recibirlo y se ponen a conversar.
Toño: “¡Ajá, Samuel! ¿Qué, nos tomamos una frías para darte la bienvenida? Tenemos rato que no nos vemos”.
Samuel: “¡Claro, viejo amigo! No se diga más, vámonos. ¡Familia me voy con mi amigo Antonio a festejar, los dejo hasta mañana!”.
Se fueron a la cantina del pueblo a tomar sólo los dos. Conversaron de los viejos tiempos, sus metidas de patas cuando eran niños, sus amigos, las novias y sexo. Ya estaban muy entonados con las cervezas, cuando Toño le mete el tema.
Toño: “Samuel, ¿ya sabes lo de tu sobrina Estebita?”
Samuel: “¿Sobrina, Estebita? ¿Cómo así? ¿Por qué le dices Estebita?”
Toño: “Veo que no estás enterado, te cuento, tu querida sobrina Estebita es una perra que le gustan las vergas, se muere por ellas si la vieras cómo goza cuando se la comen y le fascinan que le llenen el culo de leche”.
Samuel: “¿Cómo sabes eso, lo has visto con alguien?”
Toño: “No sólo la he visto, sino que también me la como casi todas las noches”.
Samuel: “¡Qué! No te lo creo, si apenas es un niño de 16 años y prácticamente no sale de la casa, según dicen sus padres”.
Toño: “Pues, créelo que así es, tu sobrina ya es una experta exprimiendo vergas con el culo”.
Samuel: “Toño, sigo sin creerte, porque sé que eres unos de los hombres en este pueblo que se manda una tremenda verga, el pensar que le metes semejante taladro a mi sobrino de 16 años no me cabe en la cabeza”.
Toño: “Para tu información ya le entra toda hasta donde empiezan mis bolas, al comienzo fue un poco difícil, pero ya la tengo totalmente abierta; además la primera vez que se la enterré, noté que no era el primero en comérsela, pero no la habían abierto bien”.
Samuel: ¡No joda Toño! Me has dejado perplejo con esa noticia ¿Cómo haces para no tener problema por ser un menor de edad y que no se enteren sus padres? Recuerda que es un pueblo pequeño y todo se sabe.”
Toño: “Tú hermano Javier no sabe ni la madre, me la como en lugares apartados o en mi casa; a veces en la noche, cuando sus padres están dormidos, le llego a la casa, le toco la ventana y culiamos en el patio. Sé que ella no le dice a nadie, mientras tenga verga disponible. Eso no lo recoge del suelo es heredado, ¿te acuerdas cuando éramos más jóvenes y partímos todos eso culitos que nos comimos?”
Samuel: “Sí, sí, no me lo recuerdes, pero no esperaba que mi sobrino saliera marica”.
Toño: “Si no me crees, compruébalo tú mismo, ya que quedas solo en la casa con él porque sus papás se van al trabajo”.
Ellos siguieron bebiendo hasta largas horas de la noche. Al día siguiente, mis papás como es costumbre se van al trabajo, quedando sólo en la casa mi tío y yo. Yo estaba terminando de desayunar y mi tío en la sala viendo televisión, al terminar mi desayuno a los pocos minutos me llama mi tío.
Samuel: “¡Esteban ven acá!”
Yo: “Sí tío, dígame”.
Samuel: “Entremos al cuarto de tu padre para hablar algo delicado y en privado”.
Con esto me empecé a sentir nervioso porque no sabía a qué se debía tanto misterio ni qué me iba decir.
Samuel: “Sobrino, quiero que seas sincero conmigo por lo que te voy a preguntar, ¿Tú eres marica, te gustan los hombres?”
Yo: “¿Yo? No, no, nada tío a mí no me gustan los hombres”.
Samuel: “¿Estás completamente seguro sobrino? Mira que lo que me digas no se lo diré a tus padres, quedará entre nosotros”.
Yo: “No tío, a mí no me gustan los hombres, no soy marica. Tío, ¿De dónde saca eso que soy marica?”
Samuel: “Es que estuve hablando con Toño, me dijo que te gustan los hombres y ya te dejas comer, además Toño dice que también lo hace.”
Yo: “¡Hijueputa Toño, malparido, sapo!”
Samuel: “¡Ah! Entonces es verdad”.
¡Uups! ¿Qué metida de pata hice? Me dejé llevar por la rabia porque Toño le había sapiado a mi tío que me comían los hombres, me eché la soga al cuello yo mismo.
Samuel: “A ver sobrino, tranquilízate, bájate la pantaloneta y ponte en cuatro en la cama para examinarte como te dejaron el culo”.
Así lo hice, no podía objetar nada y dejé que mi tío me examinara el ojo del culo, me escupió el culo y mojando el dedo empezó a meterlo por el ano, notó que se me fue con facilidad, mientras lo movía, empezaba a excitarme, después metió dos, luego tres y él quedaba asombrado por la facilidad con que entraban.
Samuel: “¡Wau, sobrino! Toño de verdad te dejó bien abierto, no hay duda. ¿Te metes toda la verga de Toño hasta el pegue?”
Yo: “Sí tío, toda me la meto, esa es la verga que más me gusta y no quiero que Toño me deje nada afuera, si se pudieran meter las bolas, también las tendría adentro”.
Samuel: “Veo que también eres una perra, solo metiéndote el dedo te estás lubricando y aprietas el culo para que te siga metiendo más a fondo los dedos”.
Yo: “Sí tío, yo soy una perra, me gustan que los machos me coman a su antojo para deslecharlos. Puedo ver que usted se carga un buen paquete debajo del pantalón, déjeme y lo descargo.”
Samuel: “Me has descubierto sobrino, pues bueno, sírvete chupándola”.
Mi tío se sacó la verga del pantalón; no es tan grande como la de Toño, mide como 20 cm, pero la tiene bien venosa, me la metí hasta la mitad. Al rato empezaba gemir de lo delicioso que estaba gozando.
Samuel: “Sobrino que bien lo haces, lo que dijo Toño es cierto, eres ya una experta en el sexo”, pero no quiero que me hagas llegar todavía quiero probar ese culito antes. ¿Te la meto con condón o sin condón?”
Yo: No tío, quiero mejor sin condón, me gusta sentir la verga de los machos dentro de mí al natural”.
Samuel: “Ok, sobrino serás complacido en tu petición”.
Mi tío me metió su verga venosa en mi culo y empezaba darme con un ritmo lento al comienzo después lo aumentó hasta que podía escuchar los chacarazos: choclock, choclock. Yo le apretaba el culo presionándole la verga lo más que podía, eso lo volvía loco, sus gritos me ponían más caliente al sentir como gozaba.
Samuel: “¡Ah! Sobrino estoy que me vengo, ¿Dónde quieres que te eche la leche?”
Yo: “Adentro tío, échemela adentro, me gusta ser preñada por los machos”.
Al instante siento que mi tío me agarra fuerte de las caderas, dando un grito fuerte de gozo y en mi interior un chorro caliente de leche que me inunda todas las entrañas.
Samuel: “Qué rico culo tienes sobrino, tal como dijo Toño, te gusta que te preñen los machos y gozas como las perras que están hambrientas de vergas”.
Yo: “Gracias tío por el cumplido.”
Samuel: “Sobrino tu secreto conmigo estará guardado, deberías tener más cuidado en cómo haces tus cosas, sobre todo para que no se entere tu papá, porque si se entera, él es más diablo que yo, cuando éramos más jóvenes a él le gustaba partir bastantes culitos de pelaos, así como tú, debes tener más cuidado tú papá es peor que yo.”
Después de esto, al medio día, mi tío se despide de todos y se regresa a su pueblo donde está su familia. Yo en mi cuarto me quedé meditando las palabras que dijo de mi papá: era más diablo que mi tío, le gustaba partir los culitos de los jóvenes y que era peor que él. Pensar que a mi papá también le gustaba el cuento con los jóvenes, me daba vuelta por la cabeza, para esos momentos conocí a Joshua por la aplicación grindr, quien es el que está escribiendo mis anécdotas sexuales, me contó varias historias de hijos que han sido desvirgado por sus padres, pero seducidos por ellos mismos; esto hizo fue crecer mi curiosidad respecto a mi padre, tanto así que una mañana, se estaba bañando en el patio de la casa, me le fui a escondida para expiarlo sin que se diera cuenta. Al verlo me quedé boca abierta de la visión que tenía frente a mí, mi padre era todo un macho, como mi marido Toño, pero versión trigueña. Pude notar que se mandaba tremenda verga que el culo se me aguó de verlo y me lamía los labios por saborearla, el corazón se me aceleró enseguida y salí corriendo de ahí. Esa visión se me quedó clavada en mi mente y me hice muchas pajas al recordarla.
OYE ENSERIO QUE RICO RELATO, ME DESLECHE A CHORROS JE JE, OYE SIGUE LA PARTE DONDE TU PAPI TE PARTIO EL CULO CON SEMEJANTE VERGA, DONDE LO ENCUENTRO??? SALUDOS, RICO Y EXCITANTE RELATO…
Muy bueno tu relato me haces recordar de como coger culitos tiernos y de cómo les gusta que uno les meta la verga y que la gosan toda completa