A las afueras con Tavito (6/7)
Me alejé tras haber publicado los últimos dos relatos ya que sentí que casi no tuvieron apoyo de los lectores. He regresado pero dependerá de qué tal respondan si continúo con los capítulos planeados o termino la historia antes. Que lo disfruten. .
Era cerca de las once cuando nos levantamos buscando cada uno nuestros pantalones para cubrir la desnudez de nuestros cuerpos, verle el culo a Tabo aún después de habermelo cogido como loco me hacía querer de nuevo empinarlo y dejársela ir duro hasta que sus nalgas quedaran golpeando mi ingle, sin embargo era tarde, ya hacía hambre y debíamos aún tomarnos un tiempo para pescar, después de todo era la atracción principal del viaje. Me puse ropa limpia igual que Tavo, traté de dejar la casa de campaña alineada aunque el aroma a sexo, suciedad y lubricante hacían un contraste un tanto desagradable, pero al mismo tiempo era un recordatorio del rato tan rico que había tenido con mi pequeño y su culito tragón.
Desayunamos unos sandwiches de mermelada y mantequilla de maní solo para calmar el hambre, y antes de la una de la tarde comenzamos a caminar rio abajo a dónde normalmente pescaba con mi papá que es donde era más facil conseguir unos buenos peces. Tardamos cerca de 15 minutos cuando encontré el árbol grande donde siempre nos ubicabamos para comenzar a pescar. Desempaqué las cañas y los anzuelos, un poco de carnada que había comprado de paso en el camino y alisté la hielera.
– Ten, tú usa esta- Le dije a Tavito pasándole la que en algún momento fué mi primer caña de pescar.
– Yo no sé cómo- Dijo Tavito tomando el instrumento, analizandolo.
– Y por eso yo te enseñaré- Le dije, entonces empecé a preparar mi caña explicándole a Tavito qué hacer mientras me seguía el paso.
Nos sentamos a la orilla del río exactamente en el mismo sitio dónde mi papá me enseñó un día lo poco o mucho que sé sobre pesca, y comenzamos a probar suerte mientras veíamos el río y charlabamos. Más abajo del río se alcanzaba a ver personas a lo lejos que también iban buscando su ración de peces, justo en el límite que dividía la propiedad privada de Don Fermín.
– No agarro nada, Joel- Me dijo Tavito viendo hacia el agua.
– Tienes que tener paciencia- Le dije, pero él me miraba un tanto aburrido.
– Bueno- Respondió Tavito, y justo en ese momento comencé a sentir un tirón en mi caña.
– Agarré uno!- Le dije a Tavito, y comencé a tirar de la cuerda. No fué gran problema sacar aquella mojarra que representaba nuestro primer triunfo del día.
– Está bien grande- Dijo Tavito emocionado, mientras yo le pedía que acercara la hielera para depositarla.
– Te dije que si se podía- Le contesté mientras él me miraba contento. Tomé una nueva lombriz de carnada y Tavito se echó a reír, -Qué pasa?- Le dije lanzando de regreso el anzuelo al agua.
– La lombriz me hizo acordarme de algo- Me dijo risueño.
– Ah, sí, de qué?- Le dije siguiéndole el juego.
– De otra lombrizota que tú tienes- Me dijo viendo pícaramente mi entre pierna.
– No sé de qué hablas- Le dije, viendo hacia el agua.
– De ésta- Me dijo Tavito estirando su mano, amasando mi pene por sobre la ropa.
– Ah, entonces se la doy a los peces?- Le dije, riendo morbosamente.
– No, mejor me la como yo- Dijo mientras seguía estrujando mi pene entre sus dedos viendo cómo se comenzaba a formar una carpa en mi pantaloncillo.
– A poco ya quieres comertela?- Le decía, sientiendo ya que me empezaba a calentar.
– Si- Respondió Tavito, entonces pasó su mano por debajo de la tela de mi pantaloncillo avanzando mientras rozaba por los bellos de mis piernas hasta llegar al borde del boxer y deslizando su mano por debajo de este pasó sus dedos por mis huevos para después empuñar mi verga y comenzar a masturbarme lentamente mientras yo disfrutaba de los apretones que me daba. Me encantaba como Tavito me seducía, pero yo trataba de enfocar mi mente en el agua, pues alguien podría llegar a vernos, pero una parte de mí decía que ya era hora de darle a esa boquita su ración de lechita.
– Oye- Le dije con voz calurosa.
– Qué?- Dijo bajando ahora a mis bolas, masajeandolas gentilmente.
– Vamos para allá- Le dije, apuntando a unos arbustos altos que se encontraban a unos metros en el bosque.
– Vamos- Dijo Tavo sonriente, y sacó su mano de entre mis piernas.
Me acomodé mi pene para disimular su dureza y me le levanté junto con Tavito para empezar a buscar un ángulo que nos cubriera lo suficientemente.
Llegamos a un lugar donde había una piedra muy grande y junto a ella un arbusto frondoso y con suficiente altura para cubrir al menos a Tavo completamente.
– Aquí- Le dije a Tavito, y rápidamente comencé a desabrocharme el pantalón y sin más saqué mi tiesa verga con una gota de su líquido en la punta. -Chupamela- Le dije a Tavito, quién sin decir palabra se arrodilló y lamió primero la cabeza de mi pene recogiendo la gota cristalina con su lengua para después comenzar a chupar como ya él sabía. Yo disfrutaba como loco las mamadas que Tavito me daba, acariciando su cabeza mientras veía como de su boquita entraba y salía mi falo brilloso de su baba. Volteaba a los lados vigilando si alguien nos miraba, mientras Tavito habilidoso sacaba mis huevos de entre mi ropa para pasarles la lengua como tanto me gustaba. Solo se escuchaba el sonido del bosque, el agua del río, y mi respiración agitada combinada con el sonido de la boca de Tavo chupando mis parte íntimas. Regresé mi vista a Tavo quien de nuevo engullía mi garrote y tomándolo de la cabeza comencé follarlo por la boca metiéndole casi toda la verga hasta la garganta haciendo que mi bebé me alejara con las manos cuando iba muy profundo en su boca, entonces me detenía un poco y volvía a retomar el ritmo dándole entre sus labios la «lombriz» qué tanto quería. Estaba a punto de correrme dentro de la boca de Tavo, pero decidí no hacerlo, se la saqué completamente ensalibada y le dije que se levantara, Tavito sabiendo bien lo que venía se dió la vuelta, se bajó el pantaloncillo y se empinó poniendo las manos apoyadas en la gran piedra dándome el culo. Le bajé la ropa hasta los tobillos y rápidamente enterré mi cara entre sus nalgas pasando mi lengua por su hoyo oloroso recogiendo nuevamente su sabor qué tanto me gustaba mientras Tavito gemía despacio y le temblaban las piernas. Me chupé un dedo mojandolo bien de saliba y separando sus glúteos con una mano mi dedo perforó su infantil ano hundiéndose como entre mantequilla. Jugué solo un momento con mi dedo entre las nalgas de Tabo y entonces sin más demora doblé las rodillas hasta tocar con la punta de mi verga la entrada de su retaguardia cuando repentinamente escuché una voz que gritaba mi nombre.
Me quedé paralizado, mi glande estaba ya pegado al ano de Tavo, embarrando mi pre seminal en su agujero listo para penetrarlo cuando los gritos nos interrumpieron,
– Joel!- Gritaba una voz familiar, y después otra voz conocida se le unía, no había duda, eran los hermanos de Flor.
Yo estaba muy excitado, deseando poseer nuevamente a Tavito y él también lo deseaba porque seguía ahí con sus manos en la piedra y mi verga entre sus nalgas.
– Acomódate la ropa- Le dije al oído, y me retiré dejando marcado en uno de sus cachetes el camino de líquido que mi verga le había dibujado. Tavito tomó su ropa y se la subió, tenía los cachetes ruborizados y la respiración agitada, supongo que yo lucía exactamente igual. Caminamos lento de regreso a nuestro sitio y entonces pude ver a los hermanos de Flor y uno de ellos captó nuestra presencia,
– Mira, ahí están- Dijo Marquitos apuntando con su dedo, entonces Flor y Mariela voltearon encontrándonos con la mirada.
– Hey, que hacen aquí?- Le dije
– Ayer dijiste que iban a pescar, y los niños querían venir- Dijo Flor.
– Nomás los niños?- Dijo Mariela con tono de burla.
– Cállate- Le respondió flor.
– Si, dijo mi papá que ahora sí se quedaran a dormir en la casa- Respondío Marquitos.
– Ah… Si, ahora sí iremos- Le respondí con dudas.
– De verdad?- Preguntó Flor.
– Si, se lo debemos a tu papá. Le dije, entonces nos volvimos a colocar con las cañas en mano platicando entre nosotros hasta que ya eran las 3 de la tarde, habíamos atrapado peces suficientes para poder comer y llevar a casa.
Flor me pidió que fuera a comer a su casa pero le dije que no porque aún debíamos recoger el campamento, así que nos despedimos de momento y Tavito y yo regresamos a nuestra casa de campaña para preparan unos de nuestros peces y comer,
– Tenía muchas ganas de que me la metieras hace rato- Dijo Tavito mientras comíamos.
– Yo también, ya te la iba a meter cuando empezaron a gritar- Le dije comiendo mi pescado.
– Cógeme antes de irnos- Dijo Tavito.
– Tenemos que bañarnos y recoger todo- Le respondí.
– Ándale! Poquito!- Me decía con esa carita que siempre me convencía.
– Termina de comer- Le dije, y regresamos a terminar con la comida.
Después de comer empecé a guardar todos los utensilios de comida mientras Tavito acomodaba las cosas que estaban dentro de la casa de campaña,
– Mira- Me dijo Tavito en un momento mientras yo regresaba de dónde la camioneta habiendo guardado unas cosas.
– Qué?- Le grité.
– Asómate- Dijo Tavito desde la carpa, así que caminé hacia allá,
– Que…- Le decía a Tavito cuando asomándome dentro de la carpa lo encontré en cuatro patas sin ropa y con el culo brilloso.
– Ándale, poquito- Me dijo volteando la cabeza para verme a los ojos, con el culito bien levantado. Me mordí los labios deseoso, el sol no tardaba en comenzar a caer pero yo de verdad quería darle lo que tanto deseaba ese niño caliente. Sin decir palabra me desabotoné el pantalón dejando salir mi pene ya bien listo para entrar en acción, me coloqué arrodillado detrás de Tavito recibiendo el aroma al lubricante que se había puesto en su gorda colita y sin más pensar empecé a pasar mi pene por su raja cubriéndolo con el mismo lubricante que se había puesto hasta dejar igual de lustrosa mi verga, apunté con ella a su ano dónde se hundió abriendo ese hermoso agujero y muy lentamente empecé a avanzar hasta clavarlo por completo. Me aferré con fuerza a la cintura de Tavo soltando el aire suavemente con satisfacción, mientras de nuevo su culo me daba la bienvenida con su calor y apretadez haciéndolo mío. Empecé lentamente a balancearme cuidando que cada centímetro de mi verga saliera y volviera a entrar de regreso entre de los hermosos y gordos cachetes del culo de Tavo. Sentía mis huevos bailando en el aire con cada clavada que le daba a mi pequeñín quien solo daba unos dulces quejidos de placer cuando mi verga se volvía a introducir en él hasta que lo que había comenzado como algo lento y tierno se empezó a tornar más agresivo, y el sonido de mi cuerpo golpeando con el de mi pequeño de 10 añitos era música para mis oídos. Ya no estaba de rodillas, ahora estaba de pie con las rodillas dobladas cabalgando el culo de Tavo, buscando que tanta de mi verga como fuera posible se metiera en su interior mientras el seguía con su rostro pegado al suelo y el trasero bien levantado recibiendo una a una mis clavadas con mis huevos deseando también poder entrar por ese suave, caliente y complaciente hoyo que se tragaba entero mi miembro.
– Ahhh… Cómo me encanta tu culo- Le decía a Tavito bufando sintiendo como mis huevos besaban cada uno una de sus nalgas al embarrarse en ellas cuando se la volvía a meter entera.
– A mi también me gusta mucho que me la metas- Decía Tavito con una voz muy suave, que si fueran otras palabras pasarían solo como la tierna voz de un niño, pero ese no era el caso, la tierna voz de este niño lo que pedía era verga, y la gozaba como ninguno.
– Te gusta? Te gusta?- Le decía yo siguiendo con mis perforaciones en su ano.
– Si… Se siente bien rico- Decía Tavito gimiendo más fuerte, entonces me levanté sacándosela, dejando el hoyo de Tavo abierto completamente, eso lo desconcertó y rápidamente se giró., – Qué? Porqué me la sacas?- Decía con cara sería.
– Quieres más?- Le dije meneandomela,
– Sí, metemela- Me dijo girandose de nuevo con el culo al aire.
– Te encanta mucho mi verga, verdad Tavito?- Le dije.
– Si, mucho, ya cógeme pues, metemela…- Decía Tavito casi suplicando.
Si me hubieran dicho que estaría algún día así, solo en el bosque, con un niño con el culo en popa y con ano bien abierto pidiéndome más de mi verga, jamás me lo hubiera creído.
Tomé a Tavito y lo hice girar quedando él recostado con las piernas abiertas. Su verguita dura me llenaba de morbo, y mi boca me pedía probar sus huevitos, así que me los metí entre los labios chupando sus dulces bolitas mientras con mis dedos pelaba su verguita. Le dejé los huevos completamente bañados de saliba a Tavito para pasar a hacer igual con su verguita pelandola con mi boca, chupándosela con brusquedad,
– Ya, métemela mejor- Dijo Tavito viéndome a la cara ruborizado. Saqué el pequeño miembro de mi bebé de mi boca y sujetándolo de los tobillos llevé sus piernas bien arriba dejando su ano completamente expuesto para de nuevo y de un tirón metérsela completa haciendo que Tavito cerrará los ojos en un ligero gemido. El golpeteo empezó a resonar nuevamente, de mi carne impactando la de Tavito con cada arremetida que le daba. De todas las veces que me había cogido a Tavo esta era especial, que él mismo se me ofreciera de esa forma tan descarada me prendía más, me hacía saber cuánto le gustaba tener mi hombría bien adentro, y la forma en que gemía dulcemente y apretaba los ojos me lo confirmaba. Solté los tobillos de Tavo y me acomodé encima de él buscando con mi boca su cuello y empecé a besarlo haciendo que sus gemidos se intensificaran, lo cual me provocaba una mayor excitación y sentía como más gotas se derramaban desde mi verga hacia su interior. Busqué la boca de Tavo y mi lengua urgó en su labios hasta que él captó el mensaje y comenzamos a besarnos apasionadamente cuando sentí que soltaba el aire con fuerza y su culo se contraía apretando más delicioso en mi verga. Continué mi balanceo disfrutando las sensaciones provocadas por el orgasmo de Tavito, hasta que no mucho tiempo después también yo me derramé en su interior. Me quedé quieto con mi cabeza en el cuello de Tavo, recuperando el aliento, sintiendo como poco a poco mi propio semen se iba saliendo por los lados desde el interior de Tavo, y mi pene iba cayendo en dureza hasta que finalmente salió todo endeble del hoyito del dulce y caliente Tavito. Recuperé el aliento y lento me levanté, veía a Tavito a la cara y notaba como él también lo había disfrutado y le sonríe, entonces él me respondió de la misma manera y con total normalidad como cualquier pareja nos reincorporamos tomando nuestra ropa para regresar a lo que estábamos haciendo.
Ya casi se ponía el sol y aún debíamos terminar de recoger el campamento, también debíamos darnos un último baño en el río, nuestros cuerpos olorosos a sexo y suciedad lo necesitaban.
Ese tavito tan lascivo se ha vuelto
Hola buenos días. Me aguantan mucho tus relatos me calientan demasiado no te demores mucho para tu próximo relato gracias.
Gracias por comentar
Todos tus relatos son geniales y me hacen acordar mucho a mi niñez e infancia. Como ya publiqué varios de mis relatos, a mi me penetraron por primera vez a mis 8 años, pero inclusive mucho antes, ya me manoseaban y toqueteaban mi super culo, ya que, por suerte para mí, la madre naturaleza se congració conmigo, dándome una maravilla de culo. Besos y continúa con tus relatos.
Me gustaría leer tus relatos, sería bueno si compartieras el link.
Andaba en la misma edad.
Saludos.
Hola mucho gustó espero estés bien
En lo personal no me gustaría que dejaras de subir relatos ya que desde el comienzo lo leo y te sigo atentamente es muy excitante la forma en que lo relatas por favor sigue así
Excelentes tus relatos muchos los leemos y a veces no opinamos esperando una nueva historia
sigue asi
abrazos a la distancia
Te sigo desde el primer relatos, son geniales..
Uno mejor que el otro, espero que sigas contando más.
Más ahora que Tavito y Flor van a estar bajo el mismo techo y se nota que a Flor le interesas.
Eso viene en el siguiente capítulo.
Hola Sonic! Me encantan tus relatos, de hecho esta saga es de las mejores que he leído. No suelo comentar si no tengo nada que decir, pero disfrute la mayor parte de esta saga (la única parte que no me gustó es el hueco de Michelle y su hermano).
Espero que no vuelvas a desaparecer tanto tiempo!
Por último, un consejo: escribe porque a ti te gusta, no esperes tanto los comentarios de los demás ya que hay muchos lectores como yo que solo comentan si tienen algo que decir o alguna apreciación para hacer. Saludos!
Sigue contando lo antes posible!
la verdad creo q tienes talento, te lo he comentado antes, al leer tus relatos puedes sentir lo q estas leyendo y me excita, y tu sabes q eso es dificil lograrlo en este tipo de lecturas, seria cool chat por telegram e intercambiar historias reales y fantasias para que las puedas convertir en relatos, un abrazo y felicidades amigo
Muy bueno.
Como consigo los primeros capítulos.
10 Añitos que delicia
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Hola Sonic. La verdad, mis relatos (experiencias de vida ciento por ciento reales), los escribo, los titulo y no me acuerdo más. Hoy subí uno (MI NOVIECITO; 11 AÑOS Y YO; 25). Leelo y dime si te gustó. Más besos.
Encontré algunos: CARLOS, DE 30 AÑOS Y YO, SOLO DE 8 (mi primer relato publicado aquí)
MI VECINO CASADO, DE 30 AÑOS Y YO, SOLO DE 9.
BOYS SCOUTS (EL CAMPAMENTO)
JULIO, SU PAPÁ Y YO.
Hay otros más.
ARTURO (25), JAVI (14) Y YO (11)
Excelente relato, pero por favor no dejes de escribir, es una de las mejores sagas que e leído.
Ya vendrá el cierre de este capítulo dividido en partes.
La espera siempre merece la pena, 10/10 me encanta la manera que tienes de escribir, siempre me pones muy cachondo
Excelente relato siempre leo cuando publicas tus relatos y me calientan un chingo aunque ya los últimos ya no me latian tanto porque creo ya es hora de que compartas a tavito con alguien más de tu edad para ver algo diferente, pero si tienes una gran forma de relatar y sigo leyendo tus relatos cada que publicas uno.
Ya extrañaba tu relatos , me encantan los leo desde que empezaste , por favor continúa…
No soy chico pero me gustan muchos tus relatos por favor no tardes en escribir el siguiente, de mi te diré que mis primos me enseñaron a mamar y veía como entre ellos se cogian hasta que a los 10 años me la enterraron por mi culo me dolió no lo niego pero me gusto y continuamente lo hacía hasta lo hacía con amigos del barrio hasta que a los 13 años un vecino adulto me desvirgo y desde esa vez fui la mujer de mis primos y el adulto ahora tengo un hijo y no se quien es el padre ahora mi niño juega con sus primos tal vez hermanos y al leer tus relatos pienso que tavo es mi hijo y se lo andan clavando, gracias por volver y hacernos sentir calientes