• Registrate
  • Entrar
ATENCION: Contenido para adultos (+18), si eres menor de edad abandona este sitio.
Sexo Sin Tabues 3.0
  • Inicio
  • Relatos Eróticos
    • Publicar un relato erótico
    • Últimos relatos
    • Categorías de relatos eróticos
    • Buscar relatos
    • Relatos mas leidos
    • Relatos mas votados
    • Relatos favoritos
    • Mis relatos
    • Cómo escribir un relato erótico
  • Menú Menú
1 estrella2 estrellas3 estrellas4 estrellas5 estrellas (15 votos)
Cargando...
Gays

A los 14 añitos fui desvirgado

A mis 14 añitos, nunca supuse que seria follado por dos personas mi amigo y el Bicho.
A los 14 añitos fui desvirgado

Mi nombre es Lucas, actualmente casado con tres niñas, próximamente cumplo los 48. Les contare en mí época de adolescente, tendría 14. algo inocente, con ganas de saber del sexo y tener por supuesto, Rafael era mi amigo del alma, como un hermano, lo llamábamos el Rafa, muy buen chico, que nos conocíamos desde el jardín de Infantes, habiendo cursado la primaria y secundaria juntos.

Esta etapa de mi existencia, fue el despertar o descubrir otras facetas de la vida, donde la curiosidad, el temor, la duda, lo prohibido y varios factores más, dejan grabado en nuestras mentes esas nuevas vivencias.

Sus padres tenían una casita sobre la playa, que nos llevaban cuando éramos chicos, no era un lugar que había progresado demasiado, cada tanto se hacía alguna que otra vivienda, lo que levantó un poco esa zona, fue la construcción de un balneario, con un pequeño restaurant, que funcionaba solamente en la época estival, que atrajo algo de turismo.

Los padres de Rafa, comenzaron a alquilarla para el verano, donde se nos acabó esos días de mayor movimiento, pero ya, podíamos ir solos, parte en diciembre y principio de marzo, hasta que daban comienzo las clases.

A pesar de la soledad del lugar la pasábamos muy bien, dado que hacíamos lo que se nos ocurría, sus padres nos llevaban los primeros días de diciembre, quedándonos casi dos semanas, con la condición de hacer algunos arreglos o pintar, reacondicionando la vivienda dentro de nuestras posibilidades, para ser rentada durante esos dos meses.

A veces salíamos a caminar, o aprovechar la playa cuando hacía calor, que no era demasiado frecuente. Por la noche mirábamos televisión, que solo contábamos con tres canales, o jugábamos a las cartas, siempre encontrábamos algo para entretenernos.

Una tarde a pesar de estar bastante fría el agua del mar, a Rafa se le ocurrió, meterse, que a pesar de su insistencia no lo hice, al rato salió, tiritando, al punto de envolverlo con la toalla, para regresar inmediatamente a la casa.

Realmente me asuste, más que nada no teníamos medios para comunicarnos con sus padres, le dije que se quitase la malla, lo envolví con la toalla, comenzándole a refregar su espalda y piernas, para hacerlo entrar en calor. Llegando a tocar sus genitales, notando que se erguían, lo abrace, siguiéndole tocando esa zona, sin saber bien cual era mi intención, si por broma o por tocarlos simplemente.

Al notar que eso parecía reanimarlo, continúe, hasta que noté como se convulsionaba, lo que me impulso a continuarlo, hasta ver surgir una aureola, en la toalla, mientras me decía,” Gracias Lucas”.

No sucedió más nada, hasta que un día conocimos a el Bicho, donde nos cambió bastante nuestra existencia, solía pasar cerca de las 6 de la tarde, y nos saludaba, levantado su brazo.

Hasta que un día se detuvo a conversar, previa presentaciones, simpatizamos rápidamente con él, tendría 25 años o algo más, en el verano trabajaba de bañero en el balneario cercano, y antes y después de la temporada, armaba las carpas, arreglando sillas y sombrillas.

Ese nuevo contacto, nos alegró, comenzando a entablar una cierta amistad, que de alguna manera se había convertido como en nuestro ídolo, al relatarnos sus aventuras veraniegas, que, de alguna manera, comenzábamos a conocer otros lados del sexo.

Sin llegar a creer totalmente lo que nos decía, nos excitaba al darnos los detalles de sus experiencias, con chicas jóvenes o mujeres bastante mayores, hasta que inocentemente le pregunto:

“A chicos, ¿también?”

“Si, de tu edad y menores”

“Pero les gustaba?”

“Que, si les gustaba, les encantaba. Si quieres probar no hay problemas”

“No, gracias” Riéndome, algo nervioso.

  “Y cómo hacías?”

 “Bueno, los iba conquistando, hasta que lograba ponerlos en un estado, que, si bien no era inmediato a los pocos días cedían, a quien no le gusta el sexo”

“Y lo hacían varias veces”

“Las que se podía”

No sé por qué, pero había quedado bastante excitado, al rato se despidió y se fue, ya era bastante tarde, regresamos comentando sus aventuras, reactivando nuestra incitación.

Esa noche me masturbe, y creo que mi amigo también, aunque jamás lo llegamos a comentar. Pero lamentablemente al día siguiente vinieron a buscarnos, porque habían alquilado la casa, los ayudamos en reacondicionar ciertas cosas, regresando esa tarde a la ciudad.

Por suerte los primeros días de marzo, nos llevaron nuevamente, sin comentárselo a mi amigo, me atraía, esa nueva ida, aunque sus padres decidieron quedarse un par de días. En ese lapso vimos a el Bicho, pero solo lo saludamos, hasta que sus padres regresaron a la ciudad para venir a buscarnos en unos 15 días.

Esa misma tarde, apenas se fueron, esperamos al Bicho, que se detuvo encantado, relatándonos algunas de sus experiencias de ese verano, al que, como las veces anteriores, quedamos bastante estimulados.

No fue esa noche, sino la siguiente, en que después de sus relatos más que calientes, regresamos a la casa bastante alterados, después de cenar, miramos algo de televisión, pero nos acostamos antes de lo acostumbrado.

Por primera vez me desnudé, ante la mirada de Rafa, que fue como una provocación, mientras tocaba mi verga, algo erecta, me acosté, y como a los quince minutos se metió en mi cama, sin ropas, comenzando a tocarnos de una manera ardiente, algo que jamás habíamos hecho, a excepción de alguna lucha, pero esta vez era distinto, sin previo aviso, nos manoteamos las vergas hasta llevar a tener una eyaculación mutua.

Después de eso, se volvió a su cama sin llegar a hacer algún comentario, sobre lo sucedido. Esa misma tarde esperamos a la persona que activaba nuestras hormonas, el Bicho, nos quedamos a la espera de nuestro “relator erótico”, que pasó bastante más tarde de lo acostumbrado.

Después de saludarnos, muy amigablemente, nos dice:

“Hoy les contaré lo que me pasó con una pareja”

“Buenísimo” Dijimos a dúo.

“Llegaron un día al balneario, ella no muy alta, buenas tetas, y lindo culo, de unos treinta años, él, un tipo alto de unos cincuenta, se presentaron, muy agradables, hasta que un día me invitan a cenar. Acepté, dado que nos es muy común, que sucediese eso.

Esa noche aparecí en su cabaña, con una botella de vino, habían preparado una rica comida, observando a Hilda mientras comíamos que carecía de sostén, remarcándose sus lindos pezones, donde ese cruce de miradas, traía una connotación bastante erótica.

Después de sentarnos en unos cómodos sillones, bebiendo whisky, ella se sentó a mi lado, mientras su esposo Héctor, frente nuestro. Charlamos bastante, pero más que nada me indagaban, Como tenía puesto unas bermudas la pierna de ella, se comenzó a pegar a la mía, la miré algo sorprendido, mientras me sonreía. No me contuve, y apoyé mi mano sobre su rodilla, que no solamente no la quito, sino que su esposo, parecía complacido.

Percibiendo esa aceptación, me aventuré a meter mi mano bajo su falda, mientras separaba sus piernas, levantando más su corta pollera, dándome cabida a tocar más adentro, hasta que descubrí que carecía de bragas, algo que me incito rápidamente, cuando se agacha, bajándome el cierre, para mamarme la pija”

Yo estaba con mi verga más que dura imaginando lo que nos estaba contando, sin dudar que Rafa, estaría en similar estado.

“Mientras me desabrocha el pantalón, levantado su corto vestido, hasta que se lo quité, quedando completamente desnuda, cuando la acuesto sobre el sofá, chupándole las tetas, metiéndole mi verga, ante sus gritos de exaltación. Mientras el marido observa, bajándose sus pantalones mientras se pajeaba.

Nunca me había sucedido algo así, acabando sobre esta mujer ante la mirada aprobatoria de su esposo.”

“Le gustaba al marido que te cogiese a su mujer?” Le digo muy sorprendido, sin llegar a entender cómo podría suceder eso.

“Si, así es, le gustaba, dos días después vuelven a invitarme, directamente me la cogí por el culo, bastante estrecha, al principio trataba de evitarlo, pero el esposo me hacia un ademan, como para que me la culeara, me encanta hacerlo por ahí, así que seguí, hasta que se dejó, gemía como una yegua, según comentó, era la primera vez que lo hacía por ese lugar. No sé si sería verdad, pero, aunque no lo crean me cogí también a su marido”

“En serio?” Sin dejar de creer lo que nos decía.

Era bastante tarde, cuando regresamos a la casa, sin llegar a comer, me desnudé, ante mi amigo, estaba con mi verga a full, sin quitarse su ropa, se arrodillo, para empezar a chupármela, Fue algo espontaneo sin ningún tipo de preámbulo, hasta llegar a besarnos, primero levemente, hasta llegar a entretejer nuestras lenguas.

Rafa se terminó desnudando, mamando de su verga, en ese remolino lleno de exaltación y frenesí, en determinado momento los dedos de mi amigo, se introducen en mi virginal esfínter, algo temeroso intente quitarlo, hasta sentir que sus dedos se introducían totalmente.

Era como una sanguijuela, que se iba adosando a mi cuerpo, entregándome ante su ímpetu y dominación, hasta quedar boca abajo, dejando mi culo a su disposición, percibiendo su verga meterse entre mi raya, hasta rozar mi abertura.

Cuando su glande se apoya frenéticamente en mi ano, introduciendo la cabeza de su miembro, mientras mordisquea mi cuello, empujando su aparato intentando penetrarme, cuando le digo, suavemente:

“Lubrícalo” Sintiendo rápidamente su saliva humedecer mi acceso rectal, hasta sentir, un mejor deslizamiento, como su aparato se abre camino, a través de mis entrañas, donde me sentí, adueñado por mi amigo, sin una determinación previa de los roles de cada uno.

Me bombeo suavemente ante mis exclamaciones de placer, dándome una sensación extraña, como si necesitase defecando, no sé si fue placentero, pero me agradaba esa sensación de ser su apetecible, ¿hembra?, percibiendo esas rápidas fricciones en mi interior Sus movimientos se fueron incrementando, donde, ante ese eufórico movimiento, se transformaba en mi poseedor, hasta que eyaculó, en mi interior.

No había acabado, le pedí que se quedase hasta poder venirme, donde con leves movimientos, frotándome contra las sabanas, termine acabando. Nos quedamos quietos, creo que algo pensativos por lo sucedido, me dio un fuerte beso, yéndose a su cama.

Antes de dormirme pensé si estaba bien lo que habíamos practicado, pero realmente lo goce, a pesar de cierto dolor que me produzco.

A la mañana siguiente me levanté, Rafa, dormía plácidamente, no me vestí, fui a la cocina a preparar algo para desayunar, tenía bastante hambre, pero fui al baño colocándome sobre el bidet, para aplacar mi molestia. Retorné a la cocina y vino Rafa, me dio un beso, prácticamente no hablamos. Después de eso me fui a bañar, siguiéndome a los minutos para meterse conmigo en la ducha, por supuesto que le dije, que me dolía, así que no intento más nada.

Mientras arreglaba el dormitorio, se fue hasta el pueblo a comprar cosas, al regresar comimos, fuimos un rato a la playa, para luego acostarnos, cuando me comenta:

“Te compre una pomada, antinflamatoria y no sé qué más, para que te pases”

“Gracias Rafa, ¿quieres hacerlo por mí?”

“Si”

Así que me quité todo volcándome boca abajo en la cama, sentándose a mi lado, acariciando mis glúteos, separándolos para observar mi abertura, cunado dice:

“Que rico que se ve, tan rosadito, sin nada de vello” Me agrado ese comentario, relajándome, separando más mis piernas, hasta que sentí el frio de la pomada, pasarlo por mi ano, sintiendo que se iba aplacando la molestia.

“Quieres que te pase por dentro”

“Bueno, dale” Cuando su índice, impregnado de esa pomada, comenzó a introducirlo, en mi conducto, hasta percibir como lo introducía totalmente. Donde esa supuesta curación, se estaba transformado, en otro acto sexual.

Sentí un segundo dedo volver lo a introducir, donde mis hormonas comenzaron a activarse, levantando levemente mi culo, cuando me monta, donde su miembro ayudado por esa lubricación, no tarda en desplazarse en mi interior, donde un rápido y prolongado bombeo, nos volvió a unir. Fue después de ese momento, que nos observamos más detenidamente, tocándonos, apreciando nuestros penes, que, si bien eran bastante similares, Rafa lo tenía más grueso, y su glande superaba al tronco.

Nos dormimos, luego salimos, estuvimos en la playa regresando como a las 7 de la tarde, me desnudé, motivo suficiente para acercarse, arrodillarse y mamar mi verga, no tardé en calentarme, cuando la digo:

“Quieres coger?”

“No te duele?”

“No” No tardó en quitarse la malla, inclinándome sobre la mesa, separando mis piernas, penetrándome de una manera impetuosa, mientras oprimía mis tetillas, haciéndome gritar, percibiendo su vástago. friccionar nuevamente, mi interior, modificando las posiciones hasta hacerme sentar sobre ella, para volverme a ensartar, viendo su cara, como de poseído.

Creo que, a partir de ese momento, aparte de disfrutarlo totalmente, me convertí en su pasivo amante, o más bien en su hembra. A veces mientras lo practicábamos, venía a mi mente la verga de nuestro amigo Bicho.

Una tarde, Rafa se fue hasta el pueblo a comprar algunas cosas, decidí quedarme, en la playa, de alguna manera quería acomodar mis ideas, estaba algo confuso por lo sucedido, cuando aparece el Bicho, me saluda, y comienza a charlar, realmente me agradaba, cuando me pregunta:

“No quiero ser indiscreto, pero Uds. son pareja”

“No, no. ¿Porque?” Poniéndome rojo, creo que en parte delatándome.

“Por nada, solo curiosidad, aunque sí tendría que dar una opinión, creo que tú serias la “hembra” Eso, enrojeció más mis pómulos, respondiendo:

“No soy ni la hembra ni el macho, de nadie”

“Mira´, no lo tomes a mal, solo te aclaro que me encantaría pasar un rato contigo, eres tan tiernito y creo que vos también”

“No, para nada”

“Estas seguro?” Mientras saca la verga, que realmente me sorprendió, por su tamaño y grosor, quedándome pasmado, comprendiendo como tenía tantas aventuras y su apodo.

“Te gusta?” Me repite, que sin saber que decir, trago saliva, diciéndole:

“Es grande” Riéndome, algo nervioso, pensando en la diferencia que había con la de mi amigo, intentando descartar rápidamente ese loco pensamiento, cuando me dice:

“¿Te agrada, quieres tocarla?” Creo que me puse más colorado ante su propuesta, me dio algo de temor, pero a su vez curiosidad y hasta deseo.

No podía negar que sentía una cierta seducción a su verga, creo que a partir de ese momento todo comenzó, a tener un cambio, si bien sentía una atracción hacia el Bicho, porque me trataba muy bien, era gracioso, me hacía reír mucho, pero comencé a resistirme cuando intentaba tocarme, no me disgustaba, pero tenía como una especie de rechazo, o trataba de protegerme, no sé, realmente que me sucedía.

Al llegar Rafa, me sentí más tranquilo, ya nuestro nuevo amigo, se contuvo de decirme algo más, Creo que, a partir de esa vez, sus “juegos” tenían una connotación bastante llena de sexualidad, hoy comprendo, que tenía intenciones de cogerme, a pesar que trataba de mantenerme “intacto” ante él, sentía una curiosidad. Hoy pienso, que debía de ser una “presa” especial, mi rostro que representaba menos edad de la que tenía, un lindo culito, algo inocente, pero fundamentalmente mi corta edad, supongo que eso, era el atractivo.

No sabía qué hacer si comentarle o no a mi amigo, la propuesta del Bicho, pero preferí callarlo. Esa noche mientras me cogía Rafa, vino a mi mente la verga del Bicho, no sé si fue eso o qué, pero eyacule rápidamente.

Un par de días antes de regresar, salí a caminar solo, mientras lo hacía, iba recapacitando en todo lo sucedido, hasta pensando en el Bicho, en donde creo que lo deseaba y a su vez no, encontrarme con él.

Cuando sorpresivamente, a los 5 minutos, se me cruza, no sé, si me alegré o no, pero lo saludé como siempre, acompañándome en esa caminata, cuando me dice, a boca de jarro:

“Has pensado en lo que te dije?” Haciéndome el que no entendía de que se trataba, le digo:

“Que cosa?”

“No te hagas el boludito, ya sabes sobre que”

“Pues es, no, entonces” Le contesto.

“Te propongo una cosa, si no logro que se te pare, no te jodo más, ¿OK?” Sin pensarlo demasiado, le contesto:

“Está bien” A pesar de darme cuenta, que era algo obvio.

“Bueno, pero para eso quítate la remera” Lo hice, sabiendo que me estaba entregando, cuando su mano comienza a acariciarme, rozando mis tetillas, era como un magnetismo, que, a pesar de intentar no tener erección, me iba alterando lentamente. Hasta que chupa mis tetillas, eso fue como mi perdición, sumado que, al sentir su mano en mis genitales, la erección se hizo evidente.

Ese poder de macho Alfa, es casi imposible de disuadirlo, te atrapa, a pesar de intentar no desearlo, es como una trampa sexual, comienza a dominarte, intentando rehusarte o lo haces muy poco convencido, no animándote a negarte.

Cuando mis pensamientos se diluyen al sentir que me quita la malla, diciendo:

“Estas calentito, mi amor” Cuando esos calificativos, me van atrapando, mientras algo tembloroso, noto como besa mi ingle, sintiendo su lengua húmeda, desplazarse sobre esa zona, creciendo mi estado de excitación. Cuando se desnuda, aflorando su considerable pene, listo a introducírmelo.

Sabía que pasaría, dejándome llevar por su encanto, cuando sus dedos oprimen mi esfínter, hasta lograr introducirlos, se me erizo la piel en ese momento, diciéndome:

“Te gusta, mi putita, ¿quieres que te la meta?” Continuando con su juego previo, entregándome cada vez más, sin decir palabra, donde mi respiración se agitaba cada vez más.

“No tenía dudas que cederías, además me encanta cogerme a los pendejitos como vos, que les gusta que se la metan toda”

Me puso boca abajo, abrazándome fuertemente, oprimiendo mis tetillas, colocando la cabeza de su verga en mi orificio, previo a habérsela mamado para lubricarla, donde su acceso se hacía bastante difícil, hasta lograr meter una parte, intentando dilatar mi cavidad, percibiendo como se iba abriendo camino, antes mis gemidos de agitación.

Ese previo bombeo, me sublevaba, donde después de un rato, un inesperado empellón, hizo introducir la totalidad de su verga, ante un grito de sorpresa y hasta dolor. Creo que me motivaba, cuando me decía:

“Que putita que es mi hembrita. Como te gusta que te cojan y te hacías la estrecha, pero al final caíste”

El ritmo se transformó en algo frenético, apoderándose de mi cuerpo haciéndome gemir de placer, con algo de molestia, donde esas sensaciones se fusionaban disfrutando ampliamente de ese sexo anal. Cuando la quitaba sentía un alivio, pero deseaba que la volviese a meter, convirtiéndome en su juguete sexual.

Cuando sus embestidas pronto se volvieron más fuertes, más violentas, percibiendo el roce de su verga en mi membrana intestinal, que después de una serie de empellones rápidos y penetrantes supuse que estaba cerca de eyacular, y así fue… su verga tocó fondo en mí y sentí claramente cómo sus tibios jugos, iban irrigando mis intestinos.

Él temblaba, se retorcía apretando mis pechos y sin dejar de pellizcar mis pezones, se convulsionaba y temblaba como un poseído, gruñendo con cada disparo que salía de su verga, y de pronto se desplomó sobre mi espalda, abrazándome exhausto y muy sudoroso, pero sin sacar su verga de mi adolorida funda.

Mi espalda estaba empapada por ese sudor, cuando la quito de mi culo, inexplicablemente comencé a mamarla mientras me masturbaba, percibiendo un sabor extraño pero muy atrayente, posiblemente por esa mezcla de semen y mis heces. Cuando terminé de eyacular, me abrazo, manteniéndome un buen rato, en ese encuentro homosexual.

Permanecimos desnudos desparramados sobre la arena, hasta que, después de un buen rato comencé a vestirme, cuando me dice:

“Que haces?”

“Me tengo que ir”

“Quédate un ratito más” Lo miré como, indeciso, pero terminé quitándome la poca ropa que me había puesto, besándolo en los labios muy ardientemente, volcándome inmediatamente sobre la arena, cuando su mano comenzó a acariciar mis nalgas.

Iniciando los juegos previos, mientras me tomaba con una mano mis muñecas, contra mi espalda, para volver a penetrarme, bombeándome un rato, hasta que me gira, mandando mis piernas bien atrás, metiendo su verga ferozmente ante mis gritos, donde me poseyó con toda su vehemencia.

Mientras no dejaba de masturbarme, ante esa ferviente cogida, hasta quedar extenuado sobre la arenilla, fue algo distinto y hasta me sentí satisfecho, por un lado, al sentir su cálida simiente, depositarla en mis entrañas, haberlo complacido, y sentirme como su “niñita”. Cuando me dice:

“Te he mentido, es la primera vez que me cojo a un pendejito de 14, eres delicioso”

Lo miré sorprendido y a su vez, me sentí alagado, además sin querer hacer comparaciones, Rafa, no me había cogido de esta manera tan abusiva, dominante. violenta e irracional. Me despedí del Bicho, con un fuerte beso, prometiéndonos volver a vernos.

Llegue a la casa, algo fatigado, como a las 8:00 de la noche, o más, donde Rafa, me pregunto dónde andaba. Le comenté que había estado con el Bicho charlando y se me paso la hora, cuando veo que se estaba desnudando, con su verga erecta.

83 Lecturas/15 agosto, 2025/0 Comentarios/por Sofia50
Etiquetas: anal, baño, hermano, mayor, mayores, playa, semen, sexo
Compartir esta entrada
  • Compartir en Facebook
  • Compartir en X
  • Share on X
  • Compartir en WhatsApp
  • Compartir por correo
Quizás te interese
PERDIDOS II (CAP 33) EL CHANTAJE A LA EMPRESARIA (Segunda parte)
Mi primera vez
Mi novio me compartió
Niñero de Tavito (1)
Inicios con burra (referido)
El Niño Mago II
0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.

Buscar Relatos

Search Search

Categorías

  • Bisexual (1.165)
  • Dominación Hombres (3.561)
  • Dominación Mujeres (2.693)
  • Fantasías / Parodias (2.839)
  • Fetichismo (2.413)
  • Gays (21.028)
  • Heterosexual (7.514)
  • Incestos en Familia (16.981)
  • Infidelidad (4.190)
  • Intercambios / Trios (2.885)
  • Lesbiana (1.096)
  • Masturbacion Femenina (809)
  • Masturbacion Masculina (1.664)
  • Orgias (1.826)
  • Sado Bondage Hombre (419)
  • Sado Bondage Mujer (162)
  • Sexo con Madur@s (3.840)
  • Sexo Virtual (232)
  • Travestis / Transexuales (2.296)
  • Voyeur / Exhibicionismo (2.268)
  • Zoofilia Hombre (2.085)
  • Zoofilia Mujer (1.619)
© Copyright - Sexo Sin Tabues 3.0
  • Aviso Legal
  • Política de privacidad
  • Normas de la Comunidad
  • Contáctanos
Desplazarse hacia arriba Desplazarse hacia arriba Desplazarse hacia arriba