A los 15 con mi sobrino
Doble inocencia entre tío y sobrino.
Les voy a contar esto que me pasó cuando tenía 15 años mientras todavía era un puberto inexperto.
unas vacaciones de verano en qué viví con mi abuela, hubo unas semanas que un primo de los más grandes dejaba al hijo de su novia en casa de mi abuela, llegaba de la escuela y todo normal, me ponía a ver tele o a escuchar música en mis disc-man. Mi sobrino es un nene muy bonito y en aquel entonces lo era más. Es de tez clara, pelo negro y ojos muy grandes. Yo nunca lo vi con morbo ni nada hasta que empezaron a suceder cosas extrañas entre él y yo. Siempre jugaba con él con sus juguetes o a las escondidas (la casa de mi abuelo es muy grande) o a algo. Un día cuando estaba viendo tele, mi sobrino en vez de sentarse al lado mío decidió sentarse en mis piernas, o más bien en mí entre pierna, yo lo vi normal, y no me pareció nada extraño. Para ese entonces yo ya sabía que era gay y me masturbaba pensando en mis compañeros de la secundaria, acordándome de sus bultos en educación física, o de las fotos porno que algunos se mostraban entre ellos y así. Ya había teñido pequeños encuentros de besos y tocamientos con chicos de mi edad pero nada del otro mundo.
el punto es que ese día se sienta en mi entrepierna y pasado un rato empieza a mover sus nalgas en círculos sobre mí, yo estaba recostado y tenía su espalda en mi pecho, mi sobrino estaba concentrado en la tele y yo estaba absorto de lo que estaba haciendo. Ese día pasó normal y yo me quedé pensando en ese instante pero lo dejé pasar, otro día después de comer, estaba yo igual sentado en el sillón viendo la tele y algo inconsciente en mi me hizo hablarle a mi sobrino y pedirle que se sentara en mi, como ese día, todo era normal pero en ratos volvía a hacer esos movimientos con sus glúteos sobre mi, yo creo que para ese momento algo en mi ya había despertado mi morbo y empecé a tocar sus piernas, tan suaves y tersas, yo lo hacía lentamente y casi como en un trance, tal vez porque algo en mi sabía que no era normal, pero mis sentidos ya estaban al 100 e inhalaba su aroma de niño de su pelo y su cuello, mientras pasaban los días, ya era una rutina habitual el ver la tele en esa posición, solo que mi mano ya empezaba a deslizarse por su pierna por debajo de short hasta que sin darme cuenta ya estaba masajeando su pene y testículos por encima de su calzoncillo, el solo se relajaba y miraba la tele con la boca abierta mientras respiraba muy lastimosamente, sabía que lo estaba disfrutando. Un día de suerte me pidieron que lo bañara, (en mi familia casi no hay tabúes y nunca se ha visto mal que alguien bañe a algún pequeño de la familia) se muy bien que si no fuera mi sobrino sanguíneo , esto no hubiera pasado pero algo en mi no me ataba carnalmente a este sobrino, pues no era hijo de mi primo.
Así que nos metimos a bañar y en mi mente ya lo veía con morbo, ya notaba sus nalguitas bien gorditas y paradas de short de tela delgada, ya buscaba con la mirada su bultito, ya lo miraba diferente, me fijaba en su labios, en su pelo, yen general en todo su cuepro. Y ahí lo tenia a mi sobrino, desnudándose en la ducha conmigo, y yo con un torrente de electricidad en mi cuerpo mientras lo veía como vino al mundo y él me miraba, sonriendo y con esa mirada de complicidad a tan temprana edad, el baño de i abuela tenía un pila para aparar agua de boca profundidad así que nos bañamos con unos recipientes para echarnos el agua, mientras nos mojábamos mi excitación crecía con el agua recorriendo todo su cuerpo, tomamos un jabón cada quien y empezamos a enjabonarnos cuando me acorde de cuando me bañaba alguna prima o primo de pequeño y le dije:
-lávate bien la colita y ahí abajo (su pene)
y a pesar de que sabía hacerlo le dije que así no, que le enseñaría cómo y me senté en la pila, lo acerqué a mi empece a pasarle el jabón por su pene, era muy pequeño y suave como sus testículos, le hacía para atrás el prepucio y con las yemas de mis dedos empecé a enjabonarle el glande y los huevos, todo eso de una forma muy erótica, hasta que pene se puso erecto y el mio no tardó en hacerlo.
-te gusta?- le pregunté
el me miraba y asentía con la cabeza mientras me sonreía, él noto mi erección y no dejaba de verla, mientras el bañarlo se convertía en masturbarlo, haciendo hacía atrás y adelante su prepucio. Sin decirme nada, tomó mi pene con un sus manos y empezó a hacer lo mismo, yo estaba que ardía de placer por dentro mientras en rato nos mirábamos a los ojos haciéndole al otro saber que estábamos sintiendo lo mismo.
– ahora tu colita- le dije, y lo acerque hacia mí mientras mis manos se deslizaban a sus nalgas, y su rajita, su ano era tan cerrado y pequeño que mis dedos no podían distinguir donde estaba, así que poco a poco recorrí su rajita con mi dedo medio presionandolo en su cuerpo hasta que lo noté y me detuve ahí, me lanzo una mirada penetrante y abrió su boca un poco como si sintiera un placer inesperado, algo se apoderó de mí y me acerqué lentamente a su boca y lo besé. Aún recuerdo esos labios carnosos y suaves, ese aliento cálido inundando mi boca. Mi poco experiencia besando me hizo meter mi lengua que tocó la suya, y como si imitara mis movimientos empezó a sacar la suya, yo la chupaba con mis labios y me bebía su saliva, la succionaba y la dejaba ir, mis manos se volvían locas, no sabían dónde tocar, su ano, sus nalgas, sus piernas, su espalda, mientras las suyas se volvían locas entre mi pené y mis huevos, como algo consentido separamos nuestros labios y nos miramos a los ojos, él soltó una risita apagada y se limpió alrededor de sus labios mi saliva mezclada con la suya con sus manos.
– ya enjuágate y sécate
nos enjuagamos y salimos como si nada. Luego les cuento más
que rico relato de primitos
me gusto tu historia por fav seguid contando
como sigue por favor
Guau, qué linda anécdota. Espero pronto cuentes más. Y a ver si especificas la edad del sobrino.
Hermoso y por demás excitante relato. Muy buena experiencia. Besitos.