A los 16 con mi primito de 11 parte 3
Le saque el dedo y lo fui penetrando con dos y tres dedos hasta que por fin su ano estaba suficientemente dilatado para recibir mi pito, le saque los dedos de un jalon y a pesar de un leve chillido, se relamió los labios y me miro.
Hola soy Daniel y en esta ocasión quiero seguir contándoles lo que sucedió después de que mi primo termino conmigo, habían pasado varios meses desde la primera vez que tuvimos sexo ahora tenía 17 años y el 12 y apenas unas semanas de que me había dejado sin darme una explicación clara.
Pasaron los días y a pesar de que aun tenía la esperanza de que mi primo me pediría perdón o mínimo se presentaría ante mí para rogarme me lo cogiera de nuevo como la ultima vez, nada había sucedido, mientras yo me moria de calentura y ganas de perforar de nuevo el culito de Alejandro y tenia constantes sueños húmedo en los que perforaba de nuevo su culo e incluso llegaba a sentir calor y los pliegues de su ano abrirse para recibirme, mi primo había roto vínculos conmigo: dejo de jugar, de ver películas juntos e incluso a pesar de que seguíamos compartiendo habitación no me dirigía la palabra a no ser que fuera completamente necesario,
hubo una noche en la que intente seducirlo de nuevo, me meti en su cama sin ropa interior y comencé a masajearle sus nalgas y a restregar con movimientos de pelvis mi pene en su arroyito, el solo me ignoro y de una manera muy seca y enojada me corrió de su cama amenazando con que si no me acostaba lejos de el gritaría lo mas fuerte que pudiera y les diría a mis padres que le estaba haciendo cosas extrañas, que ahí de mi dependía seguir llevándola bien con mis padres, esto me hirió el orgullo y me decepciono, yo nunca lo había maltratado, no lo había forzado a nada y siempre a pesar de ser algo rudo había procurado darle mas placer que dolor. Con esa mezcla de sentimientos me levante de un parón de su cama y me volví a acostar en la mía, desde entonces dormía dándole la espalda y decidí que ya no iba a volver a rebajarme, si el quería regresar conmigo el tendría que hacer los esfuerzos por que me lo culiara de nuevo.
Decidi alejarme lo mas posible de el, no quería verlo, me sentía humillado y dolido, en realidad demasiado como para estarlo viendo todos los días asi que comencé a juntarme mas con los chavos de la colonia y a ir todos los días con ellos a vagar o a jugar fut por ahí, no es por presumir pero los meses que habían pasado desde que empezamos a coger yo y Alejandro me sentaron bien, me puse mas grueso del cuerpo, me broto una gruesa mata de vellos en el pecho y me puse mas peludo de los huevos y el pito, incluso mi voz se engroso mas y al verme en el espejo cada vez me sentía mas cerca de alcanzar las medidas y las formas que tenía mi apa, me sentía realmente contento con los cambios que estaba teniendo incluso me sentía mas hombre y menos escuincle, las chavas de la colonia empezaron a interesarse más en mí, me mandaban cartas melosas, sus hermanas me gritaban desde las bancas del parque cuando jugaba fut: cuñado!!! Y entre risas y caras sonrojadas me saludaban, siempre me habían llamado la atención los cuerpos de las chavas, sobre todo los de las bien dotadas: sus senos grandes y sus nalgas redondas, pero nunca había tenido un contacto mas allá,
al menos no con una chica de mi edad, a los 13 años en algunas ocasiones jugando en educación física había golpeado o presionado los senos de mis compañeras de secundaria, siempre siendo regañado por los profesores y tachado de mano larga aprovechado y mentiroso a pesar de que jajaja bueno en su mayoría eran accidentes, recuerdo que me excitaba el pensar en presionar los pechos suaves de una mujer pues eso era algo de lo que estaba seguro de que eran suaves, siempre que los tocaba “accidentalmente” podía sentir como si presionara una esponja, una cosa suavecita y apachurrable pero pues nunca había tenido oportunidad de hacerlo como yo quería, entre mis amigos y yo empezábamos a cotorrera a las chicas y a abrazarlas y presionarlas contra nuestro cuerpo en broma, realmente me encantaba sentir esos cuerpos pequeños y palpitantes que me recordaban al de Alejandro contra mi pecho y sentir esas esponjitas contra mi eran un plus que realmente me hacia ponerme duro de la verga,
Los días pasaron y obviamente papa y mama se percataron de inmediato que algo había cambiado entre nosotros pues de ser uña y mugre ahora apenas y nos encontraban cerca o en la misma habitación, las preguntas no se hicieron esperar y una noche mientras estábamos reunidos alrededor de la televisión viendo una telenovela, papa y mama empezaron a interrogarnos.
-bueno pues que chingados traen ustedes dos, que paso, porque ya no se hablan!
Papa cuestiono mas en tono de reclamo que de curiosidad mientras mama nos veía a los dos.
Me apresure a responderle pues note que Alejandro no tenía intención de hablar.
-nada, es que últimamente salgo a jugar con los cuates de la colonia y a ale no le gusta ir verdad tu?
Alejandro solo se limito a mirarme y a menear la cabeza diciendo que si.
Mama me miro de forma burlona y me dijo no será que tú no quieres que Alejandro este cerca para que no te eche de cabeza
-por un momento perdí el hilo de la conversación y no sabía a qué se refería mama, la mire de manera extraña, mientras papa la veía y le movía la cabeza presionándola para que hablara.
-haber de que estás hablando, que no está escondiendo este cabro,
Nada no te enojes viejo, no es nada malo, bueno no aun, tu chamaco caliente de aquí que se anda sabroseando a las chamacas de la colonia.
Papa cambio su mirada de confusión a felicidad de inmediato.
-te las andas sabroseando gallo???
Nunca me había dicho asi , me hizo sentir apenado y al mismo tiempo me gusto el apodo.
-si se las anda sabroseando ya doña Martina me vino a decir que no quiere que este chamaco calentón le ande molestando a la cinthia, me dijo que te la pasas abrazándola y tonteando con ella y que te la restriegas contra el cuerpo como quien no quiere la cosa.
Papa me miro con orgullo un orgullo que al principio no entendí pero luego al atar cabos comprendí que eso era lo que justamente había esperado siempre de mi todas esas platicas e intolerancia para volverme un hombre con huevos como el decía tenían como propósito que me pusiera a enorgullecerlo con mis conquistas.
-la cinthia esta chula, es tu novia chamaco me pregunto mi papa
-no, no tengo novia
-jajaja apenas andas tentando el terreno verdad chamaco calenturiento, por eso te las sabroseas a todas!, no si todos los hombres son iguales, andas buscando a la mas cuerpuda para desgraciarla verdad!!!
Mama dijo esto con felicidad y en los ojos de ella y papa se veía un orgullo que pocas veces me habían dedicado
Decidí que lo mejor era seguirles la corriente
-no como cree a ma les dije entre risas y sonrojándome como un tonto, nomas son mis amigas.
Papa solto una carcajada y me dijo que no me hiciera pendejo que estaba bien que me las quisiera coger a todas, que para eso era hombre y que de buena mata venia, dijo con orgullo.
Mama se molesto cuando escucho lo que papa acababa de decir y me dijo que ni se me ocurriera salir con mi domingo siete que en esa casa no iba a haber chamacos traídos a los guey, que ellos no se iban a hacer cargo de mis gracias.
Papa decidió que era mejor cortar ahí y me dijo que no le hiciera caso a mi ama que todas las viejas eran así que nomas querían joder, me despedí de papa y mama y les dije que mejor ya me iba a dormir porque estaba cansado del fut, papa y mama me despidieron y al salir del cuarto pude darme cuenta de que Alejandro se veía nervioso e incluso parecía como si quisiera llorar, me fui algo feliz de haberle dado sin querer unos buenos picotazos a su orgullo y en mi camino al cuarto pude escuchar como papa y mama seguían discutiendo acerca de lo mal o bien que me estaban criando.
Llegue a mi cuarto y me desvestí me quite todo, mi verga estaba súper dura y al quitarme el bóxer broto como un resorte, mis huevos estaban húmedos por el sudor que se desprendía de mi cuerpo, me la estuve jalando unos segundos a los pies de mi cama y me metí entre las frescas sabanas de mi cama, sabía que esa platica le había dolido a Alejandro y estaba seguro que esa misma noche intentaría regresar conmigo, ya le había demostrado que él no era el único con buenas nalgas y que por ahí había muchas viejas dispuestas a darme el culo si me lo proponía, me alborotaba el vello del pecho de el pubis y olía mis axilas con desesperación, fantaseaba pensando como seria penetrar una vagina, había visto en paginas porno y en videos como el penetrar una vagina era menos complicado que un culo, tardaba menos en dilatar y producía babas sin necesidad de estarse quedando con la boca seca de tanto escupirle al culo de un bato, nunca me encontraría con caca por ahí y me daba mucha curiosidad que se sentiría como olería a que sabrían las baba de una vagina, que tan apretadita estaría, como se sentiría desvirgar a una chava, a que sabría la sangre después de la desvirgada, que se sentiría chupar y morder unos senos mientras los manoseaba, que tanta diferencia habría entre el ano de un hombre y el de una mujer, la mera verdad la curiosidad cada vez podía mas conmigo y estaba dispuesto a satisfacerme con una vagina bien babosa y virgen, me moría por saber si en realidad se sentiría tan apretada como el culo de Alejandro, me dormí cogiéndome mi almohada, imaginándome con mi vecina Cintia, bien chichona, nalgona y suavecita de por donde se le tocara y al mismo tiempo fantaseaba con los gritos de placer de Alejandro, su respiración entrecortada y sus nalgas grandes y firmes.
En medio de la noche y entre sueños sentí como alguien se acomodaba a lado de mi cuerpo y pude sentir como se repegaba a mí, me di cuenta de que no llevaba ropa y que su piel estaba más que tibia, su piel se sentía tersa y suave a la vez y su mano pequeña y delgada buscaba mi pubis, me hacia cosquillas tocando suavemente mis vellos y metía el dedo índice entre la selva de pelos que se había vuelto, me hacia pequeños círculos y sentía su boca detrás de mi brazo, me daba besos y chupetes en la espalda y en los brazos y de un momento a otro su mano paso de mi pubis a mi verga, presionaba la cabeza de mi pene con su dedo pulgar como si fuera la palanca de una maquinita, y embarraba todo el liquido que mi verga estaba botando, empezó a hacerme una manuela y subia y bajaba su mano bañada en mis propios jugos, mi respiración se acelero y emprece a mover el pubis hacia adelante y atrás imaginando que era un ano, el ano de Alejandro el que me estaba culiando, entre mis movimientos hacia atrás pude sentir un trozo de carne pequeño que se repegaba a mi nalga derecha cada vez que imitaba una penetración a su mano, no aguante las gans de tocarlo y movi mi mano hasta donde estaba esta pequeña víbora de carne, pude sentir un poco de vello sobre el pubis delgado y fino como los vellos que tienen los bebes en los brazitos cuando nacen y empece a dar jaloncitos a esa mini verga que estaba a mis espaldas, depues de unos cuantos jalones pude sentir como detrás de mi jadeaban y aceleraban las manuela que me estaban dando.
No aguante mas y me levante de la cama para voltear hacia atrás, estire la mano y prendí la luz y ahí estaba Alejandro desnudo, jadeando, con su piel húmeda, la verga parada y una expresión de placer, le sonreí y el me devolvió una mueca de placer y cansancio sonriente, los vellos en su pubis eran tan delgados que no se distinguían a simple vista tenias que esforzar los ojos para ver una especie de velo en su pubis que bajaba hasta sus testículos los cuales se movían de arriba hacia abajo.
-creí que habías dicho que fue la última vez?
-es de sabios recapacitar, me dijo aun agitado y sudoroso.
Le jale los pies e hice que su cabeza quedara a la altura media de la cama, me trepe y con las piernas abiertas y mi verga pegada a mi ombligo, la acomode frente a su cara.
-abre la boca, le ordene y el obedeció,
le deje ir mi verga y el comenzó a meter y a sacar, coordinaba sus respiraciones para no atragantarse y yo movia en círculos el pubis. Realmente extrañaba la sensación humeda y caliente del cuerpo de Alejandro, por mas jaladas que me diera al dia era como si mi cuerpo estuviera antojado de esa mezcla que solo el calor y la humedad pueden hacer,
Alejandro comenzó a lloriquear debido a lo mucho que le metia el pene, no se quejaba pero estaba empezando a ponerse rojo y lagrimas escurrían por sus mejillas, Sali de su boca y lo volte bruscamente sobre el colchon, lo abri de piernas lo mas que pude, y decidi que se lo meteria como iba,
-espera, que haces?, lubrícalo primero
-no, tu aguanta
Le dije sin siquiera quitar mis ojos de su culo
-estas loco, se me va a atorar, que no ves que sin aceite no resbala, me va a doler.
-tiene aceite?
-no sé donde quedo
-pues ni modo chavo, de todos modos ya estas a la medida, no te preocupes si aguantas,
Y le deje ir un dedo seco dentro del ano, sentí su presión y le di una nalgada con la otra mano
-afloje carbón!!!
El tomo el dedo que intentaba meter en su culo y se lo metió a la boca, después de varias mamadas profundas, lo acomodo en la raya de su culo y me dijo
-listo mi amor
Esa reacción me sorprendió pero el hecho de que me llamara amor me enfureció, como se atrevía este pendejo después de haberme tratado como caca a jugar de nuevo con mis sentimientos, decirme algo que no sentía, si me hubiera querido de verdad no hubiera dejado de culiar conmigo sin darme una buena explicitación, ni me hubiera maltratado como lo hizo, la rabia se apodero de mi y le deje ir el dedo de lleno en el culo, el dio un respingo pero como suponía su culo no hizo tanta resistencia, se sentía estrecho pero se veía que un dedo mío o dos de los suyos cabían sin esfuerzos y sin necesidad de gran dilatación dentro de su ano.
Yo solo lo movía de adentro hacia afuera y escuchaba como el jadeaba y disfrutaba el mete y saca, en ese momento mi mente por fin vio la luz, amor a quien amor merece y recordando a mi padre y su refrán a las viejas ni todo el amor ni todo el dinero, decidí que no dejaría que esa vieja cabrona, ese puto perro, volviera jugar con mis sentimientos, a partir de ahí yo y el seriamos solo vieja y macho, nada de sentimentalismos con este guey, me limitaría a llenarle el culo y hasta ahí.
Tampoco iba a dejarlo destrozado del ano aunque esa idea paso por mi mente, pero me limitaría a usarlo como lo que en realidad era un puto caliente que estaba ansioso de verga y de su ración diaria de leche.
Le saque el dedo y lo fui penetrando con dos y tres dedos hasta que por fin su ano estaba suficientemente dilatado para recibir mi pito, le saque los dedos de un jalon y a pesar de un leve chillido, se relamió los labios y me miro diciéndome
-no seas tan brusco mi amor
Esas palabras volvieron a enfurecerme y le metí de una mi verga, el solo gemía y apretaba con sus manos mis brazos me recosté completamente sobre el aplastándolo un poco con mi peso y haciendo que el vello de todo mi cuerpo lo rozara cogida a cogida, pude sentir como estaba mas apretado de lo que recordaba, si algo tenia que reconocerle a este wey era que al menos al parecer no había cogido con otro en las últimas semanas, su interior caliente y húmedo me obligo a quedarme quieto un rato disfrutando del calor que le daba a mi pene y dándole unas nalgadas fuerte logre que apretara el culo sentí esa sensación de estrangulamiento una vez mas y me emocione tanto que empecé a cogérmelo a lo bestia, cogía sobre él como si fuéramos un par de perros, el empezó a gemir como loco y yo ahogaba mis gritos de esfuerzo en mi pecho, le metí mi trusa que estaba tirada aun lado de la cama en la boca y me lo cogí como si fuera mi primer culo en 1 año, solo lo veía sudar y gemir, encajaba sus uñas en mis brazos y su culo se contraía en el interior, en total pude sentirlo desfallecer 3 veces y decidí después de los 40 minutos de cogida que llevaba que era hora de acabar, hice presión en mi pene y en unos minutos estaba llenándole de leche el culo, igual que la ultima vez se lo enterré lo mas hondo que pude y le lance ahí toda mi leche, estuve apenas unos segundos sobre el y me Salí de su ano, el dio un leve respingo pues Salí no muy lentamente como era nuestra costumbre y me recosté con los brazos tras mi cabeza y viendo al techo con la mirada perdida, de reojo vi como se secaba las lagrimas y usaba mi trusa para limpiarse el ano, tenia una cara alegre y se recostó a un lado de mi, paso su brazo sobre mi y empezó a tocar mi pezón mientras acomodaba su cabeza en mi pecho de lado derecho, al momento me doble para darle la espalda y de forma seca le dije
-ya vamos a dormir.
-me gusto mucho!, estuvo rico, y tu también ya te pusiste rico mi amor,
-si, chido que te gusto, voy a apagar la luz
Y en ese mismo momento lo hice, escuche como el se quedo quieto durante varios segundos tras de mi y en un momento de coraje le dije
-bueno guey que no vas a dormir yo mañana tengo cosas que hacer
-este….. oye….. si está bien
Y pude oír como se recostó sobre su cama, me sentí mal por tratarlo de esa manera tan fría y cerca estuve de ir a abrazarlo a su cama y besarle la nuca como hacía antes, pero recordé el propósito que ese día había nacido, no volverme a involucrar sentimentalmente con ese puto y me quede dormido.
No seas asi con el , perdonalo.
Que siga pidiendote verga y este arrepentido tu primo
Me encantó toda la saga de este relato. Muy excitante. Continúa escribiendo, por favor. Besitos.
Sube mas de esta historia
como continua amigo