A los 6 años, empecé mi carrera de vicioso, degenerado y cerdo. CAPITULO I
Si llegáis a leer todos los capítulos, descubriréis cómo llegué a ser el vicioso, degenerado y sucio que soy, eso sí, siempre me pidieron hacerlo, nunca obligue a nadie. Aparecerán temas como: Incesto, piss, scat, zoo y perversiones muy sucias..
A los 6 años, empecé mi carrera de vicioso, degenerado y cerdo
Este relato es real al 100%. Solo he cambiado los nombres y los trabajos.
En este primer capítulo, todo es más suave porque quiero expresar la realidad de cómo empezó todo y como podéis imaginar, habiendo sido tan pequeño cuando empezó, llevó un tiempo descubrir todas las parafilias poco a poco ya que hasta que no cumplí los 7 años, no empecé a tener información o ayuda de un adulto.
Si llegáis a leer todos los capítulos, descubriréis cómo llegué a ser el vicioso, degenerado y sucio que soy, eso sí, siempre me pidieron hacerlo, nunca obligue a nadie. Aparecerán temas como: Incesto, piss, scat, zoo y perversiones muy sucias.
Esta historia empezó cuando solo tenía 5 años. Lo recuerdo porque mi hermana que es 3 años mayor que yo , hacía su primera comunión.
Ahora, tengo 50 años, varonil, rapado y barba canosa recortada. Aunque no soy muy alto (1,75) tengo buena genética, toda mi familia es de musculatura corta, lo que significa que somos bastante fibrados y el más mínimo ejercicio físico se nos nota enseguida. Soy el 4º de 5 hijos (4 chicos y 1 chica) con un gemelo que nació 20 minutos más tarde que yo.
PERSONAJES QUE APARECEN EN ESTE RELATO Y LA EDAD:
P.- Mi padre, 41 años. Capataz de la construcción
M.-Hermano mayor. 12 años. (A los 16, en la selección española de Karate)
S.-Hermano segundo 11 años. (A los 17, militar hasta hoy en día)
G.-Mi hermano gemelo. 6 años
Y.- Yo. 6 años
Aun no sabía lo que era el sexo, pero por suerte, al tener un hermano 6 años mayor que yo y un padre que siempre ha sido muy sexual me hizo descubrir revistas pornograficas que él tenía escondidas bajo el colchón.
Todo fue un día que descubrí a mis 2 hermanos mayores, agazapados tras la cama de mis padres mirando algo y me echaron de un grito de la habitación.
Solo tuve que esperar a que ellos no estuvieran para averiguar que era el secreto que no querían compartir conmigo. Después de buscar un buen rato por la habitación de mis padres, no se porque me dió por mirar bajo el colchón ya allí estaban, 4 revistas con gente desnuda. Al abrir la primera, una enorme fotografía a todo color, mostraban a una mujer metiéndose en la boca una polla enorme de un hombre maduro, moreno y velludo mientras ella metía un dedo en su vagina.
Pensé que me explotaba el corazón, nunca había visto a dos personas mayores desnudas y menos haciendo eso. según iba pasando las paginas, aun se me aceleraba más al ver las escenas pornograficas del relato. No podía dejar de mirar y no se porque, imaginaba a mi padre y mi madre haciendo esas cosas. Cuando llegué a la mitad de la revista, vi como ese hombre moreno y velludo, hacía pis en la boca de la mujer y 2 fotos después ella volvía a introducirse en la boca ese enorme pollón como queriendo limpiarla. ¡No podía creer lo que sentía! Mi pequeño pene de niño de 6 años, estaba duro y tieso como nunca había sentido, hasta me asusté pensando que me estaba pasando algo malo pero el gozo que sentía me decía que eso no era malo.
Continué con las otras revistas y la única diferencia era que cambiaba de personas, mas jovenes, mas adultas, rubias morenas etc. pero había algo que no entendía, solo cuando les miraba a ellos, sobre todo si eran mayores y velludos, hacía que mi polla se pusiera aun mas dura. ¡Yo quería hacer lo mismo que ellas hacían! Meterme esos miembros en mi boca y que me mearan encima también (aún no sabía que aquello era semen).
Mi padre trabajaba en la construcción, era bajo pero siempre me impresionaba su musculatura y el pelo de su cuerpo pero después de encontrar aquel tesoro porno, empecé a descubrir porqué y comencé a mirarle de otra manera, aunque no tenía ni idea de esa maravillosa excitación, ahora sé, que era puro instinto sexual.
Un sábado por la noche a la hora del baño, mi hermano gemelo y yo, estábamos ya dentro de la bañera. No hay que decir que desde muy pequeños, jugábamos tocando nuestras pollitas y las juntabamos bien pegadas para ver si eran iguales, ya que realmente somos casi idénticos, algo que unos años más tarde nos traerá varias sorpresas al uno y al otro, pero eso aún no ha llegado en este historia. Además de ese secreto en la bañera, que para nosotros no era sexual, había otro y que hacíamos como travesura y nos lo pasábamos bomba, nos encantaba mearnos en la bañera y jugar con nuestros chorritos de pis intentando darnos el uno al otro.
Mi hermano G. ya quería salir de la bañera y llamó a mi padre.
G.- Papá me sacas? Tengo frío
Papa.- ¿Ya te has limpiado bien?
G.- Siii.- Mi padre le rodeó con una toalla blanca y le secó su cuerpecito rápidamente.
Papá- Vete donde mamá y que te ponga el pijama. – Dirigió su mirada hacia a mi y me pregunto: ¿Y tu?, ¿No quieres salir?
Yo.- No, un poquito más.
Papa.- Vale, pero no dejes que se enfríe mucho el agua.
El salió del baño y no habían pasado ni 10 segundos, vuelve a entrar corriendo y dice: Ufff… me meo!
Yo me quedé petrificado con la esponja en mi mano! La taza del wc estaba pegada a la bañera y si él quería mear, era inevitable que tuviera que sacar su polla delante de mí!
Ufff.. Una corriente eléctrica recorrió mi cuerpo mientras mi corazón comenzó a latir tan fuerte que pensé que mi padre podría oírlo!
El en casa siempre estaba en calzoncillos blancos y camiseta de tirantes. Se sacó la polla por la ranura del slip y comenzó a mear con un chorro grueso y potente mientras exclamaba.- Ufff…que bien!!
Yo no podía quitar la vista de esa maravilla! Una polla flácida y muy gorda. Vi como papá con sólo dos dedos tiró de su piel suavemente para descubrir su maravilloso capullo rosado y disparar sus meos con placer.
Después de disparar ese chorro y ya comenzaba a salir de una forma más normal, se volvió hacia a mi y fue cuando se dio cuenta de mi cara de estupefacción y encantamiento observando por primera vez, la polla de mi padre.
Papá.- ¿Qué?
Yo.- Qué?
Papá.- Jajajajajaja!! -rompió el momento con una carcajada-
Yo seguía sin poder articular palabra, con mis ojos pegados a esa maravillosa visión.
De repente, el, de broma, porque le encantaba hacernos bromas tontas para hacer reír a los otros hermanos y a él, claro está, hizo un brusco movimiento hacia la izquierda con su pelvis lanzando a la bañera un chorro de su pis. _Uy, que te meo!! Jajajaja…
Yo sonreí, era justo el juego secreto que teníamos mi hermano gemelo y yo.
lo repitió de nuevo, -Uy.. se me fue! jajajaja
Pero esta vez me dio en mi carita y noté en mi boca el fuerte sabor de su pis, ¡me volví loco de un placer que nunca había sentido! Ya había probado el de mi hermano y el mío jugando pero eran mucho más suaves de sabor.
Aun hoy, sigo pensando cómo pudo salir de mi boca lo que dije a continuación!
Yo.- ¡Más, más!
Papá.-Qué?, ya se enfrió el agua? jajajaja…- y mientras se partía de risa, giró del todo y se puso a mear dentro de mi bañera él seguía riendo jajajaja..
Sin pensarlo, me puse debajo de su chorro de meos y empecé a esparcirlo como si fuera jabón por mi cuerpo, diciendo: -Jajaja..que ducha más calentita, papá!
Y en ese momento, se cortó su risa de cuajo, lo miré y su cara era seria, sorprendida, lo que él había comenzado como una broma, se había convertido en algo en lo que ni él mismo podía entender. Rápidamente volvió ha enchufar su chorro hacia inodoro y dijo enttrecortadamente:- Venga, venga, deja de hacer el tonto y aclarate con la ducha. Se metió la verga en el calzoncillo y mientras salía, con una mirada tierna y una expresión de aturdimiento me dijo: – Esto es un secreto nuestro, vale! No se lo puedes contar a nadie. Salió rápidamente.
Yo aún me quedé un rato más, oliendo el meado de mi padre que se había secado en mis brazos y mi torso sin poder evitar pasar mi legua por encima para saborearlo de nuevo! Esa fue la segunda vez que me di cuenta que mi pequeña polla, tuvo su segunda erección.
La emoción y todas las sensaciones nuevas que tuve al descubrir las revistas porno de mi padre, se habían multiplicado por diez con el episodio del baño, y entonces supe que debía haber más cabos que atar para descubrir que estaba pasando en esa maravillosa parte de mi vida y fuera lo que fuera, mi instinto de niño de 6 años, me decía que no era malo ni pecado, era algo íntimo, secreto y por encima de todo eso, maravilloso.
MI PRIMER ORGASMO CON 6 AÑOS
Una tarde de sábado, mi hermano gemelo y yo, estábamos jugando en nuestra habitación al scalextric, era el cuarto más grande de la casa ya que, los cuatro chicos dormíamos juntos en camas que se plegaban en un armario, dejándola extremadamente espaciosa. Mis dos hermanos mayores estaban en el salón viendo la tele.
Salí hacia el cuarto de baño a hacer pis y al pasar por delante del salón, vi que la tv estaba puesta pero mis hermanos no estaban allí. Oí unos murmullos que salían del cuarto de mis padres y me acerqué sigilosamente, ya que, mis hermanos, siempre tenían secretos que no querían compartir con nosotros dos. La puerta estaba casi totalmente cerrada pero con un ojo se alcanzaba a ver el interior. Allí estaban los dos, de pie al lado de la cama de mis padres con las revistas porno abiertas sobre la cama mientras ellos, se agarraban sus rabos con la mano y la movian rapidamente arriba y abajo mientras miraban las revistas, de repente, mi hermano mayor, empezó a cerrar los ojos con su cabeza hacia el techo y con un gemido que nunca antes había oído!. Y en ese mismo instante, mi otro hermano comenzó con esos mismos sonidos mientras sus cuerpos temblaban como de frío y cual fué mi sorpresa cuando de sus pollas, salieri dos o tre chorros disparados de lo que yo creí que era pis pero con un color blanco marfil y una densidad extraña.
No sabia que pasaba pero seguro que si me veían me pegarían como hacían con nosotros cuando nos metimos en sus cosas, así que, me aleje tan rápido y nervioso que hasta me olvidé de ir a hacer pis.
Esa misma tarde, cuando ellos salieron a jugar al futbol al parque, dejé a mi hermano gemelo jugando y yo corrí al cuarto de mis padres, cogí una de las revistas porno, con el macho moreno peludo que me gustaba y me encerré en el baño para intentar hacer lo que vi a mis hermanos una hora antes.
Diossss, miiio!! mientras miraba la verga de ese macho follando la boca y el coño de la mujer, mi polla se puso dura como los otros días y comencé a mover mi mano como había visto a mis hermanos, Jodeeer!! no me lo podía creer! Una catarata de espasmos recorrió mi cuerpo mientras vi aparecer una especie de moco blanco y lechoso que me lleno la mano, no sabía si era un ataque por el que moriria en ese mismo instante pero por mi mente pasó la idea que si esa era mi muerte, morir no era tan desagradable como decia la gente!
Empezaron a parar los espasmos y una tremenda paz y gozo inundó todo mi cuerpo. Olí el líquido que salía de mi polla y noté que no era pis, pasé mi lengua por encima y casi parecía el sabor de los yogures de mi madre cuando aún estaban calientes y de una lenguetada, chupe el resto que tenía entre los dedos.
Sería lo mismo que les salió a mis hermanos? Ellos echaron tres buenos chorros al aire y a mi solo me salió entre los dedos.
La tercera vez que repetí la maravillosa experiencia en el baño, ese moco blanco comenzó a convertirse en un chorro y más tarde en dos y a los días, salía disparado hacia arriba alcanzando mi cara. Aún no sabía de qué se trataba esa nueva experiencia fisiológica pero no iba a parar de hacerla!
COMPARTIENDO EL SECRETO CON MI HERMANO GEMELO
Iré directo al grano. A los hermanos gemelos, nos une algo invisible que solo otros gemelos pueden comprender, en nuestro caso, era igual, no existían los secretos ni el pudor ni la vergüenza de compartir cosas prohibidas y aunque es verdad que no la había contado la historia de la ducha de pis que había recibido de papá el sábado anterior, después de mi tercer orgasmo, corrí a contarle el maravilloso descubrimiento de las revistas y de lo que ocurría cuando movias la polla con tu mano viendo las fotos.
Y.- Esto no se lo puedes contar a nadie! Solo es para nosotros cuando queramos. Es super secreto.- El abrió los ojos como platos y me contestó:
G.- Si, si, que es?
Y.- Espérame aquí.
Salí corriendo, cogí las revistas porno y volví como un rayo a nuestro cuarto.
Nos metimos en un recobeco que había detrás del armario gigante de nuestras camas y comencé a enseñarle las revistas.
G.- Qué, qué..es esto?! ufff…
Tuvo la misma reacción que yo la primera vez que las vió.
G.- Que pito más grande y que gordo!! Exclamaba en cada foto que veía y al igual que yo, empecé a notar como le crecía su pequeña polla debajo del pantalón del pijama.
Y.- ¿Te gusta?
G.- Si!, mucho. Mirándose el pantalón se sacó su pene y me dijo:
G.-Ufff, qué pasa? Me duele mucho!
Y.- No pasa nada, ya verás.
Comencé a pajearme delante de él mientras miraba las fotos y a la vez su polla pinada. Sin pensar, cogí sus suaves testículos con mi mano izquierda y al instante, comencé a gemir y retorcerme mientras disparaba al aire los chorritos de leche.
G.- (asustado) ¿Qué te pasa?, qué te pasa?!!
Y.- AAAhhh… Es buenísimooo, hermano! No te asustes, espera, espera!
Empezaba a sentir que la respiración volvía a su ritmo natural y cuando pude empezar a articular palabras de nuevo, le dije:
No te lo puedo explicar pero quería que lo vieras primero para que no te asustaras como yo la primera vez. Es como volar super rápido y super alto!. Yo te ayudo, ya verás.
Cogí su polla con mi mano y empecé a pajearlo, no pasaron ni 30 segundos y comenzaron sus convulsiones con un chillido ahogado y le siguió un pequeño borbotón de leche sobre mis dedos como me ocurrió a mi la primera vez.
Y.- Ya está, ya está!- Dejé de mover mi mano mientras él recuperaba la respiración.
G.- Ufff, uff.. AY, ay..
Y.- ¿Te gustó?
G.- Si, si!!
Desde aquel día, siempre que podíamos, lo hacíamos una y otra vez. Intentábamos hacer las mismas cosas que veíamos en las fotos de las revistas. Lo primero fue meternos la pollita del otro en la boca hasta que aprendimos a hacerlo como nos gustaba y echabamos los chorros de leche en nuestras bocas. A él también le gustaba tragarlo.
Esperamos los sábados como si fuera navidad para que nos metieran en la bañera y estar desnudos, tocandonos debajo del agua. Nos lavamanos el uno al otro y nuestro juego de lucha de chorros de meadas, se convirtió en una de nuestras partes favoritas, meandonos directamente sobre el cuerpo y la cara del otro y dejar el final de la meada para meternos las pollas en la boca y bebernos el último chorro.
Ese año, intentamos meternos las pollas por el culito pero no sabíamos muy bien como y nos conformamos metiéndonos un dedo el uno al otro.
CONTINUARÁ…
Uffff… Me has dejado con la verga durísima… Espero que continúe pronto esta historia.
Gracias, Sigma! Tu comentario me ayuda a seguir!
Ya publiqué el capitulo II espero que esté pronto.