A los 6 años, empecé mi carrera de vicioso…CAPITULO VI
Papá, mi hermano mayor y el traumatólogo….
En el capítulo anterior:
Inconscientemente abrí la puerta sin llamar.
¡¡No daba crédito a mis ojos!! Mi hermano gemelo, estaba debajo de la mesa de estudio, mamando la verga del padre Sancho mientras la agarraba con sus dos manitas!
Padre Sancho- ¡¿Que cojones?!
Como un rayo, sacó su rabo de la boca de Marco, bajando su sotana de golpe.
Padre Sancho- ¡¿Quién te ha dado permiso para entrar?!
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Cerré de golpe la puerta sin poder quitar esa imagen de la cabeza! Ahora entiendo que mi hermano gemelo, no hubiera echado en falta nuestros juegos sexuales!
Esperé unos segundos a que se abriera la puerta para recibir una buena reprimenda del padre Sancho.
La puerta se abre y sale mi hermano con la cara roja y, mirando hacia el suelo me dice:
Marco- Que pases.
Entro despacio, preparado para un buen sermón.
Padre Sancho- Bueno, a ver… tu hermano me ha dicho, que a vosotros os gusta jugar a mearos en el baño y chuparos la colita, es verdad? Sabes que a mi no me puedes engañar.
Levanto mi cabeza clavando mi mirada en la suya y con cierto aire de superioridad que atribuí a la maravillosa experiencia en la carpintería, le contesté:
Yo- Si padre, a todas horas y también nos gusta lamer nuestros culos y mirar revistas porno de adultos. Nos gusta tragar la leche de nuestros pitos pero ya veo que mi hermano ha tenido más suerte que yo.
Padre Sancho- Más suerte?! – dijo con su cara estupefacta por mi respuesta y abriendo unos ojos como platos.
Yo- Bueno, siempre hemos querido tener la verga de un adulto y que nos enseñara todas esas cosas que vemos en las revistas.
Padre Sancho- Pero, pero… Quién coño eres tu, mocoso?! Que demonio tienes dentro?- se le notaba totalmente descolocado.-
Yo- Bueno padre, tenemos que irnos, nos espera mi padre y mi hermano mayor. Me alegro que mi hermano siga con sus clases de refuerzo.
Y sin mediar palabra, me di la vuelta y salí de la habitación del padre Sancho. Podría haberme acercado a él y darle una mamada de verdad pero, yo tenía al rey para mi y ese padre Sancho, no era más que un sirviente sin imaginación.
Salimos del edificio y mi hermano no abría la boca.
Yo- No te preocupes hermano! Me encanta saber que estás disfrutando de pollas adultas, solo espero que te enseñe todo lo que siempre hemos querido probar.
Marco- No estás enfadado?
Yo- Que va! Todo lo contrario pero, prométeme que me contarás todo lo que te haga.
Marco- Si, si. Te lo prometo.
En aquel instante, sentí que todo lo que yo había experimentado eso días con el padre Beltrán y Manuel, me colocaban a años luz de mi hermano. Acabábamos de cumplir 8 años y aún así, me sentí más maduro con una superioridad, positiva, que utilizaría para proteger a mi hermano gemelo de cualquier patán.
Llegamos al coche donde mi padre y mi hermano mayor Miguel ya esperaban.
Papá- Venga, venga! Que tengo que llevar a tu hermano al traumatólogo!
Yo- Qué ha pasado?!
Papá- tu hermano se ha caído de culo fuera del tatami y se ha echo mucho daño, no se puede sentar.
Observo a mi hermano mayor, sentado de lado en el asiento de atrás con su mano en la parte superior de sus nalgas y con una expresión de dolor en su rostro.
Marco- Papá, yo tengo que hacer deberes!
Yo- yo ya los hice.
Papá- bueno, te acercamos a casa y le dices a tu madre donde vamos. Carlo, tu te vienes con nosotros para que mamá esté más tranquila.
(Nunca había dicho mi nombre, era Carlos pero a mi padre le gustaba más Carlo y así me llamaban todos).
Yo- Vale!
Dejamos a mi hermano gemelo en casa y nos dirigimos en coche a la casa del doctor Garai.
Era traumatólogo y masajista del principal equipo de futbol de la ciudad. Era difícil ser atendido por él pero mi padre le conocía desde que eran jóvenes y eran muy, muy buenos amigos.
Llegamos. Era una casita a las afueras, de 2 plantas de altura y jardín. El ya nos estaba esperando.
Doc. Garay- Pasad, pasad!. Que ha ocurrido.
Mi padre le explica lo de la caída en el suelo de terrazo fuera del tatami.
Doc. Garay- Vaya. Eso duele! Ven, túmbate aquí boca abajo.-le dice a mi hermano mayor.
Doc. Garay- Tu, ponte ahí.- dirigiéndose a mí.
Me colocó tras un biombo de metal de tres hojas y cada hoja, cubierta por una tela blanca tensada en los hierros de la estructura metálica. No entendí por qué no me dejaba ver lo que hacía.
Doc. Garay- Vamos a ver… desnúdate de cintura hacia abajo.
Escuché como dejaba caer sus deportivas al suelo y luego el sonido de la ropa, rozando sus piernas.
Mi hermano ya tenía 14 años y llevaba entrenando desde los 7, por eso su cuerpo era uno de los más bonitos y fibrados del colegio.
Doc. Garay- Muy bien, ponte boca abajo.
Hay un silencio en el que solo se escucha como abre como un bote de cristal y nada más-
Doc. Garay- Vamos a ver.. lo que suponía! Tienes una luxación del sacro. Hay que colocarte el coxis.
El Coxis! No sabía que era eso. Así que, muy despacio entre abrí una de las telas del biombo que estaban sueltas por los lados y por una estrecha rendija, pude ver toda la sala.
Woww! La vista era maravillosa. Tenia a mi hermano boca abajo con su culo en pompa y mi padre al lado mirando fijamente todo lo que hacia el doctor.
Doc. Garay- Mira Miguel, tenemos que colocárselo bien otra vez o le seguirá doliendo siempre e irá a peor.
Papá- Claro, claro!
Doc. Garay- Lo que voy a hacerle al chaval ahora, tu tienes que seguir haciéndoselo por una semana, no menos, está claro?
Papá- Si, si. Está claro.
Entonces, veo como el doc. Garay, se unta el dedo de lo que parecía vaselina y a la vez lo pone en el ano de mi hermano.
Doc. Garay- Venga campeón. Hay que aguantar un poco.
Empieza a introducir su largo dedo en el ano de Miguel. Ufff.. que visión! Se lo introdujo hasta el fondo sin qu mi hermano soltara ni un quejido.
Doc. Garay- Muy bien, campeón! Ahí está. Venga, un poco más, toma aire y cuando te diga, lo exhalas. – sacó su dedo y poniéndose más vaselina, le colocó en la entrada de su ano 3 dedos dejando fuera el pulgar y el meñique! – Exhala! – y antes de terminar de echar todo el aire, empujo parte de su mano en el culo de mi hermano.
Miguel- Ahhhh!!
Doc. Garay- Relájate, campeón, ya casi está!
El doctor coloca su cuerpo en una posición más cómoda y comienza a hacer presión en lo que en ese momento descubro lo que es el Coxis! Es el final de la columna vertebral, que en casa, siempre habían llamado “el rabín”
Miguel- Aayyyy…ahahahaaa..
Doc. Garay- Aguanta campeón!
Mientras se veía como iba presionando hacia afuera aun más fuerte.
Doc. Garay- Vale, muy bien. Espera -dirigiéndose a mi padre- Mira Miguel, si le duele mucho, cambias un momento de posición, así.
Veo como gira su mano dentro del culo de mi hermano. Uff.. ya se me había puesto dura de ver esa escena!
Doc. Garay- Ves, la giras así… y comienzas a darle un pequeño masaje para calmar el dolor.
En ese momento no lo sabía, pero el doctor había girado sus dedos 180º y comenzaba a masajear la próstata de mi hermano.
Entonces, mi hermano empieza a retorcerse mientras agarra la muñeca del doctor.
Miguel- Uff.. si joder! Que diferencia!
Doc. Garay- Qué? Mejor, no?
Mi padre no quitaba la vista del culo de mi hermano y de como le estaban metiendo esos 3 dedazos hasta el fondo.
Doc. Garay- Eso es. Ves Miguel? Y luego vas alternando la posición de la mano, la primera para colocar y la segunda para calmar el dolor.
Papá- Si, si doctor, lo entiendo. Pero cree que yo lo podré hacer bien? A ver si lo voy a lastimar más!
Doc. Garay- Que va! Ven, prueba tu y yo te digo si lo haces bien.
Sin pensarlo, el doctor Garay, cogió la mano de mi padre, la untó de vaselina e introdujo el dedo indice, medio y corazón de papá dentro del culo de Miguel. Lo insertó de golpe! Mi padre no tenia los dedos tan largos pero si mucho mas gruesos y ásperos por su trabajo en la construcción.
Doc. Garay- Así, sin miedo, nota el Coxis bien con tus dedos y empuja hacia afuera.
Papá- Si, lo noto!
Miguel- Aayyyy… papááá!
Doc. Garay- Aguanta campeón!- gira la mano sin sacarla.
Papá- Así?
Doc. Garay- Eso es, muy bien!, notas un bulto blando ahí detrás? comienza a masajearlo con círculos pequeños y rápidos!
Miguel- Ahhhh– si papááá.. que bueno!
Papá- Que pasa!?
Doc. Garay- Tranquilo, es la próstata, le estás dando en el lugar mágico de los hombres. Además de quitarle el dolor, le da mucho placer para olvidar el tratamiento tan doloroso.
Papá- Ah, si?
Doc. Garay– Déjame, verás.- y sin sacar los dedos de mi padre, él introduce el suyo de nuevo en el culo de mi hermano y yo, mirando como este, estaba siendo penetrado por 4 dedazos de machos.
El doctor comenzó a mover su dedo junto a los de papá a toda velocidad sobre la próstata de mi hermano y en tan solo en unos segundos…
Miguel- Ahhhh..Ahhhh.. papááá.. sis. Siii, que pasa!? Me, me, me voy!!
Mi padre con los ojos como platos! El doctor continuaba mientras veía el chorro de lefa que salia disparado de la polla de mi hermano!
Doc. Garay- Muy bien! Bravo campeón! Ves Miguel, ya se encuentra mucho mejor.
Papá- Pero, pero…
Doc. Garay- Si Miguel (mi hermano mayor, se llama igual que mi padre), un orgasmo, joder. Que menos el pobre, después de lo que está pasando!
Papá- Ah.
Y mientras sacaron los dedos del culo de mi hermano, el doctor, limpiaba el semen de mi hermano que le había caído en el abdomen, como si estuviera haciendo una cura rutinaria.
Doc. Garay- Bueno Miguel, ya está. Sigue este tratamiento una semana y vuelves a ver que tal?
Yo me había corrido sin tocarme dentro de mis pantalones pero no se notaba la manchita.
Doc. Garay- Venga peque, sal de ahí. Ya hemos terminado.
Y sin palabra alguna, veo que mi hermano se ponía su pantalón de chándal. Nos dirigimos a la puerta de entrada.
Papá- Gracias, Garay!, que te debo?
Doc. Garay- Anda, anda, nunca nos hemos debido nada, Miguel!
Papá- Joder, muchas gracias!
Doc. Garay- No olvides hacérselo durante una semana!- mientras nos alejábamos hacia el coche.
Papá- Descuida!!- tenía su mirada desubicada por lo que acababa de pasar pero se notaba el esfuerzo de aparentar que había sido algo normal.
No podía quitar de mi cabeza esa maravillosa imagen de mi hermano con los dedos de mi padre y el doctor dentro de su culo! Yo quería tener esos dedos dentro de mí!!
Al llegar a casa, cenamos todos juntos y antes de ir a la cama, llevé a mi hermano gemelo al rincón secreto de nuestra habitación y nos chupamos nuestras pollitas mientras yo metía dos de mis dedos en mi culo, nos corrimos en nuestras bocas y tragamos nuestra leche como hacía tiempo que no habíamos hecho pero, yo quería sentir los dedos de mi padre Beltrán dentro de mi culo. Tenía que pensar como pedírselo y que me enseñara que era la próstata que tanto placer le había dado a mi hermano!
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Al día siguiente sábado, mi madre con mis tres hermanos, iban al cine. Yo me quedé con la excusa de preparar un trabajo de historia y como yo era muy buen estudiante y mis padre sabían como me enfrascaba en ese tipo de trabajo, permitieron que me quedara en casa.
El verdadero motivo de quedarme estudiando, no era otro, que el estar presente en el momento que mi padre iba a realizar a mi hermano mayor el tratamiento de la luxación del coxis y no me lo quería perder.
Yo, al escuchar el ascensor que llegaba, corrí a esconderme al armario de su habitación. Oigo como entran por la puerta y se dirigen a la habitación de mis padres.
El armario tenia unas puertas de persiana fija de madera, de esas que si estás dentro de el, puedes ver lo que ocurre fuera, pero desde la habitación, es imposible ver el interior del armario.
Papá- Bueno hijo, vamos a ver si lo hacemos bien. Ponte sobre la cama que voy a coger la crema.
Mi hermano el mayor se bajo el pantalón y su calzoncillo y se puso a cuatro patas sobre la cama y apoyo sus brazos y su cabeza en la almohada y puso su maravilloso culo en pompa.
Papá- Bueno, a ver si acierto. – mientras se ponía la crema en los dedos.-Vamos allá.
Desde el interior del armario, podía ver toda la escena a la perfección. Lo único que no alcanzaba a ver era el rabo de mi hermano ya que, lo tapaba su cuádriceps de la pierna izquierda pero todo lo demás lo veía como si tuviera entrada de palco. Mi padre ya se había dado la crema y tenia sus dedos en la entrada del ano de mi hermano.
Papá- Bueno hijo, recuerda, toma aire y cuando lo exhales, empuja como si quisieras hacer caca.
Tomó aire y nada más empezar a exhalar comenzó a empujar por lo que mi padre le introdujo con relativa facilidad tres dedos.
Papá- Que tal, bien?
Miguel- Bueno, duele un poco la verdad.
Papá- Venga, vuelve a coger aire y un poco más.
Repitieron la acción y, en la segunda penetración, ya pudo introducirle los tres dedos sin dificultad
Miguel- ahhhhh..esta si que dolió!
Papá- Tranquilo, me quedo quieto un rato para que te relajes.
Después de unos 20 segundos, mi padre comenzó a hacer fuerza hacia el exterior del Coxis
Miguel- Joder, papá esto si duele!!
Papá- Lo se, lo se. Una vez más y los doy la vuelta.
Y así fue, después de empujar su Coxis una segunda vez, giró su mano y yo podía ver como le buscaba en el interior, la pequeña masa que le debía masajear.
Miguel- Ufff, si, papá! Que diferencia!
Papá- Si, hijo? Mejor?
Miguel- Ufff…si, ya lo creo!
Entonces mi padre se entretuvo más tiempo con el masaje, mi hermano no paraba de gemir.
Y en ese momento, vi como a mi padre se le empezaba a pinar su rabo debajo de los Abanderados blancos que llevaba puestos.
Ese fue el momento en el que yo sentí mi pito duro y tieso! Era maravillosa la visión de mi padre jugando con el ano de su hijo mayor.
Miguel- Uff si papá! Sigue así un poco más por favor!
Papá- Vale, vale.. sacó su mano del culo dilatado de mi hermano, se dio más crema y en esta ocasión le introdujo cuatro dedos. Eso no estaba en el tratamiento!
Papá- Que tal así, campeón?
Miguel- No se, parece más grande!
Papá- respira, va a pasar.
En efecto, 30 segundos después, mi hermano gemía de placer y yo, observaba el rostro de mi padre como se transformó de una total ignorancia de lo que estaba ocurriendo, a una cara de esto me está poniendo a mil, quiero llevarlo un poco más lejos! Había ignorado toda su vida, que ese tratamiento te llevara a un estado de placer hasta ahora desconocido para él.
A papá, ya le salia parte del glande por el elástico del calzoncillo y con la mano limpia. Se quitaba el sudor de su frente.
Mi hermano seguía allí, a cuatro patas, soportando estoicamente su tratamiento.
Mi padre vuelve a sacar su mano y veo que la acerca a su nariz, olfateándola dos o tres veces, pero lo más brutal fue cuando le veo pasar su lengua por uno de sus dedos! Su rabo le iba a explotar!
Que estaba notando mi padre para ponerse como un verdadero burro. Pero olerse el dedo después de sacarlo del ano de su hijo, no fue suficiente.
Papá- A ver hijo, voy a probar una cosa para no tener que sacar los dedo una y otra vez para cambiar la posición, seguro que funciona.
Miguel- Vale.
Al ver lo que estaba a punto de hacer mi padre, casi resbalo en el armario y hubiera podido ser fatal pero por suerte, no escucho un pequeño ruido producido por las perchas
Veía a mi padre con una aptitud y una energía que no había visto nnunca.
Papá- Bueno hijo, vamos allá- comenzando a untarse su rabo con la crema, tenía un rabo normal de 15 cm pero exageradamente grueso para esa longitud y un glande como un champiñon. Nunca le había visto empalmado! Parecía delicioso!
Que coño le estaba pasando a papá?
Papá- Venga, despacito. – dicho y hecho, acomodo aquel cabezón en la entrada del ano de mi hermano y haciéndole que respirara, muy lentamente y solo aprovechando cada una de sus exhalaciones, le metió su el cabezón de su rabo!
Miguel- Uff.. joder papá que gordo, quema! Cuantos dedos has metido!?
Papá- cuatro hijo. Pero quédate así relajado que el quemazón pasa en nada.
Miguel- Ah, si, es verdad ya pasó.
Mi padre empezó a meter y sacar muy lentamente su rabo sin salir del culo atlético de mi hermano y cada vez que escuchaba un gemido de Miguel, aumentaba la velocidad muy paulatinamente.
Joder! Yo quería que me hiera lo mismo a mí. Se estaba follando a mi hermano y el no se estaba enterando que tenia todo aquel pollón dentro.
Papá- Así, hijo?
Miguel- Si papá, Ufff, mucho mejor.
Entonces comenzó a acelerar sus embestidas y aunque no eran agresivas, si eran más rápidas y yo podía ver como sacaba solo hasta la base del glande y volvía a clavarla dulcemente hasta sus huevos!
Miguel- Si, papá, sigue así!
Papá- Más rápido?
Miguel- si, si más rápido.
Entonces,mi padre no dejo de follarse ese maravilloso culo de su hijo mientras le caían gotas de sudor por la cara.
Aceleró más y más…
Miguel- Joder papá, creo que me corro!
Papá- Si hijo, recuerda que el doctor decía que había que terminar así. Córrete, campeón!
Empezaron a darle las convulsiones de su orgasmo con la ayuda de mi padre que estoy seguro, fue de una forma inconsciente que la había cogido el rabo a mi hermano con su mano y fue entonces cuando pude ver mientras le masturbaba el pollón de Miguel! Más largo que el de mi padre pero robusto y duro como una piedra.
Papá- Así hijo, así! Avísame!
Miguel- Ya, ya, ya..
Mi padre le dio las cuatro ultimas embestidas y los dos se corrieron a la vez como toros!
Papá- Agggggg…siiiiii…siiii!
Miguel- Joder, joder, joder! Si papá! Aggggg…
Mi padre acababa de preñar a Miguel y este aun no se había dado cuenta.
Mi padre se tumbó sobre la espalda de Miguel como si lo hubiese fulminado un rayo!
Le abrazo con fuerza y saco muy lentamente el pellón de su culo.
Manuel- Joder papá! Que pasada!
Papá- Ya lo creo, hijo.
Miguel- Gracias por cuidarme así.
Papá- De nada campeón, tienes que ponerte bien cuanto antes. Venga, una ducha y a descansar.
Madre mía! Justo lo que siempre soñé! Y ahora que se como es el rabo de papá cuando está empalmado… aun más! Quiero tenerlo dentro también!
Salieron de la habitación hacia el baño. Me parecido suficiente riesgo y excitación para ese día y salí del armario corriendo para volver a mi cuarto. Ni que decir tiene, que la paja que me hice viendo la maravillosa escena, fue brutal!
CONTINUARÁ…
- En el siguiente capitulo:
- El padre Beltrán pone en su sitio al padre Sancho.
- Por fin, El padre Beltrán y yo, tenemos nuestros primeros juegos anales.
- Simulo la misma caída como mi hermano. ¿Tendría el mismo tratamiento?
- Los alumnos con mejores notas, somos elegidos para una semana de ejercicios espirituales en un convento en las montañas.
No dudeis en dejar vuestros comentarios, que hace mucha ilusión. Jejeje
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