A los 8 años cada sábado en ese Asilo de Ancianos me llenaban de leche mi culo y boca …
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Me presento.
Me llamo Rodrigo ya tengo 28 años con una vida normal, casado y con un par de hijos en una ciudad importante de Chile.
pero la experiencia que les contaré sucedió hace dos décadas que sin duda querrán haber estado en mi lugar por lo fantástico que era cada sábado estar en ese Asilo; primero les contaré como fueron mis primeras experiencias con hombres, esto se inicio a los 6 años, fui hijo único de una madre soltera, que se vio obligada a cuidar de mi abuelo de 66 años que empezó a manifestar Alzhaimer y como no se podía cambiar de ciudad decidió traerlo a casa, al principio todo marchaba bien ya que mi abuelo estaba en el inicio de esta enfermedad que con medicamentos era controlable, pero él de a poco me empezó a mirar con otros ojos y cuando estábamos solos en casa me animaba a estar desnudo y para hacerlo más atrayente él también lo estaba, obviamente no podía evitar mirar su pene cuando este empezaba a tocárselo y eso lo calentaba y se le empezaba a erectar y eso más me llamaba la atención y lo miraba fijamente, él me animaba a tocárselo y masturbarlo y mientras yo lo hacia me manoseaba mi culito pequeño ya que para ese entonces era bastante delgado, hasta que esa calentura lo hacia acabar en mi boca y cara y él me lo hacia tragar diciendo que eso que salia de su pene era un alimento muy nutritivo para hacerme crecer más fuerte; a veces nos bañábamos en la bañera y nuevamente aprovechaba de tener sexo oral conmigo, después de varios meses así y cuando ya se acercaba navidad el me ofreció comprarme un computador si yo accedía a hacer otras cosas con él, yo entusiasmado por lo ofrecido acepté de inmediato y empezó la etapa de la penetración cosa que obviamente al principio fue muy doloroso pero tuvo la paciencia de ir paso a paso y aunque no tenía un pene muy grande ni grueso era lo suficiente como para producir mucho dolor y sangramiento en más de una vez; recién como la sexta vez logró penetrarme completamente y disfrutar el juego o roce dentro de mi ano, después ya era parte de nuestra vida e incluso muchas veces en las noches mientras mi madre dormía profundamente yo me iba al dormitorio de mi abuelo con el único objetivo de que el me diera su leche dentro de mi culito ya que sentir ese chorro caliente dentro de mi culito era como sentir un orgasmo especial, obviamente todo lo hacíamos con mucho cuidado para que mi madre no sospechara, pero para mi abuelo eso era una adrenalina o morbo sin explicación.
Después de casi dos años que mi abuelo llegara a nuestra casa empezó a complicarle su Alzahimer y por ende necesitaba que se fuera a otro lugar donde hubiera personal idóneo para atenderlo ya que los horarios de trabajo de mi madre fueron más complicados y temía que en una crisis el atentara contra mí ya que empezó a manifestar cierto grado de agresividad verbal con ella y un par de veces empujones fuertes, aunque él conmigo siempre se portó con cariño.
Por suerte a unas 8 calles de nuestra casa encontró un Hogar de Ancianos bien cómodo y confiable y decidió internarlo por un valor conveniente; inmediatamente eche de menos la presencia de mi abuelo ya que apenas llegaba a casa de la escuela estaba él ahí y casi siempre me hacía suyo sexualmente; así que le pedí a mi madre permiso para visitar a mi abuelo el sábado en la mañana ya que ella trabajaba también esos días, prometió primero preguntar si podía yo ir sólo o sino no quedaba otra opción de ir con ella los domingos por la tarde que era el día oficial de visita cosa que yo no quería ya que con ella presente no podía repetir lo que casi todos los días hacíamos en la casa con el abuelo.
Menos mal que el Hogar acepto mis visitas pero con la plena responsabilidad de ella por mi bienestar y que mi conducta debería ser buena .
Mi primera visita fue especial llegue 09:00 horas y la mayoría de los ancianos ya estaban levantados y todos ya habían tomado sus desayunos; algunos ya vestidos y otros en pijamas, busque a mi abuelo para darle la sorpresa de mi visita y me indicaron que estaba en su dormitorio que compartía con otro señor de unos 77 años, mi abuelo ya tenía 68 años, casi todos los dormitorios tenían 2 camas de una plaza y media cada una; al llegar a mi abuelo se les llenaron los ojos de lágrimas y nos dimos un gran abrazo y beso; él vecino de cama que estaba sentado en su cama también se conmovió y me saludó cariñosamente, después de un rato de conversación entre los tres yo me saque los zapatos y le pregunte a mi abuelo si me podía acostar un ratito con él, se alegro y aceptó de inmediato, casi de inmediato disimuladamente empecé a tocarle su pene y este reacciono y se puso duro pero como estaba este señor en el dormitorio no se podía hacer más mi abuelo metiéndome los dedos dentro de mi culito y yo masturbandolo hasta que don Pedro decidió salir al patio aprovechando que había sol, apenas salió del dormitorio mi abuelo me pide que cierre con cerrojo la puerta cosa que hago y me meto a la cama y empiezo de inmediato a hacerle sexo oral por debajo de la cama su pene tenia un gusto fuerte a orina mezclado con sudor pero no me importo ya que las ganas de saborearlo fueron enormes, en menos de 10 minutos de estar haciéndoselo sentí sus espasmos y su leche llenando mi boca, ¡que delicia! .
ya eran poco mas de dos semanas que no la probaba, después nos besamos cariñosamente y me abrazo con mucha ternura como nunca antes; después decidimos salir para que no sospecharan nada y caminamos por los pasillos y por el patio, yo era el único visitante así que mi abuelo me presentaba a todos; un par de abuelos me tomaron y me acercaban a ellos abrazándome o tocándome la cabeza, pero uno de ellos Don Raúl fue más directo y varias veces me tocaba el culo como parte de un juego pero con agarrones fuertes; ya se acercaba las 12:00 horas momento de irme ya que ellos almorzaban a las 12:30 horas, nos fuimos nuevamente al dormitorio y quise despedirme con mi abuelo con una buena penetración pero estaba don Pedro leyendo así que mi abuelo me llevo al baño y ahí lo más silenciosamente posible y bastante incomodo empezamos el juego de la penetración, pero don Pedro se dio cuenta que algo pasaba y abre la puerta que yo pensaba que había cerrado bien y nos pilla en acción, nos asustamos y no supimos que hacer, tan sólo tratamos de vestirnos; él pide disculpa por la interrupción y nos dice que si queremos seguir mejor hacerlo en la cama, mi abuelo me miro y no sabía que decir, él vuelve a insistir y pide si puede estar presente, mi abuelo decidió salir del baño y yo lo sigo, se sienta en la cama y yo me quedo parado, don Pedro con un tono de voz de mando pero afectuosamente me indica que le haga sexo oral a mi abuelo con susto y verguenza empecé a hacercelo y mi abuelo lo permitió y después empezó a disfrutar, don Pedro se bajo los pantalones y empezó a masturbarse mirándonos y luego le dice a mi abuelo que me penetre, me bajé los pantalones y me hizo que me rescostara en la cama y comienza la penetración yo estaba en la orilla de la cama sintiendo la penetración que me daba mi abuelo y veía claramente a don Pedro masturbandose, tenia un pene bastante mas grande y grueso que mi abuelo, pero no se le erectaba mayormente, hasta que decide pararse de su cama y coloca su pene en mi boca, mi abuelo cuando lo ve me dice que le haga sexo oral y así hago hasta que siento como mi abuelo acaba dentro de mi ano dando espasmos de placer cosa que hizo que don Pedro se calentara y en unos segundos más me llenara la boca de su rica leche.
después fuimos al baño a lavarnos y a casa con la satisfacción de haber disfrutado dos penes y sus respectivas leches.
Esto empezamos a hacerlo todos los sábados apenas llegaba al dormitorio de ellos empezábamos la función completa a la llegada y la salida.
Pero se acuerdan de don Raúl el viejo que me agarraba el culo? .
cada vez que me veía se me acercaba y seguía con su accionar y como veía que ni mi abuelo ni yo se molestaba con lo que me hacía en un momento que mi abuelo estaba jugando dominó y yo fui al baño a orinar me siguió y se puso a orinar al lado mio sacando su pene con la intención abierta de llamar la atención, cosa que le dio efecto pues no pude evitar mirar, sonrió y me preguntó si me gustaba, obviamente me quede en silencio, tomó su pene y lo puso a un par de centímetro de mi boca y me dice: "Vamos pruebalo, te va a gustar" ; sólo atine a levantar la cabeza y mirarlo a los ojos y alejarme un poco pero después con su mano derecha toma mi cabeza y lo acerca a su pene nuevamente obligándome a chupárselo, cosa que empecé a hacérselo y noto como lo empezaba a disfrutar y se le erecto rápidamente, al momento era el pene más grande y grueso gue yo había visto.
él era un tipo alto 1,88 y cercano a los 100 kg, tenía 72 años ni la mitad de su pene me entraba en mi boca, se calentó tanto que me lleva a una bodega al lado del baño donde guardaban materiales de aseo y me encerró, era un cuarto bastante oscuro con una ventana pequeña me hace arrodillarme y me indica que siga chupándosela, después me dice que me ponga en posición de perrito me pone bastante saliva y empieza a penetrarme de a poco, era el doble del porte y grosor que el de mi abuelo y no pude evitar que me penetrara casi todo, fue casi como la primera vez pero esta vez sin contemplación empezó con el juego de ponérmelo y sacármelo con ritmo cada vez más acelerado y yo aguantando el dolor pero con un gustito que no había sentido antes hasta que explotó y me llenó el culo con su leche caliente, tomó papel y me limpió primero y luego se limpió él; después salimos tranquilos sin que nadie sospechara, al poco rato obviamente como despedida de ese día tuve que estar con mi Abuelo y don Pedro; Pero, de ahí en adelante todos los sábados desde las 09:00 hasta las 16:00 horas por tres años sin parar disfrutaba del semen de don Pedro, don Raúl y otros que se agregaban de vez en cuando a la fiesta y obviamente la de mi abuelo; (me quedaba hasta más tarde pues traía mi almuerzo al hogar de anciano o ellos me convidaban cualquier cosa para comer, pero sin duda lo mejor que me gustaba disfrutar era la leche calentita que mi culito y mi boca de al menos 15 de los poco mas de 20 viejos que vivían en eso hogar durante el tiempo que los visitaba me daban.
Danmo.
Muy buen relato, alguien que conozca la segunda parte de este relato o desee continuar?
Ojalá continúe, me encantó