A los 8 años me convierto en el putito del barrio. Tercera parte
Y ahí estaba yo un niño de 8 años con un hombre sentado sobre mí cara obligándome a la lamer su culo .
Al relatar mi historia me doy cuenta que pasaron demasiadas cosas en un corto plazo y a una muy joven edad, muchas personas me han escrito para preguntarme si es real, y realmente para bien o para mal si lo fuNo se porque me volví el blanco de tantos en el barrio, todo empezó por Alex el gordo que me convenció, pero también creo que a mi se me notaba flojo, delicado y sobretodo sumiso, que no decía nada y me dejaba hacer por cualquiera.
Todo esto me lleva a continuar con el relato. Empezaré por Alex.
Alex como dije era un niño de 9 años, muy gordo, extremadamente adelantado para su edad, hoy en día me doy cuenta que era perverso, muy manipulador, de malos sentimientos, no era para nada un niño normal de su edad, hasta era de esos niños maltratadores de animales. Y en lo sexual siempre me dio la impresión, aunque no lo comprobé, que había sido iniciado desde muy pequeño por su hermano mayor el cual ya era adulto joven, por una vez que los vi en la cama en una actitud un poco extraña, en la cual su hermano estaba en cima de él y Alex me pidió que me fuera.
A pesar de todo esto yo andaba con Alex todo el tiempo, él me hacía bullyng pero yo buscaba en mi inseguridad de niño caerle bien y no lo veía grave en aquel momento claro.
Él con su pequeño penecito me penetro toda mi infancia. Yo era su esclavo, como de un muñeco se tratará. En cualquier momento me ponía la mano en la cabeza y me hacia bajar a chuparsela, fue la primera pija que chupe. O me bajaba el short y me la metía sin mediar palabra. Por supuesto no sentia mucho dado su pequeño tamaño. Pero lo más curioso es que le gustaba el peligro, porque me lo hacía en lugares públicos, como si le diera morbo ser descubierto, a mi me daba terror. Pero ahí estaba siempre yo con los pantalones bajos siendo el juguete de Alex. Me enseño a chuparla, las diferentes posturas sexuales y sobretodo me contó todo del barrio, solo tenía que chuparsela al gordo su penecito, sus huevitos y abrirme el culo y refregarselo contra su pubis.
Éramos dos niños jugando a ser adultos, frotando nuestros cuerpos una y otra vez y en cualquier lugar, en su piscina, en la calle, en un patio, en un ómnibus vacío, arriba de un árbol… pufff inumerables. Y no solo el como activo, si bien lo era casi siempre, también me la chupaba lo cual me gustaba mucho y de tener a ese hipopótamo en cuatro patas y meter mi penecito.
A su vez que esto sucedia a mi me interesaban los hombres mas grandes, recuerdo que ya en aquel momento el pene de un niño no me hacía nada, yo quería volver a experimentar lo que había pasado con Maikol, si bien pasó tiempo para que sucediera algo con él, tuve oportunidad con Diego que si no recuerdo mal tenía unos 18 años. El vivía a pocas casas de la mía, yo sabía por Alex que él había estado en algún juego, él por supuesto ya sabía de mí.
Una tarde de calor los adultos dormían la ciesta, yo fui a buscar a Diego ya que no había ningún otro amigo en la calle, para entrar a su casa se pasaba por un garaje, toque el timbre el salio, me hizo pasar al garaje, derepente de la nada sacó su verga, se ve que estaba masturbandose, él ya sabía por Alex por eso no le dio pena.
Su verga 🤤 me volvió a dejar como estatua, volvió a despertar eso que Maikol aquel día me había provocado, era lo que yo quería vergas de hombres gordas y grandes y no la de un niño. Él se masturbaba y yo solo la miraba fijo y con deleite, yo era bajito le llegaría al estómago, así que tenía un primer plano de ese pedazo de carne que me parecía grande. Él me miraba, le exitaba que yo lo estuviera mirando, hasta que se acabó siendo la primera vez que vi una masturbacion y leche bien blanca de hombre.
En ese momento paso algo que me desagrado, su perra vino corriendo y lamio y comió su leche de la punta de su pija, algo que me dio muchísima impresión. El se quedó inmóvil con cara de satisfecho, pero yo abrí la boca en señal de que la quería en mi boca así como su perra, el se aproximo rápido yo baje y abrí bien la boca y saque la lengua, el dudo un momento con su pedazo de carne a centímetros de mi cara, era gorda, de cabeza rosada, sus huevos grandes y colgaban.
Mire a sus ojos con mi boquita abierta y lengua afuera, un niño de rodillas entre sus piernas esperando su biberón. El me miró con depravación no se podía contener, solto una escupida, dejó caer saliva, baba que cayó lentamente sobre mí lengua, algo que me encantó, sonrió y metió su verga en mi boca. A pesar de que Alex me había enseñado era inexperto y esa pija era más grande así que hice lo que pude, pero dio igual porque Diego tomó mi cabeza y empezó a cogerme la boca como quiso. Era bruto, lo hacía con rudeza, me hacía atragantarme, me empecé a poner rojo y mis ojos lloraban, a él le gustaba más. Él era amigo de Maikol y sabía que él ya me había cogido y que yo no había dicho nada.
Yo lo miraba, con los ojos llorosos, el me miraba tragar su verga, era tan fuerte que logre safarme porque me ahogaba, era muy bruto, yo tosia pero a él no le importó, a mi me estaba desagradando esa experiencia pero estábamos solos.
Se quito el pantalon se dio vuelta me agarro del pelo, eran rulos, y me llevó contra su culo, yo me resistí porque en aquel momento eso me daba asco, con mi manos en sus nalgotas de grande recuerdo forcejeo para intentar separarlo pero era imposible dada la diferencia de fuerza, yo estaba sentado en el piso contra una pared, el literalmente se sentó sobre mí cara dejando su oyó sudado en mi boca. Sus nalgas se abrieron engullendo mi cara de niño.
Me dijo fuerte: saca la lengua, a lo cual yo hice. Y ahí estaba yo a mis 8 años con un hombre sentado en mi cara, metiendo mi lengua en ese culo. Mi lengua le entraba fácil, sin saber me lo estaba cogiendo con la lengua, habrá estado unos minutos así, refrego todo su culo por mi cara, yo me sentía humillado y sucio largimiaba pero no decía nada solo pasaba mi lengua por toda su raja, por su agujero, era su asiento, el movía todo su culo frotando mi cara, hasta que se elevo apunto su verga a mi boca yo la abrí como un buen putito y me la enterró con todo su peso, mi garganta se abrió me ahogaba, intentaba separarlo empujando sus piernas pero era imposible.
Así que me rendí… me deje hacer, sabía que solo era ese niño putito del que el había escuchado.
Y en el momento que me deje hacer y me relaje me empezó a gustar, me gustaba estar con él solo, ser especial, ser su deposito de leche. La imagen que me daba era espectacular, sus huevos caían sobre mi nariz y veía como su culo se movía al compaz del movimiento, como dos globos que se separaban y cerraban dejando ver su agujero aún húmedo de mi saliva. Pose mis manos sobre sus nalgas rodeando su cintura y tuve como una conexión especial, a esas edad quería ser especial, caerle bien a un adulto, sújete sus nalgas con su verga que prácticamente me dislocaba la mandíbula, mi penesito se paro nuevamente senti esa sensación para la cual aun no tenia nombre, exitacion, algo que parecía gustarle mucho ya que se movió como un loco hasta que me la enterró en la garganta muy profundo y se acabo directamente en mi esófago, toda esa leche de hombre fue a parar directo a mi estómago.
Y sin más se salió, se vistió, yo hice lo mismo, en silencio y me fui, lo mire al cruzar la puerta y me sonrió en complicidad, satisfecho.
Esa fue la única vez que estuve con él, pero desde entonces me trato muy bien a pesar de que conto que se la había chupado pero bueno.
Igual lo guardo como un recuerdo especial.
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gran relato amigo
ufff rikisimo