A los 9 años descubrì el fabuloso placer de masturbarme
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Comencè a masturbarme a los 9 años y no he parado hasta el dìa de hoy en que tengo 42, todo empezò en un grupo de compañeros cuando cursaba el 3er.
año de la escuela primaria, yo vivo en una ciudad que està atravesada por un rio, yo vivìa en un barrio perifèrico y todos los fines de semana, el grupo del que yo formaba parte, nos ìbamos caminando por la orrilla del rio y asì llegàbamos hasta un lugar lleno de àrboles y arbustos altos,
En ese lugar el rio corre entre bancos de arena y en una curva forma un hermoso estanque de un metro de profundidad, ideal para bañarse y practicar nataciòn, llegabamamos al lugar y nos ponìamos todos en pelotas, nos metìamos al agua y despuès de un buen baño salìamos y nos tendìamos en el pasto a secarnos, luego se eso comenzaba la "fiesta" , comenzàbamos a masajearnos las pijas hasta hacerlas parar bien y comenzaba la polèmica, quien la tenìa mas grande.
En esa comparaciòn nadie querìa ser perdedor y acto seguido comenzaba una buena sesiòn de paja, algunos decìan que ya al acabar botaban buena cantidad de leche, en realidad a nadie le salìa ni una gota de esperma, ya que todos tenìamos entre 9, 10 y 11 años con excepciòn de uno que ya habìa superado los 13 y no solo tenìa ya la pija bien peluda sino que era un espectàculo para nosotros por el tamaño de su pija (la tenìa como un hombre adulto) y mas aùn por los chorros de leche que le salìan al acabar.
Cuando yo tenìa 13 años, todavìa no habìa tenido sexo con una hembra, me hacìa la paja como un experto, ya habìa probado todas las formas de hacerlo, pero descubrì otra forma de gozar, en los fondos del terreno de mi casa que estaba rodeada de una alta tapia, habìà àrboles frutales y en medio un gran àrbol bien frondoso, yo jugaba desde niño subièndome a ese àrbol y en los atardeceres (ya casi a los 13 años), me subìa a ese arbol, me desnudaba y ya con la pija bien parada, la calzaba en una orqueta y comenzaba a moverme como si estuviera cogiendome la planta y tenìa unas acabadas geniales, una tarde, ya casi noche, estaba en plena faena cuando descubrì que mi padre estaba miràndome, no se porque razòn el habìa ido hasta el lugar y me pillò.
La verdad fue que sentì mucha vergûenza y ya no habìa forma de explicar nada, solo guardar silencio y esperar un buen reto de su parte, pero no pasò nada, nunca me dijo una sola palabra, todo quedò como si el no me hubiera visto, a todo esto yo ya fantaseaba con culearme alguna niña de las muchas que habìa en el barrio, era muy tìmido y las chicas parecìan no interesarse mucho en mi, yo estaba pegando el estiròn con 13 años y medio ya tenìa casi la estatura de un hombre, mi verga estando bien parada medìa 15 cm y estaba ya bien adornada de un tupido monte de pendejos color castaño claro como mi pelo.
De las muchas chicas que habìa en el barrio, me atraìa especialmente una, le decìan Coca ya que su nombre era Corina pero habìa algo que ni yo mismo entendìa, Coca tenìa en ese entonces 10 años y yo no sabìa porque me calentaba tanto el pensar en cogèrmela, soñaba con meterle la pija y hacerle doler, ser el primero que se la culeara, yo siempre conversaba con ella y me parecìa que lograrìa lo que soñaba hacer con ella, dìa a dìa adelantaba un poco con las cosas que le decìa y ella me festejaba todo lo que yo le decìa, ya habìa llegado a acariciarla cuando nadie nos miraba, a besarla y a decirle que fuera mi novia y ella me dijo que si.
Un dìa en horas de la siesta, pasè frente de su casa, al otro lado de la calle habìa un tereno en el que hubo en años anteriores una casa, solo quedaban los arboles y una tapera, el terreno estaba rodeado de altos libustrines y en el fondo un alto y tupido cañaveral y en el centro del mismo un claro, el lugar ideal para esconderse a culear a pleno dìa, desde afuera nada se miraba hacia adentro, habìa un grupo de ñiñas y niños al frente de ese lugar, todos entre 10, ll y 12 años, estaban todos jaraneando, se reian y hablaban de ponerse de novios, los chicos decìan a las niñas que las invitarìan a bailar y a salir, yo era en ese momento el mayor de todo el grupo con mas de 13 años.
Yo comence a sentir un calor en todo el cuerpo y el irrefrenable deseo de llevarme a Coca a la espesura de ese lugar y poder culeàrmela y fue tanto mi deseo que la invitè para entrar al lugar, le dije que querìa que estuvièramos los dos solos en el cañaveral, me preguntò por que y le dije que querìa besarla, abrazarla y jugar con ella al papà y a la mamà, me dijo que si y nos metimos en esa espesura ante la mirada y las risitas complices del resto de los chicos, me decìan "no tarden mucho jejeje" "los vamos a espiar" "despues vamos nosotros jejeje" y algunas chicas decìan "Coquita no sabìamos que tenìas un novio de 13 años" y algùno mas atrevido dijo "tratala con calma.
no le hagas doler mucho jajaja".
Entramos al lugar y nos fuimos al fondo del cañaveral, nos tiramos sobre el pasto, hubo besos apretados abrazos y segundos despuès estàbamos los dos totalmente desnudos,, le hice abrir las piernas y casi me desmayo de placer cuando vi esa hermosa vagina de niña totalmente lampiña, rosada y con los labios levemente mas oscuros en la entrada no habìa tiempo para perder, ella me miraba sorprendida al verme desnudo y me agarrò suavemente de la pija como para sentir como era al tocarla, sin mas se la puse en la entrada de su vagina y empuje suave, entrò parte de la cabeza y sentì su virginidad que oponìa resistencia, yo tenìa tal alzadura que empuje sin mas y Coquita chillò un poco -¡¡uyy me haces doler!! yo sin decir palabra empuje con fuerza.
le abrì la vagina con la pija y me fui suavemente hasta lo que mas pude hacia adentro, Coquita lloriqueaba y yo la tenìa como lo habìa soñado, bien clavada en mi pija.
Sin pensar que le doliera, al contrario disfutando del llantito de dolor de ella, comencè un rapido mete saca y la niña se calmo y aunque no decìa nada, parecia que lo estaba disfrutando tanto como yo y asi lleguè a tener mi primera acabada
dentro de la vagina de una hembrita, mi primer polvo fue ese casi con 14 años y con una tierna hembrita de tan solo 10 años, nos quedamos un rato asì unidos, la pija seguìa dura como al comienzo y vino el segundo y volvì a llenarle la vagina con leche y esta vez si, me dijo que se la sacara, le pregunte si lo habìa disfrutado y me dijo que si, que habìa sido algo "lindo" que habìa sentido muchas "cositas lindas mientras yo la montaba".
Nos vestimos y salimos, el grupito se reia de nosotros, "¿Que tal estuvo jejeje? preguntò uno y otros dijeron otras cosas -Ahora me toca a mi" dijo otro y saliò con su chica para internarse dentro de las plantas y asì fue esa tarde, todos a su tiempo lo pasamos genial, despuès de esa tarde en que le abrì la concha a Coca, lo hicimos innumerables veces pero ahora antes de clavarle la pija en la concha, me gustaba jugar con la pija en la puerta de su culito, frotàrselo, masajeàrselo con la pija y empujar con suavidad y meterle la cabeza, ella se quejaba mucho al principiio y asi se lo fui dilatando hasta que un dìa le metì la mitad y del tremendo placer que me causo penetrarle por el culito eyaculè dentro de ella y me fui hasta el fondo, se la habìa clavado hasta los huevos por el culo y comencè a bombearla otra vez y asi tuve una segunda acabada, a partir de ese dìa, me la culeaba de las dos formas, por la vagina y por el culo.
Ese fue el periodo de mi vida en que me saque las ganas de culear con una pendejita tierna, ella apenas pasados los 10 añitos y yo ya 14 recien cumplidos, eso me marcò para toda la vida, comencè a sentir cada vez que miraba a una niña de 10, 11 0 12 años, unas irefrenables ganas de tener sexo con niñas de esa edad, era conciente de que no podìa hacerlo y me hacìa las pajas mas geniales pensando en esa vagina deliciosa de Coquita que yo habìa desvirgado a los 13 años, a veces podìa hacerlo con Coquita, yo tenìa 16 y ella 12 y seguìamos culeando rico.
Al llegar a 17 años, tuve un ataque de apendicitis y me llevaron a un hospital para operarme, mis padres no tenìan dinero para operarme en una clinica privada y me internaron en ese masocomio, ese mismo dìa conocì a un enfermero que se ocupò de mi para que no me sintiera solo en ese hospital en medio de internados muy adultos y algunos ancianos, se presentò, me dijo que se llamaba Gilberto que cualquier cosa que necesitara que acudiera a el, estuve en ese lugar varios dìas, me hicieron el pre-quirurgico y en ese lapso, Gilberto me traìa revistas, se quedaba a conversar conmigo, para mi era una persona maravillosa, llegò el dìa de la cirugìa y esa noche antes, Gilberto me llevò a una pequeña sala y me dijo que tenìa que afeitarme el vello pùbico, me saquè el pijama y me acostè en la camilla, cuando Gilberto me viò desnudo me dijo -¡¡¡Que hermosa pija tenes pibe!! ¿Cuanto mide estando parada? antes debo aclarar que a los 17 cumplidos yo ya medìa 1,80 y tenìa una pija de 21 cm.
Gilberto no dejaba de ponderarme el tamaño de la pija y extrañamente yo sentìa un exquisito placer de mostrarle mi desnudez y el tamaño de mi verga que ya comenzaba a estar un tanto morzillona, me puso espuma con una brocha y comenzò a afeitarme y delicadamente me la agarraba para pasarme la afeitadora, asi fue que se me parò, Gilberto ya me habìa rasurado y me pasò una toalla mojada para sacarme el resto de espuma, comenzò a tocarme la pija de una forma mas que explicita con movimientos de masturbaciòn, mi pija estaba como una piedra, me dijo -!!!Como te pusiste pibe!!!
Me sigiò masturbando suavemente y yo me quejaba de placer, pajero como soy, mi sueño fuè siempre que otro macho me hiciera la paja y lo estaba gozando a full, me retorcia de placer en la camilla y me agarraba de la sabana, cerrè los ojos y gozè a pleno esa paja que Gilberto me hacìa, de repente escucho que me dijo ¡¡Querido, esta pija merece un homenaje y yo se lo harè!! yo con los ojos cerrados sentì que Gilberto se tragaba mi pija y dentro de su boca hacìa jugar su lengua en mi pija producièndome un placer antes nunca sentido por mi, de repente me llegò un orgasmo tan especial y le vaciè toda la leche en su boca.
Debo aclarar que Gilberto tenìa en ese momento 7 años mas que yo, tenìa 24 años y me dijo, -¡¡Nunca mamè una pija mas hermosa que esta pibe!! Me calentaste a morir pendejo.
Esperame aquì, te traerè un tè.
Dicho esto saliò y cerrò la puerta, pocos minutos despuès regresò con el tè, mientras yo lo tomaba el se sentò y me dijo -Como te habràs dado cuenta yo soy puto, muero por los machos jovencitos como vos y una pija como la tuya no he probado nunca.
¿Aguna vez te culeaste un culo? a lo que yo contestè -Yo me culeo una pendeja y se la doy por el culo tambièn, pero a otro macho no le he metido la pija nunca.
Gilberto me preguntò -¿Que tal una primera vez conmigo? Tu pija me ha calentado a morir pibe.
prometo hacerte gozar a full pendejo, no te imaginàs como me muevo cuando me clavan.
Este emfermero habìa logrado ponerme en un estado de calentura que jamàs habìa sentido y le dije -Lograste hacerme alzar y quiero probar que se siente culeando a otro macho, quiero sacarme las ganas con vos y llenarte el culo de leche.
Gilberto saltò del asiento, cerrò la puerta con llave y se desnudò, pude ver entonces su cuerpo desnudo, delgado con un vientre plano, musculoso, piel blanca, cabello castaño claro y ojos celeste, Gilberto era realmente muy guapo y el pensar que me lo iba a culear me hizo poner la pija dura, se acostò en la camilla mirando el techo, abriò las pernas y me ofreciò el agujero de su culo para que lo clavara, me hice desear con el, no lo clavè enseguida, le acariciè largamente el culo con la cabeza de mi pija hasta que me pedìa por favor que se la metiera, solo entonces le metì la cabeza, ese culo tenìa fuego por dentro, querìa hacerlo sufrir, de un empujon se la metì hasta la mitad, se quejo de placer, otro enviòn con toda mi fuerza y se la hice llegarr hasta los huevos, como tenìa la pija afeitada sentìa el orificio del culo de Gilberto en el tronco de mi pija apretàndomela.
Cuando lo tuve bien clavado, lo abracè como si fuera una mujer y como me habìa calentado tanto lo apretè con todas mis fuerzas y comencè a comerle la boca a besos y meterle la lengua en su boca y hacerla jugar con la suya, asì lo tuve hasta que me pedìa por favor que comenzara el mete saca.
-¡¡¡Culeame pendejo!!! !!!Culeame como solo vos sabes hacerlo!! !!!Haceme sentir esa hermosa pija que tenes!!! Y asi fue que comencè a culearlo con furia, se la sacaba hasta la puerta del culo y de un solo enviòn se la hacìa ir hasta los cojones, fue un polvo salvaje, le llenè el culo de leche y luego que acabè se la saquè, me higienicè y me sentè en la camilla, Gilberto me dijo, -Todavìa no caigo del monstruso polvo que me echaste pendejo, sos genial y esa pija fabulosa que me mandaste me hizo sentir en el paraiso.
Nos despedimos, yo me fui al dormitorio y a la mañana temprano me vinieron buscar para llevarme a la sala de cirujìa, todo saliò bien y dos dìas despuès yo estaba de regreso en mi casa, fui al hospital para que me curaran, otro dìa me sacaron los puntos y a Gilberto no vi, varios dias depuès me enviò un mensaje, querìa verme, yo tambièn querìa verlo
nos encontramos y todo terminò como tenìa que ser, pasamos una noche entera, me lo culiè 3 veces esa noche, me mamò la pija otras tantas veces, estuvimos viendonos por un año, despuès otra vez el silencio, no lo volvì a ver, yo no sabìa donde vivìa, no me lo habìa dicho, yo nunca le preguntè tampoco, yo creo que a veces uno tiene cosas que no puede contar y yo respeto esas cosas.
Paso un año mas y un dìa fui a visitar a una prima que trabajaba en ese hospital y le preguntè por Gilberto, su respuesta me dejò helado -Gilberto tuvo un accidente con su moto y murio, hace casi un año.
Estuve un tiempo bajoneado, recordando todo lo que habìa vivido con el y recorde aquella noche en que Gilberto me habìa afeitado la pija horas antes de que me operaran y pensando en el me afeitè la pija y se me paro bien, me hice una suculenta paja y a partir de ese dìa comencè a afeitarme la pija todos los dìas e indefectiblemente se me para bien y me pajeo hasta caer rendido al piso del baño, es una nueva forma de gozar pajeàndome, otro dìa ya con la pija recièn afeitada y tenièndola bien parada, le pusè en la cabeza un medicamento para curar unas erupciones alèrgicas que suelo tener en el cuero cabelludo y comence a sentir un calor en la pija mientras me pajeaba y una cosquilla que me llegaba hasta los huevos y asì tuve la acabada mas larga de mi vida en una paja, o sea que cada dìa descubro una nueva forma de gozar pajeàndome y por supuesto todos los dìas me afeito la pija y eso me produce una sensaciòn de placer maravillosa.
Queridos amigos que gustan leer estas vivencias de algùn pajero un poco fuera de lo comùn como yo, espero de corazòn haberles hecho pasar un rato agradable y sobretodo que compartamos la idea de que la masturbaciòn està siempre presente en la vida del hombre, soltero o casado y que aquel que dice que nunca se hizo la paja miente
Qué mal no cruzarme un chiquito asi con la verguita lista. Se lo haría con la boca y lo demás ❤