ATENCION: Contenido para adultos (+18), si eres menor de edad abandona este sitio.
Sexo Sin Tabues 3.0
  • Inicio
  • Relatos Eróticos
    • Publicar un relato erótico
    • Últimos relatos
    • Categorías de relatos eróticos
    • Buscar relatos
    • Relatos mas leidos
    • Relatos mas votados
    • Relatos favoritos
    • Mis relatos
    • Cómo escribir un relato erótico
  • Menú Menú
1 estrella2 estrellas3 estrellas4 estrellas5 estrellas (7 votos)
Cargando...
Gays, Intercambios / Trios

A los doce mis grandes amigos me follaron

A mis doce años conoci en sexo, posiblemente no haya sido lo correcto, pero no puedo negar que lo disfrute ampliamente con mis amigos.
A los doce mis grandes amigos me follaron

Esto me sucedió en mi adolescencia, si bien ahora estoy casado, acabo de cumplir 40 años, y tengo tres hijos, lo que relatare, lo he conservado con cariño, creo que fue una experiencia única, de la que no me arrepiento de haberla efectuado.

Desde que íbamos a la primaria me hice amigo de dos chicos, yo tenía 12 añitos, ellos eran un par de años mayor que yo, habían repetido el año, y como yo había empezado antes, cursábamos el mismo grado, mi nombre es Oscar, sin querer jactarme, tenía un lindo rostro, ojos celestes,  un pelo castaño claro, mi voz a veces cuando hablaba por teléfono me decían señorita, que realmente no me agradaba, Rafael era un chico bastante inteligente, pelo negro ojos castaños, muy decidido y el que, de alguna manera era quien conducía el trio, y Beto, algo gordito, pelo medio rojo y pecas, muy bonachón, que su defecto era que traspiraba bastante, pero acataba nuestras decisiones, por mi parte el Rafa era mi preferido sin dejar de lado al Beto.

Éramos inseparables, fuimos creciendo, manteniendo esa amistad por varios años, de alguna manera, fui descubriendo el sexo, donde mi inocencia era total, fundamentalmente porque, jamás en mi casa había oído hablar sobre el sexo.

Esa amistad, fue muy duradera, a pesar que teníamos nuestras desavenencias, que por supuesto, al día siguiente ya la olvidábamos.

Creo que todo comenzó, un día que estaba el Rafa en mi casa, y de una manera inocente le digo:

“Vamos a jugar al doctor?” Me observo de una manera como extrañada, diciendo:

“Seguro?”

“Si” Conteste, que, si bien en ese momento me extraño su actitud, tiempo después comprendí porque esa interrogación.

El hecho que me hizo acostarme boca abajo, sin quitaron la ropa montándome sobre mi culo, efectuando como saltos o movimientos como de penetración, aunque no solo me parecieron extraños, sino que no comprendía cual era esa finalidad, creo que me desilusione bastante. Cambiamos posición, realizando esos movimientos entre sus nalgas.

Paso bastante tiempo cuando me dice, quieres que repitamos el juego del “doctor”, lo miré algo dubitativo, en realidad no me había producido nada especial, ya lo había hecho con una prima y era mucho más excitante.

Le dije que no, me pareció estúpido, por supuesto que el Rafa, sabia de que se trataba, al tiempo volvió a sugerirlo, volví a decirle que no, entonces me dice:

“Nos quedamos en calzoncillos” Creo que eso, me pareció más interesante, mi madre no estaba, así que era el momento ideal, comenzamos a quitar los pantalones, cuando suena el timbre, me los pongo, voy a atender era el Beto, creo que no me hizo gracia que apareciese, pero lo hice entrar. Donde iniciamos los consabidos juegos de mesa.

Quedó como una asignatura pendiente, lo que íbamos a hacer con el Rafa, por mi lado lo había olvidado, pero una tarde mi madre salió, momento en que mi amigo me lo recordó, me quedé algo indeciso, pero acepte, nos quitamos los zapatos y el pantalón, yo me acosté, boca abajo, y él me montó, si bien en un principio no sentí nada, al rato noté que su aparato se estaba rigidizando, donde me di cuenta de lo que podría suceder, comenzando a tener una erección.

Pero la cosa no termino ahí, comenzando a desplazarme los calzoncillos, intente detenerlo, algo asustado, aunque continúo haciéndolo, no sé qué me sucedió en ese instante, pero termine dejándolo, quitándome después la camisa, quedando desnudo ante mi amigo.

No hice nada, cuando comenzó a acariciar mi espalda, bajando hasta apoderarse de mis glúteos. Todo fue demasiado rápido, que a pesar de mi negación estaba excitado, me giro acariciando mi pene, que todavía no estaba muy desarrollado, pero erecto, comenzando a besar mi cuello, hasta succionar mis tetillas, me relaje intentando disfrutar ese momento de sexualidad.

Hasta que posteriormente beso mi sexo, para chuparlo lentamente, introduciendo mi verga en su boca, mientras su índice lo introducía en mi ano, girándome de nuevo pasando su falo entre mi raya, intente detenerlo, pero por último la coloco entre mis piernas, comenzando a fregarlas sobre ellas hasta acabar entre mis muslos, diciendo:

“Esto sería para mí, jugar al doctor, para mi gusto” Riéndose

Paso bastante tiempo no hubo más propuestas de ese “juego”, pero creo que el Rafa, me tenía ganas, a pesar de ser mi amigo, a veces me mandaba algunas directas, que lo tomaba como chistes.

No niego que más de una vez vino a mi cabeza ser penetrado por él, por supuesto que Beto estaba ajeno a esos deseos o pensamientos pecaminosos.

Una tarde de lluvia vino a casa, de casualidad a pesar del mal tiempo mi madre tenía que salir, porque tenía cita con el médico, prefirió que no la acompañase y me quedara con el Rafa. Apenas quedamos solos me dice:

“Que hacemos?”

“Jugamos al doctor?” Le digo sonriente.

“Estas seguro”

“Por supuesto” Como un desafío a lo que me decía, y confirmar lo que decía, comencé a desnudarme, mientras me miraba como seducido, sintiendo su mano comenzar a acariciar mi cuerpo, rozando mis tetillas, y mis glúteos, percibí que su contacto era distinto, cuando besó mis labios superficialmente, para volver a repetirlo con mayor intensidad. Cuando mi respiración parecía agitarse, como entrecortándose, continuando con su toqueteo, hasta tomar y oprimir mi falo erecto, mientras me acostaba boca abajo sobre mi cama,

Mi adrenalina se elevaba, mientras sus manos no dejaban de acariciarme, asiduamente, oprimiendo con su dedo mi ano, hasta que su lengua lamio, mi cuello, alterándome de tal forma, que mi excitación se elevó.

Pronto a suponer que sería penetrado analmente, pareció alterar mis hormonas, llegándome a orinar, sintiendo mis cálidas aguas, mojar mi entrepierna, el motivo es el nerviosismo que me embargaba, algo que solía pasarme, cuando tenía algún examen.

Finalmente me coloque boca abajo, separando mis piernas, mientras Rafa continuaba tocándome de una manera muy perturbada y abusiva, sintiendo su miembro rozar mis piernas y posteriormente mis glúteos.

Nunca había tenido una experiencia de ese tipo, y menos siendo en parte impuesto, que a pesar de eso me fui entregando gradualmente, hasta que sentí uno de sus dedos, introducirlo hábilmente en mi orificio.

Mis gemidos se fueron acentuando mientras un segundo dedo acompañaba al primero, para iniciar un acompasado movimiento, besando y mordisqueando mi cuello. Estaba temblando, por la tensión, sintiendo mi cuerpo apesadumbrado y repleto de adrenalina, no sé si sentía excitación, o si lo deseaba, aunque no intentaba impedir, lo que se avecinaba. A medida que me iba entregando, el Rafa parecía acrecentar su dominio, donde dócilmente me fui entregando, de manera imposible de escapar.

Aglutinándose nuestros cuerpos, me gira, besando mis labios, mientras oprimía mi verga dura, no sé qué me sucedió, pero intente besarlo, mientras nos prendíamos en un apasionado contacto de nuestros labios, donde mis mejillas se iban acalorando.

Después de algunos movimientos, comencé a besar su verga, hasta mamarla con total devoción, mientras su dedo índice se introducía por mi recto, chupando con mayor ahínco su aparato, que trataba de humedecer totalmente.

Hasta que me cuando sentí su aparato reproductor pasarlo por mi raya del culo, hasta apoyar su punta en mi abertura, comenzando a oprimir su extremo, intentando introducirla, sintiendo como lentamente se iba desplazando por mi virgen conducto, hasta parecer que me partía, percibiendo como si mis órganos se fuesen comprimiendo. Creo que como para justificar mi entrega, pensé, que le estaba haciendo un regalo a uno de mis mejores amigos. Cuando sorpresivamente en escasos instantes su empinada verga, se había adueñado de mi interior, diciéndome;

“Eres una delicia, Oscar, me encanta estar dentro tuyo” Mientras mordisqueaba mi cuello, cuando con un rápido empellón, introdujo la totalidad de su verga.

El ritmo se transformó en algo frenético, apoderándose de mi cuerpo haciéndome gemir de placer, y en parte de dolor donde esas sensaciones se funcionaban disfrutando ampliamente de ese sexo anal. Cuando sus embestidas pronto se volvieron más fuertes, más violentas, percibiendo la fricción de su verga en mi membrana intestinal, que después de una serie de empellones rápidos y penetrantes supuse que estaba cerca de eyacular, y así fue… su verga tocó fondo en mí y sentí claramente cómo sus tibios jugos, iban irrigando mis intestinos.

Él temblaba, se retorcía apretujando mis pechos y pellizcando mis pezones, se convulsionaba y temblaba como un poseído, gruñendo con cada disparo que salía de su verga, y de pronto se desplomó sobre mi espalda, abrazándome exhausto y sudoroso, pero sin sacar su verga de mi adolorida funda.

Mi cuerpo estaba empapado por el sudor, a pesar del fresco de la habitación, cuando la quito de mi culo, inexplicablemente comencé a mamarla mientras me masturbaba, percibiendo un sabor extraño pero muy atrayente, posiblemente por esa mezcla de semen y mis heces. Cuando terminé de eyacular, me sentí algo avergonzado por lo que acababa de hacer, acurrucándome en un extremo de la cama, con la idea de no repetirlo.

“Por favor Rafa, no le vayas a contar de esto al Beto, y no creo volver a repetirlo” Le comento.

“Está bien, no te hagas problemas, esto queda entre nosotros, pero realmente me encanto”

“A mí también” Dándole un beso en los labios.

Esa noche me dormí recordando lo sucedido con mi amigo.

Pasó un tiempo, donde intentamos cortar, con nuevos encuentros, a pesar que el Rafa, hacia alguna sugerencia, a pesar de estar tentado en repetirlo, me contenía, no deseaba ser un homosexual, más que nada, pues en esa época, no eran muy bien vistos.

Hasta que una tarde estando en mi casa, mi madre salió a hacer unas compras, el Rafa aprovecho el momento para besarme, respondí, aunque traté de impedirlo, otro beso, hasta que me gira, acostándome sobre la mesa de la cocina, bajando mi pantalón y calzoncillo, diciendo:

“Que culito redondito, tienes” No hice más nada, separando mis piernas, donde me penetro rápidamente, volviendo a sentir ese excitante contacto, mientras entraba y salía con bastante ímpetu comencé masturbarme, gimiendo, mientras disfrutaba de ese coito anal., si bien fue bastante rápido, no lo suficiente, al oír la puerta de calle ante la llegada de mi madre, que por suerte no nos descubrió.

A pesar que no pretendía repetirlo, la seducción, del Rafa, volvió a llevarme a repetirlo, cuando lo hacíamos, ante la presencia de cualquier oportunidad. Pero en parte habíamos abandonado a Beto, que se sentía algo afectado por ese motivo, pero no dudaba que algo sospechaba. Ya habíamos estado de acuerdo en decirle lo nuestro, si bien no era un idilio, existía una atracción sexual.

Por suerte comenzaron los días más calurosos, el Rafa, conocía un lugar, que era bastante desierto, un largo tramo de la playa estaba sobre un acantilado, donde su acceso era bastante dificultoso, o caminar casi 2 km antes por la orilla del mar para llegar a ese lugar.

Me pareció un lugar ideal, alejado, desierto, permitiendo poder hacer cualquier cosa, cundo se lo propusimos a Beto, no le agrado, fue difícil terminar de convencerlo, pero ante nuestra insistencia, diciéndole que lo íbamos a pasar bien, termino cediendo, no demasiado convencido.

Fuimos en bicicleta, recorriendo ese largo tramo por la orilla, donde la arena firme nos permitía ir seguros.

Acampamos en un sector, donde había como cuevas, producidas por el choque del mar socavando a través de los años. Beto parecía bastante más entusiasmado por el lugar, nos metimos un poco en el agua, después comimos algo de la merienda, jugamos a la pelota.

Hasta que nos acostamos a la sombra, como para dormitar, disfrutando del hermoso día, al quedarse muy cerca mío el Rafa, me beso, acto que pareció incomodar a Beto, mirando hacia otra parte como para evitar vernos, o posiblemente como avergonzado por lo sucedido, aunque mi amante volvió a repetirlo, metiendo su mano bajo mi malla, tocándome el culo.

Notando como que se sorrajaba, pero llegar a ver abultada su malla, no supe en ese momento llegar a tener sexo con Beto, pero, por un lado, me daba pena rechazarlo, mientras nos observaba, aparentemente, a la espera de algo.

Dejé al Rafa, acercándome a mi otro amigo, arrodillándome a su lado mientras le bajaba la malla, sorprendiéndome al ver surgir un respetable falo, bastante mayor que la del Rafa. No puedo negar que me impacto, termine sacándome la malla, y como en una ceremonia carnal, me arrodille ante él.

Desnudo en ese acto lascivo, lamí su sexo, rigidizándolo al máximo, mientras bajaba su prepucio, liberando su glande, mientras la punta de mi lengua, circundaba esa gruesa cabeza, mientras Beto, estático, disfrutaba mi proximidad bucal. Mi atracción hacia su falo fue inmediata, hasta que lo puse en mi interior bucal, succionando abruptamente ante los gemidos de mi amigo.

Cuando sin ya poder contenerse, eyaculo en mi boca, percibiendo un sabor amargo pero cautivador, tragando una parte, cayendo de rodillas el Beto, abrazándome, como en agradecimiento de mi “atención”.

Cuando me toma de un brazo el Rafa, volcándome sobre la arena, para penetrarme de una manera violenta, mientras sus embestidas estaban llenas de ira, no sé si sintió celos o comparo su sexo con el de Beto, pero nunca lo había hecho de esa manera tan feroz. Apenas sentí llenar mi interior con su leche, que, con sus bruscos movimientos y mi excitación por la verga del gordito, eyaculé sobre la arena.

Nos quedamos tendidos sobre ese suelo arenoso, relajados recuperando energías, mientras, uno se puso su malla yendo a la orilla, dándose una zambullida, haciendo lo mismo, nosotros dos.

Regresamos después de un rato donde teníamos nuestras cosas, no hablamos demasiado, se había producido como una tensión, cuando Beto pregunta:

“Hace mucho que lo hacen?”

“No” Contesto, rotundamente, el Rafa.

“Y cómo fue?

“No sé, se dio, fue como una atracción, algo como te que sucedió recientemente” Enrojeciéndose las mejillas a Beto, la conversación no se prolongó demasiado, notando que nuestro amiguito, se le abultaba nuevamente la malla.

Nos miramos con el Rafa, y como algo previsto, nos besamos, hasta que me quitó la malla, mientras Beto observaba, sin atinar a nada, continuando con nuestro manoseo erótico, hasta que estire mi brazo, tomando la mano de nuestro gordito amigo, que se arrodillo sumándose a ese desenfreno.

Rápidamente se quitó su malla, surgiendo su pene bien erecto, yo estaba boca abajo, con mi rostro sobre la pelvis del Rafa, como entregándome a Beto, que no tardó demasiado en montarme, cuando sentí su aparato reproductor pasarlo por mi raya del culo, hasta apoyar su punta en mi abertura intentando de una manera torpe, poder penetrarme, cuando mi amigo lo detiene, ofreciéndole una emulsión solar, que se coloca inmediatamente.

Separé mis piernas, en espera de la introducción de su pene, que no tardé en apreciar en mi esfínter, traté de relajarme, mientras intentaba meterlo con desesperación, aprovechando esos segundos en lamer la verga de Rafa.

Comenzando a oprimir su extremo, intentando introducirla, sintiendo como lentamente se iba desplazando por mi conducto, hasta parecer que me partía, percibiendo como si mis órganos se fuesen estrujando. Cuando sorpresivamente en escasos instantes su empinada verga, se había adueñado de mi interior, llevándome a mamar la verga de Rafa con mayor ahínco.

Me abrazo fuertemente oprimiendo mis tetillas, comenzando a bombearme, lentamente para ir acelerando su ritmo rápidamente, percibiendo el roce de su aparto contra las sensibles paredes de mi recto.

El ritmo se transformó en algo frenético, apoderándose de mi cuerpo haciéndome gemir de placer, con algo de molestia, donde esas sensaciones se funcionaban disfrutando ampliamente de ese sexo anal. Chupando con desesperación la verga de Rafa, donde mis sentidos estaban pendientes de lo que sucedía.

Cuando sus embestidas pronto se volvieron más fuertes, más violentas, percibiendo el roce de su verga en mi membrana intestinal, que después de una serie de empellones rápidos y penetrantes supuse que estaba cerca de eyacular, y así fue… su verga tocó fondo en mí y sentí claramente cómo sus tibios jugos, iban irrigando mis intestinos.

Él temblaba, se retorcía apretando mis pechos y sin dejar de pellizcar mis pezones, se convulsionaba y temblaba como un poseído, gruñendo con cada disparo que salía de su verga, y de pronto se desplomó sobre mi espalda, abrazándome exhausto y muy sudoroso, pero sin sacar su verga de mi adolorida funda, cuando el Rafa eyacula en mi boca.

Mi espalda estaba empapada por ese sudor, cuando la quito de mi culo, inexplicablemente comencé a mamarla mientras me masturbaba, percibiendo un sabor extraño pero muy atrayente, posiblemente por esa mezcla de semen y mis heces. Cuando terminé de eyacular, me abrazo, manteniéndome un buen rato, donde los tres nos habíamos fusionado en ese encuentro homosexual.

Permanecimos desnudos desparramados sobre la arena, hasta que después de un buen rato, ambos se me acercaron, besándome a la par, sintiéndome como la frutilla del postre, en parte me alago ser tan deseado, eran mis amigos, cuando no demoró demasiado en volver a tenerlos en mi interior.

Esta relación se prolongó bastante tiempo, donde comenzó a tener algunos cambios, si bien tenía relaciones con ambos, a veces eran individuales y otras no, aunque esporádicamente había relaciones entre ellos.

Aunque jamás me lo comentaron, ni lo dije, me sentía la hembra de ambos, esa extraña metamorfosis, era como una paranoia, comencé a dejarme crecer el cabello, y hasta pintarme los labios cuando estaba con ellos, hasta que, en algunas ocasiones, me ponía la ropa de la hermana del Rafa. Pero esta conversión, lo hice solamente con ellos.

Lo máximo fue cuando me vistieron con ropa femenina y a pesar de intentar negarme, termine haciéndolo, saliendo con ellos, al punto que unos amigos del Rafa, me tomaron por su novia, a esa edad, en algunos rostros de las chicos y chicas no está muy definido el sexo. Las veces que me ponía pollera, las intervenciones sexuales, tenían otra óptica, me recostaban sobre la mesa, levantaban la pollera sacaban mi bombacha,  zapatos, y a veces me pintaban las uñas de los pies color carmín, me decían que de atrás era una niña, algo que me enardecía, para luego sentir sus vergas penetrarme,

Con el tiempo, uno se mudó, yo me fui a estudiar a otra ciudad, hubo cambios de amistades, si bien los recordaba, había sido una etapa de mi vida, las pocas veces que nos volvimos a encontrar no era, ni sentíamos lo mismo.

141 Lecturas/28 junio, 2025/0 Comentarios/por Sofia50
Etiquetas: amigos, anal, hermana, madre, mayor, playa, sexo, trio
Compartir esta entrada
  • Compartir en Facebook
  • Compartir en X
  • Share on X
  • Compartir en WhatsApp
  • Compartir por correo
Quizás te interese
MI MACHO JOVEN Y MI MACHO VIEJO
Creampie para mami
Improvisada Orgía Gay en la Playa Nudista con Mirones (Real)
Papá solo tengo 13 (follando con mi hija)
Jugando al médico
Como Logre un auto placer completo
0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.

Buscar Relatos

Search Search

Categorías

  • Bisexual (1.120)
  • Dominación Hombres (3.396)
  • Dominación Mujeres (2.616)
  • Fantasías / Parodias (2.671)
  • Fetichismo (2.312)
  • Gays (20.641)
  • Heterosexual (7.313)
  • Incestos en Familia (16.584)
  • Infidelidad (4.087)
  • Intercambios / Trios (2.795)
  • Lesbiana (1.080)
  • Masturbacion Femenina (761)
  • Masturbacion Masculina (1.585)
  • Orgias (1.771)
  • Sado Bondage Hombre (413)
  • Sado Bondage Mujer (150)
  • Sexo con Madur@s (3.693)
  • Sexo Virtual (228)
  • Travestis / Transexuales (2.245)
  • Voyeur / Exhibicionismo (2.203)
  • Zoofilia Hombre (2.054)
  • Zoofilia Mujer (1.608)
© Copyright - Sexo Sin Tabues 3.0
  • Aviso Legal
  • Política de privacidad
  • Normas de la Comunidad
  • Contáctanos
Desplazarse hacia arriba Desplazarse hacia arriba Desplazarse hacia arriba