A mi hijo le gustaba la verga de su profesor de primaria
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Ebowl.
En la entrada me dijeron que mejor esperara a que terminé el recreo que acababa de empezar para recoger a mi hijo por que era difícil entre tantos niños, yo tenía nucha prisa, les dije que no podía esperar.
Por suerte en uno de los patios me encontré a uno de sus amiguitos y le pregunté por Oscar, me dijo que estaba en el salón con el maestro, que siempre se quedaba para ayudarle a calificar los cuadernos.
Me dirigí al salón pensando que está bien que ayude a calificar pero ojalá que le diera tiempo de comer algo, siempre salíamos corriendo de la casa y casí nunca desayunaba, al menos yo mismo le hacía un sandwich la noche anterior para que no se quedara sin comer, así no me preocupaba tanto.
Llegué al salón y ví las cortinas cerradas, la puerta y no escuchaba nada, quise buscar una forma de espiar para ver cómo se comportaba Oscar cuando yo no lo veía y al fin encontré un mini espacio entre las cortinas, lo que ví era sorprendente en todos los sentidos, no sabía si entrar pateando la puerta y hacer un escándalo o seguir viendo hasta el final para ver lo que pasaba pues mi hijo se veía muy feliz, no parecía que lo estuvieran obligando a nada.
Ahí estaba el profesor con su cara de holgazán sentado sobre el escritorio mirando hacía la puerta con su enorme verga de fuera, era una verga muy oscura, gruesa y larga, sus huevotes colgaban llenos de pelos y mi hijo con su carita de ángel chupandola cómo si fuera la cosa mas hermosa del mundo, la lamía, besaba y jugaba con ella en su boquita, el es un niño blanquito de ojos grandes y labios rosados, para colmo, el maestro tenia en una mano el sandwich de mi nene, se lo estaba comiendo, con la otra mano empujaba la cabeza de Oscar cuando este entre besos, lamidas y chupadas a su verga intentaba metersela a la boca para mamar.
Mi hijo amaba esa verga, yo nunca antes ví a alguien hacerlo con tanta pasión, al mismo tiempo que me molestaba el espectaculo sentía ganas de seguir viendo.
Oscar es mi único hijo, desde bebé lo amaba y lo cuidaba por ser la cosa mas valiosa que tengo, me lo dejo su mamá cuando nos separamos, me ayuda una señora a cuidarlo cuando trabajo pero ese día la señora no pudo y pedí permiso para ir a recogerlo, por eso era mi prisa, me molestaba que tanto lo cuido y le dedico mis esfuerzos para que un maestro con cara de pervertido me lo estuviera llenando de verga.
Mi chico sostenía su verga con ambas manos, acariciaba sus huevos y él solito movía la verga de un lado a otro para saborearla, se la ponía a lado de su carita y sin despegarse de ella la chupaba por el costado de arriba a abajo, acariciaba los huevos y miraba a su maestro con una carita de amor que yo mismo no conocía, el maestro lo miraba serio, con mucho desprecio, ni siquiera le lanzaba una mirada amable a mi pequeño, a pesar de que el infeliz estaba recibiendo una super mamada y se comía el lunch de Oscar.
De repente mi hijo intentó meterse ese palo a la boca, le costaba mucho, el profesor se limitaba a empujar la cabeza contra su cuerpo con la mano, de alguna manera mi nene se metía un buen pedazo de pito, lo suficiente para que el maestro empezara un mete y saca.
El muy cabron empujaba sin ningún cuidado su cadera haciendo que su vergota golpera la garganta de mi hijo y el chico se fuera hacía atrás casí cayendo, varias veces vi que el pequeño perdía el equilibrio por el golpe de la verga dentro de su boca, en una de esas se hiba a caer, salió de su boca el pito lleno de babas, el profesor lo agarró de los cabellos, le restregó su verga en la cara y limpio la baba de su verga con el rostro del chico, lo estaba golpeando en la cara con su verga, y mi hijo en vez de evitar los golpes trataba de meter más su carita para chupar los huevos
Para esto el profesor se puso de pié, con sus dos manos sostenía la cabeza de oscar para cogerse esa boquita sin ningún trabajo, el que estaba incómodo era mi hijo, sobre el escritorio se veían unos cuadernos abiertos y un pedazo de sandwich que el maestro no se terminó de comer, yo estaba super exitado, mi verga no ppdía estar más dura, sentía un poco de culpa por exitarme con eso y algo dentro de mí decía que debía detener al cabron del profesor, si lo hacía, metería al maestro en problemas gravisimos y al niño lo dejaría traumado, era obvio que no era la primera vez que lo hacía, no importaba lo que le dijera, le gustaba mucho mamar y siempre buscaría la forma de hacerselo a algun otro vato.
Mi hijito se veía hermoso, con su uniforme impecable, el cabello café claro quebrado, su piel de terciopelo y carita divina, el maestro parecía más bien un albañil, regordete, feo, con pantalón de mezclilla y una enorme verga casí negra, si nos compararán yo sería una hombre muy guapo y ese maestro el simio mas asqueroso.
Estando de pié fue aún más salvaje, la metía y sacaba bruscamente de la boquita de Oscar, en un momentó la hundió bastante, por la cara del maestro deduje que se estaba corriendo mi hijo parecía ahogarse y en vez de quitarse le trataba de acariciar las piernas y nalgas con sus manitas.
Cuando terminó el maestro y la sacó se veía más flácida, Oscar quería seguir chupando pero el maestro lo empujó apartandolo, de nuevo Oscar quiso hacerlo y el profesor lo sacudió agarrandolo de los cabellos, no se que le dijo con cara aun mas de desprecio y lo aventó tirandolo al piso. Esta acción hizo que de golpe perdiera mi erección, el muy desgraciado todavía que recibía la mejor mamada de mi angelito lo golpeaba, yo nunca le había pegado.
Me acerqué a la puerta furioso a romperle toda su madre al pendejo, toqué muy fuerte, no se abría, lo pensé un poco y decidí vengarme de otra manera, finalmente abrió Oscar, el maestro estaba sentando fingiendo que revisaba unas cosas, olía a manzana, era un aromatizante, todo estaba muy planeado, le dije a mi hijo que agarre sus cosas, que nos ibamos a casa, al maestro no quise dirigirle la palabra pero tenía que vengarme, nadie hiba a tratar así a mi bebé.
Le dije al maestro que Oscar estaba un poco atrasado en unas materias y el siguiente día que era sábado yo iba a salir de viaje, que me gustaría que vaya y le ayude, yo le pagaría todo muy bien, así mi muchacho no iba a estar sólo todo el día, no podría llevarmelo y al menos vería a su maestro un ratito.
Seguramente el tipo pensó que era su oportunidad de estar a solas con Oscar y cogerselo cómo el quisiera, me pregunto si estaría completamente solo, le dije que si, que en la mañana la señora hacía de comer y luego lo dejaba toda la tarde, el cabron se puso feliz mi pobre chico también, ya nos ibamos cuando el maestro le dió el pedazo de sandwich que el mismo se comía a Oscar diciendole que no se le olvide, y el chico se lo comió.
Ese día mejor no fuí a trabajar, me fuí a la casa con mi nene, en el camino lo traté con mucho cariño, le hablé de el amor, de los diferentes tipos de amor y de sexo, de lo bueno que era cuando se hace con amor, el escuchaba muy atento, todo era nuevo para él. Yo pensaba que era muy chico para esas cosas, estaba apenas en tercero de primaria pero si se metía una verga tan asquerosa, debía saber más. Le conté de lo bonito de las relaciones de pareja y le dije que no importaba si elegía a una mujer o un hombre, yo siempre lo iba a querer así.
El maestro debía recibir su merecido, llamé a mis amigos más desmadrosos de la universidad, les dije que era urgente e importante, para recordar los viejos tiempos, al siguiente día le pusimos una putiza al pervertido, el cabron traía ropa pequeña de mujer, dildos y lubricante en su mochila, nos confesó que era para Oscar, no usamos esas cosas, con un bat con el que uno lo golpeó lo violamos, se lo metimos todo, le salió sangre del asqueroso culo, lo dejamos tirado cerca de la escuela, sin ropa con medio bat entre las nalgas, moreteado todo y sangrando, a mis amigos se los pagué con una fiesta en la playa llena de putas, al maestro nadie lo volvió a ver.
Ese dia llegando a casa, despues de la plática con el pequeño le dije que se quitara su uniforme, me pregunto si al siguiente día de verdad me iba a ir, le dije que no, que él visitaría a su mamá y yo atendería al profesor, cuándo se quito la playerita por primera vez puse atención y se veían moretones, me dió mucha ternura verlo así, lo acaricié, le dí un besito en la frente, otro en la boquita de piquito, hacía mucho no lo besaba en la boca, él me miraba sorprendido y yo a él, sin decirle nada regresé a su boquita, tome sus labios entre los míos, le hice muchas cosquillas besando su cuello y le hice el amor cómo se los merecía. Por suerte era virgen del culito, se lo hice con bastante delicadeza, me vine dentro de él.
A partir de entonces dormíamos juntos al menos una vez por semana y haciamos el amor, en temporadas era todos los días, muchos años despues, a los 16 me presentó a su novio, un chico sonriente, guapo y educado, eran bien cariñosos entre ellos, al otro chavo le sorprendía que no tuviera problemas con su relación, nos hicimos amigos, conocí a su mamá quien igual que yo era madre soltera, empecé a salir con ella, me gustaba que se fijara mucho en los modales.
Chale no me la jale pero me gustó el relato estuvo chido.