A MIS 11 AÑOS CONOCÍ EL CIELO CON EL MUCHACHO MAS HERMOSO
Saludé a Nemesio chico de 16 años pensando que sólo sería un saludo más y wow! cual fue mi sorpresa me hizo suyo como un sueño!.
Eran las 6 de la tarde (hace algún tiempo), en invierno en la Ciudad de México, la hora que se conoce como twilight zone o penumbra entre el día y la noche, regresaba de jugar con unos amigos unas calles cerca de la mía, cuando me encuentro a Nemesio el hijo de un amigo de mis papas que tenia 16 años y era muy, pero muy guapo y simpático, lo saludo y le digo que cómo estaba y me dice que bien pero caliente, le pregunto caliente? de qué? y me dice que había estado con su novia besándose y cachondeándose muy calientes cuando le empezó a meter mano por ente sus piernas y en eso llegó su mamá y tuvo que retirarse porque ya iban a comer.
Nemesio siempre me había parecido un muchacho muy enigmático y con mucha habilidad para ligar mujeres y sobre todo para narrar sus aventuras, lo que nos mantenía embobados a todos los de la cuadra (calle) cuando nos platicaba sus «pato aventuras», lo que nos dejaba muy calientes y listos para correr a nuestra casas y cernos una mega manuela a nombre de Nemesio y sus amoríos y pasiones. A él se le daba eso de «conectar» y ligar con mujeres y con cualquier persona, ese era uno de sus encantos.
Y bueno regresando a lo nuestro y como dicen en este tipo de relatos, procedo a describirme, soy moreno claro, cabello café claro, ojos negros cuerpo y estructura característica de esta edad, pero con un atributo muy singular, tener un culito suave, duro, redondito y paradito, la delicia de mis amigos que nos toquetiabamos producto de las experiencias y el proceso de descubrir nuestra sexualidad, alcances del sentir y experimentar en el apasionante mundo del sexo.
Como les comente no tenia idea lo que quería, me gustaban las niñas y también los niños, aunque creía que era producto de la edad y de la solidaridad y empatía que reviste a esta edad maravillosa donde se hacen los amigos que duraran toda la vida, los cuales defiendes y apoyas hasta la muerte, sin embargo, siempre sentí cosquillas el estar muy cerca de los niños que me gustaban, era como se activada un imán que no podías negarte a sus encantadores efectos.
Regresando a Nemesio, mientras me contaba lo de su novia, se dio cuenta que se me paro mi tierna vergita. Me dijo te calentó lo que te platiqué, le dije que si y mucho.
Me dijo quieres que te platique otras historias de nalgas y chichis, claro! conteste de inmediato. Entonces pasemos adentro de la casa y aprovechemos que no están mis papás.
Wow! dije para mis adentros, esta podría se la oportunidad de que derivara la platica en toqueteos y a lo mejor una buena mamada y una increíble cogida. Deje correr mi imaginación con todo lo que había escuchado y leido en revistas porno. Con mucha expectativa, algo de miedo y mucha calentura (combinación sumamente explosiva y atractiva para un niño de tan corta edad, pero muy hecho para adelante), mi respuesta sin titubeos fue que si vamos! cuanto antes!
Excuso decirle y tiempo después supe identificar esas miradas y reacciones, como de los «cazadores» de presas como el cabrón de Nemesio, me miró como diciendo este «pollito» ya me lo comí, será todo mio.
Me dijo vamos a mi recamara y sirve que te enseño unas revista de viejas encueradas, entramos y me dijo ponte cómodo, voy a pasar al baño, no sin antes ponerme unas revistas porno hetéreas y gay, me estaría preparando e muy canijo, sabía como crear el ambiente propicio.
Dejó pasar algunos minutos para darme tiempo para ver las revistas y elevar el clima de lo inesperado y de la sexualidad a todo lo que daba. Mientras tanto, estaban pasando por mi mente la posibilidad de que me sedujera sin ser tan abierto y fácil en mis gustos por los chico y obviamente por él. Me imaginaba como sería su pene, sus testículos, su abdomen su trasero y todo su aroma. Trataba de pensar cómo podría iniciar el momento sin que pareciera como un abierto niño gay, sobre todo no sabía que fuera a pensar Nemesio, si exponía mi debilidad por los chicos, pero sobe todo el miedo que siempre da de ser objeto de bullying y señalado por los amigos, pero sobre todo que se exponga a los familiares.
En eso entra Nemesio y me saca de mis pensamientos y de plano me pongo muy nervioso. Me dijo, qué te pasa viste al diablo o, qué?.
No, lo que pasa es que estan muy calientes estas revistas le conteste afortunadamente con oportunidad, me dijo tranquilo que no te voya a comer. Me pregunte estará pensando en cogerme, en parte me sobre excitó y me generó algo de mello (miedo) por no saber estar a la altura de la aventura que se acercaba. Toda una alta tensión e incertidumbre, propia de estos momentos.
Avanzó a la cama sin quitarme los ojos de encima para medir mis reacciones y se sentó a un lado mio y me dijo que tal te caigo Juanito (ese es mi nombre), le conteste sin dudar, super! porqué? es que quiero platicarte algo que tiene que ver con esas historias calientes que te dije te platicaría, pero quiero saber si sabes guardar secretos, me pareces el chavo más seguro de la cuadra al que le puedo platicar cosas importantes y maduras.
Chín, dije y ahora qué, de qué se trata esto, me agarro fuera de lugar! No sería que me estaba encantando como serpiente a su presa. Lo que fuera para esta es su casa solos y en su recamara para esa hora ya estaba empapado mi calzoncillo de precum virginal.
Mira Juanito, me dice, a mi me conocen por ser un macho conquistador de muchas mujeres bellas, pero la verdad, en eso hace una pausa prolongada, me mira a los ojos con ternura como si fuera su hijo, acaricia con suavidad y calidez mi cabello, como preparándome, midiéndome y elevando la tensión al máximo, para decirme que el es bisexual. Qué es eso pregunté!
Mira es complicado pero es como cuando quieres por igual a tu hermano y hermana o a tu papá y mamá, los amas por igual, así es ser bisexual, te gustan por igual mujeres y hombre.
Me quede sin habla y paralizado, no solo por la revelación sino por la puerta que me habría a mis propios sentimientos que no alcanzaba a definir. Wow! Estaba hora sí, listo para todo y digo todo porque sus palabras y la forma que me las dijo, me dejaron prendidamente enamorado de Nemesio.
Y dentro de mi curiosidad le digo ¿y por donde haces el amor con los hombres? se queda pensativo y me dice cambiando rápidamente del tema, ¿sabes que es un enema? no! le respondí con rapidez y total sinceridad, me dice ben acompáñame al baño y mientras te explico.
En el baño abre una gaveta y saca una perilla de hule con una como aguja de color negro como del grueso de una pluma y me explica, sabes que se siente estar embarazado, bueno nunca lo sabremos porque somos hombres, pero algo que creo que se parecería a esa sensación es tener agua en el trasero cuando se lo inyectas. ¿Cómo?
¿Quieres saber cómo se siente?, yo ya lo he hecho muchas veces y se siente raro pero emocionante y eso para qué sirve le pregunte. Ah, pues es para que tu colita este limpia de popo y cuando te metan el pene no se manche y no huela feo cuando haces el amor con un hombre.
Bueno! para ese momento tenía todos los sentidos en alerta máxima, una tremenda excitación que nunca había sentido y que se reflejaba en un dolor de testículos insoportable y mariposas en el estomago, aunado a una falta de la respiración por la adrenalina que corría por mi sangre.
Nemesio se me queda viendo para ver como asimilaba todo esto en mi pequeña y tierna cabecita y sin darme posibilidad de que le contestara, me dice déjame enseñarte Juanito hermoso (¿dijo hermoso? eso me ponía en un lugar muy especial en su escala de afectos y entonces re wow! dije.
Sin chistar me quitó mi camiseta, short y calzoncillo, dejando salir mi verguita de 12 cm paradíta chorreando de cristalino precum y super dura, mientras el me veía con ojos de amor y ternura pero sin expresar nada de lujuria, dándome con eso toda la confianza para dejarme llevar por ese escabroso pasaje. Llenó con agua la perilla y tomó un tarro de vaselina y puso algo en la punta de la perilla de enema y otro tanto en mi colita, que para esos momentos estaba toda mojada como si me hubiera metido a la alberca.
Me pregunta ¿te molestó hasta ahorita que te tocara tu colita y te pusiera vaselina? para nada dije, creo que me gustó. Nada, la verdad es que estaba encantado con su melodiosa voz su aliento, la suavidad y el cariño con la que me tocó mi colita.
Bien, agáchate un poco para que te pueda poner el agüita en tu hermosa colita Juanito. Me agache y con sumo cuidado acercó la punta negra de la perilla y con delicadeza fue introduciendola sin que sintiera ningún dolor y si una inmensa sensación de placer y alegría por estar viviendo semejante momento con el chico que admiraba y me gustaba mucho.
Me digo, vas a sentir algo raro que correo por dentro y algo de presión en tu estomago como si tu hubieras comido una sandia y rie para relajar la tensión y facilitarme mas mi transición al placer pleno. Era todo un maestro en esos menesteres, sabía llevarte sin presiones, por tu propio pie, feliz de hacerlo y sin sentimientos de culpa.
Cuando terminó de ponerme la perilla de agua, antes de retirarla me dijo que la sacaría y que apretara fuerte mi rosadito anito por un rato para que hiciera efecto el agua. Que razón tenía o como me «trabajo» muy bien que me sentía embarazado de siete meses. Caminaba desnudo por el baño agarrándome pi panza embarazada. Por primera vez me gustó sentirme mujer y atendido por mi futuro desvirginador.
Ya es hora Juanito precioso, para que dejes salir el agua de tu culito, siéntate en la tasa del baño. Acto seguido lo hice y sin ningún esfuerzo salió todo, dejando muy limpio y rozagante mi rosado y estrecho ano. Me secó con una toalla muy sutilmente y me dijo, ahora si ya estamos listos para mostrarte lo que te decía porqué también me gustan los hombres. Me pidió la mano para que se la tomara y lo siguiera directo a la cama.
Ponte cómodo Juanito que estos espero te encante tanto como a mi me fascina. Acto seguido me acostó y comenzó a acariciar todo mi cuerpo con ternura, al igual que se iba desvistiendo hasta quedar completamente desnudo, lo que me permitió, por la calentura no aguante más y deje me aterrada postura de venadito para el matadero y me le abalancé a su entrepierna y directo a su hermoso glande y verga gruesa de enormes 16 centímetros (a mi me parecía gigante comparada con los imberbes penecillos con los que jugábamos mis amigos y yo) lo primero que deguste fue un abundante cóctel de precum muy espeso que tenía un sabor dulce como la miel residual y lo más sorprendente fue el olor que llegó de sus huevos, tan poderoso, que me hizo dejar de succionar semejante pedazo de hermosa carne para clavar mi nariz en sus ingles.
Oh! que delicia de aroma, no olía a orines como les olía a mis amigos de la cuadra de mi misma edad. No! era un aroma cautivador imposible de explicar pero que perturbaba todos mis sentidos por generar descargas de alegría y atracción sobre natural. Oh! que delicia le decía al que ya sentía mi mejor amigo, mi amor, mi hombre, todo!
Mi Juanito tierno, déjame llevarte por varios cielos y paso a besarme mi pipis y mis testículos, Oh! Dios santo que delicia sentí, la sensación de sentir su boca húmeda succionando mis genitales, con la pasión que le imprimía, no pude más y me comencé a venirme con descargas eléctricas que antes no había sentido, hasta me arque de la fuerza de las contracciones. De plano grite haaaayyyy qué es esto mi amor! ¿Dije mi amor? que estoy diciendo, esta experiencia me está haciendo decir cosas que jamas hubiera dicho consciente de mi sexualidad.
Ya mi ni niño ya, me consolaba y sin dejar de acariciarme subió y me dio un prolongado beso aún con rastros de mi semen, que me sentí el niño más querido y deseado del mundo, mejor que cuando llega Santa Claus y Los reyes Magos, Ja, ja, ja reí para mis adentros.
Me sentía como si hubiera corrido un maratón con piedras en las piernas, las tenía todas flácidas y sin fuerzas. Estaba pensando en lo delicioso del momento y lo feliz que me sentía cuando me dice al oído mi Nemesio, ahora déjame llevarte nuevamente a otro cielo muy especial. Wow! dije según yo ya había tocado las estrellas. Comienza a bajar por mi pecho besando todo mi cuerpo y me gira boca abajo para ponerme una almohada en mi abdomen y me dice relájate mi Juanito que esta es la preparación para el cielo final. ¿Cómo? dije será si yo ya no puedo ni con mi alma, pues ya veras lo que logramos mi niño.
Comenzó a besarme tiernamente mis glúteos tratando de abrirlos que por lo durito de mis nalgas y lo redonditas, no rea tan fácil accesar a mi virginal hoyito, me dijo que sabían muy bien mis nalguitas y que esperaba degustar mi cerradito esfinter rosadito, palpitante y tremendamente empapado de ganas, que dicho sea de paso, ya había logrado ponerme nuevamente recto y duro mi pequeño pipis.
Oh! wow! que delicia sentir la lengua de mi machito en mi hoyito, comencé a berrear de placer y no parar de decir que que rico se sentía, pero no sabía lo que venía, cuando me introduce un dedo sentí una presión y subió de temperatura la sensación y la delicia de que hurgara en mi colita.
Le decía no pares mi amor, no pares por favor, quiero sentir tu verga dentro de mi hasta el fondo chiquito! Bueno, hasta mi lenguaje afectivo salió a relucir como una fuente brotante hacia mi primer penetrador y degustador de culos de niñitos tiernos.
Así siguió torturándome con dos y tres dedos para ajustarme a su verga y no propiciarme dolor alguno, mientras yo no paraba de alabarlo y decirles cosas hermosas, pero sobre todo lo agradecido que estaba de esta maravillosa experiencia, para pasar a apuntalar su glande en mi orificio ya hidratado y dilatado, diciéndome: Juanito te va doler tantito pero lo haré con mucho cuidado y después entrarás de lleno al tercer cielo mi corazón.
Así fue, precionó lentamente para que fueran cediendo las paredes nunca antes exploradas por pene alguno. Sentí claramente como su prepucio se quedaba en la orilla de mi esfinter, para dar paso al glande lubricado por un espeso y adorable precum, que facilitó la entrada de la cabeza, no sin producirme un dolor agudo como si estuviera entrando un palo grueso y duro y no la suave pero firme verga de mi Nemesio.
Me preguntó que si me dolía y le dije que no, porque era mucho más fuerte la excitación de ser poseído por eso bello y hermoso joven, que además era muy tierno.
Después de unos cinco minutos continuó la penetración muy despacio acompañada de besos en la nuca y mi oído, que no sentí gran dolor, fue soportable y estaba dispuesto a tener toda la carne adentro de mis entrañas, llenando mis estrechas paredes anales. Cuando me di cuenta, ya tenia sus incipientes bellos pero muy tersos de su pubis y sus huevos, lo que me dijo que ya era todo suyo, para todo el placer que quisiera darme.
Ya chiquito, me dijo voy a empezar a llevarte conmigo al cielo. Comenzó el mete saca, lo que me produjo una enorme satisfacción, que hasta me empezó a doler la cabeza de tanta felicidad sentir ese pedazo de carne puliéndome todo mi anito rosadito y ya plenamente desvirginado, con felicidad extrema, solo decía así mi vida, así mi corazón, duro por favor, hasta dentro, no pares por favor!
Nuevamente no pude contener tanta lujuria y satisfacción que le daba a mi colita, que nuevamente me vine sin tocarme mi pequeño pipis, a lo que gritaba me vengo, mi sol me vengo, hayyy que ricura, estoy en el cielo mi hermoso hombresito.
Al sentir mis contracciones de mi esfinter le propiciaba mi venida, me dijo mi Juanito te voy a llenar de leche calientita y te voy a preñar, así tan chiquito como estás mi Juanito. Y comenzó a gemir y a decirme cosas hermosas y se aferraba a mis caderas para que no me fuera a escapar a semejante embestida. Sentir crecer su glande e inyectar su lechita en todo mi culito, es una sensación fuera de este mundo, llena de placer y plenitud.
Le pedí que no se saliera, para seguir degustando ese trozo de carne que me había hecho tan feliz, mientras acariciaba sus ricas nalgas duras y las apretaba hacía mi para que no se separara ni un centímetro de mi colita ya muy caliente, hichada y rosada por tanta fricción, pero feliz.
Sin decirme nada comenzó nuevamente a moverse suavemente, despertando mi colita e ese sueño seductor y también mi pipis, que al sentir su abdomen, pecho y su verga moverse nuevamente, regreso la agitación y el placer, pero yo ya no podía, tenia todo el cuerpo a su merced, flácido e inerme e inclusive con la posibilidad de ni siquiera pudiera ponerme de pie.
Pero resultó más fuerte el deseo y las cosquillas del placer que el dije ya no por favor mi corazón, ya no puedo más, rogándole no me escuchara y siguiera. Regresó el baile rítmico del viejo mete saca, esta vez aumentada la sensación por estar adolorido y ardido mi culito, que le agregaba un nuevo valor a la excitación: placer con dolor, una rara combinación pero poderosamente adictiva. Cuando empezó a acelerar las embestidas le rogué que no se viniera en mi colita, que quería probar su lechita, a lo que accedió con gusto.
Sacó su verga dejándome un enorme vacío y sensación de abandono que propiciaba estar adentro de mi empalándome, haciéndome suyo, cuidándome y protegiéndome por el simple hecho de estar adentro de mi ser. La puso delante de mi boca y comenzó a masturbarse, pero no quería que salieran chisguetes sobre mi cara, cuello y pelo, quería toda la leche para mi, sí que cuando vi que se tensó y comenzó hacer caras de éxtasis, me metí toda la verga a mi boquita y recibir ese néctar de los dioses, paladiándolo y degustándolo, sin desperdiciar ni una gota, inclusive lo paladeaba para memorizar semejante sabor del chico más hermoso de la cuadra.
Lo que continuó, es muy interesante y apasionadamete, ya que surgieron algunos incidentes que le pusieron mucha emoción e inteligencia para poder sortearlos con éxito. Si me dan oportunidad se los platicaré en otra entrega.
Saludos.
Juanito [email protected]
Que envidia por nemesio….
coko sigue pro faovr
Te prometo hacer un cierre igual de caliente y excitante, saludos!
Genial