A mis 12 años me desvirga papá de mi mejor amigo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Actualmente tengo 21 años.
Aún que ahora tengo bien definida mi orientación sexual.
A la edad de los 12 todo me daba miedo, era muy tímido y aún que quería conocer más de sexualidad, temía a las burlas y rechazo si tocaba el tema.
Cursábamos el 1ro de secundaria fernando y yo, ambos teníamos 12.
Él era en más guapo del salón, desde el primer día de clases nos tocó juntos y desde ese momento nos hicimos amigos.
Yo ya sentía atracción por los hombres y por ende POR ÉL.
Supongo se me notaba algo extraño al hablar o caminar por que algunos compañeros me preguntaban si yo era gay, pero yo por pena siempre lo negaba.
Me sentía patito feo en esa época.
Era llenito, cara de niño, piel blanca, ojos grandes.
Se me botaban piernas gruesas y nalgas abultadas dado mi sobrepeso, que no era mucho pero era bajito aún.
En esa época de llenito odiaba usar playeras sin suéter por que se me botaban los pechos abultados y parecían de niña puberta.
Al correr se botaban más.
Era por eso que odiaba las clases de deporte.
Dichas clases las impartía el maestro Antonio papá de Fernando, mi mejor amigo.
Era tan despistado e inocente en esos días que nunca me di cuenta que me profesor de deporte disfrutaba observándome correr fijando su vista en mi trasero y mi pecho abultado de niño gordo.
Esas clases de deporte me parecían eternas.
Y no por el deporte si no por que odiaba como se notaba mi pecho.
Así que una vez terminando la clase corría a ponerme la polo del uniforme encima.
Un día viernes al terminar las clases y luego de tanto insistir fernando fuimos a su casa a hacer tarea.
Su casa quedaba a escasas cuadras del colegio.
Su papá, el maestro Antonio nos llevaba caminando.
Y mientras lo hacíamos comentaban que el día siguiente sábado irían de nuevo a las clases de natación de un deportivo donde el maestro Antonio las impartía.
Entre esa platica el maestro me preguntó si no estaba interesado en ir para aprender a nadar.
Él mismo se ofrecía gratis a enseñarme y inscribirme como si fuera su hijo junto con Fer.
Yo acepté y acordamos que me mamá me llevaría al deportivo a la hora indicada el día siguiente y con las prendas indicadas para las clases.
Ya en el deportivo mi mamá me dejó ahí y acordó con el maestro Antonio que me recogería en su casa en 3 horas.
El maestro nos mandó al baño a ponernos el traje de baño.
Fer sin pudor se empezó a desnudar.
Yo no sabía para donde mirar, moría de nervios pero también quería ver su cuerpo sin ropa.
Me hice a un lado en una banca para quitarme los tenis y él se empezó a quitar después de la camisa en pantalón quedando sólo en calzón.
Yo con tan sólo 12 años y cero experiencia en esos temas sexuales me empecé a excitar viendo como se le marcaba su pequeño bulto en reposo.
Fer además de ser el más guapo del salón ya empezaba a tener un cuerpo hermoso gracias a la natación.
De pronto se saca el calzón para ponerse el traje de baño y queda sin nada!!.
No lo podía creer, el primer pene que veía, que aún que estaba flácido era grande, sin circuncisión y era del niño que me gustaba.
Trataba de disimular pero no podía dejar de verlo.
Gracias a Dios él no se dio cuenta ya que yo hacia lo mismo a la vez para ponerme en traje de baño.
Y aún que odiaba mi pecho abultado me quité la playera quedando ya sólo en el traje y chanclas mientras seguía de reojo viendo el bulto de Fer ya cubierto por el bañador.
Tan embobado estaba viéndolo que no me di cuenta cuanto tiempo tenía el maestro Antonio cerca de nosotros observándonos.
Hasta qué escuché a mi lado -Ya están listos niños?!!! Mi sangre se fue a los pies.
Estaba seguro que me había visto cuando veía el pene y el trasero de su hijo FER.
Ya en la alberca todo normal.
El maestro dios sus clases a todos los niños y a mi me puso en la orilla con una tabla a hacer cosas básicas ya que no tenia ninguna experiencia y los demás incluyendo a Fer estaban muy adelantados.
Todo ese momento me sirvió para ver no sólo a Fer de quien ya estaba enamorado en secreto.
sino también descubrí el hermoso cuerpo que tenis su papá.
Alto, de espalda enorme, pechos marcados y llenos de bellos.
Piernas gruesas bulto enorme , brazos gruesos y también llenos de pelos.
Todo el tiempo que duró la clase además de hacer las dinámicas que me puso.
No dejaba de ver a ambos.
No sabía cual me gustaba más.
Se tal palo tal astilla.
Una vez terminada la clase mandó a todos a bañarse incluyendo a Fer.
Se quedó sólo conmigo y me dijo -Vamos a enseñarte a nadar pero en la parte más profunda para yo llevarte.
Dicho esto me dijo que me saliera del agua para recorrernos a una parte más profunda.
Al salir noté que su mirada se clavaba justo en mi pecho.
Eso en lugar de apenarme como simple me sucedía, me gustó, mi corazón dió un salto.
Me dio una nalgada suave y dijo -Anda, salta al agua, yo te sigo para ayudarte.
Me dió miedo y se lo dije.
-No tengas miedo me dijo.
Y cargándome en sus fuertes y peludos brazos me lanzó al agua.
No se en que momento se lanzó él pero en segundos ya estaba atrás de mi haciéndome flotar con su cuerpo pegado al mío.
Esa sensación de tener un hombre como él rozando su cuerpo atrás del mío era increíble.
Ustedes entenderán a lo que me refiero.
Todo para mi era nuevo.
Y aún que el maestro sólo "daba sus clases" mi cuerpo reaccionaba ante su cercanía.
Me dijo que tratara de flotar y él ponía sus manos en mi estómago para ayudarme.
Me pedía que pataleara para avanzar.
Sus manos me sostenían y en ocasiones rozaba mi pequeño bulto que ya se había erectado gracias a su cercanía.
Cosa que él notó de inmediato.
La clase personal continuo entre que me cargaba, me abrazaba, se colocaba detrás de mi poniendo sus manos sobre mis pechos, los apretada, sentía su bulto cada vez más duro rozar mis nalgas vírgenes.
De verdad no podía creer lo que sucedía y no quería que terminara.
En eso estábamos mientas se colocaba detrás de mi y me tomaba debajo de los brazos sentí su bulto entre mis piernas que tenía yo un poco abiertas.
Lo tenía duro y en ese momento ya descaradamente lo empujaba hacia mi por que sentía rozar en mi culito la dureza de su punta.
Yo sentía delicioso.
Me bajaba y me subí con la ayuda del agua y sobaba a la vez mis pechos de niño gordo.
En ese momento ya no daba clase.
Sólo me restregaba su cuerpo por atrás y yo me dejaba hacer a su antojo y lo disfrutaba como loco.
De pronto una voz nos sacó del trance.
Era Fer que había regresado ya vestido y tenía hambre.
Su astuto papá le dijo que se adelantará al restaurante del deportivo y pidiera algo.
Dijo que ya casi terminaría con la clase y en un rato lo alcanzábamos.
Fer nos volvió a dejar solos, justo en ese momento el maestro me dijo que me sostuviera de la orilla.
Y como estábamos en la parte más profunda yo lo hice de los barrotes de la escalera.
Él se puso atrás de mi y ya descaradamente me restregó su dureza entre mis nalgas y volvía a sobar mi pecho.
Mientras besaba mi oreja y me preguntaba -Quieres que siga?, yo se que te gusta, vi como te comías con los ojos a mi hijo.
Yo con voz temblorosa sólo dije; -SI pero tengo miedo.
-No temas, contestó yo te cuidaré.
Diciendo esto metió sus manos bajo en agua y me quitó el traje de baño dejándome completamente desnudo.
No se en que momento se había quitado el suyo pero sentía claramente su pene enorme entre mis piernas rozar entre ellas y su glande empujar mis pequeños testículos.
Me yo sólo cerré los ojos mientras me sentía en la gloria.
Él mientras seguía masajeando mis pechos y rozando bajo en agua su gran verga entre mis piernas.
La sensación era de otro mundo, no sabía yo que pudiera existir tal placer.
Y eso era sólo el principio.
Ya que después de unos minutos más se detuvo y me pidió que subiera sólo un escalón de la escalera para observar mis nalgas.
Cosa que obedecí como toda una puta que me sentía en ese momento.
Él estándo justo bajo mis nalgas empezó a lamer mi culito de forma desesperada como si la vida se le fuera a ir en ese momento, woooooooow era una delicia sentir su lengua lamerme el culito y tratar de métela.
Sus dos manos me sostenías de las nalgas, yo aferrado a los barrotes de la escalera y él dentro del agua con su cabeza entre mis glúteos dándome un placer indescriptible y nuevo para mi.
Lamía y lamía haciendo temblar mis piernas, sus manos en mis nalgas me hacían bajar y subir a su antojo mientras él se comía mi culito dándome ese placer hasta ese día desconocido
Luego de seguir lamiendo me empezó a meter un dedo, cosa que fue fácil gracias a lo caliente que me tenía.
Lo empezó a mater y sacar lentamente, creo que rozaba mi esfínter por que mis piernas temblaban más que con la lamida de culito.
Enseguida trató de meter un segundo dedo y eso fue un poco doloroso, pero como su lengua seguía entre mis testículos y mi culo el dolor se mezclaba con un placer delicioso.
Así que aguantaba como una zorrita a su mercé.
Luego de poder meter esos dos dedos en mi culito y lamerme hasta los testículos para relajarme.
Me pidió que me metiera de nuevo al agua.
Me fui bajando de espaldas a él con sus manos en mi cintura, que las fue subiendo a mi pecho para apoderarse nuevamente de ellos y empezar a masajearlos deliciosamente mientras colocaba su gran y grueso pene entre mis piernas haciéndome sentir en el cielo.
Se acercó a mi oído y me preguntó -La quieres dentro?.
Yo sin emitir palabra dije si con la cabeza.
Él bajó su mano derecha mientras la izquierda seguía masajeando mi pecho.
Tomó su verga y la fue colocando con habilidad justo en la puerta de mi culito que ya estaba dilatado, aún que no lo suficiente para recibir ese tamaño de falo.
-Tranquilo mi ñiño, te dolerá poco pero sólo será el principio, no hagas ningún ruido para que no nos descubran por favor.
Diciendo esto empezó a hacer presión para poder meter la cabeza de su pene en mi culito virgen de verga.
La sentía enorme, dura como piedra y caliente como brasa.
Yo eché mi culo hacia él para cooperar y justo en ese momento siento como su cabeza atraviesa mi agujero provocándome un dolor horrible y y nuevo para mi.
Sólo gemí y traté de safarme.
Cosa que no me dejó el maestro.
Sólo me dijo -Pasará rápido, espera, ya viene lo bueno.
Sentir su boca en mi oído y escuchar su gruesa voz hablando con dulzura que sólo dije si de nuevo con la cabeza y aflojé el cuerpo.
Mientras él con una mano seguía acariciando deliciosamente mi pecho y con la otra tomaba mi pequeño pene y lo sobaba excitandome cada vez más para poder meter poco a poco más su pene.
Lo sentía claramente invadir mi cabidad, era enorme, demasiado duro.
Su respiración era cada vez más agitada, parecía que nunca iba a dejar de entrar, era muy largo y no sabía cuanto faltaba, sólo sentía que poco a poco ese enorme falo me llenaba por dentro desgarrando algo pero a la vez me daba placer extraño.
Su mano derecha me masturbaba lentamente mientras su verga llevaba más de la mitad dentro de mi.
De pronto deja de tocar mi pene, sujeta mi cintura y me jala hacia él empujando todo su cuerpo y su pelvis hacia mi, metiendo en resto de su gruesa y dura hombría en mi delicado agujero -aaaaaaaagh!! Como les explico lo que sentí, esa mescla de dolor con placer infinito, esa sensación de estar inmóvil, rodeado de fuertes brazos, con ese gran y hermoso cuerpo pegado al mío y tener toda su verga hasta el fondo de mis entrañas, esa respiración de macho excitado en el oído diciendo -wooooooow que rico!!.
Lo único que hice fue contraer mi culito provocando un gemido de placer y con eso lo invité a que empezara a moverse de adentro hacia afuera, primero lento y suave pero después más acelerado y salvaje.
Sus manos aferradas a mi me vivía a su antojo, sus embestidas eras cada vez más deliciosas, su respiración más agitada y sentí que su verga era cada vez más grande, me sentía lleno por dentro, me sentía enamorado, excitado al máximo y sobretodo deseado y amado.
El agua no ayudaba mucho.
Sentía dolor de repente y se lo dije.
-Ya voy a terminar, me dijo.
Empezó a acelerar más sus embestidas, empezó a gemir, a decirme; -Que rico estas mi ñiño, gracias, gracias por darme tu culito aaaaaaahh.
Y diciendo esto empezó a combulsionarse y lanzar líquido caliente y espeso en mi interior, temblaba y seguía dando los últimos empujones hacia mi mientras su mano derecha nuevamente tomaba mi pequeño pene y me empezaba a masturbar provocando mi primer eyaculacion abundante y deliciosa mientras contraía mi culito apretando más su hermosa verga y haciéndolo gemir otra vez a él.
Mientas lanzaba mis últimas gotas de semen virginal él seguía empujando su aún duro pene en mi agujerito.
Seguía con su mano moviendo aún mi pene dándome placer y besaba mi oído diciendo -Gracias mi niño, al fin se me hizo, no sabes las ganas que te tenía.
Una vez que se le bajó la erección y su pene salió sólo de mi anito, me dio vuelta quedando de frente los dos, me mamó mis pechitos provocándome una última oleada de placer extraño y mientras apretaba mis nalgas me dijo.
-Ya es tarde, es hora de irnos.
Me pasó mi traje de baño se puso es suyo y me mandó a bañar.
De regreso a su casa me quedé dormido del cansancio en el coche.
Las cosas mejoraron desde ese momento para mi.
Mi autoestima subió como la espuma y mi mejor amigo y su papá fueron mis primeros amores.
Continuará.
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