A mis 15 me penetró por primera vez un religioso del cole.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Andru76.
Cuando estaba en 10mo, justo el año en que cometi una lujuriosa locura sexual con un compañero de clases en retiros espirituales, un religioso en formación en el colegio de hermanos en el que estudiaba se hizo muy amigo mio.
Como ya he contado en otras historias, siempre he sido líder y ando en todo, asi que me conocía los hermanos de todos los colegios de la ciudad que eran 4 y compartia con ellos.
Este chico de unos 22 años, que era de la zona de la costa, moreno, acuerpado, con rasgos faciales muy delicados y una forma de hablar que enamoraba, se fue metiendo en mi vida con la intención de algo personal.
Yo no le prestaba mucha atención y le seguía el juego con las carticas que nos mandábamos donde insinuaba querer hacerme cosquillas en mis labios con su bigote.
Yo sabia la intención y no me daba miedo, pero no lo veía con la seriedad de una relación de llegar a algo verdadero, solo eran carticas.
Salimos varias veces, yo tenia 15 años, bien desarrollado a esa edad, era buen deportista, y se las chicas en la clase de educación física siempre me molestaban haciendo comentarios de mis piernas que les encantaban.
Un dia hablando por teléfono con Miguel, el religioso que les hablo, me decía que quería hablar seriamente conmigo y que probablemente podía llorar y esas cosas y que quería que nos fueramos para un cuarto en unas residencias para hablar.
Yo le pregunte porque no hablábamos en otro lado pero el insistia en la privacidad.
Yo sabia que era mas que eso, pero solo me imaginaba que llegara a besarme y sentía la curiosidad que alguien mayor me besara, pues siempre he estado con chicos menores que aunque tenían mas experiencia pues no se compararía a la de un adulto.
Finalmente termine por aceptar y quedamos un dia en semana en la tarde en el centro.
Cuando nos vimos nos abrazamos como usualmente lo hacíamos, como buenos amigos, pero se le notaba diferente, nervioso.
Si han leído los relatos anteriores, sabran que mi madre trabajo en un hotel sencillo y por tanto conocía algo del gremio, y sabia que no se aceptaban parejas con menores de edad, sin embargo por la zona que me llevó, que bien debía conocer, entramos a un lugar algo feo, y el pidió una habitación para un rato.
La señora me miró, hizo una cara extraña y le dio las llaves.
El pagó y fuimos a un segundo piso.
Hacia calor y había un ventilador, una cama, un baño y una silla.
NO mas.
Me sentía muy raro, el le puso seguro a la puerta, además de un pasador extra, encendió el ventilador que bien lo necesitaba porque estaba lleno de sudor.
Yo me senté en el borde de la cama, como dando espacio para que el hiciera lo mismo y comenzara con lo que tenia que decir.
Entre ademanes bien nerviosos, y palabras rebuscadas con miles de justificaciones dijo lo que ya me esperaba.
Que su angelito, asi como me decía, me amaba como hombre, y quería sentir algo mas que un abrazo, que quería besarme y darme todo su amor.
Yo lo veía todo muy inocente a pesar del escenario en que estábamos, y le hice una cara que decía que sufria mas de lo que necesitaba que estaba bien.
Yo no lleve la iniciativa de besarlo, pero el después de preguntar otras dos veces y asegurarse que no reaccionaria de otra manera me beso suavemente los labios.
Yo esperaba mas acción después de lo que ya había aprendido con pablo, un niño de 10 años ya hacia 3 años atrás.
Asi que como todo un experimentado le puse mis brazos sobre su cuello y le enseñe para que era la lengua.
Abri mi boca entre sus gruesos labios, y eso fue el detonante de la pasión.
El agarro mi cuerpo que a pesar de estar bien desarrollado, era pequeño al lado suyo que era un moreno fornido.
Abrió su boca y se trago la mia, ahora su lengua se movia en mi garganta, combinada con esa delicia de chupeteo de mi lengua que me encantaba.
Cuando volvi a la realidad estábamos acostados, yo sobre el besándonos apasionadamente, detectando que estaba con una erección que chocaba con la de el que definitivamente era mucho mas grande aun.
Esta vez no preguntó nada, solo me miro, me besó nuevamente y estremeció su cuerpo metiendo sus manos bajo mi camiseta, ahora me acariciaba la espalda, besándome aun mas apasionado, y haciendo unos pequeños movimientos de cadera.
No hacían falta palabras, estábamos ardiendo.
Me quitó la camiseta y ya sabría que tendría sexo con ese tipo.
Comencé a mover también mis caderas como dando permiso a mas y el pulso de el se desbordó.
Se levantó rápidamente para dejarme boca arriba sobre la cama.
Se quito su camisa de abotonar, la cual a medida que safaba uno y otro botón dejaba ver un pecho que solo había visto como se marcaba.
Pero ahora al desnudo notaba como estaba bien definido, sin vellos lo cual me gustaba aun mas, unos pesones que dejaban ver un pecho mas musculoso, y algunos musculos bien definidos en su abdomen.
Ufff que suerte tenia que alguien asi me deseara.
Ahora me beso el cuello mientras sus manos curoseaban mi pecho y mi abdomen, mientras iba bajando probando todo con su lengua.
Alzó mis brazos y lamio mis axilas, tomo mis pectorales con sus dos manos y se los tragaba con su boca, luego dibujo mi estomago con su lengua, y dentro de mi deseaba que ya llegara mas abajo.
Desabrochó la correa de mi pantalón, lo desabotonó, bajo torpemente la cremallera y los bajo hasta mis muslos dejándome en calzoncillos.
En esa época no se usaban bóxer, sino calzoncillos, y solia pasar que mi pene erecto no cabía dentro, pues tampoco venía con encaje, asi que la punta ya se asomaba y al ver su cara se lamio los labios como si viera un manjar y sin pensarlo dos veces en un acto mientras bajaba su cabeza, sus manos bajaron el resto dejándome vulnerable y se metio todo de una sola vez.
Tambien era la primera vez que me lo mamaba un adulto, osea los niños antes no podían tragarla toda, pero este hombre casi se metia mis testículos también, y eso que ya me media unos 15 cms.
Bajo y subio su cabeza, masturbándome a la vez que su lengua jugaba con mi glande, la sacaba me lamia morbosamente sacando su lengua y mirándome a los ojos, y volvia a tragársela a un ritmo lujurioso, a la vez que ya sus manos apretaban respectivamente mis nalgas empujandame al ritmo que me mamaba y acercando cada vez mas y de forma tímida sus dedos a mi ano que a cada momento quedaba mas expuesto antes los movimientos que también separaban una nalga de otra.
Yo para ese momento estaba en trance, si hubiera querido parar hubiera necesitado de un terapeuta, yo jadeaba y gemia un poco intentando no terminar aun, asi que de algún modo baje mis manos y detuve su ritmo desenfrenado con un movimiento que invitaba a cambiar de posición.
El comprendió el mensaje y se paró intentando desnudarse pero no lo deje.
Ya sentado yo en la cama, y con toda la paciencia, desabroché su pantalón.
Era necesario bajar el ritmo o todo acabaría muy rápido.
El se desesperó pero aguanto mi intencional ritmo lento y despiadado.
Baje lentamente sus pantalones como si apenas lo estuviera calentando cuando ya casi rompia su ropa con la gran erección.
Al bajar también tenia calzoncillos, estos de talla mas grande en proporción a los mios, y todo su pene se abultaba exageradamente que hasta me asusté.
Ya estaban mojados de su pre-semen y el olor a sexo volvia a acelerar los corazones.
Le agarre ese gran pene por encima de los calzoncillos, y ya bien acomodado podía sugerir que eran unos 20 cms, algo que en verdad nunca había visto.
Ya la curiosidad me llevo a bajarle todo, y ver una hermosa verga sin muchas venas, gruesa, un gran glande, depilada y babosa.
Nueva experiencia, siempre quise probar eso, y ya lo mas que había visto era en mis pasados retiros y seguía asombrándome.
Disfrute ese pene como una gran golosita, chupando, saboreando, siguiendo cada contorno con mi lengua una y otra vez, agarrando con mi mano derecho, mientras la izquierda le agarraba una gran pierna.
El comenzó con su propio ritmo irrespetando mi gran momento y en unos segundos ya me estaba atragantando y eso que no la tenia toda.
Definitivamente el tampoco quería terminar aun, pero si quería proseguir con todo el acto, asi que termino de desvestir, e hizo lo mismo conmigo.
Me dio vulta y me tiro boca abajo en la cama.
Se lanzo encima mio acariciando mi espalda salvajemente, besando mi cuello y pasando su enorme pene entre mis nalgas.
Se sentía rico, pero un momento.
Acaso quería penetrarme a mi? Siempre he sido yo el que hago eso, aunque debo confesar que en algunas ocasiones curosee metiéndome un lápiz a ver que se sentía y lo hice en varias ocasiones.
No dije nada, solo me deje llevar y el sudoroso pene comenzaba a abrirse paso poco a poco, y esa presión comenzó a exitarme mucho, esa sensación es muy rica.
En unos momentos mas, tal como cuando se destapa la botella de champagne, su cabeza estaba dentro.
Fue mas la sensación extraña que el dolor.
Todo el sudor y pre-semen estaban lubricando bien.
El se quedo quieto esperando mi reacción, que no fue otra diferente a mover mi trasero tratando de meter mas.
No puedo negar que el proceso tuvo instantes de dolor, pero se compensaba con una relajación y movimiento interno que abria paso, y no mucho tiempo después sus testículos acariciaban mis nalgas.
NO me sentí muy comodo con un movimiento rápido, además que no estaba preparado para algo asi, e internamente se me revolvió todo a pesar de que lo disfrutaba.
Obviamente el sintió, pero no iba a dejar la emoción de descularme por algo que se traía en secreto con ese encuentro.
El ritmo lo lleve yo, el me estuvo acariciando el pecho y bajo sus manos para masturbarme, y ya muy emocionado sentí ese placer de mi culo latiendo con el pene adentro y mi pene a punto de estallar.
El se volteó quedando de espaldas en la cama conmigo sobre el conservando el movimiento mientras llenaba mi pecho con mi propio semen.
Punto importante, ya había sentido el placer de eyacular como nunca, pero que mi semen saltar lejos de mi estomago fue algo que no podía comprender.
Ese acto lo volvió loco, y esparciendo con sus manos todo ese semen por mi pecho, hizo movimientos mas bruscos sacando mas su pene e invistiendo salvajemente.
Ya no quería mas, después de eyacular no me parecio divertido, y con suerte sentí como su cuerpo se estremeció, su pene se hincho en mi culo, y ese liquido caliente por montones se sumo al juego.
Ambos estábamos super sudorosos, satisfechos, aun sin poder decir palabra.
El saco su pene y esa parte no fue para nada divertida, estaba sucio de mi trasero, pero además con manchas de sangre y semen.
El se alarmo un poco por todo, pero mas por la sangre, pero le dije que valia la pena, y esperaba que no fuera nada grave.
Definitivamente había que ir al baño.
Antes de bañarme me sente en el hinodoro y parecía que se estuviera vaciando todo.
No fue tanta la sangre.
Nos bañamos por separado mas por asearnos bien cada uno.
Al salir no hubo siesta, ni conversación ni nada, solo unas miradas complices mientras nos vestíamos y el cerebro procesaba lo que había sucedido.
Esa fue la única vez que tuvimos algo, aunque deseaba mas, en mi casa vieron algunas cartas muy insinuantes y todo se volvió un problema que termino por aislarnos del todo.
En ese resto de año y el siguiente pasaron algunas cosas no muy importantes en mi vida sexual.
Seguia deseando a mi mejor amiguito que tenia apenas 13 años, quien me había dejado en claro que nada con maricas, aunque nos tratábamos como hermanitos y eramos cariñosos.
Esa historia tomara mas tiempo, pero ya pronto llegara el ejercito donde tuve tres experiencias que ya les estaré contando.
Espero les haya gustado, mi interés es no ser solo lo erotico sino agregar historia, y que logre llevarlos por ese mundo que solo puede crear un buen relato.
Espero sus comentarios y gracias por leerme.
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