A MIS 7 AÑITOS PROBANDO MACHOS ADULTOS 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola a todos y gracias por sus comentarios, creo que ellos son el motor de nosotros los que escribimos relatos para seguir trayéndoles mas de nuestras vivencias. Bueno, vamos a lo que vamos. (Lean mi relato anterior y pónganse al día mis amores, me da jartera resumir).
Después de esa pedofila-incestuosa-morbosa desvirgada complaciente, mi tío Andrés agarro la costumbre de culiarme cada noche, según él, eso era para que yo me acostumbrara a la verga adulta, que sólo lo hacia por mi bien (ustedes le creen? ja), ese resto de semana me lleve una lluvia de verga ilegal, la verdad es que aunque me dolía siempre la primera enterrada, lo que seguía era diversión y completo placer. Mi pobre madre jamás imaginó la verga que yo llevaba cada vez que ella se iba de turnos en esa clínica; por mi parte me volví adicta a ese macho desaseado, su olor constante a gasolina me emborrachaba, sus uñas negras y sus pelos faciales me parecian tan sexys. Claro esta y debo reconocer que a esa edad no diferenciaba muchas cosas, pero me dejaba guiar solo por mi instinto de hembra rasa, si, hembra, porque asi me sentia con él y así me siento hoy que gracias a tratamientos tempranos de hormonas he logrado la apriencia que siempre habia querido, pero esa parte la dejare mas adelante, porque tiene mucha tela que cortar.
Mi tío Andrés, seguía en sus andanzas drogadictas, la verdad yo no entendía ese parte y no sabía la gravedad del asunto, yo sólo recibia mis raciones inhumanas de verga casi a diario cuando mi madre estaba de turno. Una noche, como ya para mi era costumbre, me vesti coquetamente con ropita de nena que mi hombre me fue comprando de a poco; me extrañó que eran las 7 de la noche y aún no regresaba del trabajo, les soy franco(a), me desespere horriblemente, fueron horas interminables que terminaron venciéndome, no supe cuando me quede dormido en mi cuarto, como tampoco supe que horas eran cuando senti aquel cuerpo desnudo acostarse a mi lado, dios, me volvió el alma al cuerpo, senti su característico olor a gasolina, pero a decir verdad, senti mas volumen en mi cama, senti sus caricias mas torpes y aunque ya estaba bien dilatada y acostumbrada, no se porque me ardio tanto cuando me metio su dedo en todo el centro de mi goloso ano.
Senti como me profundizaba mis entrañas con ese dedo sucio, lo movia un poco mas agresivo esta vez, lo hacia en circulos, yo solo hacia mi culito gordo hacia atras y arqueaba lo mas que podia mi espalda para que mi tío me dedeara a su gusto, cabe aclarar que yo jamas puse objeción a sus peculiares peticiones, realmente parecía que estaba hecho a la medida de ese morboso y drogadicto hombre.
Dada mi experiencia, alce mi pierna para dejar mi ano aun mas expuesto, en eso siento que su brazo me abriga, se une mas a mi y con destreza y sin agarrarse su dura picha me la enterro suave pero consistentemente, empalada como siempre, suspire y lance un gritito timido y femenino, mi macho me tenia desde atras aferrada a el, yo sentia su verga aun mas gruesa que de costumbre, pero aguante, le di mi culo como siempre, sin guardarme nada. Si, que delicia, ahi comenzo el vaiven infernal, la verdad me extraño que no me hubiese dado la lengua, yo queria esa boca casi apestosa que me comiera mi infantil cavidad, la necesitaba, su saliva me hacia falta, estaba seca, necesitaba de ese agrio licor que me saciara mi sed.
-Amor, besame. Atine a decirle en una vocecita timida que me salio del alma. No recibi respuesta, pero si una estocada seca y fuerte que me sarandeo en esa cama, yo quede desconcertada aun mas, sentia que algo andaba mal, sentia que algo raro pasaba, mi macho estaba distante, raro, la misma experiencia culiadora, si, pero sin su característica pasión, sus embestidas se incrementaban y el sonido de la verga luchando con mi ano no se hacia esperar, bajaba el ritmo y debido a mi lubricacion natural anal, se escuchaba entonces ese sonido mezcloso del cuerpo bombeando, masajeando mi estrecho canal. Estando asi de ladito y mi macho culiandome desde atras, siento que alguien mas se sube a la cama, a la altura de mi cama, me asuste, y en eso siento el aliento de mi tio uniendo su boca a la mia, dios, esa espesa saliba que tanto me gustaba nuevamente era depositada en manantiales en mi sedienta boquita, pero, que pasaba aqui, el que me clavaba no era mi tio! hice un intento de zafarme y pedi casi a gritos que encendiera la luz, la verguera ceso pero sin desenchufarme. Mi tio acerco su boca a mi oido y me susurro: ssssshhhh mi nena, no te asustes, te va a gustar este regalo que te traje, espera solo un segundo y no te muevas.
Siento que se baja de la cama, sus pasos van atras y oigo la tipica aspirada de perico, pero esta vez fueron cuatro pases, el macho que me tenia clavada no se movia, yo aproveche en la oscuridad para recorrer su brazo, era peludo y venudo, los pasos de mi tio se alejaron escalera abajo, esta vez senti como el macho busco mi boca, la abrio y un fuerte olor a licor escapo de ella; busco la mia, yo se la ofreci, y como si nos conocieramos comenzamos una lengueteada infernal, el macho habia despertado y ahora si me comia viva, comenzo a clavarme ritmicamente mientras nos mordiamos nuestros labios, me abrazaba firme, yo sentia ese cuerpo grueso saciando sus ganas en mi, que delicia, ahora si entendi cual era mi regalo.
En esas siento que mi tio torpemente entra al cuarto y ahí en la oscuridad comienza a organizar algo, yo mientras, seguia satisfaciendo a aquel desconocido que me estaba propinando una pichera deliciosa.
De pronto, Click, se encendio la luz, yo quede desconcertada momentáneamente por la encandilada repentina, pero al segundo que me repuse, atine a ver a mis pies, el espejo que tantas escenas habia grabado entre nosotros, pero esta vez el protagonista era un macho distinto, él se incorporo un poco para vernos mejor y yo hice lo mismo, a traves del espejo vi que me tenia clavada un macho como de 40 años, igual de descuidado que mi tio, menos pelos, mas cabello, una chivera desarreglada pero sin bigotes, cejas pobladas y grandes surcos en su frente, me llamo poderosamente la atención su nariz, la tenia algo chata, como la de los boxeadores, pero echada un poco a la derecha, él morbosamente me miraba tambien por el espejo y sonrio, cuando lo hizo, note que tenia un diente del frente partido por la mitad, dios mio, cualquiera correria ante semejante cara de matón, pero yo saque mi casta de puta y sonrei, casi sin abrir mi boca. El macho alzo mas mi pierna y flexionando él una para tener mas apoyo en la cama, me comenzo a culiar ahí, se veia el punto de union de nuestros sexos, los bordes escarlatas de mi inflamado ano abrazaban morbosamente esa verga gruesa, vi cuando el macho la sacaba hasta la punta, como se traia la piel de mi ano hacia fuera, y cuando me ensartaba nuevamente me la embutia en mis intestinos.
Era una escena perturbadoramente excitante, la verdad me habia olvidado de mi tio, estaba tan concentrada en el espejo que me abstrai del mundo entero, pero él se encargo de recordarme quien era mi dueño, creo que sintio algo de celos, porque de inmediato subio a la cama y con su verga dura me la puso en la boca, ahora los tres protagonizabamos ese encuentro hermosamente ilegal, yo mamaba golosamente esa verga que ya era costumbre y me comia con hambre por mi ano, aquella que apenas estaba conociendo.
Aquel hombre, que luego me entere que le decian “el gato” me saco su picha, fue un movimiento certero, ahí logre ver claramente el grosor de aquella verga, era ancha, sin venas, pero con el conducto cavernoso de la mitad brotado, se le veia ese canal como un tubo incrustado en su peluda verga, se paro de la cama y trajo la bolsa de cocaina, se subio de rodillas y mientras le daba el pase a mi tio, me puso su gorda verga para que yo se la mamara tambien. Por supuesto que obedientemente lo hice, me mire al espejo y tenia esas dos trancas en mi boca, las lamia, les lengueteaba sus frenillos, les daba mordisquitos locos en cada tronco, les acariciaba sus gordos huevos rellenos de espesa y caliente leche, era todo un placer para mi boca, la cual se atragantaba de vigor masculino.
Ambos estaban super embalados de cocaina, sus ojos eran sadicos, no se porque los periqueros abren tanto los ojos cuando se embalan, este par no era la excepción, ambos movian sus mandibulas sin control y sus expresiones eran para correr, pero yo sabia que no tenia nada que temer, estando con mi tio me sentia segura y ver a esos machos sin control pero a la vez controlados por mi me excitaba, pues aquello sacaba la hembra seductora que habita en mi cuerpo.
Mi tio se metio entre mis piernas y en posición misionero, como a nosotros tanto nos gustaba me penetró profundamente, yo gemi y me arquee, eso si, sin sacar ese tubo de carne de mi boca.
Sentía algo de rabia en él, cayo encima mio sin contemplaciones, me hizo la cara a un lado para que yo siguiera mamando verga y el metio la suya en mi cuello, se aferro detrás de mis hombros y lamiendome y chupando mis orejas comenzo a culiarme de esa forma feroz y exquisita que lo caracteriza, sus movimientos pélvicos empalaban ferozmente mi ano, yo me aferraba a su cuello pero deglutia verga; al no mover él su torax, permitia que yo no me moviera tanto y pudiera mamar a mis anchas, realmente me estaba dando un festin de vergas, el gato miraba al espejo fijamente, desde su punto de vista veia los movimientos cadenciosos de las peludas nalgas y caderas de mi tio, el acompasaba sus embestidas en mi pequeña boca y yo la abria con tal de no hacerle daño con mis dientes, algunos aun de leche.
El gato estaba sin control, metia mas perico que mi tio, su mandibula se desencajaba abriendo asi su boca de forma involuntaria, lo que hacia que saliera saliva en cantidades, delicioso manjar que caia en mi boquita el cual yo aprovechaba y tragaba sedienta, de vez en cuando fijabamos nuestras miradas y el me lanzaba besos obsenos con lengueteo, yo le correspondia medio sonriendo con su tranca en mi boca, en ese momento le estaba siendo infiel a mi macho, ya que el estaba enterrado en mi cuello devorandomelo y clavandome sin parar.
De pronto el gato se retiró dejandome su horma en mi boca, le dijo a mi tio:
-Por fin triple hijueputa encontraste una buena manera de pagarme todo el perico que me debes malparido.
-(mi tio) Perro infeliz, espero que esta culiada salde toda la deuda.
-(gato) Que queeee? No me creas tan marica huevón, si este polvo apenas es una pequeña cuota de todo lo que te has soplao, asi que ya sabes, esta puta es mia tambien.
Yo escuchaba aquella surrealista conversación y de solo pensar que yo era el medio para saldar la deuda de mi amor, me hacia sentir mas suya, sentia que colaboraba en su vida y si era de esa forma, estaba dispuesta a dar culo de por vida con tal que mi macho estuviera feliz.
-(mi tio) malparido ya sabes, la vuelta es sólo en las noches que mi hermana no está, pilas cara de verga que sabes que este cuento es hasta mas peligroso que tu negocio de expendedor.
-(el gato) fresco cabrón, yo se ya como es el viaje, ufffff, y con lo que siempre me han gustado los culitos tiernecitos de niñitos.
Ambos rieron al unisono, fue un coro de risas extrañas, pues apenas terminaron, continuaron con su maquiavelica masticadera.
El gato se recosto en el espaldar de la cama y le dijo a mi tio que tambien lo hiciera, ambos pusieron almohadas y muy unidos se veían claramente en ese espejo enfermo de tanto reflejar lo ireflejable.
-(gato) ven mami, sientate en mi tranca pero mirando hacia el espejo. Yo obedeci y abriendo mis piernitas fui decendiendo al pecado. El macho antes de clavarme me abrazo del torax y me hizo un poco a un lado, y el se salio por un costado, su idea macabra era vernos de frente, él clavandome y yo bien pasiva disfrutando de cada desigual estocada.
Cuando fui decendiendo, vi cuando la cabeza de su mondá entro a mi ya deshecho ano y se vio la forma del glande cuando hizo su entrada triunfal (en esta posicion claro esta porque ya bastante que habia entrado y salido), la verdad es que yo estaba muy nena como para estar recibiendo verga de esa forma, pero en fin, ya no habia marcha atrás y yo lo disfrutaba, punto.
El macho descontrolado paso sus peludos y venosos brazos por mi pechito y me fue bajando paulatinamente sin parar, su cara ya era la de un ser sin alma, hacia unas muecas espantosas y no paraba de salir saliva y flujo de su nariz, su barba estaba empapada y de ella se desprendian gotas acuosas, en pocas palabras, el macho estaba deshecho, pero arrecho, muy caliente, hambriento de mi y eso era lo que a mi me importaba, en cambio me sentia mas bella que nunca, mi tierna y blanquisima piel, con mi carita de angel, con mis formas aun si definirse, propias de la niñez, eso era absurdo de pensar, pero se estaba dando. El gato logro bajarme hasta los huevos de él, mis nalgas aplastaban su mata de vello púbico, yo sentia esa rica alfombra masculina y esa estaca hirviente partiendome por dentro. Y comenzo la cabalgata anal, el me guiaba con sus brazos y yo ponia de mi parte moviendome rítmicamente, la verga se veia enorme, el canal de su verga se inflaba cada vez que me empalaba, era una delicia de escena, mi tio se masturbaba suavemente, a traves del espejos me ofrecia su mondá, me sacaba su lengua serpenteante, era una vibora humana, mientras yo le correspondia sacandole la mia, todo esto sucedia sin sacarme la otra la picha que me bombeaba al ritmo de una música imaginaria, alegre y juguetona.
El gato monto cada pie mio en sus muslos, flexionando un poco sus piernas, se afianzo bien en el colchon y comenzo a darme, metio sus manos por debajo de cada nalga mia y me las abria, su verga era un taladro de carne masculina que no paraba de machacar mis carnes, yo gemia como hembra, en eso mi tio me agarro y me desprendio de aquella barra carnosa para de inmediato ensartarme en su verga, en la misma posición, yo recibia y recibia picha sin parar, el gato metia mas perico y le daba a mi tio que era como si recargara fuerzas y energia. Hubo un momento de tanto ajetreo que el uno me lanzaba al otro y cada quien me daba 5 o 10 bombazo y cedia turno, yo era una muñeca sexual que estoicamente satisfacía a aquellos degenerados.
Estaban tan arrechos que ni cuenta se dieron de la hora, 6 a.m., mi mama casi llegaba y ellos dandome en esa cama, hasta que mi tio cayo en cuenta y le hizo saber al gato y asi, me dejaron arrodillada en la cama y cada uno se masturbo, viniendose dentro de mi boca, fueron descargas sin parar, yo trague y trague, bebi de ese fruto masculino que tanto me gusta.
Los machos exhaustos me acariciaron tiernamente y asi, sin mediar palabras y sin lavarme, me dejaron abierta, sudada, desencajada, pero eso si, feliz.
Sus comentarios me animaran a seguir contandoles mis vivencias, y perdonen si mis relatos son extensos, ese es mi estilo porque necesito ser explicita.
Un besito mis amores.
exitante