A mis 8 años mi amigo Marco me enseñó de sexo – parte 3, conociendo al primo de Marco
Marco me presenta a su primo Alberto, quien le ha enseñado todo lo que sabe y ahora me enseñará a mi, volviéndome una putita.
Retomando un poco donde me quedé después de que me cogiera a Marcos mientras usaba el calzón de niña cada vez nos volvíamos más arriesgados con los que hacíamos. En la escuela al entrar a los baños no había ocasión en la que no termináramos con el pantalón abajo, a veces uno podía coger al otro, en otras solo nos chupábamos nuestros penes, incluso Marco me enseñó como lamerle su trasero llegando a su ano, aunque esto solo podía hacerlo en su casa. Realmente estábamos muy calientes para nuestra edad, para cuando ocurrió lo siguiente ya teníamos 9 años pero habíamos pasado muchos meses cogiéndonos.
Fue un día cualquiera que me dieron permiso para ir a la casa de Marcos, pero en esta ocasión mi mamá le tenía tanta confianza a la de Marcos que me dejó dormir en su casa. Yo ya iba preparado para una noche donde cogeríamos mucho seguramente, pero no sabía lo que me esperaba. Al llegar todo estaba normal, Marco me recibió junto a su mamá pero al entrar vi a un joven como de 14 años sentado en la sala, «él es mi primo Alberto» dijo Marco, yo lo saludé y él me devolvió el saludo viéndome de pies a cabeza, él era delgado pero sin llegar a los huesos, de estatura mediana y cabello corto, no parecía tener mucho músculo pero tampoco había mucho espacio vacío en su ropa. Marco le dijo a su mamá que estaríamos en su habitación a lo que accedió y nos fuimos inmediatamente. Al llegar fuimos a lo nuestro, empezando con besarnos algo en lo que habíamos mejorado para después meternos mano lentamente, así hasta quitarnos la ropa, sentía como sus manos apretaban mi trasero y piernas, mientras que yo le acariciaba lentamente su pene para sentir como se empezaba a poner duro. Al estar desnudos me dijo que me pusiera sobre la cama, yo me empiné para dejar mi trasero alto y que él pudiera metérmela. Siento como se acerca a la entrada de mi ano, como ya habíamos crecido un poco también nuestros penes así que era más fácil cogernos entre los dos, por eso al sentirlo me excitó más para luego sentir como entraba. Empezamos a gemir mientras él se movía de atrás para adelante, yo tenía que ahogar mis gemidos porque al tener su pene adentro me ponía muy caliente, incluso algunas veces que su mamá no estaba había hasta gritado por pura excitación. Sentía su movimiento mientras se me acercaba al oído para decirme «que rico estas, me encanta tu trasero», eso me prendía lo suficiente para que igual intentara moverme para así darle más placer, mi mente estaba tan perdida en el placer que no me percataba que alguien me veía, al voltear a la derecha pude ver a Alberto viéndonos mientras se tocaba el pene por encima del short. Me asusté e intenté quitarme pero Marco me tenía bien sujetado «te gusta que nos vean verdad?» dijo Marco «muéstrale la tuya» añadió. Entonces Alberto más que contento se acercó mientras se bajaba su short, dejando ver un pene largo y delgado que ya estaba duro apuntándome, al verlo quedé sorprendido por el tamaño, me lo acercó a la boca «ya sabes que hacer» me susurro Marco al oído, abrí mi boca y saqué lentamente mi lengua él me puso su pene enfrente por lo que comencé a lamerlo con animo, el sabor era un poco diferente pero continué lamiendo la punta para luego metérmela en la boca chupándosela, su sabor salado me hizo excitarme más y Marco seguramente sentía lo mismo al vernos porque comenzó a ir más rápido. Alberto agarró mi cabeza para que chupara más profundo yo hacía todo lo posible para chupar más fuerte y apretar mi trasero, la sensación me estaba volviendo loco, con mi mano sujeté el pene mejor acariciándolo como lo hacía con Marco. Pude sentir a Marco teniendo su orgasmo y cayendo sobre mi espalda por el cansancio, mientras que Alberto se movía más rápido sujetando mi cabeza con sus dos manos, yo sentía que me ahogaba hasta que sentí un líquido extraño entrando a mi boca, cuando sacó su pene vi que estaba manchado de algo blanco, al preguntar que es Marco dijo «esa es su leche, trágatela sabe muy bien», jugué un poco con el sabor en mi boca y luego me la tragué, como había dicho el sabor no era malo. Después Marco fue a chuparle el pene a Alberto «para limpiarlo», al terminar Alberto se vistió y se fue del cuarto guiñándonos un ojo.
Cuando salió Marco me empezó a explicar que todo lo que sabía se lo había enseñado su primo, desde como acariciarse, hasta salir desnudo a la calle, incluso dijo que su primo fue el que le recomendó usar el calzón de niña. Nos pusimos la ropa para que no nos descubrieran y porque en palabras de Marco, en la noche íbamos a tener más acción. Pasó el día todo normal, jugamos, comimos para que al caer la noche estuviéramos hasta emocionados por lo que podría pasar, en el cuarto de Marco esperamos hasta cierta hora para salir a la sala, le pregunté si no había problema con que su mamá se despertara, me dijo que tomaba pastillas para dormir así que nunca se despertaría que en las noches él hacía ruido y no se despertaba. Nos desnudamos en el cuarto para salir, al caminar por la sala vi a alguien con el cabello largo por lo que me asusté y quise regresarme, pero Marco me detuvo, «Hola Alberto» dijo sin preocupaciones y la persona delante volteo y pude ver que realmente era Alberto quien parecía tener una peluca larga de cabello negro. Pude ver que estaba vestido de chica con un conjunto que se componía de una blusa blanca con lunares verdes y azules la cual estaba holgada y permitía ver el brasier blanco que llevaba debajo relleno de algo, también usaba una falda tableada color crema que le llegaba un poco arriba de la rodilla y hasta abajo usaba unos zapatos planos con pie descubierto. Me quedé viéndolo con la boca abierta, no sabía que un hombre podía vestirse así, me gustaba lo que veía incluso sentía como mi pene iba creciendo, «veo que te emociona lo que ves» dijo Alberto en tono juguetón mientras señalaba mi pene, me tapé instintivamente. Marco se acercó por detrás y me dijo «ahora nos toca a nosotros» para luego darme una nalgada, acto seguido Alberto sacó una mochila y sacó ropa de niña, uno era un vestido amarillo de flores, mientras que lo otro era una blusa rosada con una falda de mezclilla corta, para ambos sacó varios pares de calzones, yo le pregunté si igual debíamos ponernos los calzones a lo que él se levantó la falda desde atrás mostrando que tenía una tanga negra «claro que deben, debe ser todo el conjunto». Marco se me adelantó y escogió el vestido por lo que debí ponerme lo otro. Primero escogí el calzón que llevaría abajo, había tantos pero yo buscaba uno realmente femenino hasta que me decidí por un rosado con corazones rojos por todo el calzón y Marco agarró uno azul con una imagen de cenicienta en el frente, nos pusimos cada uno la ropa que le correspondía. Al vernos no podíamos creer lo excitante que era usar esa ropa, el espacio de las piernas al usar falda se sentía rico, eso me despertó curiosidad sobre como se sentirá usar el vestido que se puso Marco, nos excitamos tanto que comenzamos a besarnos, él me levantaba la falda para acariciar mis pompas, a lo que Alberto dijo «ya se emocionaron verdad?», Marco se separo y asintió con la cabeza. Entonces nos dijo que nos acercáramos.
Rápidamente besó a Marco para luego besarme y pasar su lengua rápidamente por mi boca, nos sujetó de la cintura y nos acercó a él para besarnos al mismo tiempo, parecía que nos quería devorar. Llevó su mano hacia nuestras pompas, le subió el vestido a Marco y a mi la falda, repentinamente sentí como quería meter su dedo en mi ano, debido a que me habían cogido antes entonces su dedo no tuvo problema, sentía como entraba y salía primero lento para luego aumentar su velocidad por lo cual comencé a gemir con fuerza. Alberto sacó su dedo de mi ano a lo que lo voltee a ver como si le suplicara que siguiera, pero en lugar de eso me agarró y me puso sobre el reposa brazo del sillón, con mis pompas bien arriba. «Que buen trasero tiene tu amigo, primita», dijo Alberto al verme «si y se siente igual de bien metersela» respondió Marco con la voz más femenina que pudo, entonces me alzaron la falda y bajaron ligeramente el calzón lo suficiente para que pudieran ver mi ano, entonces sentí como algo se acercaba a la entrada de mi ano, era como un pene pero más grande, al voltear pude ver que Alberto estaba apunto de cogerme, me asusté por un momento debido al tamaño pero Marco me sujetó la cabeza diciéndome que me calmara que se sentiría bien. Comencé a sentir como el pene de Alberto entraba lentamente, primero me llegó un ardor por como se abría pero tan pronto la punta estuvo dentro el dolor casi había desaparecido para que empezara el placer. Comencé a gemir para indicar que podía proseguir, «gime como niña» me dijo Marco a lo que intenté hacer mi voz lo más femenina posible, en eso siento como Alberto se empieza a mover más rápido, parecía que eso le excitaba mucho. Marco se levantó el vestido por la parte de atrás y me puso sus pompas en la cara diciéndome que le lamiera el ano, yo lo hice de inmediato soltando gemidos en su ano mientras Alberto me cogía cada vez más duro. En un momento pude sentir como el pene de Alberto se ponía más duro y él se movía más, metiéndolo y sacándolo de la forma más rápida que podía, hasta que lo metió hasta el fondo, en ese momento ambos soltamos un gran gemido casi gritando con voz femenina y también podía sentir como algo entraba por mi ano, ambos habíamos tenido nuestro orgasmo. Al terminar de eyacular dentro mío sacó su pene, yo le pregunté sobre que tenía en mi ano y me dijo que era su lechita, me quedó un poco dolorido el ano pero estaba tan cansado que no podía acomodarme para que la leche no cayera al suelo. Marco se quejo que todavía estaba excitado, por lo que Alberto me agarró y me puso boca arriba en el sillón, se arrodilló en el suelo y comenzó a lamerme el ano con su semen incluido, en esa posición le dijo a Marco que ya sabía que hacer. Marco se puso detrás de él, se levantó el vestido y se bajó ligeramente el calzón para descubrir su pene y comenzar a metérselo a Alberto, quien al sentirlo empezó a soltar sus gemidos afeminados, toda esa escena estaba pasando frente a mi, cosa que me excitaba lo suficiente para que comenzara a acariciar mi pene de nuevo a pesar de tener mi orgasmo. Ese momento no duró mucho debido a que Marco ya estaba por acabar, así que al ir tan rápido como pudo lanzó un ligero grito y se salió de Alberto.
Los tres estábamos en la sala cansados, Alberto había dejado mi ano limpio, en ese momento dijo que debíamos salir así como estábamos. Yo me asusté primero con la idea, pero luego lo consideré debido a que ya era tarde y todavía seguía caliente por la escena que había visto, por lo que accedí y Marco aunque algo cansado también aceptó. Primero Alberto se asomó para checar que no haya nadie y al confirmarlo nos indicó que saliéramos. Al ir por la calle caminando usando ropa de niña mi pene empezó a ponerse duro de nuevo, vi como Alberto caminaba cruzando la pierna por lo que intenté imitarlo pero de forma más torpe, mientras que Marco se la pasaba subiendo el vestido por adelante y por atrás. Las luces de los faros a veces funcionaban y en otras estaban a oscuras, en las partes más negras es cuando yo aprovechaba para imitar a Marco y levantarme la falda para acariciarme el pene. Yo era el más nervioso, aunque la idea me excitaba todavía tenía el temor de que alguien nos viera, mientras que Alberto y Marco caminaban con confianza y mostrándose, parecía que lo habían hecho antes. Seguimos caminando hasta doblar en una esquina y encontrar un parque que tenía un par de columpios, una esfera para dar vueltas, resbaladilla y una estructura para tirarse por un tobogán. Ellos me alentaron a ir rápidamente a la estructura del tobogán, al llegar a la entrada del mismo que estaba cubierta por bardas altas para que no te caigas, se empezaron a besar, yo llevé mi mano a mi pene para poder acariciarme, verlos avanzar tan rápido me sorprendió vi como Alberto levantaba el vestido, movía el cazón a un lado, se sacaba su pene de por debajo de la falda y se la metía toda a Marco, quien comenzaba a gemir como niña. Marco me dijo que me acercara al hacerlo me volteó y me bajó la falda con todo y calzón para después acercar mis pompas a su pene y metérmela a lo que respondí gimiendo como loca por lo duro que Alberto lo cogía que hasta yo lo sentía. Después me quitó la blusa rosada, no lo había notado pero toda mi ropa la había tirado por el tobogán, nosotros seguíamos en lo nuestro sintiendo como cada vez que Marco se hacia para atrás era para meterse más el pene de Alberto y al sacarlo un poco era para meterme más su pene en mi ano. Marco me decía «me gusta tu trasero, que rico, que rico», mientras que Alberto era más agresivo ante la situación y nos decía «que ricas putitas, les encanta que las cojan por el culo», yo solo podía responder con gemidos pensando en como estaba desnudo, siendo cogido por mi amigo vestido de niña y él siendo cogido por su prima disfrazado de chica, ante la situación llegué a tener un orgasmo fuerte, después fue Marco quien lo tuvo para que al final Alberto llenara el ano de Marco de su lechita. Me senté a descansar un poco, «no te quedes dormido que ya nos vamos», yo le dije que no tenía mi ropa a lo que Marco solo se río y se tiró por el tobogán, seguido de Alberto, me dijeron que tenía que bajar desnudo y volver así a la casa. Yo le dije que no lo haría, pero me respondieron que eso era la iniciación, me deslicé por el tobogán y pude verlos sosteniendo mi ropa, me indicaron que ya era hora de regresar, con mi mano tapando mi pene por la pena regresé así a la casa.
Caminaron lentamente para que disfrutara la sensación, al principio estaba nervioso pero después la excitación me ganó y caminaba con su misma confianza. Incluso en algún punto oscuro nos paramos para que me metiera debajo de la falda de Alberto y le chupara su pene, sentir ese duro pene en mi boca mientras estaba desnudo en la calle fue la mayor sensación de excitación que había sentido hasta ese momento. Al llegar a la casa me preguntaron si me había gusta y yo les dije que si, me contaron como lo habían hecho antes y que todavía faltaban un par de cosas por mostrarme. Después de eso nos fuimos a dormir y me fui en la mañana debido a que mi mamá tenía un compromiso y por eso pasó temprano, pero para la siguiente pijamada habrían más cosas que contar.
Si quieren contactarme mi telegram es: @mae012 y mi correo es [email protected]
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