A propósito del relato "sexo en público" culeo en frente de soldados en el cuartel
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Bueno sucede que en este reparto militar habíamos como 450 hombres, hablo del año 2005, en mi sub-reparto que se denominaba 1er escuadrón habíamos como 100 hombres de ellos como 80 éramos conscriptos, había unos 20 voluntarios (que así llamaban a la tropa en el Ejército), dicho sea de paso el dormitorio de esta escuadrón era el más aislado del campamento; los conscriptos solo salíamos francos (vacaciones) los fines de semana, es el caso de esta historia, entonces en el cuartel quedaba solo el grupo que le correspondía la guardia y a este grupo pertenecía yo, que soy el que cuenta la historia; resulta que a nuestra edad 19 a 20 años solo podíamos pensar en salir francos a ver chicas y culiar pues el resto de la semana pasábamos en instrucción y bajo estricta disciplina militar, de forma que te toque guardia el fin de semana era un verdadero horror, implicaba no salir franco y seguir viendo puro hombre y quizá tener un encuentro con la novia de todos, manuela (paja). En este grupo de guardia habíamos unos 80 hombres entre tropa y conscriptos distribuidos en todos los dormitorios del cuartel, en mi dormitorio habíamos entre unos 18 y 20 conscriptos, había 4 cabos y un soldado, recuerdo que el sargento a cargo del escuadrón, al cual se lo llama clase de semana y que no podía salir tampoco, había solicitado permiso y no estaba.
En mi escuadrón había un conscripto de origen guayaquileño de apellido Paredes, este era bastante afeminado, por tal cosa lo molestábamos incluso los Oficiales y Tropa le decían “aquí te haces hombre o desertas, habla con voz fuerte y deja esas formitas raras al hablar, al caminar recluta”; se dio el caso que yo estaba descansando luego de haber hecho guardia de 8 pm a 12 de medianoche, cuando a eso de la 1 de la mañana un amigo me despierta y dice “ven” medio dormido lo sigo dirección al área de los baños ya en camino me dice “quieres culiar?” le digo “seguro que si”, cual es mi sorpresa que el piso del baño habían puesto un colchón de unos muy ligeros que se usan en el cuartel, entre tinieblas diviso a alguien un la posición de en 4 mientras un chico de pie frente a su boca era mamado su verga y otro detrás se lo culiaba, mientras que en la columna (como decían en el cuartel, cola o fila como se dice civilmente), había como unos 10 conscriptos en espera de su turno; me tocó el último lugar.
Resulta que los cuatro cabos coincidentemente estaban en sus puestos de guardia ese momento (turno de 12 de la noche a 3 de la mañana) de manera que el único superior presente allí en el dormitorio a esa hora era el Soldado Zambrano, manabita (gentilicio de la Provincia de Manabí), 175 cm, rubio, de ojos verdes, delgado y bastante guapo, como suelen ser los manabitas que también son famosos en Ecuador por ser arrechos, calientes y para los cuales “todo hueco es trinchera” más aun cuando Zambrano era muy joven, apenas era mayor que los conscriptos debe haber tenido unos 23 años.
Yo por mi lado era el conscripto Azanza, de Zaruma, Provincia de El Oro, estudiante universitario, 180 cm, blanco, ojos cafés, pelo muy corto en ese tiempo evidentemente, arrecho, 19 años y verga de unos 17 cm.
Como resulta evidente el pasivo era el conscripto Paredes, al cual entre otros apodos le decíamos cantimplora (un apodo muy militar) pero claro no se llenaba con agua (¿¿), y quien organizó este evento era el Soldado Zambrano, que siendo Soldado había sido el primero en pasar, entonces el primer hombre era mamado su verga, luego pasaba a ser el culiador, mientras que el siguiente pasaba a ser mamado hasta cuando el culiador eyaculaba que era el momento de un puesto cambiar y la fila avanzaba, todo esto a pelo (sin condón), el Soldado Zambrano estaba pues ya en su “segunda estación”, como se decía a la instrucción en el cuartel; el Soldado Zambrano estaba culiando con barra propia, pues los conscriptos en la fila le decían con gritos apagados por temor a ser escuchados a pesar de ser el dormitorio alejado, “dele mi Sldo, métale duro mi Sldo, culee duro mi Sldo, demuestre quien manda mi Sldo, dele como a puta mi Sldo, del duro por perra mi Sldo, llenele de leche mi Sldo, bombee a esa perra mi Sldo, etc” otros por su lado le decían a Paredes “aguanta Paredes, mete ñeque Paredes, eso te pasa por puta Paredes, querías verga ahora las tienes Paredes, ahora vas a tener muchas vergas Paredes y cosas por ese estilo”.
Los conscriptos por su lado se tocaban sus vergas, sus huevos para mantener la erección mientras esperaban su turno, ese momento el Soldado Zambrano iba a eyacular, agarraba fuertemente la cintura de Paredes llevándola contra su verga embistiendo el culo de Paredes a gran velocidad, en medio de gritos apagados propios y ajenos eyaculó, saco su verga aun botando leche y se sentó a un costado sobre los lavabos, como quien se queda controlando el orden jejeje, algunos conscriptos apenas llegaban a la mamada pues me imagino que la excitación, el voyerismo, la testosterona que se sentía en el ambiente no les permitía más y eyaculaban en la boca de Paredes retirándose a dormir, bueno era mejor pues la cola avanzaba más rápido;
Por mi lado, como yo estaba en el último puesto prefería no manosearme para aguantar más y quería que cuando me toque sea Paredes quien me pare la verga con su mamada, cuando finalmente me correspondió Paredes tomo mis huevos con su mano, los acarició, los lamió, subió su lengua por mi verga, la lamió, la besó, mientras mi verga se iba poniendo dura, me hizo una mamada fenomenal que en ocasiones estuve a punto de terminar, por lo cual debí decirle que parara, evidentemente lo hizo mejor que a mis compañeros y creo que mejor que al Soldado Zambrano, por momentos cuando se sacaba mi verga me dijo “es a ti a quien quiero, es a ti a quien amo, es a ti a quien deseo hacer esto, quiero ser tuya, quiero que seas mío, quiero que seamos pareja cuando salgamos del servicio militar”, esto me sorprendió algo pues no sabía que Paredes sintiera algo así por mi, aunque en ocasiones lo había sorprendido mirándome de forma rara y cuando yo lo veía el disimulaba, en verdad no dije nada, yo soy hetero, tenía novia y ahora estoy casado, aunque debo decir que esta experiencia y otras me marcaron mucho y que desde allí he sentido mi sexualidad ambigua.
Bueno regresando a la historia como después de mi no había nadie más Paredes me dijo “quiero cambiar de posición pues ya me duele y estoy incómodo” le dije bueno, cuando intento virarse había una mancha de semen en el colchón pues de su culo salía bastante, lo viramos y Él quedo boca arriba yo encima, fue cuando intentó besarme, pero por asco lo rechacé pues había mamado como 10 u 11 vergas, aun así me beso por el cuello, me acariciaba la espalda, me abrazaba decía que me ama y cosas así, fue cuando el Soldado Zambrano que había presenciado toda la escena desde que Él eyaculó, dijo a Paredes “tú eres mía, solo a mi me amas, yo soy tu marido, tu eres mi perra, eres mi clase 6 (que así decían en el cuartel a las putas ..??)” y me ordenó “ya recluta termina rápido que ya mismo los mando a dormir a los dos y te quedas a medias, apura” entonces puse a Paredes patas al hombro, metí mi verga que entró como en viuda jeje pues estaba dilatado en extremo y lubricado con tanto semen, rápidamente lo embestí con fiereza y velocidad tanto que en unos dos minutos lo llene de mi leche lo cual pareció disfrutar más que con los otros; entonces ordeno Zambrano, tu Paredes te bañas y te acuestas; tu recluta Azanza te bañas y te me presentas a las 3 y media de la mañana, en la garita No 2, (que era su puesto asignado para hacer guardia), obviamente debí cumplir la orden de mi Soldado Zambrano y si quieren saber que sucedió allí escríbanlo en sus comentarios, recuerden que hablé que está y “otras” experiencias hicieron ambigua mi sexualidad.
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