Abuelo cuentame una historia parte 2
La historia de mi abuelo y el cuñadito de 5 años en la frutería, mientras yo se la chupo atento..
Me encontraba junto al abuelo en su cama, la cena había sido rápida y ahora estábamos recostados viendo el noticiero nocturno, el conductor era un hombre guapo de bigote que hablaba sobre la economía, cosa que desconocía que era. Estábamos desnudos, luego de la cogida de la tarde habíamos tomado un baño y mi abuelo dijo que no había necesidad de usar ropa en su casa cuando estuviéramos solos, lo cual me agrado. Las bolas de mi abuelo colgaban grandes y gordas y sobre ellas su verga gruesa se movía con cada paso que daba. Yo le agarraba todo el tiempo esa verga con prepucio, que prácticamente era una extensión de mi mano. En este momento yo estaba recostado junto a el, con mi cabeza sobre su panza robusta mientras apreciaba su verga y la acariciaba.
Yo: abuelo, porque tienes televisión en tu cuarto? – lo cual para mi era impensable, en casa solo teníamos una televisión en la sala y había que compartirla.
Abuelo: pues porque solo la veo por las noches y pues siempre estoy solo, así que esta aquí en mi cuarto, te gusta?
Yo asentí mientras su verga crecía y soltaba liquido transparente de la punta, me acerque tomándola. En la televisión hablaban de un robo pero mi único interés era mamar en esos momentos. Sentí la mano de mi abuelo acariciando mi cara mientras me animaba a seguir.
Abuelo: tu papa me llamo por teléfono, fue la llamada que recibí mientras te terminabas de bañar.
Yo asentí apesumbrado, no quería saber mucho de mis papas, sus peleas me habían causado mucho pesar estos días pasados.
Abuelo: le dije que estarías conmigo estos días, que era lo mejor para que resuelvan lo que sea que tengas que resolver, te parece bien bebe? quieres seguir quedándote conmigo?
Yo asentí animado, subiendo arriba de mi abuelo, abrazándolo.
Abuelo: bueno no se diga mas, aquí estarás con tu abuelo cuidándote y consintiéndote. -dijo sonriente.
Yo sonreí y me metí esa verga ya erecta chupando con gusto, mi cuerpo descansaba sobre las piernas de mi abuelo. Una idea me vino a mi mente.
Yo: abuelo?
Abuelo: si bebe? – su verga dio un brinco cuando me la saque de la boca.
Yo: Tu hijo se llama Constantino, como mi padrino?
Abuelo: así es bebe, hablamos de la misma persona, Constantino es mi hijo, medio hermano de tu papa, así que es tambien tu tío.
Yo abrí la boca sorprendido.
Abuelo: es complicado bebe, de hecho creo que ellos no lo saben, sus mamas se encargaron de eso. Constantino y su mama se fueron luego de un tiempo, y tu abuela jamás hablo de ellos nuevamente.
Yo trataba de entender todo, no podía creer que mi padrino fuera mi pariente.
Yo: abuelo, puedes contarme otra historia?
Abuelo: supongo que de mi pasado y de cómo llego Constantino a mi vida verdad?
Yo asentí, el rio despacio y con la mirada me indico que siguiera chupando su verga.
«Bueno, pues para eso tendría que hablar de la mama de Constantino, ella era una muchacha muy bonita, su familia tenía una frutería y eran de los que mejor le iban de la colonia, ella era la penúltima de una familia de 8 hijos, solo después de ella estaba Pepe, el menor, el pilón como le decíamos pues ella le llevaba más de 10 años. Yo por mi lado, estaba muy fregado, mi familia iba al día, mi papa era bastante borracho e irresponsable, entonces yo siempre hice mi vida en la calle.
Cuando pretendí a Ana, que era su nombre, fue luego de la misa del domingo, logre animarla a pasear conmigo en la plaza de la colonia, pero nadamas se enteraron sus papas y hermanos me hicieron la vida imposible. Luego de mucho intentarlo, logre entrar a ayudar a su frutería cargando y acomodando, que de eso siempre necesitaban gente útil y me los logre ganar.
Ahora además de trabajo ya podía salir con Ana, pero jamás solos, nunca me la soltaban jajaja, supongo que me veían como un muchacho jarioso y no se equivocaban, pues yo estaba en la mera edad de la punzada, me la jalaba diario y varias veces, siempre estaba caliente.
Ella no trabajaba en la frutería, así que solo la veía un rato por la tarde y los domingos en la plaza luego de la misa, siempre con chaperones. A quien si veía era a sus hermanos con los que trabajaba pero nunca tuve una amistad, ellos me veían como poca cosa. El único que siempre me veía con gusto era Pepito, en ese entonces de 5 años. El siempre que me veía corría a ayudarme, a platicar conmigo y básicamente a ser mi sombra, al ser el pilón no le ponían mucha atención y de repente ya era parte de mis labores cuidarlo toda la tarde.
A mí no me desagradaba pues no tenía con quien platicar, andaba tras de mi mientras descargaba la fruta o incluso me acompañaba a la bodega, tratando de ser útil. Yo llegaba temprano y acomodaba y a la hora del almuerzo Pepito llegaba corriendo para avisarme que era hora de comer, luego de eso el ya no se me despegaba. El único problema que tenía es que yo siempre andaba caliente, me la jalaba en la mañana en la bodega y por la noche en mi casa, en el baño exterior que teníamos, pero a veces nadamos llegar me ponían a trabajar y pues andaba con la verga parada todo el día y los huevos llenos. Mis cuñados me veían y se reían y decían «menos te van a soltar a Ana jaja».
Vinieron unos días de mucho trabajo y yo no podía jalármela por la mañana, sentía que la leche se me salía. Por la tarde Pepito jugaba y me abrazaba y se sorprendía de mi bulto duro. El reía y veía que se interesaba, pero yo lo distraía pidiéndole que me pasara mercancía, pero sentía que cada vez se sentía más curioso en mi entrepierna, rozándome cada vez que podía, me abrazaba pegando su cuerpo y frotándome, a mí se me paraba más la verga.
Una noche ya para cerrar me despedí de todos y fui al baño antes de irme a mi casa, esperando poder jalarme la verga rápido, llegue al fondo del local donde estaba el inodoro y baje el cierre del pantalón sacándome la verga para orinar, entonces escuche una voz, era de Pepito.
Pepito: que grandote tienes el pipi Lupe.
Yo voltee sorprendido tratando de taparme, pero aun con el chorro saliendo.
Yo: Pepito salte, estoy orinando.
El no salió, veía directamente mi verga a un lado del inodoro con los ojos muy abiertos, se relamió los labios.
La verga se me empezó a erectar por la situación, llevaba un par de días sin sacar la leche y el ambiente se sentía erótico en ese baño encerrado con ese niño.
Pepito: y te está creciendo más Lupe.
Trate de recapacitar pero era un adolescente cachondo con ganas de sacar los mecos y ahí estaba la solución frente a mí, ese nene chaparro para su edad, moreno claro y con ojos grandes, con labios gruesos que estaban babeando por mi verga. Por fin paro el chorro de orina y empecé a sacudirla.
Yo: quieres ayudarme?
El brinco alegre y gire tomando su mano poniéndola sobre mi verga parada.
Yo: sacúdela fuerte.
Él lo hizo, luego de un rato de ver que no tenía restos de orina se puso a explorarla, viéndola por todos lados, palpándola, estaba embelesado.
Yo: métetela en la boca Pepito.
El me vio sorprendido, yo le devolví la mirada con un tono autoritario.
Yo: chupala bebe, como una paleta. –ya no había vuelta atrás, este putito me sacaría la leche en ese baño.
El trato de decir no con la cabeza aun sosteniendo mi verga, pero yo avance hasta el arrinconándolo en una pared y abriéndole la boca con una mano le meti la verga a la boca.
El trato de safarse pero yo lo impedí.
Yo: chupa bebe, así así, no uses los dientes, así así.
Y con paciencia y mucho morbo lo enseñe a mamar, yo solté un gemido y el sonrió y yo a él, aligerando la situación.
Ahora era el, ese nene de 5 años el que llevaba el ritmo de la chupada, llenaba mucho la boca de saliva y movia su cabeza de adelante hacia atrás muy concentrado. Yo me puse las manos a la cintura y lo deje hacerlo, sentí una corriente eléctrica en mis huevos, me iba a correr, ese cabron me iba a sacar la leche.
Yo: dale rápido ya viene.
El chupo más rápido su boquita apretaba mi glande y yo tomando su cabeza dispare el primer chorro, luego otro y otro que fueron directo a su garganta mi cadera iba y venía con cada descarga, al fin pare y lo solte, el agarro aire porque parece que no podia respirar, tenia la cara roja, los ojos llorosos y la boca llena de saliva.
Pepito: sabia raro.
Yo: si, era mi leche, te la acabas de comer.
El me vio asustado y le explique que era leche de hombre y que no hacía daño, servía para hacer bebes, pero que solo en mujeres, en nenes solo los nutria para ser grandes y fuertes. Él sonrió, sabía que era chaparro.
Pepito: dame más.
Yo sonreí, pensé que luego de eyacular tendría una gran culpa pero no fue así, se sintió tan bien, me sentía pleno jaja
Yo: ahorita no te puedo dar más, si podría pero ya es tarde, no tardan en venir a buscarte, pero mañana te doy más como ves?
El asintió y luego de arreglarnos salimos de ahí.
Yo: abuelo, y te la siguió chupando?
Abuelo: jajaja diario, a veces dos veces al día, el cabroncito me veía y rápido me decía que fuéramos al baño o a la bodega donde apresurado me desabrochaba el pantalón y se ponía a mamar hasta que se sacaba la leche.
Yo escuchaba todo mientras continuaba mamandole la verga al abuelo, me lo imaginaba joven, debía ser muy guapo, ahora lo era también.
Abuelo: deja voy al baño bebe, ya llevamos mucho aquí y me anda.
Yo negué con la cabeza sin sacarme su verga gorda, el hizo un puchero.
Abuelo: bueno un rato más y me la sueltas o te vas a tener que tragar mis miados jaja
Yo asentí. Mi abuelo hizo cara de sorpresa.
Abuelo: si que? Si me sueltas o si te los tomas?
Yo: me los tomo abuelito. –dije por fin.
Abuelo: en serio? Te tomas los de tu padrino y tu papa?
Yo asentí, el sonrió.
Abuelo: bueno bebe aquí van, no mojes la cama.
Asentí y sentí el chorro potente salir, trague rápido, mi abuelo me veía sonriendo mientras me llenaba la boca de orina, pase todo lo que pude pero se me escurrió un poco, los miados se sentían calientitos. Al fin acabo y tome aire para luego seguir mamando.
Abuelo: que cabron tu papa de darte miados jajaja
Yo sonreí, su verga estaba ya algo roja de tanta chupada que le daba, pero no quería que terminara, me encantaba mamarla, me gustaba su textura en mi lengua y tener la boca llena, a veces sentía que su verga se ponía más dura como queriendo eyacular y cambiaba a los huevos lamiéndolos con delicadeza, luego volvía a la verga y la chupaba más suave, eso paso en varias ocasiones.
Abuelo: ya me duelen los huevos cabroncito, piensas que no sé lo que estás haciendo – dijo adivinando mis pensamientos.
Yo reí y tratando de distraerlo pregunte.
Yo: y que más paso con ese niño abuelito?
El sonrió derrotado y siguió la historia
Pues con el tiempo fue una costumbre, yo llegaba y descargaba la fruta, acomodaba, iba por mandados y demás actividades, después era la hora de la comida, donde siempre venia Pepito a avisarnos, al terminar éramos los primeros en acabar e íbamos a la bodega que era el lugar más lejano y Pepito solo se servía, me sacaba la verga del pantalón y se ponía a mamar. Por las noches, ya para cerrar o antes si teníamos oportunidad íbamos al baño o a la bodega y me sacaba la leche ese becerrito, hubo un día que me saco 4 descargas a lo largo del día o 5 ya ni me acuerdo jaja
Yo solo lo veía, él ya sabía qué hacer, se volvió un experto, a veces con unas cuantas chupadas yo me venía, a veces cuando teníamos tiempo me la mamaba suave tomándose su tiempo, pero siempre era igual, él se tragaba toda mi leche adolescente, que era mucha en ese entonces. Yo era casi como una vaca y el mi becerrito hambriento.
No sé cuántas veces me vine en su boca de todo el tiempo que trabaje ahí pero si fueron varios litros jajaja, siempre andaba con la pancita llena de mi leche ese nene jaja.
Había ocasiones en que me prestaban la camioneta para ir por verdura y el me acompañaba y pues todo el viaje se iba mamando. No desaprovechábamos una solo oportunidad.
En una ocasión recuerdo, ya teniendo tiempo de novios de mano sudada con Ana, nos veíamos por las noches en su porche y nos besábamos, yo me calenté, y quise hacer algo más con ella, ella se negó y yo pedí permiso para pasar a su baño. Cuando entre pase por la sala donde estaba su familia y lance una mirada a Pepito, me metí en el baño y luego el llego y sin decirle nada se puso a mamar.
Yo: tu hermana me dejo bien cachondo, sácame el veneno rápido.
El hizo lo que sabía y con garganta y todo en un par de minutos ya me había corrido en su boca. Salí y camine de regreso para hablar con Ana, ella se disculpó y me dio una fecha para coger conmigo, yo me emocione y planee todo, sería el sábado, que habría una fiesta ahí en casa de sus papas, al estar todos ocupados y enfiestados no notarían que nos diéramos una escapada.
Llego el sábado, y le dije a Pepito que me la podía mamar pero no le daría mi leche, esa la tenía reservada para su hermana, el comprendió, nunca se mostró celoso, creo que él esperaba que fuera parte de su familia para poder seguir mamandomela diario.
Al terminar la jornada fui a mi casa a arreglarme para la fiesta, la cual tenia un buen número de gente, Pepito estaba vestido elegante, tenía un shorcito ceñido que le hacían ver unas nalguitas, pensé que estaría rico cogérmelo pero luego llego Ana y todo mi atención fue hacia ella, usaba un vestido celeste, se veía muy bonita, se me paro la verga de solo verla.
La fiesta avanzo, la gente bailaba, otros platicaban a pesar del ruido fuerte de la música. Ana me llevo dentro de la casa y fuimos a su cuarto, un par de minutos estábamos desnudos unidos como amantes jóvenes que éramos, y luego de un par de estocadas yo había perdido mi virginidad, eyaculando en mi inmaculada novia.
Pero la puerta del cuarto se abrió, eran sus hermanos, que nos buscaban, luego su papa y sus tíos, me dieron una madriza y me sacaron desnudo de esa casa, amenazándome que jamás regresara y me olvidara de Ana.
Yo le llore un poco, mi vida dio un giro, ya no tenía trabajo, ni novia pero lo que más me dolía era perder esa boquita, a Pepito que siempre estaba dispuesto a sacarme la leche, nunca se saciaba de mamarme la verga, lo extrañaba a el más que a cualquier cosa. Por obvias razones nunca más pude estar con él.
Con el tiempo el negocio de la familia de Ana fue bajando en ventas por la competencia y termino de joderse con la muerte del papa por una pelea en una borrachera, los hermanos se fueron al extranjero a probar suerte y pues yo luego de trabajar en todos lados conocí a tu abuela, pero esa es otra historia.
Yo: y que paso con Pepito y Ana?
Abuelo: pues ya te conté que Ana llego con un nene de 4 años a nuestra casa cuando yo ya tenía a tu papa de bebe. Esa única cogida fue suficiente para quedar preñada y pues su familia ya en pedazos estaba muy fregada, así que le dimos asilo. Y pues Pepito creció y se tiro a la bebida, era el borracho de la colonia, pero el cabroncito aunque vivía en las calles siempre aguanto esa vida, no sé en qué otras cosas andaba.
Mi abuelo me tomo de la cabeza y me la empezó a coger, mi boca hacia un sonido con cada metida y sacada, llego a mi garganta pero no le importó y le dio más rápido, su verga se ensancho cortándome el aire, trate de apartarme pero me lo impidió, y luego sentí como disparaba los mecos hasta mi garganta, tomo mi nuca obligándome a quedarme quieto tragando toda la leche. Por fin me soltó y agarre aire tosiendo, me fui recuperando.
Abuelo: perdón bebe pero ya me dolían los huevos, tenía que terminar.
Yo sonreí aceptando que me había ganado en mi juego, y me acosté metiendo nuevamente su verga gorda en mi boquita chupando suave, el apago la televisión y se acomodó.
Abuelo: ya vamos a dormir bebe, ya es tarde.
Yo cerré los ojos mientras usaba la verga de mi abuelo como chupon hasta quedar dormido.
Telegram: Rojito03
Uff esta historia es de mis favoritas, Ramoncito es cada ves mas putito.
Cada vez que subes una parte, disfruto leyéndolo mientras que me hago una buena paja, ya que me pongo muy caliente con esta historia.
Me encanta la relación que tiene Ramoncito con su abuelo y como disfruta sin control de la verga y de la leche de su abuelito.
Me encanta que Ramoncito este con su abuelito. Y que el abuelo le de verga tal y como Ramoncito quiere.
Muy buen relato, he leído todo lo que has escrito y te felicito eres muy buen escritor.
Ojalá no tardes mucho en seguir publicando.
Saludos
Soy muy fan de Ramoncito… me encanta como cada ves es mas putito.
Que rico, como disfruto de leer tu relato. Me encanta esta etapa de Ramoncito con su abuelo.
Me ha encantado ver como Ramoncito disfrutaba de la verga de su abuelo, mientras escuchaba su historia con el pequeño pepito. Me ha parecido super excitante y morbosa.
Esta historia cada ves me tiene mas enganchado… La relación que tiene Ramoncito con su abuelo me parece super morbosa y caliente. Y tengo que decirte que me encanta la forma que tienes de narrar todo y de escribir.
Antes de nada, gracias por continuar con esta maravillosa y excitante historia. Esta parte estuvo de 10… no sabes lo caliente y excitado que he acabado, me ha encantado como el abuelo le contaba a su pequeño nieto la historia de lo que paso con el otro niño, mientras Ramoncito degustado y saboreaba la verga de su abuelo.
Que delicia de verdad!!! me encanta esta historia. Y me encanta que cada parte la hagas así de larga, ya que se disfruta mas y da tiempo hacerse una buena paja mientras se lee.
Que rica esta parteeee!!! me encanta que Ramoncito disfrute de la verga de su abuelo y hasta le pida que le de sus meados… este niño es toda una putita. Tengo una ganas increíbles de saber mas de esta historia, me tienes muy enganchado.