Abuelo cuentame una historia parte 3
El abuelo me continua contando la historia de como enseño a mamar a su hijo y su bebe.
Desperté luego de una noche de muchos sueños, abrí los ojos en la habitación de mi abuelo, seguía con su verga en mi boca, no la había soltado en ningún momento, me había tragado su precum toda la noche y vaya que soltaba mucho.
Mi abuelo roncaba boca arriba, su cuerpo grande, robusto y muy moreno se veía enorme a mi lado, su cara llena de vello facial y su barriga algo abultada se veían muy atractiva con cada ronquido. La claridad del día entraba por la ventana anunciando la mañana, mi estómago gruño, tenía hambre.
Moví ligeramente a mi abuelo, luego un poco más fuerte pero no despertaba.
Yo: Abuelo, despierta. -dije sacándome por fin su verga de la boca.
El abuelo se estiro lentamente abarcando toda la cama, gruño y bostezo y luego volteo a verme en el rincón de la cama junto a la pared donde me encontraba y sonrió.
Abuelo: buenos días bebe.
Yo: buenos días. – sonriéndole de regreso.
Abuelo: tienes hambre bebe? quieres desayunar?
Yo asentí rápidamente.
Abuelo: enserio tienes hambre? pero si te estuviste comiendo mi carne toda la noche.
Yo reí y el me jalo dándome un abrazo de oso, me dio besos en toda la cara mientras yo reía sin parar.
Se levantó de la cama conmigo cargado, anduvimos por los pasillos de su casa, llegamos al cuarto de baño y soltó un chorro de orina en el inodoro, sin manos, ya que me cargaba con ambos brazos. Al darme cuenta de lo que hacía el hizo una cara de sorpresa que me hizo mucha gracia, el chorro sonaba fuerte cayendo en el agua y la porcelana, luego paro.
Abuelo: tú quieres hacer bebe?
Yo lo pensé un momento y asentí, mi abuelo puso cara seria fingida y me giro dándole la espalda cargándome desde atrás y me bajo hasta tener su entrepierna bajo la mía, parecía que su verga salía de mi cuerpo, la tome firme sintiéndola latir bajo mis huevitos, la diferencia era enorme, apreté la verga con mis piernas sintiendo su grosor.
Abuelo: adelante bebe, suelta los miados.
Yo dude un poco pero hice caso, haría lo que sea que mi abuelo me dijera para este punto, lo amaba mucho y el sabía lo que era mejor para mí. Solté el chorro el cual salió sin control hacia arriba mojándonos, ambos reímos, luego apunte mi propia verguita hacia el inodoro. Pero a pesar de los esfuerzos la verga de mi abuelo se mojaba con mi orina, después de unos momentos más pare.
Abuelo: eso es bebe.
Yo: Pero te moje.
Abuelo: no hay problema bebe.
El abuelo dio un chiflido y en un instante llego Canelo, el perro grande y rojizo del abuelo junto a nosotros, movía su cola alegre. El abuelo movió su cadera hacia delante y el Canelo se puso a lamerle la verga. Sus lengüetazos sonaban haciendo eco en el baño donde aún nos encontrábamos. La lengua del perro alcanzaba a mis huevitos y verguita, la cual estaban sobre la verga de mi abuelo. Una descarga eléctrica me recorría todo el cuerpo.
Abuelo: eso es Canelo, eres un buen perro, límpiame la verga y la de mi nieto, así así. Ramoncito bebe te gusta? te gusta la lengüita del Canelo? es un perro muy obediente, le gusta mucho hacerte feliz.
Canelo se esmeraba ahora conmigo, su hocico devoraba mis huevitos y verguita, sentí el dedo de mi abuelo punteándome el culito, haciendo que soltara un gemido, tome la cabeza de Canelo tratando de sostenerme mientras mi cuerpo explotaba de placer.
Yo: abuelitoooo
Abuelo: así es bebe déjate ir, te quiero mi amor.
Yo grite teniendo un orgasmo seco, las fauces del perro seguían devorándome la entrepierna, el dedo de mi abuelo me penetraba a fondo, los espasmos se apoderaron de mi y por fin pare.
El abuelo chiflo y Canelo se apartó, el dedo del abuelo punzaba en mi recto, fue sacándolo despacio, y me subió dándome un beso suave, su barba me picaba, me encantaba, sentía la piel sensible con cada caricia. Mi respiración agitada fue recobrándose poco a poco mientras que el empezó a andar. Nos metimos en la regadera y nos bañamos juntos, uno al otro, yo poniendo atención especial en su verga y el en mi culito.
Al salir empezó a hacer el almuerzo, me puse sandalias y fui a buscar los huevos de las gallinas como ya sabía, desnudo todos estos días, me sentía libre andando así, regrese con la vasija llena de huevos y mi abuelo los guiso igual sin ropas, su verga gorda dormida rebotaba con cada movimiento que hacía, yo me acerque y me la metí a la boca mientras el terminaba de preparar el almuerzo, con las manos ocupadas me dejaba chupar a mi antojo, yo lo hacía suave, nunca tenía suficiente de ese trozo de carne.
El sonido de sartén y estufa seguía con mi abuelo concentrado cocinando, se estiro a la alacena sacando un par de platos, un vaso y una taza, dio unos pasos yo pegado a el mediante mi boca, y por fin apago el fuego.
Abuelo: bebe suéltame que el café está caliente, no te vaya a caer encima.
Voltee y tenía una taza con dos platos, así que saque esa verga ya erecta de mi boca y me fui junto a el a sentar a la gran mesa rustica, y nos pusimos a almorzar.
Platicamos de Canelo y de las gallinas mientras almorzábamos, el me conto también de unos trabajos que tenía que ir a atender. El teléfono sonó rompiendo esa armonía, yo sabía quiénes llamaban, eran mis papas, así que me puse serio.
Mi abuelo contesto y tuvo una conversación rápida y me dio la bocina, yo negué con la cabeza, luego mi abuelo analizo mi cara volviendo a tomar el teléfono.
Abuelo: Ramoncito está almorzando, se acaba de levantar, mejor al rato me marcan para que este de mejor humor cómo ve? está bien, muy bien, adiós.
El abuelo regreso a la mesa y viendo mi cara seria y triste hablo.
Abuelo: bebe era tu mama, quiere venir por ti, si se van a ir al pueblo de donde es ella, quiere que vayas con ella y tu hermana, como ves?
Yo: NO! yo no quiero ir, yo quiero quedarme aquí contigo, con Tino, con mi padrino, no quiero ir lejos.
El abuelo extendió los brazos y lo abrace, el me dio besos en la cabeza, luego me sentó sobre el en la silla del comedor.
Abuelo: mira no hablemos de eso por ahora, hablemos de otra cosa bebe.
Yo asentí. Él sonrió y siguió comiendo, tomaba de su café con su mano libre, con la otra aún me abrazaba.
Yo: abuelito cuéntame otra historia.
Abuelo: jajaja sabía que dirías eso, que quieres que te cuente?
Yo lo pensé, y dije por fin limpiando un par de lágrimas que había soltado.
Yo: del bebe, cuéntame del bebe.
Abuelo: ah de tu papa cuando era un bebe, muy bien.
“Nos quedamos en que yo conocí a tu abuela, nuestro noviazgo fue rápido, yo andaba de vago, sus papas tampoco me querían, pero ella fue más desobediente y pues acordamos que me la robaría, llendose conmigo a casa de mis papas. Pero éramos tantos ahí que no tardamos en buscar donde rentar. Entonces yo conseguí un trabajo de ayudante general en un taller y el don que era mi jefe me ayudo a salir adelante, y termine siendo su mano derecha. Conseguimos este terreno alejado de todo que en ese entonces alrededor era solo monte y tierra, fuimos de los primeros en llegar aquí, pero poco a poco construí con lo salía y cuando tu abuela quedo embarazada aunque humilde ya era una casa habitable para una familia.
Si ahorita no tengo muchos vecinos en ese momento eran menos jaja. Aquí era muy silencioso, el pueblo quedaba a más de 20 minutos a pie con buen ritmo. Tu abuela siempre me reprocho eso, que le quedaba lejos todo, sobre todo su preciada iglesia. No sé si se arrepentía salir como salió de su casa que por eso siempre vivía en misa, y con el tiempo fue peor, ella atendía a los animales de granja, me hacía comida y labores de la casa pero siempre buscaba largarse de aquí, ir a misa, al mercado, con sus papas, todo con tal de no estar en la casa. Yo temprano me iba a trabajar pero al volver, solo la veía para cenar y luego yo salía solo con tu papa que en ese entonces era un bebe al patio a convivir con él. Ella o salía fuera se encerraba en el cuarto sin asomarse para nada. Yo me dormía cuando me sintiera cansado y acostaba a Monchito (el bebe).
Cuando llego Constantino de entonces 4 años y su mama, las cosas no cambiaron, solo que ahora cuidaba a dos niños, a Constantino al final del día tocaba fuerte la puerta del cuarto exterior donde vivía con su mama y ella abría y lo dejaba entrar sin decirme una sola palabra.
Pero bueno, después de esa noche donde mis nenes me habían sacado la leche, bueno Constantino, con la boquita mientras yo tenía un sueño húmedo no podía dejar de pensar en eso, en mi trabajo estaba distraído, reprochándome por dejar que pasara eso, pero otra parte de mi estaba muy caliente esperando que se repitiera. Quien habría enseñado a mamar a Constantino? seria el tío pepe, que para ese tiempo sería un puberto? o sería algo nato? disfrutara tener una verga en la boca? yo no lo había provocado, el solo había buscado mamarme la verga. Quería que eso siguiera pasando? se sentía muy bien, mi vida sexual luego de casarme era muy mala, por no decir nula, extrañaba una boquita deslechadome.
Todo el día le di vueltas, llegando por fin a mi casa, mi esposa iba de salida, me dio al bebe y me dijo que iría a misa de 7, que no podía faltar por ser una acolita, me dio instrucciones para la cena y se fue sin decir adiós. Puse la radio, en ese momento no teníamos televisión, ni soñando, deje a Monchito en el suelo con un par de juguetes y fui por Constantino, toque la puerta y salió corriendo a abrazarme, lo cargue y me metí con él en la casa, no había nadie, no había razón para estar afuera o seria que yo lo tenía planeado todo?
Llegamos a la sala y de inmediato se pusieron a jugar, la verdad no tenía que hacer mucho, ellos jugaban entre sí, me fui a cambiar al cuarto, me quite las botas de trabajo y el pantalón, poniéndome un short holgado, luego camine hacia donde estaban mis hijos y los vi, jugaban con un carrito, Constantino llevaba un short apretado, con una playera interior, Monchito un pañalero celeste con blanco, ambos morenos, con piel tersa y sus caras bonitas con ojos grandes. Regrese a mi cuarto y casi mecánicamente me baje el short y quitándome la ropa interior me subí nuevamente el short.
Camine y me senté en el sillón, ellos estaban en el suelo frente a mí, el primero en verme fue Monchito que avanzo hasta tocar mis piernas, yo brinque un poco con su toque, estaba caliente, la situación me tenía cachondo, pero eran mis hijos, que me pasaba? porque estaba así, Monchito sonreía con su boquita gruesa llena de saliva, luego vino Constantino y cargo al bebe desde atrás besando su cuello, ambos reían y se fueron de espalda al suelo, mi cara veía todo con morbo, sentía la suave tela de mi short sobre mi verga la que parece que había crecido.
No sabía que me ocurría, quería que algo pasara pero no quería provocarlo, entonces tuve una idea, dejaría que ellos tomaran la iniciativa como la última vez, me recargue en el sillón y cerré los ojos, abrí mucho las piernas y empecé a roncar, era imposible que alguien durmiera tan rápido pero eran solo unos nenes.
Ellos no parecían inmutarse, escuchaba risas y juegos, entonces ya un poco harto moví mi pierna poco a poco haciendo que mi verga ya gruesa callera por un costado asomándose fuera del short, entonces las risas pararon, quise abrir los ojos pero me resistí. Luego de un rato sentí que me tocaban el fierro suavemente, luego más firme, que lo olfateaban. Sentí más de una manita manipulándolo, mis dos nenes me manoseaban, a su papa, el que los había creado.
Parecía que les daba mucha curiosidad porque la movían de arriba a abajo, sentí como apartaban el short, como me pelaban el prepucio y entonces sentí una lengua en el glande que me hizo brincar. La lengua recorrió el glande suavemente, luego metió la cabeza en la boca y se puso a mamar, eso me volvió loco, su boca era caliente, chupaba como un becerrito buscando leche, con fuerza con desesperación.
Abrí los ojos cuando sentí sus dientes. Constantino atragantado con mi verga mamaba sin parar, junto a el muy atento estaba Monchito mi bebe, con la boca abierta, parecía que esperaba su turno.
-Bebe no uses los dientes, le duele a papi.
Constantino volteo asustado, yo le sonreí y le guiñe un ojo, él sonrió. Yo lo tome de la nuca incitándole a seguir, trago mi verga erecta ya muy babeada, yo con voz suave le explique cómo hacerlo, él fue muy obediente y en unos minutos ya tenía un experto mama vergas de solo 4 añitos, aún más joven que Pepito mi primer deslechador.
Esa boquita me estaba volviendo loco, no se cansaba, era voraz, sentía como apretaba sus labios y lo caliente de su boca. Vi como su cabeza subía y bajaba tragando mi mástil, el cual estaba muy firme, lo más duro que lo había tenido, la situación me tenía descolocado, mi propio hijo me estaba mamando la verga, y lo hacía con gusto. Entonces gire los ojos para ver a Monchito, mi bebe estaba atento de lo que pasaba, estaba asombrado viendo a su querido hermano y compañero de juegos tragarse un palo grande y grueso como el mío, su boquita abierta goteaba baba que caía en su babero, su carita con cachetes gordos y poco pelo no perdía nada del espectáculo.
De pronto su manita toco mi pierna y me hizo retorcer de placer. Conforme la mamada seguía el bebe acercaba más su cara a mi entrepierna. Sabía que seguía pero no sabia si quería cruzar esa línea, era solo un bebecito tierno, mi bebe. Pero no hice nada para evitarlo, la boquita de Monchito se acercó hasta tocar el tronco de mi verga con sus labios, no podía creer el nivel de perversidad, mi bebe me estaba chupando la verga. Entonces Constantino se sacó la verga de la boca y se la ofreció a Monchito, el cual sin pensar metió en su babeada boca, como si se tratara del dulce más delicioso.
Eso fue demasiado para mi, el contacto con esa boquita sin dientes tratando de morderme el glande pero apenas abarcándolo me hizo perder la razón y explote, mi leche salió desbordada chorro tras chorro llenando la boca del bebe, luego su carita, pelo y parte del cuerpo, la leche no paraba, sentía como mis huevos se exprimían al máximo. Monchito empezó a toser la leche que había tragado, su babero estaba manchado totalmente.
Cargue al bebe tratando de calmarlo pues empezó a gimotear anunciando el llanto, y lo logre, entonces sentí como lamian la leche que tenía en mis piernas y verga, Constantino trataba de dejar todo limpio. Yo lo veía con el bebe en mis brazos, la boca de ese nene de solo 4 años era muy activa tragando todo, lamio mis huevos y al final me sonrio.
- Listo? –pregunte.
El asintió riendo
- Como es que tu..
La reja que separa la casa de la calle sonó, mi esposa había regresado antes de la iglesia, brinque asustado, estaba en la peor de las situaciones, me acomode el short que afortunadamente no me había quitado, le quite el babero al bebe limpiándole la cara lo acomode sobre mi regazo tratando de ocultar mi erección y le hice una seña con el dedo a Constantino de silencio.
- No puedes decirle a nadie de esto, ni a tu mama está bien? Es algo entre nosotros tres, a nadie.
Constantino sonrió y asintió. Mi esposa abrió la puerta y nos vio sorprendida preguntándome que hacíamos dentro. Era algo inusual, teníamos un pacto no establecido que el patio era el área común donde convivia con ambos hijos, dentro de la casa solo era la convivencia con Monchito, nuestro bebe. Le explique que estamos comodos ahí, ella refunfuño y yo tratando de salir de la situación le dije a Constantino que se fuera al cuarto de su mama, el salió de la casa y quede con mi esposa en una pelea tonta sobre que Constantino al no ser hijo de ella no tendría por qué estar ahí, yo trate de no discutir mucho, estaba incómodo con el short sin ropa interior y mi bebe tapando la erección que no me bajaba.
Al final ella se fue al cuarto y me dijo que no se hablara más del tema. Pero antes de irse dijo que bañara al bebe, que estaba mojado, que lo había cuidado mal. Asentí y quede con Monchito en la sala a solas, con el corazón aun latiendo fuerte, casi había sido descubierto en lo peor que un padre podía hacerle a sus hijos, y peor a su bebe.”
Continuara…
Telegram: Rojito03
Me encanta que hayas subido los capítulos tan seguido… no sabes como he corrido a leerlo.
Uuufff no sabes lo mucho que disfruto leyendo esta historia… siempre consigues excitarme y ponerme la verga durísima.
como sigue
Como siempre Ramoncito no nos decepciona. Es una gustazo ver como este niño no se cansa de comer verga.
Me encanta la relación que tiene Ramoncito con su abuelo.. y la forma que tiene su abuelo de hablarle y de tratarle… me parece muy entrañable y caliente a la vez 😋😋
Ufff menuda calentura tengo encima y menuda paja me he hecho.. me encanta la forma que tienes de escribir y narrar.
Como siempre un excelente relato… las aventuras de Ramoncito y sus ganas de comer una buena polla y rica leche 💦💦 nunca decepcionan.
Por cierto… gracias por continuar esta excitante y maravillosa historia 😉🔥🔥
Que delicia de verdad!! siempre es una delicia masturbarse leyendo tus relatos. Ramoncito es cada día mas adicto a una buena verga.
Uff estoy tan caliente que tengo la polla como una piedra y soltando precum sin parar… me encanta la historia de verdad.
Menuda excitación y calentura me provoca esta historia… estoy tan caliente que no he podido evitar masturbarme mientras la estaba leyendo.
pdt: Me encanta que Ramoncito sea cada vez mas putito y que no pueda pasar ni un día sin probar una buena verga. En este caso la de su abuelo.
Necesito mas 😋😋 como sigue?
Soy nuevo en esta pagina y me encanta la forma que tienes de escribir. Me he leído toda la historia de una y me he corrido como nunca lo había hecho leyendo tu historia.
Que envidia a Ramoncito de poder tener a la mano una verga para mamar desde temprana edad. Yo aunque empece a los 6 años a jugar con vergas…. tarde en mamarlas y a los 12 años fue que co segui me la metieron dos hermanos.