Abuelo cuentame una historia parte 4
La historia del abuelo y Constantino su hijo..
Yo: abuelo y que paso con Constantino?
El abuelo mecía suavemente la mecedora, el viento corria suave y noche iba poco a poco cubriéndolo todo. Yo me encontraba aun penetrado sobre mi abuelo, de espaldas sobre él, ambos desnudos.
Mi cuerpo de nene de 4 años era acariciado suavemente por esas manos grandes de mi abuelo, su toque me provocaban aun suaves descargas de placer infantil. Sentí su barba en mi cabeza, y luego un beso en mi nuca.
Abuelo: no has acabado con mis historias verdad?
Yo negué con la cabeza, dejándome llevar por las sensaciones, mi culito aun albergaba su verga gorda y morena, lo sentía muy abierto e invadido pero se sentía bien, muy bien.
Abuelo: Bueno pues continuare..
Al día siguiente era sábado, yo trabajaba medio día, cuando llegue a la casa tu abuela me había dejado una nota, me había dejado la comida en la estufa y había salido a visitar a sus papas y se había llevado al bebe.
Yo acepte la situación, sus papas no me querían y entre menos conviviera con ellos era mejor. Me cambie vistiendo una playera interior de tirantes y me puse un short deportivo holgado y unas sandalias y me senté en la mesa dispuesto a comer cuando me llamaron desde el patio, era la mama de Constantino.
Salí a atender, era raro que ella me buscara en la casa, generalmente era yo quien salía a buscar al niño al patio. Ella se veía apurada y estaba mas arreglada que de costumbre. Me explico que había tenido una emergencia en el pueblo con sus hermanos y que tenía que ir sola, que me dejaría a Constantino y que regresaría ya tarde.
Antes de que pudiera contestar ya había salido de la casa. Constantino me sonrió, era un nene bajo para su edad, moreno con ojos grandes y expresivos, de complexión delgada pero algo caderón, y con nalgas gorditas.
Le ofrecí comida y dijo que ya había comido antes. Él se sentó en la silla contigua y platicamos mientras yo terminaba. Su risa y mirada alegre me fascinaban, a pesar de las carencias era un niño feliz. Conversamos de muchas cosas pero luego de ver sus labios carnosos pregunte sin más.
Yo: Constantino, lo de ayer en el sillón, quien te lo enseño?
Constantino brinco cambiando el semblante, su mirada fue hacia el sillón, donde un día antes me había mamado la verga hasta hacerme venir. Luego me vio bajando la mirada, entendí que no me diría, no por ahora al menos. Sonreí y cambie de tema preguntándole sobre si le gustaba jugar con Monchito mi bebe y la sonrisa volvió y animado me conto que era como su hermanito, lo cual era verdad, era su medio hermano, pero al parecer su madre no le quería explicar que yo era su padre y Monchito su medio hermano.
Al terminar me levante, dirigiéndome a la puerta del patio, pero replantee que aunque mi esposa el día anterior no le había parecido que Constantino estuviera en la casa de nosotros, ella no estaría y no se daría cuenta, era temprano y no volvería hasta el anochecer.
Yo: que quieres hacer? Hoy seremos solo tu y yo. – al decir esto sentí como mi verga dio un brinco, la idea sonaba morbosa, pero no quería forzar nada.
Constantino eligió jugar en el patio, corrió con las gallinas, brinco y se cayó, yo lo veía sonriendo, veía sus rasgos y no podía negar que era mi hijo. Luego vio un montículo de tierra y se acercó pero antes le grite que no era buena idea, no tenía cambio de ropa y el cuarto en el que vivía con su mama estaba cerrado o eso pensé, tampoco iba a averiguarlo.
El me rogo que no se ensuciaría, pero para nada tenía sentido, un niño jugando con tierra sería un desastre, él puso cara triste y no me pude resistir.
Yo: está bien pero quítate la ropa, luego te bañas, para que tu mama no me reclame. El brinco de alegría y en un instante ya estaba desnudo. Yo trate de pararlo, la idea es que se quedara en calzoncillos pero el no tuvo pudor en quedar sin ninguna prenda, su cuerpecito moreno corrió hacia la tierra, de espaldas sus nalguitas rebotaban, las tenía muy paraditas y gordas.
Yo acerque mi mecedora y me senté tras de él, él jugaba con un carrito, y con la tierra formaba caminos, su verguita de nene media unos cuantos centímetros. En un momento se puso en cuatro haciendo un zurco con la tierra y al inclinarse pude ver su culito, lampiño y hermoso.
Ya me estaba calentando apreté mi verga sobre el short notando como iba creciendo, voltee a los extremos de la casa, había suficiente luz para que alguien pudiera ver a un nene de 4 años jugando desnudo mientras su papa frente a el se manoseaba, pero la casa estaba en las afueras, el vecino más cercano estaba a bastantes metros, era casi imposible que alguien nos descubriera.
Metí mi mano bajo mi short manipulando mi verga mientras veía atento a Constantino jugando. El nene volteo y me vio de arriba a abajo pensativo, su cuerpo moreno brillaba con el sol, tenía tierra en varias partes, luego camino a gatas hacia mí, me veía a los ojos con una mirada dispuesta y al llegar a la mecedora, se hinco tocando mis piernas con ambas manos y abrió la boca sacando la lengua.
Yo solo empuje por dentro del short la verga por un costado de la pierna, la cual ya estaba erecta y con precum, y el nene la metió a la boca. Su lengua iba a todos lados del glande, la chupaba de maravilla, su boquita se sentía muy caliente.
El me veía a los ojos mientras mamaba y yo le sonreí animándolo a seguir, su cabeza empezó a moverse para arriba y abajo, esforzándose en chupar un buen pedazo, pero era imposible, su boca era muy chica para mi vergota.
Tome su cabeza y le indique el ritmo, él lo entendió, era muy bueno chupando, se veía que lo disfrutaba, se atragantaba y mamaba hasta a veces tener que parar a tomar aire. Yo estaba en la gloria, era delicioso sentir su casi garganta en la cabeza del pene.
Sentí como se me venían los mecos y lo pare, no quería acabar aun, el hizo un reclamo mediante un quejido, su boca llena de saliva fue separada del pedazo de carne que lo creo y lo dirigí a mis huevos, los cuales me saque del short.
Yo: chúpame los huevos bebe, de aquí viene la rica lechita.
El sin pensarlo se puso a chuparlos, le indique que fuera suave y el me los lleno de saliva de un momento a otro, este nene estaba desesperado, quería los mecos de papi, así que decidí cumplirle ese capricho también.
Tome su cabeza, una mano en cada lado y la dirigí de nuevo a mi verga, el la trago con gusto succionándola, entonces yo empecé a moverlo de adelante hacia atrás, cuando iba hacia adelante engullía y succionaba y cuando iba hacia atrás agarraba aire dejando un hilo grande de saliva.
Empecé a acelerar el movimiento, hasta cogerme su boca con rapidez, el no se quejaba, era un adicto a la verga adulta, a la de su papa, el movimiento hacia que sonara la saliva de su boca en todo el patio. Mi verga empezó a hincharse y el succionaba más duro, mis movimientos eran más y más rápidos.
Yo: ya viene la leche bebe, trágatela toda ah ah
Hundí su cara en mi ingle soltando chorro tras chorro de mecos, se estaba comiendo a sus hermanitos e iban directo a su garganta, yo lo aprisione mientras que ríos de leche salían vomitados, sentí sus manitas apretando mis rodillas tratando de zafarse, y accedí sacando por fin mi verga de su boquita, pero expulsando los últimos disparos en su carita.
El tenía los ojos llorosos pero sonrió al sentir el calor del semen, yo me retorcí de placer, ese nene me había dado la mejor mamada de mi vida, sentí como me había exprimido totalmente los huevos.
Yo: ay cabron que rica boquita tienes.
Él sonrió, tenía la cara llena de mecos, desde la frente hasta la barbilla, yo reí al ver la escena, ya no había culpa como las últimas veces, ahora está plenamente feliz de que mi hijo fuera quien me sacara la leche, él lo disfrutaba, lo buscaba, lo quería, y yo como me iba a negar.
Yo me levante por fin y lo cargue entrando a la casa, llegamos al baño y abrí la regadera metiéndolo a bañar, el reía cuando lo enjabonaba y me mojaba no teniendo más remedio que desnudarme y bañarme con él.
Juntos nos enjabonamos uno al otro, el poniendo especial atención a mi verga. Yo aproveche para acariciar todo su cuerpo, tome sus nalguitas apretándolas con gusto, que suaves eran, luego las enjabone poniendo además un dedo en su culito limpiándolo, el brinco quejándose cuando sintió que metía la punta con la intención de limpiarlo bien (o eso creía que hacia).
Terminamos y salimos de la regadera, vi la hora, aún era muy temprano, así que lo lleve a mi cuarto y le puse crema en todo su cuerpecito, él estaba boca abajo en la cama, se veía muy bonito recién bañado.
Acaricie su espalda, mientras le decía que lo quería mucho, que lo que hacíamos no podía saberlo nadie y que lo haríamos cuando el quisiera, el asintió y mi mano fue recorriendo su espalda baja hasta sus nalguitas paraditas, las cuales apreté. Luego me incline y les di un beso a cada una, lo cual hizo que Constantino brincara.
Yo reí y lo hice de nuevo, volviendo a provocar un espasmo en el nene. Entonces me recosté boca abajo atrás de él y lamí sus nalguitas de nene, chupándolas suavemente primero una y luego la otra.
Constantino brincaba de gusto, y eso me animo a seguir. Si mi esposa llegara encontraría la peor escena, a mi y a un nene de cuatro que resulta ser mi hijo desnudos en su cama mientras le chupaba las nalguitas.
Yo: te gusta bebe? Te da cosquillitas?
El asintió y luego gimió mientras yo pasaba mi lengua por esas montañitas tersas. Luego mi lengua fueron hacia el centro y pase mi lengua por su culito, lo cual provoco un gemido fuerte del nene. Entonces lo que siguió era obvio, tome una nalguita en cada mano y metí mi cara en la raja introduciendo mi lengua en su culito.
Él se quejó, entonces fui más lento, ese culito apretaba mucho, no quería ser brusco, así que fui punteándolo lentamente hasta que los quejidos de dolor fueron ahora de placer. Mi lengua entraba y salía ahora más rápido de ese culito, yo tenía para este momento la verga muy firme, mojando la cama de lubricante que salía de mi uretra.
Cambie moviendo mi lengua desde su culito recorriendo sus nalguitas hacia su espalda y llegando por fin a su oreja izquierda, metiéndola en el oído y susurrándole cosas para luego volver de regreso a su culito por el mismo camino.
Yo: te gusta bebe? Te gusta mi lengua en tu culito? Sabe muy rico, quiero comérmelo.
El gemía, estaba en éxtasis, igual que yo, la situación me tenía al borde de la locura, ahora penetraba sin piedad ese culito con mi lengua, haciendo que los ahora gritos de Constantino retumbaran en todo el cuarto.
Su culito empezó a apretarme más y sentí como la piel del nene subía de temperatura, estaba teniendo un orgasmo, yo metí todo lo que pude la lengua y dejándola ahí sentí como el llegaba al clímax. Era maravilloso, su cuerpo se retorcía y un gemido largo dio por terminado ese orgasmo.
Yo acaricie su espalda aun con mi lengua dentro de él, trate de calmarlo mientras su respiración volvía a la normalidad. Así estuve por un rato hasta que sentí que respiraba más lento, me levante y vi como dormía.
Vi la situación, ambos estábamos desnudos, pero no quería vestirlo, debía descansar, entonces tome un reloj despertador y puse la alarma y luego de poner un pasador que impedía abrir la puerta de la casa desde fuera, me acosté con él.
Mi verga aún estaba muy dura, pero no era momento de pensar en mí, ya habría tiempo de eyacular. Abrace a Constantino contra mi cuerpo, ambos desnudos y fui quedando dormido mientras acariciaba sus nalguitas, pensando que tan posible seria meterle mi vergota en ese culito, trate de no pensar, era imposible o no lo era?
Telegram: Rojito03
Que buen relato me encantó leerte me gusta tu estilo lo mejor de todo fue ese rico orgasmo infantil ojalá pronto puedas meterle la verga a ese nene y podamos leer ese relato mientras nos masturbamos.
Uuff… que ganas tenia que de que subieras otra parte. Me encanta como escribes de verdad.
Menuda excitación traigo encima… mi verga a esta soltando precum sin parar 💦💦
Me encanta este relato, menuda paja me hice mientras lo leía.
Gran relato como siempre… necesito saber mas.
Que delicia de verdad… disfruto mucho leyendo esta historia. Espero con ganas la próxima parte.
Como encanta este relato, es muy caliente y excitante. Y me encanta como Ramoncito disfruta de las historias de su abuelo.
Me encanta como Ramoncito disfruta con su abuelo… espero que este tiempo con el dure mucho.
Ufff… menuda paja me hice… me encantan las historias del abuelo.
Como sigue? estoy ansioso por saber mas de esta excitante historia.
Me encanta esta historia… siempre que la leo me excito muchísimo y siempre disfruto con ella.
Uuff… estoy tan caliente después de leer el relato, que me voy a detener que hacer otra paja.
Siempre me quedo con ganas de mas… me encanta la vida de Ramoncito.