Abuelo cuentame una historia parte 9

Continua la historia de 3 hombres y un bebe pero ahora llega Constantino mi nene de 4 años..
Ahí estábamos en aquella mesa, Yoni en una silla con el bebe Monchito al que le acaba de dar papilla con mecos de los tres adultos que estaban en esa casa. Monchito hizo un puchero sonriendo y todos reímos al ver la escena. No encontrábamos todos desnudos de la cintura para abajo con las vergas babeando después de la deslechada que acababa de pasar, solo el bebe estaba completamente desnudo, su cuerpo húmedo de esperma y saliva, con su cuerpo regordete, sus piernas y brazos carnosos se movían felices, su carita con cachetes grandes se movía viéndonos uno a la vez con esos ojos grandes y expresivos contagiándonos su alegría.

El negro seguía parado a mi derecha, su cuerpo moreno casi negro, era alto y musculoso, tenía el cabello chino muy corto y era algo desaliñado, vi como su verga gorda y negra, con la cabeza morada en forma de flecha fue erectandose poco a poco, hasta apuntar al frente.

Negro: que boquita tiene tu bebe Lupe, con razón le das a mamar, sentí como me succionaba hambriento la verga.

Yoni rio. Su cuerpo era delgado de espalda ancha, moreno claro, cabello casi a rapa, barba de tres días, ojos color verde, y tenía tatuajes en todo el cuerpo. Movió su verga con la mano derecha provocando que creciera, ese mástil era moreno claro, gordo y sin prepucio. Tomo la mano del bebe dirigiéndola a su verga, el bebe la apretó y Yoni nos guiño el ojo.

Yoni: parece que el bebe aun quiere seguir jugando con nosotros. Papi lo ha enseñado bien jaja

Yo sonreí.

Yo: Como no, me saca la leche todas las noches. Ya no puede dormir sin mi lechita llenandole la pancita.

Ellos soltaron una carcajada, pero en eso sonó que tocaban la puerta. Todos nos quedamos en silencio quietos. Tocaron de nuevo ahora más insistentemente. Nos apresuramos a subirnos los shorts tratando de disimular las erecciones. El sonido de la puerta llego una tercera vez y Negro fue a asomarse a la ventana.

Negro: es la mama de Constantino.

Yo me pare rápido y abrí la puerta. Ella se encontraba junto a un hombre alto bien parecido con bigote recortado y con mi hijo Constantino.

Mama de Constantino: hola, perdón por buscarte aquí, pero necesito que cuides a Constantino de favor, yo tengo una vuelta que hacer y no lo puedo llevar.

Constantino me abrazo quedando su carita a la altura de mi entrepierna, donde mi erección recibió el calor de su piel, Ana (su mama) seguía hablando pero de reojo vi como su acompañante observaba que Constantino se restregaba en mi bulto. Luego el estiro el cuello observando el interior de la casa, donde un bebe desnudo con el cuerpo húmedo descansaba en el regazo de un hombre y casi puedo adivinar que percibió el olor de mecos en la casa.

Al final la mujer termino de hablar, despidiéndose, era obvio que se iría a coger con su nueva conquista, el cual no dejaba de ver cada rincón de la casa. Ella lo tomo del brazo jalándolo hacia la calle, el dio un último vistazo a Constantino quien no se separaba de mi bulto y luego de verme a los ojos con sorpresa y lujuria camino de espaldas sin dejar de observarnos.

Yo le dije adiós con la mano, y metí al nene dentro de la casa, cerrando la puerta. Adentro nos esperaban dos hombres desnudos dándole de mamar a un bebe, habían puesto a Monchito en un sillón con cojines alrededor y uno en cada costado se turnaban para meterle la verga en la boquita. 

Constantino mi nene de 4 años los vio asombrado, analizo toda la escena mudo, yo le fui quitando la ropa y luego me desnude yo y lo aproxime a los demás.

Yo: Quieres jugar con nosotros? Monchito ya se adelantó, mira como les chupa verga a mis amigos.

El negro giro ofreciéndole su pito gordo, Constantino asombrado quedo inmóvil y yo le empuje la cabeza hasta que se lo metió a a la boquita.

Yo: tranquilo bebe, ellos saben que te gusta mucho chuparle la verga a papi, ellos quieren disfrutar como lo haces conmigo, mamasela.

Constantino cambio su semblante y empezó a succionar el glande, el Negro me vio sonriendo y asintió. Al fondo el Yoni estaba sobre el bebe el cual le lamia los testículos que le colgaban. La casa olía a sexo, a verga, a semen, a sudor y a talco para bebe. Yo camine hacia la hielera y tome 3 cervezas, regrese con el pene erecto contoneándose al caminar y les pase una cerveza a cada uno de mis amigos quienes alimentaban a mis bebes con sus vergotas.

Ellos me vieron y brinde en el aire con ellos y tomamos un trago grande riendo.

Yo: salud compadres, por esta bonita amistad.

Constantino me veía aun sorprendido pero no dejaba de chupar la verga del Negro que parece que lo tenía embriagado de placer. Me situé junto al Negro y tomando la cabeza de mi nene le indique que se metiera mi verga en la boca. Mi nene lamia con rapidez y luego pasaba a la otra verga rápido. Yo le acariciaba la cara como sabia que le gustaba. El negro me paso su brazo derecho por la cintura uniéndome a él por la cadera, ese abrazo fraternal me agrado, sentí su piel junto a la mía. Sentía que no debía ya tener ningún prejuicio o tabú, me deje llevar por el placer de las nuevas sensaciones.

Yoni: yo quiero unirme. -dijo situándose a mi derecha pasando su brazo izquierdo por mi cintura.

Entonces yo cruce mis brazos hacia las cinturas, la izquierda con el negro y la derecha con Yoni, uniéndonos en una trenza de brazos.

Yo en el centro de ese abrazo de pie, piel con piel, con las vergas erectas apuntando al frente, donde mi hijo de 4 años se movía entre cada uno de nuestros pitos chupándolos y cambiando al siguiente.

Yo: así bebe, lo haces muy bien, chupa chupa, si eres un mama vergas muy talentoso.

Negro: que delicia de boquita tienes Constantino, eres un adicto a la verga.

Yoni: ay wey que bien chupas, yo pensé que tendría que enseñarte pero tu deberías darme clases jajaja.

El nene jalaba una verga con una mano y chupaba otra, luego cambiaba y regresaba, su boca nos tenía en un completo éxtasis, sentí como las manos de mis compañeros se movían acariciándome la espalda y nalgas y yo hice lo mismo, la piel de Yoni era muy suave y la del Negro muy caliente.

Hubo un momento donde nuestras manos iban y venían ampliando el placer que nos daba Constantino. Las manos libres de mis compañeros apretaron mis pezones al mismo tiempo, lo cual hizo que un gemido se me saliera. Luego Yoni lamio mi cuello mientras que el negro me tomo de la barbilla dándome un beso apasionado, su barba me raspo y su lengua penetro mi boca en una sensación inigualable, nueva pero deliciosa.

Yo me deje hacer, ellos me besaban, lamian y mordían por todos lados, la boquita de Constantino lamia sin parar mi verga, olvidándose de las otras, creí desfallecer, entonces el Negro se separó poniéndose a mi espalda y agachándose tomo mi cintura metiendo su lengua en mis nalgas. Sentí una descarga eléctrica cuando su lengua ingreso en mi ano. Su lengua iba y venía causándome gran placer. Yoni se separó de mí y poniendo tras de Constantino tomo su cadera metiendo también la lengua en su recto infantil, el nene salto al sentirse invadido pero nunca saco mi verga de su boquita.

Yoni me veía fijamente mientras su lengua penetraba el anito de mi hijo, el nene apretaba su boquita en la cabeza de mi verga desesperado. Yo por mi parte sentía lo mismo en mi culo, pues el Negro me penetraba sin piedad con esa lengua áspera y gruesa. En la casa solo se escuchaba el sonido de las chupadas y los gemidos.

Recordé al Monchito, mi bebe de menos de un año y luego de buscarlo lo encontré en suelo, El negro lo había puesto ahí, de tal manera que el hincado lamiendo mi culo tenía la verga siendo mamada por el bebe boca arriba. Todos participábamos en esa orgia, donde yo era el centro, junto con mis hijos.

Duramos un buen rato en esa posición, yo veía como Yoni metía un dedo a Constantino, luego otro, no sé de donde había sacado un gel que le introducía, el me veía divertido mientras el nene me chupaba con dificultad pero muy deliciosamente la verga. Mi cara con asombro vi cómo le metía ya dos dedos en su culito. El nene se quejaba pero se veia su cara llena de goce con la invasión en su recto.

Entonces Yoni se incorporó y vi su verga morena clara llena de ese gel, y sin dejarme de ver fue apuntándola al culito de mi hijo. Vi en cámara lenta como punteaba su culito y de una se la clavo. El nene grito de dolor apretándome la verga fuertemente, yo trate de protestar pero ya era tarde, el cabron se estaba cogiendo a mi hijo de cuatro años. Y lo que siguió me descoloco más, el Negro se apoyó en mi espalda inclinándome y de una me clavo su mástil gordo y negro, yo grite, quise quitarme pero me lo impidió, él era más fuerte que yo, el dolor me recorrió todo el cuerpo.

No podía creer que me acababan de desquintar, me habían metido una verga en mi virgen culo de macho, el cabron me había tomado por sorpresa, bufe tratando de soportar el dolor.

Negro: calmate, ya pasara el dolor Lupe, ahorita te va a gustar.

Mordía mis labios por aquel inmenso dolor que sentía en el culo, en las entrañas. Entonces sentí como mi verga era chupada en el glande, apretándola con fuerza, con una succión rápida, era mi bebe Monchito, quien había quedado bajo de mi, que me encontraba en cuatro patas y que mi verga había quedado totalmente  a su disposición.

El placer que su boquita me daba, provoco que el dolor pasara, además Negro acariciaba mi cuerpo, sus manos ásperas y grandes se sentían calientes en mi piel. Levante la cabeza al frente y vi a Constantino observándome muy de cerca, tras de el Yoni empezaba un vaivén suave cogiéndoselo.

El placer fue llegando al tiempo que la verga en mi culo empezó a entrar y salir suavemente. Constantino me sonrió al verme más relajado, y pasando sus manos por la frente me limpio el sudor.

Yo: ay cabron.

Se me salió un gemido, sentía la boquita de mi bebe succionando fuertemente mientras que en mi culo el calor de la cogida me provocaba una sensación de lleno cada vez que salía esa verga me sentía liberado pero cuando entraba quería que me perforara que llegara más adentro, el placer era demasiado, pensé que me volveria loco.

Yo gemía muy fuerte, el sudor me recorría todo el cuerpo, veía como Constantino era penetrado con fuerza, como un muñeco de trapo, al tiempo que Yoni tras de él me observaba con deseo, con malicia, se estaba cogiendo a mi hijo y veía como su papa era cogido también.

Constantino: ay ay ay me duele.

Negro: cógetelo cabron, cogete a ese nene mientras yo me cojo a su papa, mira como lo disfruta.

Yoni: si bebe siente mi verga, te voy a dejar el culo lleno de mecos calientitos.

Yo: ah ah ya ya.

El Negro empezó a taladrarme, me tomo de la cintura mientras con furia me penetraba sin piedad, yo gemia de placer mientras sentia como mi próstata era presionada, la boca de mi bebe chupaba haciendo que el orgasmo se aproximara.

Acerque mi cara a Constantino dándole un beso en el que casi me lo quería comer, robándole su aliento y metiéndole la lengua, senti como perdia la batalla, la leche fue saliendo disparada desde mi verga hasta la garganta de mi bebe quien desde el suelo recibia la semilla de su papa.

Yo: ah ah ay ay cabron ahhhhhh

Una corriente eléctrica recorrio todo mi cuerpo mientras mi culo era penetrado como metralleta, sentí que se me iba la vida.

Negro; que rico aprietas cabron, aquí esta mi leche de macho ahh ahhh

Sentí como su culo era llenado una y otra vez por el esperma de mi amigo de borrachera. Continúe besando la boca de mi hijo al tiempo que el también se retorcía con un orgasmo seco.

Constantino: ay ay ay ahhh

Yoni: no mames que rico, me corro.

Yoni era el último, el cual derramo su leche en el casi recién estrenado culo de mi nene de 4 añitos. Empujo su cadera inyectándole al fondo todo lo que salieron de sus huevos.

Caímos todos rendidos, yo procurando al bebe, el cual se relamía la leche de papi. Estábamos todos boca arriba en la sala de la casa en esa noche de verano, tenía a mi bebe junto a mí izquierda y a Constantino a la derecha, los cuales abrace. Me senti muy feliz, me habían dado mucha felicidad junto con mis dos amigos.

En algún punto nos quedamos dormidos.

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