Abusado en mi infancia
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Como eramos personas sencillas y no pudientes, viviamos mis padres con mis hermanos en una casa y yo con mi tía, hermana de mi madre, en otra casita, al lado de la de, mi mamá. Yo tendría entonces unos 7 años y por eso recuerdo todos esos sucesos, con mucha claridad. No mencionaré nombres, aunque eso pasó, hace mucho, debo callar. Pues bien esos chicos vivían con su madre y eran hijos de padres diferentes. El mayor tendría unos 18 años, el del medio como 16 años y el menor unos 14 años. Las chicas del barrio eran locas con ellos, al igual mis hermanas, hembras. Yo era entonces, un niño robusto, sano y con unas tremendas nalgas, que hasta mis hermanos varones se pasaban dandome nalgadas y diciéndome que tenía un culo de mujer, y yo me enfurecía.
Pero vamos a lo sucedido. Un día yo hice una casita, para jugar con unas cortinas viejas, que mi tía, me regaló para jugar. La misma la hize pegada a la verja de alambre viejo con circulos que dividían nuestro, patio del de los vecinos…yo entonces quedé con mi casita entre esa verja y el cuarto de lavar ropa de mi tía. En el lado de mis vecinos, estaba el baño de la casa de ellos. En aquellos tiempos las casas pobres, tenían los sanitarios despegados de las casas. Pues bien esa primera vez, el joven mayor, salía de bañarse y al verme jugando ahí, se fue por detrás del baño y me dijo: que haces ahí? Yo le dije jugando en mi casita, y en mi santa inociencia le dije…quieres jugar conmigo?
Recuerdo que él tenía, la toalla puesta sobre su cuerpo solamente…la cosa es que ambos quedabamos escondidos, pues las cortinas nos cubrían. De repente yo vi que a él se le formó un bulto en la toalla, y le pregunté, que es eso que tienes ahi? Si tu no le dices a nadie yo te enseño lo que es. Yo bien alegre, inocentemente, le dije que yo no diría nada a nadie….entonces el se abrío la toalla y salío aquel pene, enorme, blanco como su dueño, surcado por unas venas, azulosas y de una cabeza grande como un hongo bien colorada que salío, al él hecharcela hacia atrás. La metío por uno de los rotos de la verja y me dijo que la cogiera en mi manito….a todo esto yo estaba anonadado. Pero la agarré, mi curiosidad era enorme y lo juro, nacemos seres sexuales, porque mi pichita se me paró…y yo no sabía aún, nada de sexo. El cariñosamente me decía, agarrala asi, hazle asi…y yo comenzé a jalarsela para arriba y para abajo, como él me decía, sin saber yo ni lo que hacía. A todo esto el metío su brazo por la verja y me traqueteaba (tocaba) mis nalgas…y no se, a mi no me desagradó ese juego que creía, que, era eso, un juego.
De momento el comezó a gemir y yo no entendía, que le pasaba y me lleno la mano de aquella substancia, blanca que yo no había visto nunca, que era pegajosa y olía raro. Esa es mi leche me dijo, no le digas a nadie y con la toalla me limpió, la mano. Te gustó? Yo me encogí de hombros y le dije: si, pero no entiendo. Entonces él me explicó en palabras sencillas, que era eso, como se hacía el sexo y resumiendo me lavó el cerebro, haciendome ver, que no era malo lo que él y yo hicimos.
Me propuso que al anochecer fuera a unos matorrales (monte) que había, detrás de nuestras casas por dónde pasaba un arroyo y era muy solitario…yo fui…. y allí ya me esperaba, él con unos periódicos viejos que llevó y nos acostamos en ellos. Me hizo cogerla nuevamente, pero esta vez me enseñó a pasarle la lengua y a chuparla, en principio me dió asco, pero luego pasó y seguí lamiendo y él se retorcía de placer.
Me desnudó y sentí un frio horrible y verguenza a la vez, pero él con sus palabras amorosas y labia, me calmaba. Comenzó a besar todo mi cuerpo y me daban unos escalofríos tremendos. Me puso boca abajo, abrió mis nalgas y comenzó a chupar mi anillito, luego me besaba las nalgas y yo aun en mi corta edad, me gustaban esas caricias. No se atrevió penetrarme, pero se acostó encima mio y sin lastimar mi cuerpo se sobaba el bicho (pene) entre mis nalgas, las que decía que eran riquisimas y bellas. Lo sentía gemir y murmurar cosas raras.
Que delicioso tienes ese culo, nene rico, y es mio…y yo sentí esa leche caliente en mis nalgas y él me las abrio y con su leche me empastaba el culito. Luego me limpió y en eso yo escuchaba que me llamaban y me fui corriendo solito.
Esa noche no dormí pensanndo en eso y mi penecito se paraba al recordarlo. Pasaron unos dias y no lo veia, estaba desesperado por verlo de nuevo. Pues cuando lo volví a ver, fue que su mamá, se fue a hablar con la mía y yo me fui dónde él, que me llamó dizque para lustrarme mis zapatos. La mamá fue entonces y les dijo que se quedaran ahí, que ella iba a salir. Estaban los tres…pues rápido el mayor aun sentado en el piso lustrándome mis zapatos, se le paró el bicho (pene) y me hacía señas para que lo mirara y yo estaba extásiado mirándole el paquete. Parece que él le había contado a sus hermanos y sin darme cuenta los tres me devistieron, y se desnudaron ellos…fue la primera vez que vi tres pingas de distintos tamaños y como mástiles de duras…me besaban a la ves, me apretujaban mis nalgas y las besaban, el mayor le dijo al más pequeño, que me lo metiera, él primero, porque lo tenía mas flaquito el pene…y en la cama boca abajo, me lubricaron el ano con aceite de comer y el chico me lo metió, debi haber nacido con madera para esto, como dicen por ahí, porque no me dolió casi, solo el susto que tenía…pero cuando él empezó a clavarme… me gusto y paraba el culito, mientras se lo mamaba al mayor…luego me cogió el de 16 años, se fue rápido, porque, estaba dilatado, pero ese me dolió…avancen, avancen, que viene mami y nos coge decía el mayor, y cuando el hermano me llenó de leche, dice: ahora voy yo y ahi me di cuenta que entre ellos metían, porque se agarraban los penes unos a otros y se tocaban sus culos entre ellos, yo creia que eso era normal. No aguantaba el guebo, de aquel joven, era muy grande y comenzé a llorar, pero él lo hacía con calma, suave para no lastimarme hasta que me llenó tambien de su semen.
Estuve cogiendo con ellos, como hasta los 13 años, y yo era el motivo de celos y peleas entre ellos…pero el que a mi, me fascinaba era el mayor y siempre pienso que él me amaba, porque era super conmigo y me celaba de sus hermanos.
Luego se fueron a New York, muchos años, y cuando los volví a ver ya eran mas grandes y maduros…nunca me dijeron nada los menores…excépto el mayor, que me dijo un día: Contigo gozé los mejores años de mi juventud…y yo le respondí…por ti soy lo que soy…pero te recuerdo siempre, siempre…imaginen que pasó!
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