=====¡¡ACORRALADO!!===== Capitulo 1.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por ruby-23.
En el colegio Satori una joven alta de cabellos de fuego, ojos verdes y piel blanca observa a lo lejos a un chico que corre por la pista como si fuera el viento mismo. Esbozando una sonrisa, asienta con la cabeza:
– Él definitivamente será mío.
Al día siguiente hay todo un alboroto causado por la misma chica de cabellos de fuego junto con su hermana de cabello corto negro azulado, de ojos azules, ligeramente más alta que su hermana y piel blanca; ambas caminan por el pasillo escoltadas por dos guardaespaldas. Se trata de Bell y Selene, las hijas de la prestigiosa familia O’Neill quienes han conseguido cambiarse a esa escuela. La chica pelirroja con el objetivo hacer realidad uno de sus caprichos, la chica de cabello azulado solamente la siguió para asegurarse que no se meta en problemas.
La chica pelirroja está acostumbrada a conseguir lo que quiere, nada hay que se le pueda negar, piensa que todos tienen un precio y es fácil llegar a la suma. En este caso insistió en cambiarse al Colegio Satori en el cual vio a un chico atlético de cabello castaño oscuro, ojos felinos y piel bronceada; corriendo en la pista de obstáculos. Así que decidida a ser su novia entro incluso en el mismo salón que él.
En el aula el maestro pide silencio ante el alboroto que se arma cuando las chicas entran. Bell se presenta de forma arrogante y con aires de superioridad, junto con ella entra su melliza Selene quien se presenta de forma normal, entran los dos guardaespaldas trajeados elegantemente portando sus gafas negras sin hacer ningún comentario. Luciendo como dos estatuas. Selene los presenta como sus escoltas personales de nombre Max y Estefan.
Bell rápidamente toma asiento al lado del chico que vio semanas atrás.
– Hola me llamo Bell gusto en conocerte.
– Hola me llamo Eliot gusto en conocerte, también. – Le ofrece una amplia sonrisa.
La clase aparentemente transcurre normal, cuando llega la hora del receso Bell decide abordar directamente a Eliot.
– ¿Tienes un momento?
– Sí.
Ambos caminan a un árbol retirado donde Bell se planta firme frente a él. El aire de autoridad es notorio con cada gesto.
– Iré directo al punto, quiero que seas mi novio, te he visto y me gustas quiero que salgas conmigo de ahora en adelante, así que estamos comprometidos desde ya. De ahora en adelante tiene prohibido hablar con otras chicas. Esta noche me presentaras a tus padres como tu prometida. A las 7 estará bien.
– ¡¿Queeeé?! – El pobre chico estaba atónito ante lo que había escuchado.
– ¿qué esperas? Te acabo de decir que estamos comprometidos. Di algo.
– De ninguna manera, tú ni siquiera me conoces y no voy a hacerle caso a los caprichos de una niña rica. ¡Estás loca!
– ¿Cómo que loca? ¡te di una orden y debes obedecerme o es que no sabes quién soy yo!
– Lo sé, te escuche cuando te presentaste pero no obedezco órdenes de una loca como tú. Así que me marcho.
– ¿Cómo te atreves? ¡Max, Estefan, deténgalo¡
En ese momento los dos hombres se ponen frente a él, impidiéndole el paso, pero justamente pasa el maestro de educación física y lo llama así que no tienen más remedio que dejarle ir.
– ¡¡Rayos!! – exclama molesta al ver como se retira su “prometido”.
El acoso de la chica pelirroja es contaste, no lo deja en paz ni un minuto mientras esta en el colegio, también se las arreglo para conseguir su número de teléfono para acosarlo con llamadas y mensajes incesantes.
Tiene que escabullirse cuidando de no ser visto, en eso vislumbra a su amigo de toda la vida Hiroshi, ligeramente más bajo que él, de cabello negro, piel apiñonada y ojos miel que camina tranquilamente, lo llama con discreción detrás de unos arbustos.
– ¿Eliot qué pasa? ¿Por qué te escondes aquí?
– Es que la nueva alumna está loca me está acosando desde ayer cuando llego, dice que tengo que salir con ella y me lo está ordenando. No sé qué hacer y con los gorilas que trae como sombra es más complicado. En el salón aparenta no hacer nada pero puedo sentir su mirada clavada en mí. Ya no se qué hacer en cerio parece tener radar para localizarme, incluso me acosa en mi propia casa.
Al escuchar esto Hiroshi tensa la mandíbula, se le nota el malestar que esto le causa, medita un poco antes de hablar.
– Y si le dices que ya estas comprometido con alguien más, tal vez así te deje tranquilo.
– Mmm, no es mala idea pero ¿Quién podría ayudarme? ¿crees que con el poder que tiene no intimide a cualquier chica?
– Tienes razón es de armas tomar esa chica. Sus gorilas no la dejan en ningún momento.
Se quedan pensando un momento cuando de repente le viene una idea descabellada a Eliot.
– Y si tú pasas por mi pareja, no crees que me deje en paz.
– ¿¡Queeé!? ¡Estás demente! nadie te lo creería. Tú siempre has sido hetero.
– ¡Por favor ayúdame estoy desesperado! No has escuchado “a situaciones desesperadas, medidas desesperadas”.
– Ni hablar, no lo hare.
– Por favor di que sí, solo será hasta que la loca esa me deje en paz. Desde que llego no tengo un minuto tranquilo, me acosa a todas horas mis padres no saben qué hacer, porque es demasiado persuasiva usa el poder de su familia e influencias para lograr lo que busca. Si se da cuenta que soy homo se desanimara y me dejara libre.
– Mmm…- Suspira.- Está bien, pero solo hasta que te deje en paz. De acuerdo.
– Gracias.- Se le abalanza con un gran abrazo. – Te estaré eternamente en deuda.
Lo abraza con fuerza albergando en su corazón la esperanza de que la representación de esa farsa haga desistir a Bell, al ver que sus preferencias sexuales son homosexuales se desanimara y lo dejara tranquilo.
La pelirroja no tarda en aparecer como siempre acompañada con sus escoltas que más bien parecen sus sombras.
– Eliot, te eh estado buscando por todos lados. Ya basta de esconderte. Nadie se debe oponer a mis órdenes y tú no vas a seguir desafiándome.
– Maldita loca, búscate una vida y déjame en paz. Ya estoy arto de ti, desde que llegaste no he tenido un momento a solas con mi pareja por tu culpa.
– ¿Con tu pareja? ¿Cómo te atreves a serme infiel? ¡Eres un maldito!
Hiroshi interviene en la conversación, mientras toma de la mano a su amigo le observa desafiante.
– No es ningún maldito, ¡baja novios! hemos estado juntos desde hace tiempo disfrutando de nuestra relación, pero desde que llegaste tú, nos tenemos que ver a escondidas. Ya estoy cansado de esto, él es mi novio y no quiero que sigas acosándolo. ¡Está claro! ¡Tú eres la intrusa en nuestra relación!
El impacto de la noticia la deja sin habla por unos minutos, pero al poco tiempo logra salir de lo aturdido, voltea a ver a Eliot.
– Es mentira… tú no puedes ser homosexual, no eres amanerado ni has dado señas de serlo.
– Es un estereotipo en el que me quieres encasillar. Si soy homosexual y me siento muy feliz con mi novio, llevamos mucho tiempo de relación pero tú nunca reparaste en investigar más de mi, solamente te intereso ser mi prometida sin pensar si alguien mas ya estaba en mi vida. O si realmente era heterosexual, cosa que diste por sentada.
– ¡Es mentita, es mentira! ¿Por qué te burlas así de mí? – Se llevaba las manos a la cabeza apretando los puños desesperada, iracunda por lo que escuchaba.
Hiroshi nuevamente interviene notoriamente molesto, fija sus ojos en los de ella, mientras se abraza de Eliot.
– Bien espero que ahora que sabes que él es mío, nos dejaras tranquilos. Deseo tener un tiempo a solas con mi novio, espero que entiendas a que me refiero ¿verdad? – su mirada se torna fría y penetrante.
– Ya entendí… ¿Cuánto te pago por representar esta farsa? Lo que sea yo te cuadruplico la cantidad, pídelo la suma que sea te la daré. – Lo ve de forma fría y arrogante mientras, extiende la mano para que uno de sus guaruras le dé la chequera.
Mientras llena el cheque con enfado, sigue preguntando que suma desea Hiroshi para que termine esa estúpida farsa.
– Creo que no has entendido Bell ¡yo soy su novio! nunca me compro, que necesitas para realmente creer que Eliot es mi novio. ¡Dilo! – exclama molesto.
– Si eso es verdad… no les importara demostrarlo, si son novio… dense ya mismo un beso. – Los ve fijamente mientras alza la ceja derecha.
– Está bien.
Se voltea a ver a Eliot, acerca su rostro viéndole a los ojos, su amigo entiende lo que debe hacer sin más lo abraza atrayéndolo mas, Hiroshi comienza a besarlo mientras cierra los ojos, Eliot esta dudoso de responder a aquel beso pero sabe que si no actúan de forma convincente la chica pelirroja seguirá acosándolo.
La chica los mira sin perder detalle, sabe que algo no está bien y que solo están actuando. Los chicos por su parte siguen en su papel, se besan con calma dejándose llevar por las sensaciones que los empiezan a envolver, Hiroshi se abraza al cuello de su “novio” cerrando aun más el espacio entre ellos, por su parte Eliot ha comenzado a disfrutar ese beso tanto que se le olvida por un instante que están siendo observados, su mente está concentrada únicamente en Hiroshi; hasta que la voz de la chica rompe el ambiente.
– ¡Ya es suficiente! Me marcho de aquí.
La chica se va con sus guardaespaldas. Se aleja de ahí con una notoria cólera causada por lo que acaba de presenciar. Los chicos aun abrazados observan como se alejan de ahí los tres, cuando se han perdido totalmente de sus vistas Eliot voltea a ver a Hiroshi, quien luce ligeramente ruborizado.
– Gracias Hiroshi, sin tu ayuda quizá jamás me hubiera deshecho de ella.-Sus ojos se pierden en la mirada de su amigo.
– No es para tanto… además no hice gran cosa.- Se sonroja aun más.
– Sí que lo hiciste, me ayudaste mucho. Siempre estaré en deuda contigo. – Le acaricia suavemente el mentón.
A lo lejos se escucho una voz femenina familiar se trataba de Cleo, amiga de ambos desde hace años. Ella es ligeramente llenita, y más bajita que sus amigos, de ojos café oscuro, cabello chino negro y piel blanca.
– Chicos que escondido lo tenían, aunque… lo sospechaba. – Decía alegremente la chica mientras se ajustaba sus lentes.
Los chicos no se habían percatado que aun seguían abrazados de una forma bastante sugerente, al escuchar la voz de su amiga se soltaron rápidamente sonrojándose y viendo a otro lado.
– Vamos no es para tanto, es algo de lo más normal ya lo sospechaba, deberás me da gusto por los dos. Hacen linda pareja.
Hiroshi interviene antes de que siga hablando y dejando volar su imaginación la chica recién llegada.
– Basta Cleo, no es lo que parece…
– Si Cleo no lo mal interpretes, le pedí que me ayudara a deshacerme de Bell, ya no la soportaba y fingió ser mi novio para ayudarme pero solo fue una actuación. No somos realmente novios.
– Ba, que mal, es una pena porque deberás me encanta la pareja que hacen. Dices que fue para alejar a la loca autoritaria con los gorilas que siempre la siguen… ¿Deberás crees que funcione? Las chicas de su tipo no se rinden tan fácilmente, estoy segura que esto solo es el principio de una guerra. Eliot debes estar preparado para la batalla que se te viene y tu también Hiroshi.
– ¿A qué te refieres? – Pregunta Eliot con un miedo enorme reflejado en el rostro.
– Solo digo que has desatado la furia de esa loca, estoy segura que no te libraras de ella tan fácil, es del tipo que si no consigue lo que quiere de una forma buscara conseguirlo de otra. Prepárense, yo les seguiré el juego pero deben alertar a las personas que pudieran sacar a la luz la verdad.
– Eliot debemos decirle a tu familia que si pregunta Bell tú y yo somos novios o de lo contrario nos van a delatar en la mentira.
– Tienes razón, lo bueno es que tu vives solo tus padres están lejos así no habrá problema.
– Bien chicos, le diré a mi familia también para que les sigan el juego. Deberás deseo que esto ayude.
Ya por la tarde Bell estaba en su habitación colérica gritando y arrojando cuanta cosa se le ponía en frente, en eso entra su melliza Selene esquivando un florero.
– Wow Bell ¿qué es lo que te tiene tan molesta? – pregunta eso mientras se sienta en la cama y lima las uñas de su mana derecha.
– ¡Ese maldito infiel me humillo! Sabes que hizo, se beso el muy desgraciado con otro hombre. – Toma un alhajero arrojándolo contra la pared.- ¿Es que no le basto yo? ¿Cómo puede preferir a ese estúpido niño sobre mí? ¡Yo soy hermosa, tengo un cuerpo bellísimo y soy inmensamente rica! ¿Qué rayos le vio a ese estúpido niño?
– Así que resulto ser homo, que interesante. Bueno supongo que ya podremos regresar a nuestra escuela y por fin le harás caso a Takeshi. Y le dejaras de dar disgustos a nuestros padres.
– Estás demente, eso sería admitir que me derroto un estúpido crio… aunque algo sigue sin darme buena espina, he seguido a Eliot por varias semanas y nunca vi que ese chico que dice ser su novio intervenir. Seguramente existe una treta ahí. Lo voy a descubrir. – decía esto mientras veía su reflejo en el espejo y apoyaba sus manos en el tocador.
– Creo que pierdes el tiempo, no puedes hacer que un homo se interese en una mujer, solo los caliente otro hombre.
– Así que otro hombre he… eso me ha dado una idea. – Sonrió ampliamente, en su mente ya maquilaba una idea.
– Haa… veo que ya tienes otra idea y por tu sonrisa va a ser algo realmente malo. Solo te advierto que medites bien lo que haces o podrías meterte en problemas.
– No querida Selene no va a ser nada malo, será una pequeña prueba solo eso. Inofensiva.- Comenzó a reír mientras continuaba viéndose en el espejo y arreglaba su apariencia.
Por otro lado en su casa Eliot esta recostado recordando el incidente de hoy. Ese momento en que Hiroshi le beso fue algo que de ninguna forma le desagrado, nunca se espero que su amigo supiera besar de una forma tan deliciosa.
– Hiroshi… -Suspiro. – ¿Por qué no puedo olvidar ese beso? Ni siquiera fue un beso real, pero se sintió tan bien… haa… ¿pero que me está pasando esto? Todo es parte de una farsa que me he visto obligado a representar y he arrastrado a personas que amo a esto. Todo por esa maldita mujer loca.
Se quedo dormido con un sentimiento de enojo revuelto con impotencia. Ya era muy entrada la noche todo estaba tranquilo, a lo lejos se escuchaba el sonido de los grillos mientras el viento soplaba suavemente.
Sin embargo, no todo era tranquilidad, en la habitación de Eliot, se movía inquieto en su cama producto de una pesadilla donde era perseguido por Bell vestida de novia, un sacerdote y sus guardaespaldas, ella le gritaba a todo pulmón que se tenía que casar con ella o lo mataría. Eliot corría desesperado por perder a sus acosadores, de pronto ve una puerta que se abre de la que proviene una voz familiar que le ofrece refugio, entra y de entre la oscuridad puede percibir una figura que se mueve hacia él.
– Eliot tal parece que la loca esa no entiende de razones, esta obsesionada contigo.
– ¡Hiroshi! Que gusto me da verte. Gracias nuevamente me has salvado de ese montón de locos.
– Sshhh.. aun andan por ahí, baja la voz.
– Si.
Los dos se agachan para evitar ser vistos, todos los siguen buscando y se alejan de ahí.
– Creo que y se fueron, ya te puedes marchar Eliot.
– No me quiero ir aun, deja que pase algo de tiempo. Prefiero estar seguro que ya se fueron no quisiera salir y descubrir que andan por ahí. No sé en qué momento consiguió a ese maldito sacerdote.
Eliot se levanta y tropieza con una mesa que tenía una botella de agua, para su mala suerte no estaba cerrada derramando el liquido sobre su amigo.
– Lo lamento Hiro, no me fije ya te empape.
– Descuida, solo me quitare la camisa para evitar resfriarme, cuando se seque un poco me la volveré a poner.
– Como lo lamento…
Aun con la poca luz que se filtra de entre las persianas ve a Hiro levantarse, comienza a desabotonar su camisa dejando expuesto su torso desnudo, pone su camisa en el respaldo de una silla, Eliot lo observa detalladamente, recorre con su mirada cada centímetro de piel expuesta, sin darse cuenta se ruboriza al tiempo que entre abre los labios dejando salir un suspiro. Hiroshi se vuelve a sentar. De pronto comienza a titiritar de frio.
– ¿Tienes frio? ¿Por qué no vienes a mi lado? te abrazare así entraras en calor.
– Está bien.
Se le acerca para ponerse a un lado pero Eliot se lo impide halándolo en medio de sus piernas, rodeándolo por la espalda al tiempo que recarga su barbilla sobre el hombro de su amigo.
– Eliot, ¿estás seguro de esta posición?
– Si, así puedo abrazarte por completo evitando que tu cuerpo se enfrié.
Se le abraza mas, para lograr sentir la suavidad de esa piel; Hiroshi se voltea viéndole directamente a los ojos le pregunta.
– ¿te gusto?
Por un momento Eliot se queda sin palabras la mirada de su amigo es realmente seductora, después de unos segundos acepta sus sentimientos, esbozando una sonrisa le dice “sí”. Solo esto basta para que Hiroshi lo bese nuevamente, mientras ambos cuerpos se tienden en el suelo Eliot comienza a excitarse, sus manos se deslizan hasta el pantalón de su compañero, recorriendo y apretándole el trasero por debajo del pantalón, Hiro comienza a gemir, se levanta para despojarse completamente de todo hasta quedar desnudo, Eliot lo observa deseoso.
Hiroshi se agacha, saca el miembro de su amigo llevándoselo a la boca para chuparlo de una forma deliciosamente erótica. Eliot cierra los ojos disfrutando de esa felación de pronto todo cesa, abre los ojos y ve como su amigo se le monta colocando ese pene duro y caliente en dirección de su entrada.
– ¿Estás seguro de querer hacer esto Hiro?
– Sí, quiero sentirte dentro de mí, hazme tuyo Eliot.
Comienza a deslizar su trasero permitiendo que el pene de su amigo entre con facilidad. Dejando salir leves gemidos muy eróticos, por fin está totalmente dentro, aguarda unos instantes y comienza a moverse mientras apoya sus manos en el abdomen de su amigo, él por su parte le recorre el trasero y la cintura entre caricias.
Eliot disfruta totalmente lo apretando de ese huequito, su excitación aumenta tan solo con verlo mecerse. Observa la expresión de su rostro que se ha tornado realmente hermosa, su respiración es cada vez más agitada dejando escapar jadeos sonoros; su cuerpo se comienza a perlar por la agitación, las gotas escurren por su cuello siguiendo la trayectoria hasta sus pezones, Eliot se acerca para recoger la gota deslizando su lengua hasta llegar al pezón, disfruta saborearlo y succionándolo, Hiro arquea la espalda echando la cabeza hacia atrás apretando los dientes para evitar gritar de placer.
Eliot ya no puede más tira de espaldas a su amigo, sujeta sus piernas y le comienza a penetrar con más fuerza, puede sentir como su pene se hincha y palpita al sentir ese interior cálido que le succiona lujuriosamente. Las embestidas se vuelven frenéticas explotando en el interior de su amigo, llenándolo con su semilla en medio de un gran orgasmo que le nubla la conciencia; Hiro no tarda mucho en correrse llenando su abdomen de leche blanca.
Ambos están agitados y sudados. Hiro le besa con dulzura.
– Te amo tanto Eliot, soy tan feliz de ser tuyo. Te pertenezco solo a ti.
– Yo también te amo Hiro, te amo muchísimo.
Se siguen besando, aun con sus cuerpos unidos se funden en un abrazo cálido. Todo el ambiente es realmente perfecto cuando una alarma suena rompiendo totalmente el ambiente. Eliot abra los ojos, observa el despertador que indica las 6 de la mañana, sorprendido nota que sus ropas y su cama están mojados llenos de semen. Se lleva una mano a la frente.
– ¿Qué fue todo eso? ¿por qué demonios tuve un sueño tan estúpido como ese…? mi pijama y cama se arruinaron, tendré que meterlo a lavar sin que nadie se dé cuenta. Que vergonzosa situación.
Quita rápidamente sus sabanas, manta y pijama; los mete a la lavadora mientras él se mete a dar una ducha.
Esta enjabonando su cabeza, cierra los ojos comenzando a recordar lo bien que se sintió en ese sueño. La expresión de su amigo mientras era poseído, la sensación de su cuerpo; todo era tan vivido que disfruta recordando cada detalle, cada sensación, cada sonido provocando que su pene despierte poniéndose duro nuevamente.
De forma inconsciente toma su pene y comienza a masturbarse, mantienen los ojos cerrados imaginando el cuerpo de su amigo desnudo gimiendo y pidiendo que lo penetre con más fuerza.
– Hiro… aahh… aaahh… si… Hiro que rico me aprietas… aaahhh, oohhmm… aahhh…. ¿Lo disfrutas tanto como yo…? mmm… aaahhh… hiro…
Un chorro de semen sale despedido con fuerza salpicando los azulejos de la regadera.
– No lo puedo creer… me corrí nuevamente tan solo de imaginarme tenido sexo con Hiro.- Esta impactado al darse cuenta de lo que hizo.- ¿Qué diablos me está pasando…? ¿Cómo podre ver a la cara a mi amigo…? Si sigo con esto… no podre evitar excitarme en su presencia. Joder…
Salió de la ducha, arreglo su cama como si nada hubiera pasado y se marcho al colegio, al llegar varias de sus compañeras le sonrieron de una forma muy peculiar, otras se secreteaban mientras lo veían pasar.
– [¿Qué rayos pasa?] – pensaba mientras veía a su alrededor y percibía un ambiente raro.
– ¡Hola Eliot! ¿Cómo estás?
– Hola Cleo, realmente no muy bien, pase una noche difícil y hoy me topo con la extraña actitud de esas chicas.
– ¡oh! Descuida es que ya saben que eres homo y las fugoshis empezaron a dejar volar su imaginación, es todo.
– ¿pero qué demo…? ¿y cómo es que se supo esto así de rápido? ¡Cleo…! – La voltea a ver con mirada asesina.
– A no, eso sí que no fue obra mía. Cuando llegue se me acercaron varias chicas cuestionándome si era cierto que tú y Hiro son pareja, yo les dije que si pero no me dieron tiempo de preguntarles como se enteraron. Mira ahí va Hiro. ¡Hey Hiro por aquí!
– Cleo, Eliot hola ¿Por qué nos ven todos así?
– Aun no lo sabes, ustedes dos son la pareja del momento. No sé cómo pero todos ya saben que ustedes son novios.
– Es absurdo como es que en un día todo saben esto, es como si ayer nos hubiera espiado un paparazzi y lo hubiera publicado hoy todo en primera plana.
– Tienes razón Hiro, estamos en problemas.
– Vamos chicos no se sientan mal, seguro pronto pasan de moda y todos lo olvidaran… bueno espero…
Cuando por fin llegan a su salón la sensación de tensión es más que notoria. Bell está ahí en su lugar viéndolo con mirada acecina.
– No es verdad.-Dice para sí mismo Eliot mientras toma su lugar.
La chica pelirroja hace una señal a un chico, este al ver ese gesto se acerca al lugar de Eliot.
– Así que… eres la pareja de Hiroshi ¿hace cuento tiempo son pareja?
– Eso no es de tu incumbencia.
– De haber sabido que te gustan los chicos habríamos pasado un buen momento.- extiende su mano y le acaricia el pecho.
– Quítame la mano de encima.- lo ve con frialdad al tiempo que le aprieta con fuerza la muñeca y le retira la mano.
– Vamos no seas así, podríamos pasar un buen rato, apuesto que tu falo es realmente delicioso, quisiera probarlo… ¿Qué dices?
En ese momento interviene Hiro colocándose a un lado de Eliot. Se le veía realmente molesto.
– ¡Ya fue suficiente! No se te hace que te estás pasando de arrastrado, Eliot es mi novio, no te voy a permitir que te le estés ofreciendo como si yo no existiera.
– ¡Wow! que sensible. No veo que a él le desagrade la idea. – sonríe divertido.
– ¡Pues si me desagrada Damián! Yo solo tengo ojos para Hiro y nada ni nadie lo van a cambiar. ¡Yo lo amo que no se te olvide! ¡Estamos muy enamorados! si lo manteníamos en secreto era porque queríamos privacidad, pero ahora que lo sabes espero no se te olvide que él es mi pareja.
– Bueno quien sabe, tal vez te aburras de él y entonces si podamos pasar un buen momento, créeme te hare sentir mejor de lo que él te ha hecho sentir. – Barre a Hiroshi de arriba abajo
.
Se aleja riendo, sale del salón en dirección a su aula. Bell observa todo, de forma meticulosa cada reacción de los chicos. En eso entra el profesor pidiéndoles a todos que tomen asiento. Las clases transcurren de forma normal.
Llega la hora del receso Cleo, Eliot y Hiroshi se dirigen al patio, pero Hiroshi se aparta para ir a comparar una bolsa de galletas, vislumbra a sus amigos y se dirige a donde están sentados bajo la sombra de un árbol, a pocos pasos de que llegue lo intercepta Sebastián un chico de aspecto galante y atlético.
– Hiroshi ¿Tienes unos minutos?
– Sí, ¿qué sucede?
– Me has desecho el corazón, hace tiempo que me gustas y hoy me despierto con la noticia que llevas tiempo en una relación secreta con Eliot.
– Bueno si hace tiempo que salimos y estoy muy bien con él.
Sebastián se le acerca acariciándole con dulzura la mejilla y los labios.
– No sabes que celos me dan de pensar que Eliot te besa… te toca… – Se le acerca un poco más sujetándole las manos.
– Basta… Sebastián… no te acerques mas… – Los nervios se apoderan de él, esta situación es muy incómoda.
– No te hare nada malo. – Le toma la mano posando un beso.- Solo recuerda que si no funcionan las cosa con Eliot yo estaré esperando por ti.
– ¡Pues espera sentado Sebastián!
Interrumpe la voz de Eliot, notoriamente molesto por la escena, se acerca halando a su amigo detrás de él, encara a Sebastián con mirada fiera.
– ¡No te permito que toques a mi novio! ¿Cómo te atreves a besarle estando yo a unos pocos pasos?
– Simple Hiro me gusta. ¿Necesitas más razones? – Le ve desafiante.
– Te advierto que si te vuelvo a ver que te le acercas te romperé la cara ¡que no se te olvide él es únicamente mío!
– Hiro no es un objeto para que digas que te pertenece. – Su mirada se vuelve feroz.
– Sé que no es un objeto. No te salgas por la tangente sabes perfecto a que me refiero ¿o te lo explico con manzanas?
– Hiro ¿y así te gusta este tipejo? – lo observa mientras cruza sus brazos.
– Sebastián ya es suficiente, si realmente me aprecias deja esta estúpida riña.
– De acurdo Hiro, pero no abandonare la esperanza de que algún día estés conmigo.
– ¡Ya lárgate y no te le vuelvas a acercar! – Casi le salía lumbre de los ojos y su rostro lucia tenso.
Se quedaron viendo desafiantes fijamente, el aire se cortaba por la tensión hasta que llego Cleo sujetando de las manos halándolos.
– Bien chicos ya estuvo bueno de peleas. Tenemos que desayunar chaito Sebastián.
Sebastián los siguió con la mirada, sin contestar se marcho con rumbo a la cafetería.
– Wow que día, primero Damián que es un estúpido se te ofrece descaradamente y luego Sebastián aborda a Hiro. Nunca me habría imaginado que desbordaran tantas pasiones ustedes.
– Lo sé Cleo, fue algo demasiado incomodo. –Dice Eliot con una mueca de fastidio.
– Menos mal que están adentrados en su papel y Hiro entro en acción rápidamente hace un momento con Damián, de otro modo Bell habría descubierto que esto es una farsa.- Ve a
Hiro con mirada suspicaz.
– Yo… ha sí… es que tenía que hacer algo Bell observaba todo.- Se ve algo nervioso al responder.
– Lograste verte molesto, como un novio celoso… fue muy buena actuación y tú Eliot tomaste tu papel muy bien también. Me encanto como actuaste dejando muy en claro que solo tienes ojos para Hiro y ahorita ¡no inventes! Si no supiera que es una farsa no me habría quedado ninguna duda que si son novios.
– Si verdad… solo me tome mi papel enserio… es todo. Uff!! que calor hace no quien un jugo frio. Voy por unos vuelvo enseguida.
– Yo si gracias Eliot.- Contesta sonriendo Cleo.
– Claro, si hace mucho calor.
Eliot se aleja, Cleo se voltea a ver a su amigo, esta vez su mirada denotaba preocupación.
– Hiro ¿Cuánto tiempo crees poder con esto? Sé que lo haces por ayudar a Eliot pero lo seguirás haciendo incluso a costa de tus sentimientos.
– Basta Cleo, no digas mas… sé que es solo una actuación para él pero le seguiré el juego hasta que logre zafarse de Bell.
– ¿y después? Hace un momento te viste demasiado obvio, se te notaba lo celoso a kilómetros, solo yo conozco tus verdaderos sentimientos y sé que eso no fue una actuación, si tus ojos fueran pistolas sin duda le hubieras disparado. ¿Qué pasara cuando esto pase y Eliot salga con alguna chica? ¿crees soportar los celos y el daño que eso le hará a tu corazón?
– Yo… pues yo… me volteare a otro lado acallando mis sentimientos.-Se nota su titubeo y el dolor que esto le causa.
– Eso no está bien y lo sabes, es demasiado cruel. ¡oh! Mira ahí viene Bell, cambiemos de tema.
– Hola, que mal la has de haber pasado hace un momento verdad… Damián se le insinuó descaradamente a Eliot. Que falta de respeto…- Se le nota la malicia en cada palabra.
– ¿Qué es lo que quieres Bell? – La ve con frialdad.
– Simple, estoy harta de su farsa creí que al hacerlo público no podrían con esto, dudarían y en algún momento se descubrirían pero erre, así que una vez más cuanto quiere para dejarlo, para abandonar esta estúpida actuación. Te repito pídeme la suma que desees, el dinero no es ningún problema para mí.
– ¡Bell eres una arrogante! ¿crees que Hiro se vendería y dejara a Eliot? ¡estas, realmente loca!
– Cleo, me estoy hartando de que todos me llamen loca… ¡no lo soy! ¡y no te estaba hablando a ti sino a él! y bien ¿Cuánto quieres?
Hiroshi se levante encarándola con odio en la mirada. En ese momento Eliot va llegando sin que se percaten de su presencia.
– No existe una suma en el mundo que pueda comprarme. Acaso no lo entiendes ¡yo amo a Eliot! ¡cómo puedes siquiera concebir la idea de que tu maldito dinero pueda comprar mis sentimientos! y que así, de la nada deje de amarlo solo porque tú lo dices.
– Pero si lo amas tanto ¿Por qué no interviniste antes cuando yo le pedí que saliera conmigo? Es más él nunca te menciono, si te ama tanto como dice ¿Por qué nunca saco tu nombre a la luz?
– Bueno pues… -Titube, lo ha dejado sin argumentos.
– Porque nunca creí que tú siguieras con esa idea descabellada y deseaba a Hiro únicamente para mi, no quería compartir con nadie nuestra relación. Deja de acosarlo tratando de comprarlo. Es acaso que no está claro que nuestro amor es más fuerte que todos tus intentos por sabotear nuestra relación.
– No me engañan… no me quitan de la mente que esto es una farsa.- Lo mira fría y penetrantemente.
– Pues no es una farsa Bell, ellos dos pronto se irán a vivir juntos. Precisamente estábamos hablando de que los ayudare este fin de semana a mudarse, Eliot se irá a vivir con Hiro, lo han venido pensando desde hace mucho y este fin lo harán.
– Eso no es verdad lo estas inventando maldita… – La mira de reojo.
– No, muérete de envidia si deseas pero ellos van a vivir juntos.
– Así es Bell, yo y Hiro vamos a comenzar a vivir juntos como dijo Cleo. ¿no es así Hiro?
– Sí. –Asiente con la cabeza.
Bell se marcha de ahí echando chispas y refunfuñando. Los dos chicos se voltean viendo a su amiga con una mezcla de desconcierto y molestia.
– ¿vivir juntos Cleo? ¿no se te pudo ocurrir otra cosa?-dice molesto Eliot.
– Lo siento… fue lo primero que se me ocurrió. Es una mujer muy insistente, no supe que mas hacer.
– Bueno ya lo hecho, hecho esta. Tendrás que cumplir tu palabra nos vas a ayudar a mudar a Eliot a mi casa.
– ¿Qué? ¿estás hablando enserio Hiro? Cómo me voy a mudar contigo, mis padres pegaran el grito en el cielo.
– Déjamelo a mi Eliot yo me encargo.- Dice Cleo mientras le guiña el ojo.
– ¡A no! Ya me ayudaste demasiado Cleo.
– Vamos no seas así, te aseguro que convenceré a tus padres sin causar más problemas.
– Haaa… qué remedio. Si no lo hacemos Bell, no me quietara el dedo de encima. Hiro, disculpa todas las molestias que te estoy causando, ahora hasta invadiré tu casa.
– No te preocupes, mi casa es amplia no tengo ningún reparo en que te mudes a vivir un tiempo conmigo, además ya has pasado ahí las noches no será nada del otro mundo.
– Eres el mejor amigo que jamás allá tenido.
– ¿Oye y yo qué?
– Jajajaja tú eres mi mejor amiga. No más que eso, eres mi tercera hermana. Le acaricia la cabeza alborotándole el cabello, divertido por sus pucheros de molestia.
Llego la noche y Cleo cumplió su palabra fue con los padres de Eliot, a explicarle la situación, ellos aceptaron pero solo sacarían sus cosas personales, sin ningún mueble no querían cáusale más problemas a Hiro, ya era suficiente con todo lo que había estado ocurriendo. Las hermanas de Eliot estaban preocupadas por todo lo que ocurría pero le tenían mucho miedo a la familia de Bell como para hacer algo, esperaban que con lo que estaban haciendo finalmente se libraran de ella y poder recuperar sus vidas normales.
El fin de semana llego, llamaron a un taxi para mudar las cosas. Los tres amigos empezaron a llevar todas las maletas a la casa de Hiro. Les cayó la tarde y Cleo se despidió, necesitaban descansar.
– Bien chicos es hora de marcharme, cumplí con mi parte y como es muy tarde me marcho a mi casa. Estoy muy cansada, además tengo una cita con Luc, no quiero llegar tarde.
– Gracias por todo Cleo, lo dicho eres mi mejor amiga suerte en tu cita.
– Suerte Cleo, pásatela bien.
– Gracias Chicos, Eliot claro que soy tu mejor amiga, de hecho no creo que haya más, desde que empezó todo esto de Bell y tu homosexualidad la mayoría se han alejado para evitar problemas y si se te acercan es solo por el morbo de la situación.
– Es verdad, pero mientras los tenga a ustedes a mi lado no me importan lo demás, dicen que en la tempestad se conoce a los verdaderos amigos y gracias a esto ahora se quienes si son mis amigos.
– Bueno basta de sentimentalismos, me marcho chaito.
La chica sale a toda prisa, ya era algo tarde y no quería hacer esperar a su cita.
– Eliot quieres tomar una ducha antes de dormir.
– Claro pero primero tú, aun debo acomodar mis cosas y buscar un pijama para ahorita.
– Bien, me bañare primero.
Se metió a la ducha, mientras su amigo buscaba lo necesario para dormir, también su cepillo de dientes lo que no encontraba era su toalla no recordaba donde la guardo.
– ¡Haaa! el agua esta deliciosa, ¿Qué pasa Eliot?
– No encuentro mi toalla, no recuerdas en que maleta se quedo.
– No, creo que esas las empaco Cleo, déjame buscarte una en el cajón. – Le extiende la toalla.
– Gracias.
Se metió a la ducha, aun no creía que estaría viviendo con su amigo, estaba inusualmente feliz por estar ahí, pero al mismo tiempo estaba preocupado por los sueños húmedos que había tenido días atrás, ese fue el más intenso, diariamente había estado tenido sueños húmedos con Hiroshi, no quería que eso se repitiera en presencia de su amigo, tendría que contenerse mucho.
Cuando termino de bañarse, puso su ropa sucia en el cesto y la toalla la extendió para dejarla secar. Hiro ya había preparado la cama.
– Qué bien me sentó el baño. Hiro préstame unas mantas para preparar el sofá.
– Eliot… estaba pensando qué tal si Bell manda espías no crees que sería muy delatador que te encontraran durmiendo en el sofá, podemos dormir juntos no tengo problemas con eso ¿tú sí?
– No… pero… es que te he dado tantos problemas y ahora hasta tendré que invadir tu cama.
– Vamos no pasa nada, ven vamos a dormir. Estoy cansado.
– Bien pero si ronco y te despierto me das un codazo. – Dice esto esbozando una amplia sonrisa.
– Jajajaja créeme que lo hare.
Apagan la luz, se meten a la cama y al poco tiempo caen presa del sueño. Hiro despierta al escuchar un ruido se levanta para ver de dónde proviene el ruido, solo se trata de un gato que tiro una bolsa de basura en la calle; se regresa a su cama, observa como Eliot tiene extendido el brazo derecho invadiendo su lugar por lo cual decide recostar su cabeza sobre el. Se le acerca colocando sus manos en el pecho de su amigo; se siente tan feliz de poder estar así, había soñado tantas veces estar tan cerca de su amigo que ahora que estaba entre sus brazos no lo podía creer.
Sin duda la idea de Cleo fue una de las mejores y Hiro planeaba aprovechar al máximo esa situación, que tal vez nunca se le iba a volver a repetir.
CONTINUARA…
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