Acudí al concierto en el parque público y salí preñado.
Al ver como yo me quedaba mirando para su polla, ya no esperó más, me puso su bote de cerveza en mi mano y me suelta, quieres la cerveza o prefieres esto otro, me dice agarrando su verga con la mano enseñándomela para que la pudiera ver bien. .
Al llegar el verano, es cuando suele haber más conciertos de bandas de música, muchos de ellos se celebran en un parque al aire libre, sobre todo a finales de julio y durante todo el mes de agosto. Son conciertos de todo tipo, desde música pop, rock, folclórica y también de la banda municipal, esta última incluso se pueden ver por distintos lugares de la ciudad.
Al que más gente suele acudir, es el que se celebra en la playa de Riazor, es un concierto de música pop rock, la mayoría música de los 70 y 80, así fue como al menos dieron comienzo estos conciertos, aunque ahora ya se escucha música de otras épocas. A este concierto suelo ir todos los años, pero donde me pasó lo que voy a contar, no fue en dicho concierto, si no que fue en otro que se celebró en el parque de Santa Margarita. Aquí era de la banda municipal, acudí con parte de la familia, estaba mi tío de vacaciones y es un loco por este tipo de conciertos, allí donde escuche una banda tocar, para allí que se va y no hay quien lo mueva.
Ese día ya sabíamos que por la tarde tocaba la banda municipal en el parque, así que no me quedó otra que acompañar a la familia. Me sorprendió la gran cantidad de gente que había, no pensé que tuviera tanto público. Justo detrás nuestra, había 2 hombres que rondarían la cuarentena, vamos que no eran mayores, pero tampoco eran jovencitos, uno de ellos era bastante fortachón, de cerca del 1,80 o algo más, el otro se veía más bajo y no tan fuerte, tenían toda la pinta de turistas, vamos que eran veraneantes como la mayoría de los que allí acudían a escuchar el concierto que daba la banda de música.
Era un día de bastante calor, por lo que todo el mundo andaba con bebidas en la mano, el que no llevaba, al poco iba a uno de los chiringuitos que había en el parque, yo era uno de ellos, por lo que cuando terminé la cerveza que había ido a buscar, al percatarse aquellos 2 hombres que estaban detrás mía, muy amablemente me ofrecieron una de las cervezas que llevaban ellos, cerveza que por supuesto acepté, luego ya les devolvería la invitación, pues todavía quedaba concierto para rato ya que no había hecho más que comenzar, cosa que así sucedió, la siguiente vez que fui a comprar, traje un par de cervezas para ellos 2, cosa que me agradecieron, cosa que sirvió para entablar una pequeña amistad, vamos que era como si formáramos todos parte del grupo.
Después de un buen rato, yo ya no aguantaba con las ganas de mear, con tanta cerveza al final si o sí tenía que ir a mear, pues aún faltaba bastante para que acabara el concierto y no iba a dar aguantado, así que me dispuse a ir a los aseos públicos que había en el parque. Hay unos en la parte de arriba, eran los que quedaban más cerca, y luego hay otros en la parte de abajo, son los más antiguos y los más alejados de donde estábamos, pero yo sabía que en los primeros iba a estar a tope de gente y en los de abajo, seguramente no habría nadie, así que fui a avisar a mi tío y sin pensarlo me fui para los aseos de la zona de abajo.
Efectivamente cuando llegué, allí no había nadie, vamos aquello estaba solitario como yo ya había previsto, pues la mayoría de la gente no saben de estos aseos públicos, no son fáciles de saber que allí hay unos aseos públicos, pues son los antiguos aseos públicos de cuando en el parque había una zona de camping. Quedan un poco alejados y en una zona bastante oscura al comenzar a atardecer.
Justo cuando estaba empezando a mear, escucho como entra alguien en los aseos, al mirar hacia la puerta, veo que es el fulano que me había invitado a la cerveza, era el fortachón.
Vaya, que coincidencia, me dice poniéndose a mi costado para mear él también, cosa que en principio no me sorprendió, pues con tanta cerveza era normal el ir a mear. Lo que sí me sorprendió, fue ver la tremenda polla que se sacaba, Dios, tremenda polla que tenía el fulano, fue vérsela sacar y todo mi cuerpo se estremeció al ver lo largo de aquella polla. A la fuerza tenía que verla, pues se había quedado bastante separado del urinario y si o sí al sacarla, era imposible no verla, luego supe que él lo había hecho con toda la intención del mundo, pues no había ido a orinar por casualidad, si no que, al verme ir a mí, vino a la caza, vino a ver si yo caía como así sucedió.
Al ver como yo me quedaba mirando para su polla, ya no esperó más, me puso su bote de cerveza en mi mano y me suelta, quieres la cerveza o prefieres esto otro, me dice agarrando su verga con la mano enseñándomela para que la pudiera ver bien.
Bufff, al momento ya mi cara y orejas enrojecieron, las orejas me echaban humo de lo enrojecidas que se me habían puesto. La polla se me empezó a poner dura, cosa que no se le pasó por alto y al ver como me quedaba mirando para su polla sin poder decir nada, llevó su mano a mis genitales, empezando a acariciarlos.
Veo que sí te gusta lo que ves, anda, cógela con la mano y acaríciala, me decía a la vez que me sacaba con la otra mano el bote de cerveza, le daba un trago y dejaba el bote de cerveza arriba del urinario.
Yo no salía de mi asombro, deseaba agarrar con mi mano aquella tremenda polla, pero todavía estaba procesando en mi cerebro todo aquello. Al ver que dudaba, llevó mi mano a su verga para que la agarrara y tan pronto la agarré, la empecé a acariciar. Dios que estremecimiento recorrió por todo mi cuerpo.
Aguántala así que voy a mear, me decía acercándose al urinario mientras yo le acariciaba la verga y él con su mano derecha, empezaba a magrearme el culito.
Ay maricón que bueno estás, que culito más rico tienes, me decía mientras meaba y con la mano derecha me magreaba el culo, viendo como yo le acariciaba la polla mientras él meaba y yo no le decía nada.
Así que acabó de mear, sin esperar a que yo dijera nada, ya me agarró por el brazo, llevándome al fondo de los aseos, pues los urinarios quedaban nada más entrar. Allí ya me empezó a bajar el pantalón junto al slip, mientras yo aturdido como estaba, le seguía acariciando la tremenda polla sin decir nada, solo me dejaba hacer, cuando de repente escuché un ruido y al mirar hacia la puerta de entrada, ya vi allí a su compañero cerrando la puerta, estaba en la entrada viendo todo a la vez que vigilaba la entrada por si venía alguien.
No te preocupes, es mi compadre, él vigilará que no venga nadie mientras yo te follo este culito tan rico que tienes, luego vigilo yo mientras él te da por el culo, ya verás como te va a gustar.
Yo no le dije nada, la verdad es que a aquellas alturas con lo caliente y excitado que ya estaba, hasta lo deseaba.
Así que me tuvo con el pantalón y slip sobre los tobillos, me subió la camiseta que llevaba pasándomela por la cabeza, dejándola sobre la nuca. Así tenía completamente mi torso desnudo, por donde empezó a pasar su mano acariciándome las tetillas que ya tenía tiesas y duras de lo excitado y caliente que yo estaba.
Puso su mano sobre mi hombro empujándome hacia abajo dándome a entender que quería que le chupara la polla, cosa que entendí a la perfección, así que mientras me agachaba para chuparle la polla, le miré a la cara escuchando como me decía:
Anda chúpala un poquito para que luego te entre mejor por este culito tan rico que nos vamos a follar, me decía empujándome con su mano.
Me incliné un poco y mientras le sujetaba la polla con una de mis manos, abrí la boca, empezando a chupar aquella larga polla que me tenía trastornado.
Todavía estaba algo mojada de la meada que acababa de echar, pero no me importó nada, empecé a chuparle el glande mientras con mi mano la acariciaba a lo largo, Dios que pedazo de verga que me estaba comiendo, así que me metiera aquello por el culo, me iba a hacer chillar de gusto, aquella polla me iba a llegar hasta los riñones cuando me la metiera por el culo, en eso estaba pensando cuando noto como sus dedos buscan mi agujerito y empieza a dedearme mientras yo le chupaba la polla.
Así que me tuvo bien dedeado, viendo que ya me tenía listo para ser enculado, me sacó de su verga donde me tenía amorrado, me puso mirando para la entrada de los aseos y así como me tenía, ya me enculó de una sola estocada.
Dios que suspiro pegué cuando noté como aquella polla me entraba por el culo, ¡ohhh! ¡ooohhh! ¡ooohhh ohhh! Grité a la vez que me erguía, notando como aquella larga polla me entraba por el culo llegando a lo más profundo de mi ser.
No tenía donde apoyarme, solo podía inclinarme mientras estaba siendo sujetado por las caderas por mi enculador y ver como el compañero miraba desde la puerta desde donde vigilaba para que no entrara nadie en los aseos, el muy cabrón tenía la polla de fuera, menudo empalme que tenía, él cabrón estaba vigilando a la espera de que le llegase su turno, menuda follada que me iban a dar aquellos 2 fulanos.
¡Ay que culito más rico! ¡ay que culito tienes, maricón! ¡Ay que gusto! ¡ay que gusto! Gritaba una y otra vez el que me estaba dando por el culo. Notaba su pubis chocando con mi culito una y otra vez, como su larga polla se clavaba en lo más profundo de mis entrañas, como me bamboleaba y como lloriqueaba yo mientras me daba por el culo.
El compañero miraba más como me follaba su compadre más que vigilar por si venía alguien, el cabrón estaba con un empalme de campeonato, no solo veía como su compañero me estaba dando por el culo, es que además escuchaba todo lo que su compañero me decía, mis lloriqueos constantes y como mi polla y huevos se bamboleaban al ritmo de las enculadas que estaba recibiendo, veía incluso como babeaba mi polla, claro síntoma de que la follada que me estaba dando su compadre me estaba gustando, me estaba haciendo gozar y yo lo estaba disfrutando, cuando empieza a escuchar como su compañero empieza a gruñir y gritar que se corre.
Ya, ya me vengo, ya me vengo, gritaba su compadre clavándome sus dedos en las caderas y sus embestidas eran mucho más profundas.
Me corro, me corro, ¡ay que gusto! ¡ay que gusto! ¡ay que gusto! Gritaba empezando a eyacular dentro de mi culito, Dios que tremenda corrida que me estaba largando en lo más profundo de mis entrañas, tremenda preñada que me acababa de largar.
Tan pronto terminó de soltar toda su corrida dentro de mi culito, sacó su polla de mi culo, fue hacia el lavabo para limpiarse la polla a la vez que le decía a su compañero. Ahí lo tienes, todo tuyo, dale verga que al maricón le gusta, tremendo culito que tiene el mariconazo, ya verás que gusto te va a dar, ya te lo dejé con el culito bien abierto.
Yo que todavía no podía creérmelo, miraba para ellos, seguía con el pantalón y slip sobre los tobillos, la camiseta subida sobre los hombros y apoyada sobre mi nuca, tenía la polla toda babeada, la cara enrojecida y todo el cuerpo me temblaba, Dios que excitación y calentura tenía, en aquellos momentos solo quería que me siguieran dando polla. Miraba para el pedazo de empalme del compadre y me caía la baba, menos mal que no me hizo esperar, pues si yo estaba caliente a más no poder, él andaba más salido que una manada de perras en celo, pedazo de empalme que tenía.
Nada más llegar a junto mía, no lo pensó 2 veces, así como me tenía ya me metió la polla por el culo.
¡Ohhh! ¡ooohhh! ¡ooohhh ohhh! Gemí a la vez que me estremecía, notando como me entraba su polla por el culo, Dios que gusto me dio, nada más sentir como su polla me iba entrando por el culo, mi polla empezó a soltar gotitas de semen que iban salpicando por todo el suelo del aseo público. El cabrón no decía nada, parecía que estaba furioso, solo gruñía embistiéndome como si fuese un toro de Miura, Dios que enculadas me daba, menos mal que el culito ya me lo había dejado bien abierto y dilatado el compadre, porque el cabronazo me estaba dando una salvaje follada, cada poco tenía que tirar de mí hacia él para no ir avanzando por el aseo público. Ven maricón, no te me escapes, ven que te voy a dar verga, dame el culito, no te me escapes, me gritaba tirando de mis caderas hacia atrás mientras me enculaba una y otra vez.
El primero que me había follado nos miraba desde la puerta, miraba como ahora su compadre me daba por el culo, como yo lloriqueaba y como mi pobre polla no dejaba de salpicar pequeñas gotas de semen, sabía que me estaban haciendo gozar de lo lindo, menuda follada que le estaban dando al mariconcito, que pedazo de culito tenía el cabrón y como gemía de gusto.
Ya llevábamos un buen rato allí follando cuando el que me estaba dando por el culo empieza a gruñir a la vez que anunciaba su corrida.
Me corro, me corro, ¡ohhh que gusto! ¡ohhh que gusto! ¡ooohhh que gusto! Gritaba llenándome el culo de un espeso y caliente esperma, dejándome preñado por segunda vez en aquella tarde noche.
Así que acabó de correrse en mi culito, los 2 esperaron a que yo me limpiase un poco y me vistiese saliendo de allí los 3 juntos.
Volvimos para seguir escuchando el concierto que ya estaba terminando, llevábamos una cerveza cada uno, si ya hacía calor, con la follada que acababan de darme, yo estaba que parecía que acababa de salir de una sauna. Nada más llegar busqué a ver si veía a mi tío y resto de familia, pero ya no los vi, se habían marchado, cosa que no me importó mucho pues si me ven en aquellos momentos no se que llegarían a pensar.
¿Te quedaste solo? Me dijo el primero que me dio por el culo.
Parece que sí, se debieron marchar sin esperarme, le contesté.
Pues si quieres y te apetece, puedes venir con nosotros, tenemos un apartamento que hemos alquilado para las vacaciones y lo que sí te prometo, es que, si vienes, te vamos a seguir follando, te vamos a dar por el culo por todo el apartamento, ¿qué dices?
Dios, fue escuchar aquello y el estómago se me encogió, yo todavía no me había corrido y estaba caliente como una perrita en celo, así que, sin pensarlo más, les dije que sí y salimos de allí como alma que lleva el diablo.
El apartamento lo tenían alquilado justo en la playa de Riazor, andando estaba a menos de 5 minutos, así que llegamos enseguida, me llevaban en medio de los 2, parecía que me llevaban escoltado.
El más alto y fortachón, venía todo el camino tocándome y magreando el culo, no dejaba de decirme que tenía un culito muy rico, que me iban a dar verga y preñarme bien preñado.
¡Ay que ganas tengo de volverte a dar por el culo! Tengo ganas de volver a meterte la polla y abrirte bien este culito tan rico que tienes, maricón, hoy vas a llevar una buena ración de polla, vas a estar soltando leche por el culo toda la semana, me decía entre otras lindezas, que cada vez me ponían más cachondo.
Así que llegamos al apartamento, nada más entrar el fortachón ya me abrazó a él, empezando a comerme la boca, me llevó en volandas para la sala donde me empezó a quitar toda la ropa mientras me seguía besándome y metiendo mano.
Dios princesita como me tienes, me decía quitándome toda la ropa, dejándome completamente en pelotas. Si me quedaban dudas de lo caliente y cachondo que lo tenía, allí ya se me habían disipado todas, aquel semental estaba tan pero tan cachondo que supe muy bien que no me iba a dar tregua, de aquel apartamento iba a salir bien pero bien follado, me iban a dar polla hasta el agotamiento, como así sucedió.
Nada más quitarme la ropa, una vez se quitó la suya, cogiéndome en brazos me puso a horcajadas sobre su regazo, se sentó en el sofá y así como me tenía ya me volvió a meter la polla por el culo.
Dios que gemido solté al notar como me entraba la polla por el culo, menos mal que mi culito seguía bien abierto y dilatado, lo tenía todo mojado, me iba escurriendo el semen de las 2 folladas que me habían largado en el aseo del parque donde habíamos ido a escuchar el concierto, por lo que así que me colocó sobre su regazo, nada más arrimarme su polla a mi agujerito, esta ya me entró por el culo como si nada.
¡ohhh! ¡ooohhh! ¡ooohhh! Gemí a la vez que me estremecía abrazándome a él. Dios que tremendo gustazo me había dado, al momento ya noté a mi polla empezar a babear de nuevo.
Teniéndome así a horcajadas sobre su regazo, con la polla metida hasta la empuñadura, mientras me mordía los labios y metía la lengua en la boca, me empezó a follar.
Mueve el culito princesa, mueve el culito para que te preñe tu macho, me susurraba mientras yo subía y bajaba sintiendo como su larga polla me penetraba una y otra vez, haciéndome suyo.
Estando así siendo follado, fue cuando sentí a su compañero, ya se había despelotado al igual que nosotros y ahora me acariciaba la espalda y mordía mi nuca. Dios que gusto más grande estaba sintiendo, tenía a 2 machos desnudos metiéndome mano y dándome por el culo. Como me hacían disfrutar aquellos 2 fulanos.
Yo ya estaba que sudaba por todas partes, ya las piernas apenas las sentía, cada vez estaba más agotado, cuando por fin el que me estaba dando por el culo, me susurra al oído.
Ya princesa ya, ya te voy a preñar de nuevo, ya me voy a correr y notando como su polla se clavaba más profundamente en mis entrañas a la vez que me sujetaba fuertemente por las caderas tirando hacía abajo, empezó a gruñir mientras soltaba su corrida dentro de mi abierto y caliente culito.
Una vez terminó de correrse, dejó que su polla fuese saliendo por si sola, mientras seguía comiéndome la boca.
Ahí fue cuando noté la polla de su compañero pegada a mi espalda, tenía su polla y huevos pegados a mi espalda, el cabrón ya estaba de nuevo empalmado a tope, el ver como me follaba su compadre ya lo había puesto a mil.
Si ya tenía al otro macho listo para encularme, el que estaba que ya no podía ni con mi alma, era yo, las piernas me temblaban y sudaba como si estuviera en una sauna.
Sabiendo que yo estaba agotado, dejó que siguiera allí a horcajadas sobre su compañero, que cogiera aire, porque tan pronto me levantase, aquel semental no me iba a dar más tregua, me iba a volver a encular sí o sí.
Notaba como su polla y huevos los tenía pegados a mi espalda, como se inclinaba para mordisquearme la nuca y cuello, cosa que me hacía estremecer de gusto, como fue poco a poco pasando sus manos por mi pecho y abdomen, y como empezó a pellizcar y retorcer mis erectos e hinchados pezoncitos. El cabrón sabía muy bien como ponerme bien cachondo, sabía que yo estaba cansado, así que el cabronazo quería excitarme bien para que fuese yo quien le pidiera que me cogiese, quería que fuese yo quien le pidiese verga.
Y la verdad es que no se equivocó, pues con los mordisquitos que me daba por la nuca y cuello, me tenía completamente entregado y así que ya no pude aguantar más, le pedí que me follase.
Fóllame, dame por el culo, préñame, hazme tuyo, le decía yo retorciéndome de gusto.
El cabrón no me hizo esperar nada, me sujetó por los brazos haciéndome levantar del regazo de su compañero y una vez puesto en pie, me llevó hacia el balcón que había, cosa que me dejó sorprendido, pues no esperaba que me sacara allí fuera, aunque estábamos a resguardo de la gente que pasaba por la calle, desde otros edificios podrían vernos si estaban más arriba que nosotros, pues nosotros estábamos en un sesto piso y allí había edificios de unas 12 plantas o más. Pero a él no le importó nada el que pudiéramos ser vistos desde otro edificio. Yo tampoco le dije nada, estaba algo sorprendido, pero estaba tan caliente y excitado que en esos momentos no me importó nada.
Una vez los 2 estuvimos desnudos en el pequeño balcón, poniéndome las manos sobre la balaustrada, me hizo inclinar un poco a la vez que me abría de piernas y teniéndome así mirando por el balcón, se colocó detrás mía, me sujetó por las caderas y al momento ya me penetró, ¡ooohhh! ¡ooohhh! ¡ooohhh ohhh! Gemí a la vez que me retorcía de gusto al sentir como me penetraba.
Nada más meterme la polla hasta los huevos, pegándose todo a mí, arrimó su boca a mi nuca empezando a morder y susurrarme al oído.
Así maricón así, mira como pasa la gente mientras te doy por el culo y te hago mi hembrita, que vean como gimes y gozas mientras te doy por el culo, así, así, que vean como te hago estremecer de gusto, me susurraba empezando a culear, cosa que no fui capaz a aguantar y empecé a gemir de gusto, Dios, me estaba corriendo, estaba teniendo un orgasmo y mi polla no dejaba de soltar trallazos de semen que iban pegar a la pared del balcón.
Me corro, me corro, gimoteaba yo retorciéndome de gusto, mientras mi polla iba soltando trallazos de semen, a la vez que estaba siendo enculado en aquel balcón.
Así que se dio cuenta de que yo me estaba corriendo, Empezó a encularme más salvajemente, mi culito le apretaba la polla y al cabronazo le daba cada vez más gusto, por lo que empezó un mete y saca salvaje, que estoy seguro de que cualquiera que nos viera, aunque solo pudiera vernos la cabeza, sabrían que me estaban dando por el culo. No se si alguien pudo vernos, pero lo que sí sé, es que así que por fin se corrió dejándome toda su corrida dentro de mi culito, yo estaba que no me aguantaba de pie, temblaba como un corderito recién nacido, me tuvo que llevar él para la sala donde me tumbó sobre el sofá para que pudiera reponerme de la tremenda follada que aquellos 2 machos me acababan de dar.
Dios, estaba que deliraba de gusto, estaba que no podía creerlo.
Una vez ya medio recuperado, seguimos así desnudos como estábamos, estábamos bebiendo unas cervezas y para comer algo, pidieron por teléfono unas pizas a las que me invitaron a comer. Querían que me quedase toda la noche con ellos, querían volver a follarme cuando se recuperaran, cosa que yo no sabía que hacer, estaba reventado y completamente agotado, por lo que dudaba.
Una vez ya comidas las pizas que encargaron, decidí quedarme con ellos, ya me iría por la mañana, estaba que no podía con el alma, pero ver aquellas hermosas pollas, me tenían que no era capaz de pensar en otra cosa que sentirlas de nuevo dentro mía.
Por supuesto que me volvieron a follar, me dieron por el culo por todo el apartamento, menos en la cama, me follaron en todas partes. A la mañana siguiente, cuando marché del apartamento, iba recién duchadito, además de bien follado y con el culito todavía abierto de tanta verga que me dieron aquellos 2 machos que conocí en el concierto, me habían preñado bien preñado.
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