Adios virginidad, adios mejor amigo …
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por 0612.
A Guille, uno de los más jóvenes de nuestro grupo de amigos que quedábamos para hacernos pajas, le conocía desde pequeño. Con Guille siempre tuve una relación amor-odio, un día mejores amigos y al otro enemigos a muerte.
En esos días yo tenía 15 años y él un par menos. Debido a nuestras quedadas en grupo, nos acercamos más y más hasta convertirnos en íntimos amigos. Nuestras conversaciones variaban según que gente tuviéramos alrededor. Llegó un momento en que prácticamente no teníamos secretos, así que empecé a contarle poco a poco las experiencias sexuales que había tenido a lo largo de mi vida, alegando que había hecho todo eso porque me lo habían impuesto mediante retos. Un día me preguntó que había hecho y le dije que de todo un poco, que solo me faltaba culiar(follar) y sexo oral ( nunca olvidaré la cara de asombro que le quedó cuando dije ese). Me propuso buscar a alguien con quien hacerlo y dejar esas cosas de gays para siempre. Le propuse entre risas si quería ser él ese alguien, y agarrándose un poco el paquete dijo que no.
Los días pasaban y no volvimos a tocar ese tema pero si seguíamos divirtiéndonos en grupo. Por cosas que no vienen al caso empezamos a distanciarnos y era demasiado evidente para los demás puesto que no nos veían juntos hasta bien entrada la noche. Empezaba a echarle de menos porque no hablábamos. Una noche le digo que esté pendiente del teléfono porque le llamaría cuando estuviéramos en casa; a eso de las 12 le llamo y le digo que estoy harto de la situación, que era mi mejor amigo y que teníamos que hacer algo para recuperar nuestra amistad. Él empieza a proponer una serie de cosas estúpidas hasta que dice :
G: Darse por detrás?
Y: si, eso
G: ( con voz de sorpresa), pero quién a quién ¿?
Y: Tú a mí (casi susurrando porque mi abuela estaba junto a mí)
G: Bueno y qué más?
Y: me deja probar..
La conversación quedó esa noche allí ( Era un miércoles).. el viernes nos quedamos hablando frente a su casa cuando todos se habían ido y me pregunta si era de verdad lo que habíamos hablado. Claramente le dije que sí y de nuevo me soltó la mirada de asombro de la otra vez e inmediatamente me pregunta entre risas cómo de grande tenía el ano. Acordamos que lo haríamos el domingo en mi casa cuando mi abuela se fuera a la iglesia.
Mi abuela finalmente no fue a la iglesia y mi querido amigo se presentó en casa a eso de las 5 pm. Llevaba una pantaloneta azul que me ocasionó un morbo increíble de solo verle. Me jodió bastante el tener que decirle que era imposible porque mi abuela estaba en casa y me dolió que se diera vuelta y se fuera sin decirme nada.
Esa noche estábamos todos los amigos de la cuadra (calle) reunidos, pero la mayoría se fueron a casa cuando empezó a llover. Aparté un poco a Guille y le dije que si quería podíamos ir a mi casa ya que era casi seguro que mi abuela estuviera dormida; él me miró con una cara como de asco o rabia y me dijo: Si quiere vamos, igual es usted quien quiere.
Una vez en mi casa debía ser cuidadoso para no despertar a nadie. Fuimos a mi habitación y le dije: muéstreme lo que me voy a comer, y él tímidamente me enseñó el pedazo de polla que tenía. , me puse cerca de él y bajé un poco mis pantalones y me senté encima de él pero era imposible debido a mi virginidad y la falta de lubricación. Le propuse entonces ir al salón para estar más cómodos, y de camino cogí un poco de crema que tenía mi abuela y él fue a mear.
En el salón repetimos lo de mi habitación pero esta vez con la crema como lubricante. Reconozco que fui muy brusco y le ocasioné dolor. Después de unos instantes cambiamos de posición y levanté mi culo sobre el sofá y él se puso detrás de mí. Sentí tu respiración caliente en mi oreja y su pene caliente en la entrada de mi ano. Hizo un poco de presión y empezó a follarme de forma tierna. A los pocos minutos sentí su espasmo y salió de mí de forma brusca. Vi en sus manos algo brillante que dirigía a mi boca a la vez que decía: ya. Probé su corrida tal y como habíamos acordado pero no estaba dispuesto a dejar pasar mi oportunidad. Aprovechando que seguía con su pene fuera, lo agarré y empecé a masturbarlo de forma tímida y al ver que no se resistía me agaché y me lo metí a la boca. Después lo senté en el sofá y empecé a lamer sus testículos y su glande hasta que eyaculó de nuevo en mi boca. Momentos después lo tenía de nuevo en mi espalda follándome pero esta vez de forma más violenta. Cuando se cansó seguí haciéndole una mamada hasta que escuchamos en la calle los gritos de su padre quien lo buscaba desde hacía rato.
Estuve un rato en el salón con las luces apagadas pensando en lo que acababa de pasar. Me fui a mi cuarto y aproveché que había empezado a llover de nuevo para masturbarme con locura. Dormí muy poco esa noche recordando su pene, sus testículos, su maravilloso semen, su olor, su calor, su ternura y en como beneficiaría todo esto a nuestra relación.
Discuparme si se hace un poco pesada la lectura pero escribir esto me dejó un poco tocado e intenté dejar los sentimientos de lado..
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