Adolescencia V.- Fernando 1era parte
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por kikinfck.
Fernando era un adolescente dos años mayor que yo, que para su edad ya estaba bastante desarrollado físicamente ya que media un poco más de 1.80 pero su aspecto regordete y su cara de niño le delataba su pubertad.
Eramos amigos de años atrás jugábamos fútbol, basquetbol y teníamos la misma fascinación por todo lo que se relacionara con deportes. La mayor convivencia se daba en los veranos, que junto a mas amigos pasábamos jugando retas en la calle.
Cuando no era época de vacaciones acostumbrábamos quedarnos a dormir uno en casa del otro y así poder jugar más tiempo y desvelarnos jugando Nintendo. Lógicamente el despertar sexual nos tenía que pegar tarde o temprano, pero a diferencia de la relación explícita con Juan, en esta las cosas fueron dándose más tranquilas pero con una conclusión más atrevida. Recuerdo que presa de mi excitación puberta una noche que me quede a dormir en su casa después de ver unos vídeos eróticos le pregunte si no tenia ganas de masturbarse, a lo que me contesto que si pero le daba pena que lo viera, a lo que conteste serenamente con el afán de darle confianza que no pasaba nada que yo lo hacia primero para que viera que no pasaba absolutamente nada y que no creía que la tuviera más chiquita que yo, solo había que cerrar con llave para que no nos sorprendan.
Cerro con llave la habitación y ni tardo ni perezoso me baje el pantalón de la pijama con todo y calzón dejando al aire mi discreto pene de aproximadamente 14 centímetros, de forma curveada y de un grosor de unos 3.5 centímetros, hecho que le dio confianza para hacer lo mismo con la diferencia de que su miembro era un poco más largo y muchísimo más grueso, la verdad no lo quise ver mucho para no provocar desconfianza pero si era una pieza muy respetable. Nos masturbamos hasta el orgasmo cada quien su pene, pude apreciar que su descarga fue muy potente como que no acostumbraba jalarse mucho, su primer chorro llego hasta su cuello y los otros 3 fueron disminuyendo distancia pero no en cantidad de semen, eso me excito mucho y me dejo la tarea de ir trabajando la relación para poder tener mayor contacto. Cabe resaltar que esta experiencia fue mientras ya se la mamaba a Juan por lo que no quería caer en lo mismo, de ser solo yo el que se la chupará y lograr con Fernando tener una sexualidad recíproca.
La convivencia fue aumentando y las sesiones de masturbación también, empezamos a dejar de jugar y comenzamos a disfrutar más de la autosatisfacción. En mi casa veíamos programas eróticos de la televisión de paga y en su casa hojeábamos revistas porno de su hermano mayor y en ocasiones cuando estábamos solos poníamos películas piratas con escenas de sexo, muy softcore pero eran suficientes para motivar el jalón.
Una noche aplique lo que me había dado éxito con Luis, el juego de a que no te atreves, el cual explique en mi segundo relato. Sin más ni más le dije ¿cuánto a que no te atreves a jalarmela cinco veces? a lo que respondió a chinga ¿cuando a que tu no te atreves a jalarmela a mi cinco veces? ponle billetes, 50 pesos que aquí traigo ¿cómo ves?. Me contesto, si tu me la jalas cinco veces y yo no te la jalo después te doy 50 pesos, si sí te la jalo quedamos parejos ¿cómo ves? y yo con cara de duda aunque por dentro me moría de ganas acepte con la condición de que iba ser secreto y por ningún motivo íbamos a decirle a nadie.
De inmediato me hinqué en el piso a la orilla de su cama y tome con mi mano su grueso pene, ahí pude ponerle atención sin miedo a que me juzgará. Sentí muy diferente al pene de Juan este era más rugoso, como que primitivo, duro como una roca y coronado con una gran cabeza. Mi mano derecha estaba sobre el tronco el cual no alcanzaba a rodear y sin tocar su glande, al empezar a jalarla me llamó la atención que su pellejo tenia muy poco juego, es decir que estaba circuncidado y su pene había crecido tanto que la piel del tronco se movía muy poco, conté 1, 2, 3, 4, 5 y el pilón. Si más me acoste en la otra cama y el desde lejos agarro mi pito y rápido contó 1, 2, 3, 4, 5 y el pilón. Notablemente nervioso me dijo, ya quedo nadie le debe a nadie. Ahí aproveche para preguntare que había sentido si le había gustado, me contesto que muy raro pero que fue tan rápido que no percibió mucho, aprovechando le dije si me dejas te la jalo hasta que te vengas pero si tu después haces lo mismo. Acepto y así fue como pude tocársela con más calma y por primera vez sentí lo rugoso de su glande lo tenia como cuarteado se sentía tosco pero a su vez antojable, se la jale lentamente por cerca de 10 minutos y luego acelere hasta que soltó 3 fuertes chorros de blanca leche y escurrió otro poco por mi mano. Se veía extasiado pero aun así cumplió y se dispuso a jalarmela, me sentía en el cielo con los ojos cerrados recibiendo una buena jalada, al principio medio torpe y doloroso pero al final la misma situación hizo que a pesar de eso sacara mi semen.
Esta experiencia dio pie a que cada vez que nos juntábamos no la jaláramos el uno al otro. Una noche en mi casa le propuse chuparnos la verga, que sí ya no la jalábamos el chuparnola nos haría sentir más rico y terminar más rápido porque mientras más lo hacíamos al perder la novedad pues ya tardábamos mucho en venirnos. Se me hizo que fue muy precipitada la propuesta pero algo me decía que era mejor así directo. Y pues funciono, yo lo hice primero, el estaba acostado con la verga súper parada me recosté a su lado con mi cabeza a la altura de su grueso pene y tomándolo con la mano derecha lo levante y lo metí a mi boca. Era impresionante el tamaño ya al tener esas dimensiones en mi boca era increíble, me daba poco espacio para interactuar con mi lengua, así que solo subí y baje mi cabeza tratando de salivarlo lo mas posible. Me sentía muy excitado empece a masturbarlo mientras se lo mamaba, lógicamente él no podía con las sensaciones, era su primer mamada y la estaba recibiendo de excelente calidad. Tanto que en muy poco tiempo me quito y con unas cuantas jaladas exploto su rugosa cabeza, soltando seis potentes chorros, le temblaban la piernas y no tenía otra forma más que agradecerme con una buen mamada. Tembloroso aun pero muy seguro de lo que hacia se metió mi pene en su boca y con movimientos toscos y apretando su boca subía y bajaba su cabeza en mi pene, solo se levanto para decirme que le avisara cuando fuera a eyacular. Paso un buen rato y se canso así que me empezó a jalar el pito rápidamente, al empezar a sentir que terminaba le dije que me la mamara tantito más, lo que hizo con gusto alcanzo a mamarmela unos 30 segundos más, fue ahí que sintiendo morir lo quite y me la jalo hasta que dejara de salir la última gota de leche, woooow fue fabuloso, lo mejor era que se aproximaban las vacaciones y todo parecía indicar que iban a ser muy placenteras.
En el siguiente relato les comparto el resto de la historia con Fernando. Con esto se entiende que no sólo las actividades extra-escolares fueron las culpables de dejar de frecuentar a Juan.
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