Adolescente curioso

Prestarle mi teléfono fue el inicio de una serie se experiencias llevadas por la curiosidad, nunca piensas que algo tan normal terminaría en algo de fantasía..
Hola, comenzaré presentándome. Me llamo Daniel, tengo 27 años, mido 1.80, soy delgado, ligeramente marcado por genética, cabello lacio oscuro abajo del hombro y piel clara. Nunca me he considerado especialmente atractivo, pero he tenido suerte con chicos y chicas. No tengo un culo grande, pero al frente me defiendo con 19 cm, aunque no es muy grueso, tampoco es delgado.

Cuando tenía 15 andaba con una chica y la calentura y la inmadurez nos llevo a tener un hijo, estuvimos juntos como familia con sus padres y yo comenzaba a explorar mi sexualidad, nunca había le había sido fiel, pero si he sido responsable hacia mi hijo. A los pocos años nos separamos y seguí viendo a mi hijo frecuentemente, eventualmente tuvimos otro hijo cuando mi primer hijo, que llamaré Angel, tenía 8 años, al segundo segundo hijo lo llamaré Dominic.

Actualmente vivo solo en una casa en la orilla de la ciudad, cuido a mis hijos los fines de semana y entre semana trabajo en un bar como mesero y tocando en una banda. Eso me ha ayudado mucho para conocer gente y coger de vez en cuando, siempre he sido muy abierto así que he tenido de todo en ese aspecto. Aunque nada de eso me preparo para lo que pasó un fin de semana.

Ese fin de semana Dominic estaba enfermo, así que se quedó con su mamá y solo Angel estuvo conmigo. Todo iba normal el sabado fuimos a ver una película temprano, comimos hamburguesas y jugamos videojuegos en la tarde. Ya al comenzar a oscurecer lo mandé bañar y al salir de bañarse me metí yo. Cuando salí de bañarme me puse lo normal para antes de dormir, un short y una playera, mi niño andaba en boxer solamente como es común. Cuando ya fuimos a dormir y abrí el navegador de mi teléfono vi que había unas búsquedas abiertas, Angel había tomado mi celular. Era normal que lo tomara porque el de el se descarga por jugar en el, lo que me sorprendió fue que había buscado sobre que es la masturbación, como masturbarse, que es el semen, y en el historial había abierto páginas de videos porno, algunos vídeos que abrió eran hetero, otros gay y tríos. Eso me sorprendió muchísimo y, honestamente, me calentó un poco, hace tiempo que no tenía nada de sexo y ya andaba algo caliente. En fin, decidí que ya era momento de hablar con mi hijo de todo ese tema, así que sin dejar pasar tiempo fui a ver si aún estaba despierto y mi mayor sorpresa hasta ese momento fue que lo vi. Estaba acostado sentado en su cama desnudo, tomando su pene con toda la mano haciéndose una paja muy torpe, no fue mi intención verlo, pero no pude evitar observar pasmado la escena, solo pasaron unos segundos cuando me vio en la puerta y se cubrió con la cobija asustado.

Le pedí permiso para pasar a su cuarto y me pidió perdón con algo de pena y miedo. Le dije que estaba bien, que era normal hacer eso pero que tuviera más cuidado. Le dije que no era mi intención interrumpir pero debíamos hablar sobre el uso de mi celular. Se puso rojo de vergüenza y seguí hablando al ver qué sabía de que hablaba. Le dije que es normal sentir curiosidad y que puede confiar en mí para resolver sus dudas, le hable sobre los cambios que tendrá su cuerpo, le expliqué que algunas partes crecerán y otras podrían ser molestas. Le trate de decir que lo que estaba haciendo sería algo que tendría ganas de hacer muchas veces durante bastante tiempo y que debe hacerlo con más cuidado porque se puede lastimar. Mi hijo me estaba poniendo atención y entonces me preguntó por mi, si podía enseñarle los cambios que tuvo mi cuerpo. Nunca pensé en mi hijo con morbo, así le enseñe el vello en las axilas, en pecho, como algunos salen en zonas inusuales, las piernas y el abdomen. De repente me preguntó si mi pene y testículos habían crecido mucho y yo no supe responder, me quedé callado viéndolo, así que se asusto y me pidió perdón. Le respondí que si, que a su edad ya me había crecido bastante, entonces ya con más confianza se quitó las cobijas y me preguntó si era normal el como estaba él. Como dije hasta ese momento nunca lo había visto con morbo, pero verlo desnudo, con apenas algo de vello en sus genitales me recordó a algunos chicos con los que había llegado a coger alguna vez y sentí como se me estaba empezando a poner dura. Su pene ya estaba flácido, era güerito y de cabeza rosada, sus testículos ya no eran nada pequeños. Le dije que parecía normal, pero que todos crecen a distintos ritmos y que a veces cambian mucho cuando se ponen duros y es algo difícil decirle si era muy grande o chico para su edad.el asintió y me preguntó por su vello púbico, le dije que apenas estaba saliendo y que saldría más, así que me preguntó si podía ver el mío. Ya estaba establecida la confianza, pero no quería que viera que yo estaba comenzando a tener una erección, así que solo me levanté la camisa y me baje ligeramente el short y el boxer para que pudiera ver. Se sorprendió mucho y fue directo a tocarlo, me dijo que era muchísimo y que se sentía muy grueso, todo eso hizo que se me pusiera más duro,  pero también a él, en su sorpresa pude ver qué estaba teniendo una erección, vi como comenzaba a palpitar y crecer lentamente, me acomode la ropa y le señale su erección, le dije que al parecer estaba creciendo muy bien (debía medir como 14 cm) y que mejor me retiraba para que pudiera seguir con su masturbación. Comencé a levantarme cuando me tomo del brazo y me dijo: «papá, me puedes enseñar?». Yo ya estaba muy excitado, quería irme a masturbar también, pense que solo le enseñaba a hacerlo con cuidado y con más placer y me iba, así que le dije que estaba bien. Le dije como tomarlo con su mano para que toque los puntos de placer y que comenzará a bajar y subir lentamente hasta encontrar un ritmo que disfrute, que tratara de detenerse cuando sintiera que iba a llegar al orgasmo para hacerlo más placentero, caí en cuenta de que sería la primera vez y no sabía que era un orgasmo cuando me preguntó cómo se sentía eso, después me dijo «y si lo haces tu y lo hago igual?»

Joder, yo ya no aguantaría mucho y mi hijo me estaba llevando al límite sin saberlo. Le dije que estaba bien y comencé a quitarme la ropa hasta dejar mis genitales al aire. Vi en su cara que nunca había visto otro pene tan de cerca, hasta boquiabierto se quedó y dijo con los ojos bien abierto «papá el tuyo es enorme, así será el mío?», le respondí que tal vez. Aún sorprendido me preguntó si podía tocarlo, accedí, aunque un poco dudoso. Me tocó desde los huevos, explorando lentamente, y subió hasta la cabeza, la tocó y me preguntó por el líquido, le dije que era para que resbale mejor y le mostré comenzando mi paja. El solo me veía atentamente y entonces el comenzó a hacer la suya. El no dejaba de verme y yo lo veía a él, estaba disfrutando mucho lo que estaba pasando, pero parecía que el no sentía el mismo placer que yo, así que me detuve y le dije que me dejara ayudarle, así que detuve mi paja y comencé a masturbarlo estimulando su cabeza primero. Vi que el no lubricaba muy bien, así que discretamente tome un poco de mi precum y se lo puse, yo estaba muy caliente y lo hice sin pensar, vi que mi hijo estaba comenzando a disfrutar y no me detuve, entonces mi hijo decidió tomar mi pene y hacer lo mismo, comenzó a pajearme y yo ya andaba a mil, no iba a aguantar más, pero de repente dejo de tocarme y empezó a tener espasmos, supe que estaba por venirse y acelere mi mano y cuando vi que salió su primera eyaculación me vine también. Para ser la primera, aventó bastante, color amarillo lechoso, muy líquido, cayó en mi brazo. Mi leche salió disparada y le cayó en la cara, pecho y abdomen. Mi hijo después de venirse y recuperar la respiración me dijo que era la mejor sensación que había tenido en su vida y me dio un abrazo y las gracias. Aún no había limpiado la leche así que nos embarramos todos, tome mi camisa y limpie, se acostó y se quedó dormido desnudo. Lo tape y me fui a mi cuarto. Me sentí culpable el resto de la noche por lo que acababa de pasar, pero mi hijo diciéndome que era lo mejor que había sentido me decía que no estaba mal. Al día siguiente el me lo recordó y comencé a convencerme de que le iba a enseñar todo lo que se a mi Angelito.