Adrián…v

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Esto me paso a los 17 años, en mi instituto todos se metían conmigo por ser gay pero hubo uno en especial que parecía odiarme (sin motivo alguno), el se llama Adrián, tiene 19 años, medirá 1,84 cm o así, es moreno de piel, tiene la barba recortada, unos ojos marrones preciosos, el es mucho mas fuerte que yo se nota que esta trabajado en el gym y de jugar futbol, y es bastante popular entre las chicas.

Siempre que me veía me insultaba, me llamaba cosas como maricon y así, un día me pillo cabreado por haber discutido con mis padres antes de ir al instituto y le conteste y forcejeamos en una pelea, nos expulsaron 3 días.
Al pasar los tres días retome mis clases normalmente, después del recreo había bebido coca-cola y necesitaba ir al baño, entre no había nadie en los urinarios así que comencé a mear, escuche la puerta de abrirse y al girar la cabeza si era Adrián.
– Tu y yo tenemos algo pendiente maricona.
+ Adrián déjame mear tranquilo.
– Seguro que te gusto pelearte conmigo, seguro que se te puso dura, come pollas.
(Pare de mear, me puse el pantalón y me di la vuelta para mirarlo a el.
+ Pero vamos a ver tío ¿Que coño te he echo para que me trates así?
– Existir maricon de mierda.

No pude resistirlo mas y quise salir del baño para ir con mis compañeras de clase, pero se puso en la puerta para impedirme el paso.
-¿Donde crees que vas? Aun no he acabado contigo.
+ ¿Que quieres pelear? Bien peleemos. (Sabia que perdería, pero ya que me iba a partir la cara al menos que fuese con dignidad.)
Comenzamos a pelear y en un instante ya me tenía apresado con las muñecas en la espalda y agarrandome del cuello, me estampo contra la pared bien fuerte haciéndome daño, estaba tan pegado a mí, notaba su respiración en mi oreja.
+ Suéltame me estas haciendo daño.
– ¿Como se piden las cosas putita?
+ Por favor.
– por favor ¿que?
+ Por favor suéltame Adrián.
Lo hizo, me soltó.
– Aquí quien manda soy yo.

Y acto seguido me dio la vuelta agarrandome de la cintura y me besó, pude notar su desesperación al hacerlo, como si lo necesitase, yo no me negué, era un verdadero macho (de esos que yo siempre había soñado tener), mordía sus labios, lo estaba disfrutando, cuando justo entonces sonó el timbre y nos corto.
El se separo de mi.
– No se lo digas a nadie o nos tendremos que ver las caras. ( Lo que el no sabía que yo estaba loco por ver su cara de nuevo tan cerca de la mía).
Abrió la puerta y se fue.

Yo aun no salí, me quede sentado en el lavabo pensando en todo lo que acababa de ocurrir, Adrián el machito de las nenas me había besado.
Los días transcurrieron su curso y todo seguía normal, seguía insultándome como siempre, pero yo ya no podía mirarlo con los mismos ojos que antes, me estaba enamorando del que era mi enemigo.

Una noche una compañera de clase llamada Raquel con la que me llevo súper bien organizo una fiesta y había invitado a gente del instituto entre los que se encontraba Adrián.
Comenzamos a beber y al cabo de un rato ya estábamos todos en la fiesta ebrios incluido Adrián, yo me fije en un chico muy mono que al parecer también era gay, se llamaba Carlos y después de un rato de charla y unas copas más comenzamos a besarnos, el machito había desaparecido de mi cabeza, pero apareció y despego a Carlos de mis labios.
– Aquí nada de mariconadas.

Carlos al ver que era mas fuerte que el no quiso entrar en pelea y se marcho.
Adrián me agarro del brazo y me llevo fuera, yo pensaba que me iba a pegar por haber estado besándome con Carlos así que reze porque alguien se diese cuenta que me llevaba fuera, pero no fue así.
– ¿Que coño hacías comiéndote las babas de ese?
+ A ti que mas te da es mi jodida vida maricon reprimido. ( No se si fue el alcohol lo que me hizo decirle aquello)
Se acerco a mi y me abrazo.
– No puedo verte con otro, tenia celos.
+ ¿Celos? ¿de mi?
– No debería haber dicho nada.
Se despego de mi y salio corriendo.

Al lunes siguiente volví al instituto y no apareció, mi corazón iba a estallar, quería verlo, lo necesitaba.
El miércoles regreso y busque el momento para hablar con el a solas, pero siempre iba acompañado, así que le escribí una nota que ponía llámame y mi numero de teléfono.
Al llegar la tarde no paraba de mirar el teléfono, impaciente porque el me llamase, la llamada no se hizo esperar mucho.
– Buenas ¿esta Joel?
+ Soy yo, Adrián.
– ¿Para que querías que te llamase?
+ Tenemos aun algo pendiente, te espero en la puerta del instituto a las 5. Acto seguido colgué sin esperar a escuchar su respuesta…

A las 5 llegue a la puerta del instituto y allí estaba el, con mirada preocupada, nervioso, nunca lo había visto así…
No lo salude, simplemente me limite a decirle que me siguiera.
Estuvimos sin hablar todo el camino hacia mi casa, yo delante y el con la cabeza agachada tras de mi. Abrí la puerta y subimos a mi cuarto. (Casi siempre estoy solo en casa porque mis padres trabajan.)
+ Adrián siéntate (Yo me senté a su lado)
– ¿De que querías hablar Joel? (Se le notaba preocupado)
+ ¿Por que me besaste en el cuarto de baño? O ¿por que me dijiste que tenias celos?
– No se, (se levanto del sofá) mira no se que me pasa ¿vale?
+ Voy a ser sincero, Adrián eres un cabrón conmigo, bueno siempre lo has sido pero desde aquel día en el baño cada vez que te veo me da un vuelco el corazón.

Adrián lo único que hizo fue acercarse a mi y besarme, yo no puse impedimento porque lo hiciera al contrario no seguí con la discusión y me deje llevar.
Mientras le besaba y mordía el cuello le iba quitando la camisa, el solo gemía, fui besando cada centímetro de su pecho y abdomen hasta llegar a su pelvis, al fin tenia esa polla delante, axial que comencé a morderla por encima del vaquero, le desabroche el cinturón y le baje los jeans, que bien se veía en boxers, baje sus boxers hasta el comienzo de su polla y le pase la lengua hasta el ombligo, lamí la punta de su polla por encima del boxer para saborear el precum, le quite los boxers y la vi su polla de 19 cm bastante gorda y con la cabeza rosada (como a mi me gustan)

Se lo tuve que decir buaff no me imaginaba que tuvieses este jodido chupa chups.
Acto seguido le lamí la punta tenía un sabor delicioso, me lo lleve a boca y comencé a jugar con mi lengua dentro de la boca, me la saque y la lamí desde el tronco hasta la punta, me fui a sus huevos y me los metí en la boca uno a uno, chapándolos saboreándolos bien, me fui de nuevo a la polla y de un golpe su polla desapareció en mi garganta, el se estremeció, así que pare y le dije que se echase en mi cama (yo tengo unos altavoces para el ipod y mi música preparada ya que me gusta escuchar música de danza del vientre y egipcia y hay algunas particulares que son indicadas para follar vamos así que las puse.

Comencé a mirarlo con lascivia, el estaba echado en la cama con la almohada agarrandose la polla, comencé a mover las caderas al ritmo de la música y fui quitándome la camisa botón a botón mientras bailaba, me la quite y me desabroche el cinturón, el no me quitaba ojo me miraba sorprendido, me di la vuelta para dejarle ver mi culo y botón a menear el culo en plan twerking para bajarme los pantalones, me los saque de los pies, me quite los calcetines y fui a la cama a por el, me senté sobre el con su polla chocando en medio de mi culo ( yo llevaba los boxers aun) fui a darle un beso y en lugar de eso le lamí los labios, le agarre las manos se las puse en mi cadera, y enmedio a menear el culo y la cadera para refregarme con su polla.
-Eres la mayor perra que he visto en mi vida, me tienes a reventar la polla.

+ (Sonreí) No lo sabes tu lo perra que puedo llegar a ser, me encanta que me dominen.
– Seré yo quien lo haga a partir de ahora.
Me agarro quitándome de encima suya y me dijo cómeme la polla.
Sin dudarlo me la lleve a la boca, me agarro del pelo y me la hizo tragar entera saque la lengua y le lamí los huevos, me agarro la cabeza para no sacármela.
– Tu boca es la gloría de los cielos.
Me dejo sacármela para respirar, pero respire un segundo y enmedio a chapársela de nuevo, me encantaba el glande carnoso, rosado, brilloso por mi saliva, me excitaba en demasía.
Me dijo que iba a correrse y me la metí de nuevo entera para que se corriera en mi garganta, su leche era deliciosa, sentía como su polla daba espamos al soltar los chorros de leche, se la chupe hasta dejársela limpia.
– Ponte a cuatro patas mi amor. ( ¿Me había llamado mi amor?.
Lo bese y me puse a cuatro patas en la cama, se acerco y me quito los boxers.
– Que culito perra.

Me dio una palmada fuerte en la nalga, me abrió bien el culo con la boca y comenzó a comerme el culo, chapándomelo, pasaba su lengua por el boquete, que cada vez estaba mas abierto por la excitación, me dio la vuelta y me chupo la polla, se notaba que nunca había chupado una.
Me volvió a dar la vuelta poniéndome en cuatro de nuevo, y me paso la punta de su polla por el culo forzando un poco en la entrada, al fin entro la cabeza y yo solté un pequeño gemido de dolor, me agarro las muñecas y me la hundió completamente entera, grite de dolor pero me tapo la boca con una mano, dejo caer su cuerpo sobre el mío y me susurro al oído ahora eres mío, podía notar como los huesos de su cadera apretaban contra mis nalgas, se deslizaba sobre mi cuerpo para metérmela y sacármela mientras me besaba el cuello, se quito sobre mi y con sus dos manos me abrió bien las nalgas y empezó a darme unas embestidas brutales mientras me daba palmadas en el culo.

Me la saco y me dijo que me sentase sobre mi escritorio y así lo hice, me la volvió a meter (ahora podía ver aquella cara de aquel mi macho muriendo de placer) me agarro de los hombros para empujarme más hacía el, sus embestidas cada vez se volvían más rápidas y duras, yo gemía de placer como un loco, me levanto en peso del escritorio con su polla aun dentro de mi culo y me llevo a la cama, puso mis piernas sobre sus hombros y comenzó de nuevo a darme aquellas embestidas brutales, su respiración se hacía cada vez mas agitada, quise besarlo y al hacerlo se paro en seco y pude sentir como su polla soltaba chorros de leche llenándome el culo.

Cayo sobre mi rendido, agotado, me dio un beso largo e intenso y salio de mi, me sentía vacío sin el dentro…