Al fin, primera vez penetrado por mi primo
Luego de largas sesiones de sexo oral, llega el momento de probar la penetración.
Espero que mis relatos anteriores fueran de su gusto, son 100% reales y estoy intentando agregar todos los detalles que recuerdo.
Tengo que contarles que las sesiones de mamadas mutuas con mi primo se hicieron diarias. Seguíamos con la rutina de regresar del colegio y luego ir a «jugar» al cuarto que ya se había convertido en nuestro refugio de sexo oral. Comenzaba siempre yo mamándoseala hasta que alcanzaba sus orgasmos y me llenaba la boca de leche. Las primeras veces le pedía que me lo tirara en las manos o en la cara para examinarlo porque eran mis primeras veces viéndolo. Luego, sin duda me lo tragaba hasta no dejar ni una sola gota. Después que mi primo acababa y yo me tragara toda la leche, era mi turno. El me pajeaba y mamaba varios minutos, pero hasta ese momento no lograba eyacular aún, aunque ya mi exitación crecía día a día.
Recuerdo que comencé a tocarme y pajearme todas las noches, sin eyacular, pero con muchas satisfacción. También empecé a notar que cada día al despertar tenía la polla durísima, lo que me hacía esperar con ansias las mamadas de mi primo.
Un día luego de nuestra sesión de mamadas, le pregunté a mi primo quién le había enseñado a pajearse y mamar verga, y cómo sabía del semen? Me dijo que sus compañeros de colegio ya todos se pajeaban y que, un pequeño grupo, incluido el mismo, a veces se juntaban en el baño para mamarselas. Según me contó, el primero que partió fue un compañero llamado Raúl, que tenía la verga más grande de todos sus compañeros y que ya había hecho que todos se la chuparan. Dijo que Raúl había llevado unas revistas porno (hasta ese momento yo no tenía idea lo que significaba), y que las revistas tenían muchas fotos de mujeres y hombres desnudos «culiando» (otra nueva palabra para mi).
Le dije que yo también quería ver esas revistas, que se las pidiera prestadas a su compañero.
Luego de un par de días, cuando mi madre nos pasó a recoger del colegio, me dijo que ya le habían prestado las revistas, así que más tarde nos juntábamos a verlas.
Al llegar a casa, almorcé más rápido que nunca, y salí al patio a esperar a mi primo que llegó a los minutos. Nos fuimos rápido al cuarto al final del patio y al fin mi primo me mostró el tesoro. Lo llevaba bajo la camiseta para que no las fueran a ver mi madre o la suya. Sacó 2 revistas grandes, aún recuerdo su nombre «100%». – Hay que cuidarlas porque mañana las tengo que devolver- me dijo. Fue como descubrir un nuevo universo para mi. Aunque recordaba mis baños con mi madre desnuda, nunca había mirado un cuerpo de mujer como los que aparecían en esas páginas. Vi mis primeras vaginas depiladas, tetas enormes y escenas de sexo explicito, vaginal y anal. Mi erección fue automática y recuerdo que estuve mirando las páginas 3 o 4 veces. Miraba las vergas gigantes que estaban penetrando vaginas y culos exquisitos y caras llenas de leche. Estaba hojeando las revistas cuando mi primo me soltó: – ¿Culiemos?-.
– ¿Qué?- le respondi, porque aún no sabía lo que significaba «culiar».
– Te lo meto por el poto y tu me lo metes-. me dijo.
– Ah ya culiemos-. le dije y dejé la revista abierta en una página donde se veía un tipo con tremenda verga penetrando a una rubia re tetas redondas en 4 patas.
Recuerdo que imité a la rubia de la revista, me bajé los pantalones y me puse en 4 apuntando el culo a mi primo, que ya se había sacado sus pantalones y tenia la verga durísima apuntandome. Se acercó y aún recuerdo esa sensación, sentir por primera vez una verga a la entrada del culo. Aunque su verga no era tan grande, porque aún no estaba totalmente desarrollada a su edad, no logró entrarme. Ninguno de los dos sabía en ese momento la forma correcta. Mi primo empujaba sin parar y yo apretaba el culo cada vez que me empujaba. – Intenta culiarme tu-. me dijo luego de varios minutos intentando.
Se puso en 4 y yo apunté mi verga a su culo. Mi primo había visto más revistas, por lo que se le ocurrió abrirse las nalgas con las manos mientras yo intentaba que le entrara, pero aún así no lo logramos. Al final terminamos decepcionados por no haber podido culiar, pero igualmente tuvimos nuestra sesión de mamadas y yo, como siempre, mi ración de leche de mi primo, y luego de un buen rato viendo las revistas, no fuimos a jugar futbol un rato y mi primo las guardo para devolverlas a su compañero.
Al dia siguiente, fue la misma situación, al salir del colegio mi madre nos esperaba para llevarnos a casa. De camino, mi primo me dijo que le habían prestado una nueva revista y que esta decía «como culiar por el poto».
Cuando llegamos a nuestra guarida, mi primo no solo sacó la revista, ahora también traía un frasco de jabón. Me mostró una página que tenía la imagen de una verga tremenda partiéndole culo a una mujer. – Mira, acá dice que tienes que soltar el culo, sin apretar-. me dijo indicando un texto de la revista. – Y tenemos que usar un lubricante, algo que haga que se resbale para que pueda entrar el pico-. Yo sin pensarlo, me puse nuevamente en 4 con el culo al aire. Mi primo se acercó y me tiró un chorro de jabón en e culo y puso otro poco en su verga para masajeársela. – Ya sueltate, no aprietes-. dijo apoyando la cabeza de su verga en mi culo. Y ese fue el momento en que la primera verga me entró. Sentí el culo tirante y me ardió un poco. – Esta entrando-. Me dijo mi primo entusiasmado. – Espera voy a echarte más jabón-. Volvió a poner un chorrito de jabón en mi culo y otro poco en su verga, y luego de un par de empujones tenía toda la verga de mi primo dentro de mi. Yo sentía ese ardor en el ano, producto de la verga de mi primo y del jabón, pero la sensación era exquisita. To tenía verga durísima, y mi primo estaba en un éxtasis total, escuchaba sus gemidos y tenía como me tenía tomada la cintura para clavarme más fuerte cada vez.
-Ohhh, me voy a ir cortao-. me dijo agarrándome firme y pegando mis nalgas a su pelvis. Y en un segundo empezó a darme apretones y yo sentía su verga latiéndome dentro del culo, y esa sensación de que me dejara dentro toda la leche. Siguió por un momento apretándome a su cuerpo y suspirando hasta que me soltó y sacó su verga de mi culo.
– Oh que rico. Te culié rico-. dijo limpiándose el pene con la camiseta.
Yo aún en 4, sentía como me corría su semen por las piernas, mezclado con el jabón. Me puse de pie y me di cuenta que era demasiado lo que me escurría del culo como para limpiarme con la camiseta. Mi primo también se percató y se sacó los calzoncillos para limpiarme. – Después los tiro a la basura-. me dijo. – ¿Quieres culiarme?
Sin pensarlo tomé el frasco de jabón y me cubrición la verga completa. Mi primo se puso en 4 y también lo llené de jabón. Recuerdo que se abrió las nalgas y a diferencia mía, mi verga que era un poco más pequeña, le entró completa, mucho más fácil. Sentí la gloria. Imitando a mi primo, lo agarré de la cadera para poder sacarlo y meterlo. la Vista era maravillosa, mi primo en 4 abriéndose las nalgas y yo penetrándolo. Estuve un par de minutos así, hasta que mi primo dijo que ya le dolía un poco. Yo ahí ya estaba un poco cabreado por no poder eyacular, porque también quería llenar a mi primo de leche. Pero aunque no pudiera llenarlo, ese día fue de lo mejor. Mi primera vez siendo penetrado y penetrando.
A partir de ese día, ya nuestras tardes ya no eran de mamadas, ahora eran de sexo. Y nuestro lubricante, fue por mucho tiempo el jabón del baño. Y aunque no lo crean, hasta el día de hoy, cada vez que estoy en la ducha, mientras me jabono el culo, siempre pongo un poco de jabón en mis dedos y me los meto para que mi ano no pierda la costumbre.
Espero que les guste este relato, como todos mis relatos, 100% real.
Y si desean, enviarme sus comentarios a [email protected]




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