Al Servicio del Altar
En una pijamada yo de 18 Said de 15 tenemos una experiencia sexual mientras el resto de servidores del altar duermen..
Esta historia puede o no ser ficticia, no es mi intención el ofender a ninguna persona, si este tipo de relatos no es lo tuyo, por favor simplemente pasa de largo.
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Esto ocurrió cuando yo tenía 18 años, actualmente ya estoy por cumplir los 30 y aunque estas experiencias se prolongaron por mucho tiempo, hoy en día ya solo quedan los recuerdos, ya que Said está por casarse y hemos perdido el contacto desde hace un tiempo.
Me presento, mi nombre es Ever, en ese tiempo no era particularmente delgado, siempre tuve una llantita de semi gordura, medía alrededor de 168 cm, de piel blanca, muy blanca y cabello negro como el azabache y unos decentes aunque nada envidiables 14 cms de pene, jamás me he caracterizado por un pene largo aún hoy en mi adultes apenas y alcanza los 15 centímetros, eso si, el grosor es lo que realmente es alarmante para muchos, hace mucho tiempo que leo muchas de las historias que por aquí se narran y apenas hoy me animo a publica runa de muchas aventuras que viví al servicio del altar en una pequeña iglesia católica de mi colonia.
Desde pequeño fui bastante apegado a la iglesia, y aunque pudiese parecer que fue de pequeño con un cura la primera experiencia sexual que tuve, realmente no fue así, esa sucedió muchos años después en cirsunctancias muy diferentes, cuando yo tenía 15 y el hombre 26, pero no les contaré eso por ahora, quizás luego si esta historia les gusta y mi forma de narrar les interesa pueda contarla.
Esta historia comienza en medio de una situación muy usual, a los 13 años, comencé a servir en la parroqioa de mi colonia como una manera de escapar de casa, de un padre alcohólico y adicto profundamente violento y una madre sumisa e indiferente que nunca hizo nada para detener dicha violencia, crecí mi adolescencia en medio de la iglesia católica, negando mi propia orientación sexual y bajo el odio del parroco, la realidad es que desde siempre sospechó que era homosexual y por ello me guardaba cierto recelo.
Aún así, desde entrados mis 14 o 15 años comencé a ser servidor del altar, no se si era la sotana la que me llamaba la atención puesto que aún de pequeño me gustab ausar vestidos porque amaba las películas de magos y hechiceros, pero ciertamente, encontré en todo el misticismo de la iglesia algo que a mi me fascinaba, dentor de ese servicio, conocí a muhas personas, entre ellas, al joven Said.
Llevaba yo ya 2 o 3 años como servidor del altar y había pasado muchas experiencias divertidas, solo un par de ellas sexuales con el resto de servidores, que eran mucho mayores que yo, el coordinador, estaba en sus 23 o 24, un patético obeso que también era maricón pero como yo negaba a toda costa que lo fuese, desarrollé con el una amistad muy cercana, nada sexual realmente, porque era un hombre bastante íntegro, aunque raro sin duda y luego de que muchos de los servidores más grandes que también rondaban los 22 o 23, nuevos servidores comenzaron a llegar, uno de ellos fueron Said y su hermano Valentín, cuando llegaron yo tendría ya unos 18 años y desde que empezamos a convivir juntos nos hicimos buenos amigos.
Said era de una estatura prmedio, mediría 166 cm, era de piel morena, un café agradable y exquisito, era delgado, parecía que hacía ejercicio y se notaban algunos músculos en su vientre aunque no había pisado un gym en su joven vida, de cabello negro y risado era un chico bastante noble pero profundamente hiperactivo, distraído de esos que no pueden quedarse quietos ni un segundo.
Valentín por otro lado, era blanco de un tono apiñonado, tenía apenas 13 años y sus ojso eran d eun café casi amielado, tabién era delgado y de cabello trigueño y mediría si acaso unos 5 centímetros menos que su hermano mayor, tenía una ciatriz en el ojo que se habia hecho con un vidrio de muy pequeño y sus labios eran rosados y gruesos, muy agradables.
La razón por la que eran tan diferentes, es porque eran hijos de padres distintos, de hecho sus apellidos eran diferentes, solo compartian el segundo, el de su madre, una madre soltera que además tenía una hija más y que nunca estaba en casa, lo cula explicaba que estos dos adolescentes se sintieran siempre tan faltos de afecto y buscasen figuras paternas.
Desde el principio, el que me pareció siempre más atractivo fue Valentín, sobre todo porque sentía una especie de conexión con el,no creo en el Gaydar, pero de alguna manera sospechaba que al igual que a mi le gustaba la verga, su hermano mayor por otro lado jamás me dio esa impresión, hasta la noche que les contaré a contunuación.
Rodolfo, el coordinador, era bastante infantilizado, y como no podía mantener amistades decentes de su propia edad, era muy amigo de nosotros que le llevabamos 5 7 y 9 años de diferencia respectivamente, una vez al mes, solía invitarnos a quedar a su casa a dormir, cocinabamos comida deliciosa, veíamos películas y nos dormíamos hasta la madruigada contando historias de terror o anécdotas graciosos hasta caer rendidos, no lo tomen a mal, el nunca hizo nada con nosotros, a menos no que yo me enterase y vaya que pod´ria haberme enterado sin problema, pues estos niños, con el tiempo temrinaron compartiendo conmigo, todo.
Lo cierto es que dormir juntos siempre me hacía sentir un poco excitado, porque los consideraba atractivos, pero como dije, mis ojos estuvieron siempre puestos en Valentín, el cual tenía una situación que lo hacía quedarse profundamente dormido, la situación era tal que podías golpearo incluso y no despertaba, así que la fantasía de tocarlo y jugar con el mientras dormía siempre estaba ahí, la tentación constante, pero jamás me habría imaginado que sería Said quie´n terminaría en mis brazos primero.
Desde la primera noche juntos, Siad durmíó conmigo en la misma cama, siempre lo atribuí a que le caía demasiado bien y eramos buenos amigos, de hecho cuando fue su confirmación el me pidió ser su padrino porque me quería abstante y yo a el sin duda, lo intersante era que cuando todos estaban dormidos, el aprovechaba para abrazarme y acariciarme sutilmente los brazos y los hombros, con el paso de los meses, sus toques en aquellas pijamadas se hacían cada vez más frecuentes y osados, ya no solamente bromeba diciendo que le hiciera un hijo entre risas silenciosas y ahogadas poruqe todos dormían, sino que entre juegos, solía meter mi piernas entre las suyas o viceversa frotando sus mulos apenas velludos con los míos mientras me miraba a los ojos como esperando que no dijese nada, entre fascinado y temeroso.
Lo cierto era, que la situación me excitaba mucho, pero nunca había tenido la certeza de que a el también y que no era un simple juego tonto de adolescente hasta varias «pijamadas» después. Aquella mañana, había hecho lo mismo, frotaba sus piernas contra las mías y se pegaba a mi suavemente entre risas traviesas y silenciosas, ya estaba por salir el sol, aquella noche, nos habíamos desvelado toda la noche platicando y tonteando, de vez en cuando pellizcando nuestros pezones para molestarnos mientras Rodolfo y Valentín dormían profundamente, yo seguía teniendo mucho cuidado, manteniendo mi máscara de juego pues seguía isn saber si era algo más, luego de jugar así un rato, decidimos levantarnos para prepararnos el desayuno, como dije el sol estaba por salir así que silenciosamente nos paramos y decidimos bajar a la cocina, yo cuidando que mi erección no se notara agachado sutilmente para no hacerla tan evidente bajo le pantalón de mi pijama, cuando Said se acercó por detrás y se frotó fingiendo embestirme, me giré para quitarlo y entonces noté que su erección estaba como una tienda de campaña en su pantalonera, eso me lo dijo todo.
Al mes siguiente, esperé a que todos estuviesen dormidos y continué platicando con Said en silencio, entre murmullos, ni siquiera recuerdo que fue el tema de onversación, pero cuando empezó a pellizcarme de nuevo y a fortar sus muslos entre mis piernas, apoveché sutilmente para colar mi mano por encima de su pantalón rosando su erección en ese momento.
Las risas por supuesto, callaron de inmediato, me miró un poco asustado y yo correspondí con una sonrisa sin apartar mis pupilas de las suyas.
-Estás bien duro wey -le dijo e un murmullo muy suave cuidando que ninguno de los demás despertaram, no lo harían estaban en el cuarto conitíguo.
Said no respondió simplemente bajó la mirada con cuidado, sin embargo ni hizo ademán alguno de apartarme.
-Te excita jugar conmigo? -insistió suavemente a lo que el moreno asintió mirándome con sus enormes ojos café y una sonrisa pícara- No pasa nada, la verdad a mi también, no sabes lo caliente que me puse la otra vez que vi que la traías parada, yo tambien ando igual, toca
Le tomé de la mano y con suavidad lo llevé a acariciar mis 15 cms por encima de la pantalonera, casi al momento, su mano se cerró como un puño alrededor de mi erecciónpor encima de la tela.
-Podemos hacer como que nada pasó y ahí muere… o te la puedo jalar y tu a mi, pero nada más si tu quieres
Staid pareció pensárselo por un momento, no me soltó ni un segundo y tras lo que serían un par de minutos pero que a mi me sonaron a horas, aisnitó con una sonrisa picaresca y excitada
-Vale… pero entonces, nadie debe de saber esta madre cabrón, porque a ti te parten tu madre y a mi me meten al bote-le advertí antes de continuar y el simplemente puso los ojos en blanco
-No mames, ahuevo que no voy a decir nada, tu tranquilo -fue su única respuesta.
Me pegué a el pboca arriba y le hice recargarse sobre mi pechomientras le rodeaba con mi mano izquierda y le metía la derecha por debajo de la pijama, un par de lamidas a mis dedos y comencé a masturbarle suavemente con mis dedos mojados, el cabrón soltó un suspiro y un gemido y de inmediato le hice ademán para que se callara, si los otros despertaban podríamos meternos en un problema serio.
Said tendría unos decentes 12 centímetros, una verga delgadita, y fácil de manipular pero cabezona, finamente cubierta por un prepucio moreno, de una piel tan oscura como la del resto de su cuerpo, quizás unp oco más, nos asomamos por debajo de la cobija mientras el comenzaba a masturbarme mi erección cinrcunsidada y yo estiraba el pellejo hacia atrás, dejando ver un poco de suiciedad por debajo.
-Hay que lavarse bien cabrón, el pellejito se bajaa a´si -dijo mientras sacaba el glande del menor de un movimiento suave y dejaba la cabeza al descubierto- y te tienes que tallar con jabón, no seas marrano
El cabrón anda mas se rió mientras yo comenzaba a estimularle, ambos estabamos en ese momento bastante concentrados, el con mi verga y yo con la suya, saqueé mi mano libre de debajo de su cuerpo y con calma comencé a jugar con sus pesones mientras el se mordía los labios para evitar soltar gemidos fuertes mientras intentaba provocarle placer por ambas zonas, el hacelro gemir pero que el tuviera que contenerse mexcitaba muchísimo, hast ala fecha es algo que me pone más puerco que nunca.
Me acerqué con calma a su cuello sin dejar de esimularle y pasé mi lengua por su yugular dejando unos cuantos mordiscos mientras subía hasta su boca para besarle, estabamos frente a frente hy hacía rato que el había dejado de masturbarme completamente embriagado por el placer de mis labios y mis dedos.
-Te está gustando ¿verdad cabrón? ¿Ya te había pajeado alguien? -le preguntó antes de besarle con ferocidad, colando mi lengua dentro de su boca para acallar la respuesta, gimió muy suavedito contra mis labios y cuando me separé, dejandole los labios humedecidos y con un huilo e saliba me dijo que si, que compañeras y compañeros de la escuela pero nadie había hecho lo que yo estaba haciendo.
Bajé por sus cuello dejando húmedos besos y le quité la camisa para por fin comenzar a lamer sus pezones estirándolos mientras le tapaba la boca para que no gimiera demasiado fuerte, el chico solamente se retorcía en la cama, elevando la espalda y la pelvis mientras apretaba los puños y los dedos de sus pies intentando contener todo el placer para no volverse tan evidente.
Así estuvimos unos cuantos minutos hasta que por fin bajóe y comncé a lamerle, primero atrapé el prepucio en mi boca, y saboré la sal y el teste del precum y algo de orina, al final el chico no era demaisado higiénico, pero no me molestó, estiré el pellejito entre mis labios y luego lo bajé con mis dedos para estimular su grande cabezón segundos antes de meterlo en mi boca, entró de una hasta el fondo y noté como hizo el mayor esfuerzo, de forma sobrehumana para no gritar por el placer recibido, no aguantó mas de un par de mamadas, de inmediato se corrió dentro de mi boca y yo recibí todo sin falta, no trague todo, aunque no fue demasiado lo que expulsó de su pequeño miembro, aún así subí con calma y sonríendo me puse sobre su rostro clando mis dedos entre sus labios para que abriese la boca.
De pronto pareció confundido y me miró con algo de miedo, pero obedeció, esucbí el semen con algo de mi slavida dentro de sus labios y le hice tragarloantes de bajar de nuevo para limpiarle su verga antes de subir de unevo para escupir los restos una vez más dentor de sus labios.
-Ahora te toca Cabrón… -le dije antes tras el último esupiajeo acercando mi verga erecta a sus labios, pero para mi desgracia, escuchamos como nuestros vecinos de al lado parecían despertarse y me tuve que aguantar las ganas volivendo a meterme debajo de las cobijas rapidamente para hacernos los dormidos…
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Esta fue la primera de muchas experiencias con Said quién luego también incluiria a su hermano, si quieren saber más pueden decírmelo, espero les guste esta historia, lamento si describí mucho el contexto, busco también entretenerlos, no solo pajearlos.
Pueden platicar conmigo por telegram https://t.me/Tonyrrl @Tonyrrl, si tienen algún video interesante siempre es bien recibido, saludos!
Como sigue??