Alejandrito y yo II
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Después de aquella noche, a mí me tocó ir a la casa de mi primo porque tenían una fiesta y era costumbre que nosotros los pobres ayudáramos en los arreglos. Llegue a la casa de mis tíos y allí estaban mis dos primas, mayores a Alejandrito y su hermano menor. Todo transcurrió tranquilo en el día. Para horas de la tarde ya la casa estaba lista para recibir a los invitados y mi primo Alejandrito, me invita a jugar con algunos vecinos de ellos, fuimos a un terreno que se encontraba cerca de su casa y jugamos a los escondidos, cuando no estábamos contando, estábamos escondido. En la primera de cambio nos toco escondernos, yo sin ninguna intensión me escondí cerca de unos tubos que estaban usando para meter las redes de aguas servidas y cual es mi sorpresa que siento que me abrazan por la espalda y me besan en el cuello, al sentir esto me asusté pero mi primo Alejandrito me tranquilizó diciéndome al oído "tranquilo que te tengo un regalito, yo ya en calma me reí y le comenté, un regalito o un regalote", noté de inmediato la erección que tenía mi primo y le toqué aquel cañón, en eso escuchamos la voz de los demás chicos que cantaban descubierto y salimos. No pasó mas nada en ese instante.
La fiesta transcurrió muy bien, la gran mayoría de los amigos de mi primo bailaban y tomaban, disfrutaban de su fiesta. Mi primito el mas pequeño jugaba con uno amiguitos el es mas joven que yo, contaba con unos 11 años y yo con 14. Yo me junté con ese grupito y comenzamos a jugar a las escondidas. En un momento me escondí con mi primito debajo de unos muebles arrumados en un patio y quedé muy pegado de él, yo sentía lo duro de sus nalgas y esto provocó en mi una erección que el sintió también, mi primo voltea su cara hacia mi y se sonríe, esto me hizo parecer que le gustó y comencé a frotarme en sus nalgas, al rato salimos y volvimos a escondernos, yo busqué otro espacio mas oscuro y menos visible por el resto y mi primito me siguió para estar conmigo, esto me decía que le gustaba lo que le hacía momentos atrás ya escondidos el se coloca delante de mi y pone su culito a mi disposición, yo no aguantaba mas la erección y me saque el pene para que el me lo tocara y fue una invitación directa. Mi primito comenzó a pajearme con tanta destreza que me hizo pensar que lo había hecho antes, después de un rato que me parecían eternos mi primito se dio vueltas y se bajo su pantalón, quedando en pompas hacia mi. Yo sin mas le puse la punta de mi verga en aquel hueco cálido pero muy cerrado y solo hacía que penetraba porque no quería hacerle daño.
Así estuvimos un rato hasta que sentí mi eyaculación y me separé de el y terminé haciéndome pajas. Ya cuando salimos el juego había terminado y nosotros no nos habíamos dado cuenta. Después que terminó la fiesta nos tocó distribuir con quién compartiría la cama, por lógica yo quise dormir con Alejandrito, ya en horas de la madrugada Alejandrito comienza a sobarme la espalda y las nalgas, dormíamos en una cama individual y estábamos bien pegados, mi primo comienza a bajarme los interiores y comienza a frotar su gancho entre mi raja, aquello me puso a millón, mientras mas frotaba su tranca entre mi raja, mas liquido emanaba de el y lubricaba mi huequito, esto lo hacía mientras me besaba las orejas, en un instante cuando su miembro resbalaba mas entre mi raja, Alejandrito hace el gesto para que me ponga boca abajo y yo por su puesto accedo y me volteo, él se monta sobre mi por primera vez -y digo por primera vez porque las veces que lo hicimos fue de lado o parados como la última vez- busca con su mano la entrada y coloca aquel mástil en la entrada, saca su mano y me abraza completamente y comienza a meter su bastón de mando, la sensación que me producía al entrar era una locura, ya a la mitad yo sentía una mezcla entre dolor y placer, mas lo placer incluso que dolor, porque como describí en el relato pasado, mi primo tiene el pene doblado hacia arriba desde la mitad que le hace parecer un gancho, cuando llegó a la mitad que el pene se amoldó a mi culo entonces sentía ese gancho que me llegaba creo que a la garganta, aunque con el abrazo que me daba el, me hacía olvidar el dolor y me inundaba de placer
Mi primo comenzó su mete y saca, solo sacaba la mitad y luego la hundía lo mas que daba, yo sentía el calor de su ingle en mis nalgas, este mete y saca duró mas de una hora ya que con la cantidad de alcohol que tenía en su sangre no llegaba tan fácil, claro para mi era lo mejor que me pasaba, sentir por tanto tiempo esa tranca en mis adentro me tenía realmente loco, ya a mucho tiempo de estar dandome, Alejandrito me susurra al oído que va a llegar y yo espero aquella erupción de su lava candente en mis entrañas, en efecto comienzo a sentir sus chorros que emanaban con tanta fuerza que sentía como me llenaba todas mis tripas, al dejar de eyacular mi primo se queda encima de mi y al rato me susurra nuevamente voy a orinar yo no estaba en mi y acepte su líquido, al rato salió de mi y se quedó dormido como bebé. Yo como pude me levanté y fui al baño a drenar toda aquella mezcla, en mis experiencias esa fue la mejor que tuve y gracias a mi propia sangre, yo adoro a mis primos aun cuando ya somos todos mayores.
Espero le haya gustado mi relato y gracias por los comentarios a los otros.
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