Algo repelente (Y el pequeño Christian) PARTE 4
Por fin hago mío por entero a Christian .
Y abracé de nuevo a mi pequeño Christian y cargado en mis brazos entré con él a casa.
–Ahora que vamos a estar varios días a solas, me gustaría pedirte que andemos desnudos los dos por completo. ¿Te gustaría?
–¡Claro que si, don Javi! ¿Pero para qué?
–Pues para andar más cómodos y frescos los dos, para que mi pitote disfrute al verte encuerado y esté siempre alegre. Y sirve que así tú le puedes dar besitos cuando se te antoje…
–¿Y chuparlo también? (Ilusionado)
–Claro, chaparrito lindo…todo lo que tú desees…
–Ah, bueno, entonces sí…(y comenzó a desnudarte solito)
Yo hice lo mismo, nos pusimos a ver tv el resto de la tarde, cenamos y luego de un rato nos metimos a bañar.
Ahí aproveché para ponerlo a mamar y darle su “agüita especial” y frotarme en su culito.
Nos secamos, le apliqué cremita por todo su lindo cuerpecito y él hizo lo mismo.
Nos fuimos a la cama y sin pedírselo él se montó sobre mí para chúpame el pito mientras me ofrecía sus infantiles nalguitas y virginal hoyito para deleitarme en ellos…
De pronto, fingiendo sorpresa y algo de susto exclamé:
–¡Espera, Christian, espera!
–¿Qué pasa, don Javi?
–¡No te muevas, quédate quietecito, por favor!
–¿Pero por qué?
–Es que creí ver algo monstruito qué tienes dentro asomarse un poco por tu culito…!hasta sentí que me mordió!
–Nooo, don Javi…¡quítemelo, por favor, quítemelo!—asustado y a punto de llorar.
–Lo intentaré, a ver, sigue mamando mi pito mientras yo voy a abrir tus nalguitas y a meter lo más que pueda mi lengua a ver si la muerde y así lo saco…
¡Ufffff! Abrir su hoyito y meter en el mi lengua fue muy placentero. Sentir su suavidad, estrechez y lo calientito de sus pliegues anales fue muy excitante al igual que meter y sacar mi lengua en él.
–No, no sé puede, amorcito…voy a meter uno de mis delitos lo más adentro que se pueda a ver si así lo agarro…tienes que ser fuerte y valiente, aguantar sin gritar ni llorar, es por tu bien…
Y él asintió. Así que lubrique con gel anal que había preparado mi dedo índice y poco a poco lo metí en su culito qué en breve me pertenecer. Una vez adentro, lo metí y saqué y giré en su recto. El solamente se quejó un poco, pero se dejó hacer.
–¿Ya se agarró mi monstruito, don Javi?
–No, amorcito…creo que voy a tener que meterte dos deditos…¿Aguantarás sin gritar ni llorar, chiquito mío?
–Siiiiii, don Javi, siiii…hágalo, por favor…
¡Y lo hice! Costó un poco más de esfuerzo introducir los dos dedos, pero lo logramos, no sin que él apretara sus puños, mordiera una almohada y derramada algunas lágrimas.
De igual manera, los moví adentro de él, los abría y cerraba un poco cual si fueran tijeras y los metí y saqué muchas veces. El dolor pasó gracias al gel anal con anestésico y dulces gemidos brotaron de su infantil boca.
–¡Ay, ay,mmmmh, mmmmh!
–¿Se siente bien, amorcito?
–Siiii, don Javi, siiiii…¡oooohhh, mmmmh, ooooh!
–Que bueno, pero sigue sin dejarse agarrar tu monstruito…ya no sé qué hacer para sacarlo.
–Don Javi…¿Y si me echa aquí su agüita especial?—señalando con su dedito su rico agujero.
–Siiiii, pero tendría que meterlo un poco…¿no importa?
–¿Y me vas a doler mucho?
–Un poco, amorcito, sobre todo las primeras veces. Pero si eres valiente y aguantas, te aseguro que después te va a gustar y tú sólito vas a pedir que mi pitote entre en tu culito…
–Hummm, bueno sí, pero despacito…
–Mira, voy a aplicar mucha cremita como esta en tu culito para que no te duela tanto, y tú vas a ponerme esta misma cremita en todo mi pitote para que pueda entrar más fácilmente…
Él, obediente y dócil, hizo cuanto le indiqué. Le pedí acostarse boca abajo y parar sus nalguitas para que se abrieran y poder meter mi pene en su hoyito.
Así lo hizo y empecé a frotarlo en círculos alrededor de su hoyito, y de arriba abajo punteando un poco. Él se reía del gusto y las cosquillas que le producía lo anterior.
Sin aguantar más el deseo de hacerlo mío, coloqué la punta de mi glande en su entrada, presioné y empujé un poco hasta sentir cómo su infantil capuchino cedía y se abría para recibir mi glande…
–¡Ayyyy, me duele, me duele! ¡Sáquelo, don Javi, sáquelo, ayyyy, ayyyy, ayyyy!
–Tranquilo, amorcito, te dije que iba a dolerte un poco, aguanta, no pasa nada, aguantar…
Y me quedé quieto, permitiendo a su recto acostumbrarse al invasor y a que el fuerte dolor pasara. Cuando lo creí prudente, empujé un poco más de la mitad de mi pene en su apretado culito. ¡La sensación fue increíble! Sentir cómo sus paredes apretaban mi virilidad, su suavidad y lo calientito de su interior me excitaron sobremanera.
E ignorando sus gritos y su llanto y que era sólo un niño de 4 años, le dejé ir el resto de mi virilidad hasta sentir chocar sus nalguitas en mi pubis.
–Tranquilo, tranquilo, ssssh, ssssh, no pasa nada, mira, ya entró toda, pronto pasará el dolor y comenzarás a sentir rico…ssssh, ssssh,…
–Ayyyyyy! Es que me duele mucho!!Me arde, me arde mi culito y siento muchas ganas de hacer popó!
¡Saquemelo, don Javi! ¡Ayyyy, ayyyy, ayyy, por favor, ayyyy, ayyyy!
–Sssssssh, ssssh, ya entró todo, ya, ya, quédate quietecito y poco a poco va a dejar de dolerte…
Él , con suspiros y llanto entrecortado me obedeció. Después de un rato dejó de llorar…
–¿Ya pasó el dolor, verdad amorcito?
–Siiiii, don Javi, pero me siento lleno, muy lleno y con ganas de hacer pipí y popó…
Me acosté con el de ladito y llevé la piernita de arriba hacia su pecho para iniciar un rico vaivén sexual. Lo hice poner su manita en la barriguita para sentir cuando empujaba mi glande. El se reía débilmente y sollozaba un poco aún, pero luego comenzó a gemir al sentir cómo entraba y salía mi mástil de su anillo.
Se la saqué de improviso y se escuchó un sonido similar a un descorche. Lo coloqué de espaldas y levanté sus piernitas para llevar sus pequeños pies hacia mí pecho y de nuevo lo penetré y de una se la dejé ir hasta el fondo, hasta sentir mis testículos pegar en sus glúteos.
Él gritó y suplicó de nuevo porque se la sacara y lloró hasta agotar sus lágrimas. Con sus manitas trataba de detenerme. Cansado de luchar, llevó sus manitas hacia su abdomen aunque continuemos saliendo ayes de dolor de su linda boca.
Ante la inminente corrida, aceleré mis movimientos y finalmente empujé lo más posible mi pene en su interior y me dejé caer sobre su cuerpecito mientras sentía palpitar y explotar en potentes chorros mi pene en su interior, mientras su penecito erecto llenaba de orines mi abdomen.
Permití que mi pene perdiera dureza y lo saqué lleno de sangre y popó. Su irritado anito estaba muy abierto y de él salió una mezcla de semen, sangre y popó.
Desmadrado cual muñeco sin cuerdas, llevé a Christian al baño y lo senté sobre el inodoro para que expulsara el resto de esa mezcla y luego llené la tina con agua y lo metí a bañar en ella, lo abracé y llené de besos, en señal del agradecimiento por el inmenso placer que me había dado.
Poco a poco pareció salir del stock en que había caído y comenzó a sonreír.
Lo bañé muy bien, apliqué una generosa cantidad de crema con anestésico en su dilatado hoyito qué poco a poco iba cerrándose.
Lo sequé y cargué para recortarlo sobre mí pecho y así, abrazado a su desnudo cuerpecito, nos dormimos.
C O N T I N U A R Á…
Lesvrecuerdo mi Nicolas en Telegram, por si desean comentar o intercambiar experiencias y/o fantasear un poco @EduRu64
Excelente relato.. como sigue¿?
Como sigue?
Que rico, me encanta como escribes, siempre consigues engancharme a todos tus relatos.
Que rico!! Porfin lo hiciste tuyo hay que seguir trabajando ese anito y darle más verga!! Me gustaría que describieras como es tu verga!! Y si puedes agregar más detalles del olor de tu virilidad estaría de lujo… Gracias