Algo repelente (y el pequeño Christian) PARTE 7
Preparando a Christian para su primera orgía..
Sin más, continuó esta historia:
Al día siguiente, al despertarnos, revisé muy bien su agujerito, pues Christian decía le dolía un poco. Lo cierto es que estaba algo irritado y entonces le dí a tomar analgésicos para el dolor y puse una generosa cantidad de crema anestésica en su hoyito.
Como estaba irritado de su hoyito, y mi pene como piedra, lo recosté para chuparle sus genitales y luego él me correspondió. Aunque apenas se tragaba la mitad de mi verga con su pequeña boca, era sumamente excitante ver lo bien que me la chupaba. Después de un rato, al venirme, la saqué de su boquita y eché mi semen en su cara.
Él sonrió al sentirlo y con su lengüita lamió lo que estaba alrededor de su boca…¡ Se veía tan lindo con su rostro angelical cubierto de leche!
Con mi lengua, lamí su cara y guardé en mi boca mi semen para luego unirnos en un beso apasionado y depositar en su boca mi leche, misma que él disfrutó y se tragó.
Desnudos, bajamos a desayunar y luego a jugar en el patio. Durante los días previos al regreso de Brandon lo penetré por entero únicamente tres veces. Poco a poco su culito se iba amoldando y aceptando mejor y sin tanto dolor las cogidas que le daba.
El día que Brandon regresó, con permiso de su papá y llevado por el mismo a mi casa, Christian se puso un poco celoso y me mencionó que no quería que metiera mi pito en su amiguito y que se dejaría penetrar, a cambio, por mí sin llorar.
Recibí gustoso a Brandon que más tardó en llegar al patio que en desnudarse y, libre de ropa, corretear, saltar y jugar por el patio.
Después, se acercó a mi hamaca, sin decir nada, se subió en ella y se puso a tocar y masajear mi pene para después cubrirlo de besos, lamerr toda su extensión de arriba abajo y viceversa en muchas ocasiones y, finalmente, abrir su boquita para mamármelo como todo un experto.
Christian, molesto, se separó de nosotros.
–Christian, no te enojes, sube a la hamaca y tú también chúpame el pito, anda, no seas así, debes aprender a compartir con tu amiguito..
Haciendo caso, pero aún molesto, hizo cuanto le pedí y comenzó también a chupar mi pene, alternando con su amiguito Brandon.
Éste, se subió, se sentó en mi abdomen y se abrazó a mí mientras acomodaba su culito en la punta de mi verga.
–¿Me lo mete, don Javi?
–Don Javi, acuérdese lo que le dije—replicó Christian a su vez.
–¿Y si pongo la alarma en mi celular y se montan tres minutos cada uno a ver a quién le toca mi lechita?
Brandon aceptó con gusto y Christian a regañadientes. Jugaron “piedra, papel y tijeras” para saber quién se montaba primero, resultando ganador Christian.
Puse la alarma y se subió y puso mi pene en su rajita, empujé mi pelvis hacia arriba y lo penetré un poco. Tomé su cintura y le hice bajar poco a poco hasta ver desaparecer mi hombría en él.
Lloroso, pero orgulloso y a indicaciones mías, comenzó a subir y bajar un poco varias veces, hasta que la alarma sonó.
Brandon tomó su lugar, reinicié la alarma y él de una, engulló y aprisionó mi pene en sus paredes anales para cabalgarme y moverse con verdadera maestría…¡Ufffff! ¡Este nene era toda una putita bien hecha! Gemía y me pedía más mientras gruñidos de placer surgían de mi boca.
Al sonar la alarma me besó apasionadamente y me guiñó el ojo.
Christian trató, en su turno, de imitarlo, pero era evidente aún su falta de maestría en las artes amatorias. Se esforzó y casi lograba que eyaculara en él cuando la alarma sonó.
Bajó de la hamaca y cedió a su compañerito su lugar. Sentir deslizarse mi pene entre esas cálidas y estrechas paredes anales y la maestría con que me montaba, sus gemidos de placer, hizo que faltando segundos para acabar su turno, me corriera en él, ante la tristeza y el enojo de Christian.
Brandon Bajó de la hamaca y abrió sus nalguitas para mostrar ante un enojado y triste Christian, cómo de su abierto anito salía el semen.
–No te burles de mi amorcito, a él le va a tocar varias veces a la noche conmigo…¿Verdad, Christian?
–Sí, don Javi
–A mí más veces, hoy viene mi tío a tomar con mi papi aprovechando que no está mi mami.—replicó Brandon.
–Ya, ya, no se peleen por eso, vamos, dense un abrazo y bésense, vamos, si no, ya no voy a jugar con ninguno de los dos.
Ellos hicieron cuanto les pedí y se chuparon sus genitales y culitos uno al otro. Era una bella escena ver cómo dos infantes de apenas cuatro año se daban placer.
Mi pene comenzó a reaccionar al ver tan lindo espectáculo y les pedí me lo chuparan y cuando iba a correrme, puse en cuatro a Christian para penetrarlo y llenar con mi semen su infantil anillito.
Comimos y por la tarde, al llegar Martín, el papá de Brandon por él, me preguntó:
–¿Y qué tal se portó mi niño?
–Muy bien, Martín, gracias por dejarme jugar con él.
–Hoy mi hermano y yo le vamos a dar leche hasta que quedemos bien secos de nuestros huevos…¿no les gustaría unirse a nosotros? El único requisito, ya sabe cuál es…
C O N T I N U A R Á…
Ufff espero que se los revienten bien a esos 2 putitos