ALMAS GEMELAS – Zain
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por shotaboy.
ZAIN:
La vida había sido buena para Austin Ceballos, llena de lujos y caprichos cumplidos a cabalidad; pero todo había salido mejor desde que nos encontramos, él y yo, hermanos gemelos, habíamos sido separados al nacer y la primera cosa que hicimos al vernos fué tener sexo, a cambio de dinero el me prostituí a él; esto lubricó las posibilidades en nuestra relación ero-fraternal ya que, siempre que hubiese dinero de por medio yo sometería mi voluntad al él permitiéndole satisfacer todos sus deseos y fantasías para llenar el narcisista corazón del hermano mayor privilegiado.
Austin (el heredero único de una de las familias mas ricas e influyentes del pais) y Zain (yo, el gemelo menor, el desechado que vivió una infinidad de abusos de todo tipo casi en total pobreza) habíamos mantenido esta relación bajo contrato en el que Yo sería la puta, la esclava, la propiedad y herramienta de Austin quien satisfacía sus fetiches y deseos al envolverme en las situaciones mas degradantes y humillantes que un ser humano de apenas doce años pudiese tolerar, esta situaciones no se limitaron solo a su gozo de penetrarme, sino que durante el tiempo que compartimos esta "relación" fuimos creciendo, nuestros cuerpos se ensancharon ligeramente, los músculos se tonificaron dándonos apariencia de muchachos encantadores y sexys (aunque el mundo no supiera de la existencia de dos herederos), Austin siempre tenía un fajo de billetes para pagar por mi humillación, su placer, a mi, quien había vivido toda mi infancia desconociendo los orígenes y derechos de sangre que tenía, Austin quien era un ególatra narcisista maníaco pensaba que nadie era tan guapo como él y que por eso solo podría disfrutar plenamente el tener sexo consigo mismo, él vió en mí todas sus fantasías cumplidas, las que con el correr de los años se volvían cada vez más descabelladas, por ejemplo:
Cuando teníamos doce años Austin compró un apartamento de forma anónima y me lo regaló, me alegré de inmediato; pero esto no duró mucho ya que la única condición para obtenerlo era dormir en él; pero cada noche Austin mandaba a alguien diferente para que tuviera sexo con él(los), jóvenes guapos, malandros fornidos, al principio uno, pero con el tiempo se volvió mas osado y mandaba dos, tres y al final se volvió rutina que Yo abriera la puerta de "mi" apartamento a altas horas de la noche y una decena de hombres y transexuales pasaran adentro y guiados por mí a una habitación enorme, acomodada especialmente para orgías grandes y se dieran bomba con mi cuerpo; y se preguntarán ¿cómo disfrutaba Austin de todo esto?, pues prácticamente había un juego de micro cámaras y micrófonos por todo el apartamento los cuales eran editados por Jorge (el Guardaespaldas personal de Austin Ceballos, quien conocía el secreto de los dos hermanos y se encargaba de la recreación del mismo) y enviados a Austin quien luego de disfrutarlos los ofrecía por la deep web y otros círculos del bajo mundo quienes pagaban por evento el show diario de mi persona, y claro que sabía de que se trataba todo pues Austin me daba las directrices, <ponte esto, péinate así, deja que te penetren los dos al mismo tiempo, posa aqui donde están la cámaras>.
Unos meses después, Austin me vistió de Trap colegiala, una falda ultra corta dejaba ver mis (modestia aparte) duritas y grandes nalgas a cada paso que daba, bajo la ropa unas pantis rosa con estampado de Hello Kitty en el trasero, luego de comprar un local que funcionaba como sauna (que muchos hombres usaban para hacer orgías) y de pagar una vacuna secreta a policías corruptos para que no interfirieran en sus "negocios secretos", entré al local atestado de hombres ansiosos que habían recibido una invitación especial, y pues, digamos que no habrían pasado dos minutos que aquella linda Trap había entrado al sauna a desvestirse cuando decenas de hombres que ya tenían una orgía entre ellos la tomaron para satisfacer la oportunidad de poner sus vergas en uno u otro hoyito de doce años y marcarlo con su semen.
Incluso en el colegio privado al que asistía Austin tuve que degradar mi dignidad, pues ordenado por mi hermano debí seducir a un compañero de clases y conseguir tener sexo son él, luego otro y otro hasta organizar mi propia orgía en algún salón en desuso, siendo violado una y otra vez por capricho de mi hermano mayor.
Por supuesto que a Austin poco le importaba su reputación, todos en los diferentes círculos sabían que era un desgraciado que hacía lo que quería; asi que realmente no importaba que creyera que es gay; pero lo que no sabían era que a Austin solo le importaba satisfacerse a si mismo.
Ahora, la verdadera historia empieza y termina aquí; Finalmente el tiempo pasó y ambos cumplimos 16 años, como se mencionó anteriormente ambos nos habíamos vuelto los mas bellos especímenes humanos que se hubiesen visto en el pais, nuestros risos dorados caían a la altura de los omóplatos, nuestros ojos avellana tenían una chispa de vida intensa, la piel inmaculada dejaba entrever la fibra de nuestros músculos que se relajaban y contraían a cada movimiento, huesos bien colocados se dejaban apreciar entre nuestras clavículas, la pelvis (un camino hacia el paraíso en el que reposaba un pene muy grande para nuestra edad, casi sus 18 cms erecto) y unos trasero bien grandecitos y apretados que encendían deseos perversos en mujeres y hombres por igual, y con la manía de Austin por pasearse desnudo por la casa.
Austin no celebró una fiesta de cumpleaños ese día y yo, además de una reunión con mis viejas amigas tampoco lo hice, ambos salimos en la Limusina, recorrimos la ciudad y la dejamos conociendo un bello paisaje tras otro (nuevos para ambos), yo estaba súper emocionadísimo, nuestro cumpleaños era muy especial, ya que tenía a mi hermano mayor solo para mí, sin hombres en el apartamento, o el sauna o su escuela, hospital, etc.
Solo somos él y yo, y no soy estúpido, sé que clase de consecuencias traería si revelara mi identidad al mundo y lo que ganaría si lo hiciera; pero perdería a Austin, y mientras él tenga un uso para mí yo estaré junto a él sin importar cuanto me lastime, sé que Austin es esencialmente un maldito enfermo, como somos gemelos es un hecho que la maldad que él abiertamente ostenta tambien está en mí, pero a diferencia de él, yo he pasado mi infancia entre danza y teatro y me ayuda a discimular; continuando con el viaje,no bajamos hasta llegar a la playa, montamos en un motor fuera de borda hasta llegar a un cayo, un islote mayormente de arena y roca, en cuya cima (que se elevaba a mas de 4 mts de altura) se levantaba una casa ultramoderna hecha de concreto y vidrio templado, ambos quedamos contemplándolo todo, frente a nosotros un océano tan grande como nuestras posibilidades en la vida.
AUSTIN:
Abrí la puerta de la casa de playa rodeada de nada más que arena, mar y algunas palmeras y plantas ocasionales, tenía la casa sola, Jorge el "Chofer" tenía una habitación asignada y nosotros dos nos acomodamos en la habitación principal con vista al océano, apenas llegamos mis reglas se hicieron presentes, al menos una por el momento: lo principal nadie usa ropa, total que lo primero que hicimos fué ir a bañarnos en el mar, por primera vez en la vida Jorge nos observó con una lagrima de nostalgia en su mejilla, lo imagino pensando en los dos hermanos jugando, riendo y divirtiéndose como ha debido ser desde el momento de nuestro nacimiento; pero luego me vio devolverle la sonrisa y la suya al instante desapareció de su cara.
Luego de cenar con el mar en frente, con estrellas en el firmamento y el sol muriendo en el horizonte Zain y yo tomamos un baño juntos, jugueteamos como dos adolescentes cegados y calientes por las hormonas y casi sin secarnos entramos al cuarto, Me senté en la cama con las piernas abiertas, Zain sonrió con emoción y caminando sobre sus rodillas contempló mi pene adolescente de 18 cms, igual al suyo, solo que el mío es ligeramente curvo y el suyo es perfectamente recto; se que mi pene es algo que enloquece a mi hermanito menor desde aquella primera vez en la que me lo mamó en la Limusina.
Sus rosados labios rodearon mi glande con suavidad, sentí un corrientazo que erizó mi espalda lampiña de la pelvis a al cuello, la carnosa suavidad de los labios de Zain sobrecargaron de inmediato mi sistema nervioso, posé mi mano en la cabeza de mi gemelo con delicadeza, mano que luego indicó imprimirle mas fuerza a la mamada, Zain obedeció de inmediato y con toda la habilidad aprendida de mas de mil hombres y vergas se esforzó en complacer a su amo "Yo", pues la única voluntad a la cual satisfacer es la mía.
-¿Quieres intentar sacarme la leche otra vez?- preguntó.
-Um-Jum!- expresó Zain sin dejar de estimular mi verga.
-Sabes? este no es solo mi regalo de cumpleaños- dije notablemente agitado -Tambien es el tuyo, se cuánto deseabas estar conmigo.
– dije aplicando fuerza a la cabeza de mi hermano.
-¡Y no me malinterpretes!, he disfrutado todas y cada una de tus polvos con otros hombres, los del apartamento, los del sauna, incluso mis compañeros de clases, seguro creen que soy una putita rubia, y me encanta lo admito; pero.
– pensé un momento y continuó – desde que noté que mi pene se había hecho mas grande, decidí iba a cogerte y castigarte yo mismo, y si decido que otro te coja pues que mas da, yo mando sobre tí y tu culo, ¿No?- preguntó esto último aferrándose al cabello de Zain pegándolo a mi pene.
-¡¡¡¿No?!!!- grité tirando de los mechones de cabello de Zain arrancándolos.
-Um-Jum!- volvió a expresar el hermano menor.
-Me alegra oírlo maldito hermanito.
– dije jugando con los cabellos recién arrancados de mis dedos al soltarlos en el aire -Maldito Hermanito! hazme acabar ya!!!
Tomé del cuello a mi hermano y con ambas manos inicié una penetración fuerte violando su garganta, Oh! como disfruto atragantarlo sin dejarlo respirar, al principio no le afectaba tanto porque mi pene de 12 años no le haría mucho daño; pero ahora, je je! debía arreglárselas para no ahogarse, recuerdo que una vez Jorge tuvo que darle RCP porque se ahogó mientras le hacía un throatfucking.
Yo Bufaba y gemía, Zain lagrimaba involuntariamente debido al intruso de carne en su garganta pero aguantaba por su mí, Zain, luego de tres años viviendo en secreto conmigo, fingiendo ser yo, ya conocía todo sobre mí a la perfección y sabía que lo que mas me gustaba, lo que mas le excitaba y lo único que me hacía eyacular sin arrepentimientos ni objeciones era verlo sufrir por causa de un(os) pene(s) en su garganta o ano, si su mandíbula se desencajaba por tener más penes de los que podía mamar Yo disfrutaba, si debían llamar a un dolor clandestino a reparar el daño en su ano por alojar demasiadas vergas en su ano, Yo disfrutaba, si unos sujetos introducían su brazo dentro de su ano Yo disfrutaba; en fin, disfrutaba de su sufrimiento y Zain disfrutaba verme disfrutar.
Zain estaba quedándose sin aire, no soportaría muchos segundos mas pero siendo honestos yo tampoco, mis envites eran tan salvajes que casi lo hago vomitar pero en un golpe de suerte un espasmo disparó mi carga de semen dentro de su garganta, a esa le siguieron otras tres y luego solo quedó mi pene de 16 años escurriendo leche en su cara y la alfombra.
-Lámelo bien maldito marico!- le ordené mientras con mi pie en su cabeza lamía y relamía mi leche en el suelo
Zain se sorbió mis fluidos, a pesar de haber acabado un montón mi verga palpitante aún se mantenía erguida, aún con hambre, mientras tanto Jorge seguro se masturbaba escuchando los ruidos de nuestros juegos, se masturbaba para olvidar, olvidar lo que estaba obligado a hacer.
En la habitación principal Zain acostado de espaldas en el suelo con las piernas extendidas a la altura de sus hombros, sujetaba una pierna en cada mano, apuntaba hacia arriba con su culito en pompa para mí, a Zain no le gustaba admitirlo pero verse a si mismo penetrándose podía resultar ser la cosa mas excitante que hubiese experimentado nunca, me arrodillé y recostándome sobre él comencé a penetrar el culito regalado de mi gemelo menor, sentí sus paredes anales apretarme con cada latido a medida que mi verga era succionada por ese perfecto culo, pareciera que su cuerpo deseara tener la totalidad de mi pene dentro suyo; Lo complació y dejándosela ir de golpe no anduve con sutilezas y penetré como una fiera a Zain quien gritaba como niña clamando, suplicando a su hermano mayor que lo lastimara.
-¿Así que quieres que te golpee?- pregunté Austin Excitado.
-¡Por favor!- rogó con mi cuerpo haciéndole cada vez mas presión.
-¿Así?- pregunté en voz alta mientras lo nalgueaba.
-¡Mas!- gritó Zain.
-¿Así entonces? ¿te gusta? ¿O quizás? ¿Así maldito? le gritaba con cada nalgada y golpe de puño que le encajaba.
-Si! Asi! Mas!- aullaba recibiendo castigo.
-Te voy a Preñar Maldito Marico!
Zain profirió un grito que lo llevó al mas exquisito orgasmo que hubiese tenido, su ano se contrajo con fuerza en mi pene, yo aproveché este estimulo extra y me dejé ir con todo y deposité mi semilla copiosa dentro suyo.
Luego de acabar, continué bombeando sin descanso, aún estaba demasiado duro y excitado, había agarrado aliento y mi burbujeante adolescencia me proveyó de un aguante propio de esta edad.
Zain gemía y gritaba con cada cincelada de su penetrador favorito, Yo.
Él amaba como su hermano mayor dictaminaba las reglas y solo con algunos movimientos comprendía lo que yo quería y su cuerpo reaccionaba colocándose en una determinada posición, etc.
Luego de una cantidad indefinida de orgasmos, finalmente cedimos ante el sueño, el nuevo día llegó y cuando Zain abrió sus ojos fué bañado por la suave luz de un amanecer en el mar, el cuarto se iluminó de naranja y dorado haciéndolo sentirse muy feliz, lo ví desde donde estaba acostado, el sol acariciando su delicada piel y coloreándolo de felicidad y vida, lo siento tanto por él.
Apenas el sol salió del horizonte un aguacero se desparramó en el mar picándolo y levantando las olas, las gotas de lluvia golpeteaban con fuerza la enorme ventana que se alzaba en lugar de pared hacia el este y ambos al contemplarnos desnudos nuevamente hicimos el amor de nuevo.
JORGE:
El dia siguió transcurriendo con normalidad, pero la lluvia no cesó, al atardecer el joven Austin me mandó llamar, sentí un gran vacío en la boca del estomago y abriendo la puerta del sótano encendí la luz.
Bajamos las escaleras y fué cuando el joven Zain descubrió sin poder reaccionar que allí en una esquina de aquel sótano tétrico había solo un ataúd, en la pared cadenas, grilletes, esposas y junto a la urna en una mesa varios juguetes sexuales pensados mas para el dolor que para el placer.
-¿Que.
?- fué lo único que alcanzó a decir.
-Verás hermanito,- comenzó el joven Austin a hablar -Conocerte fué lo mejor que me ha pasado en la vida, tu me diste algo que nadie mas hubiese podido, la completa satisfacción de todos y cada uno de mis fetiches, durante estos cuatro años me he dado las mejores pajas de mi vida viéndote ser violado una infinidad de veces, la cúspide de mis deseos se cumplió hoy cuando te cogí toda la noche con nada mas que mi propio pene, el cual debo decir ha crecido mucho.
-¿pero que estás diciendo? ¿Para qué es ese ata.
– Un cilindro frío le heló la espalda, Yo le apuntaba con un arma.
-¡No me interrumpas!- le abofeteó tan duro que casi se cae -¡Ya no me sirves Zain! ya no hay nada mas que puedas hacer o te pueda hacer para seguir excitándome, así que.
Cortaremos por lo sano y antes de que quieras un poco mas de lo que mereces, que es mi leche.
Voy a eliminar todos los cabos sueltos.
-Realmente eres malo.
– dijo Zain por lo bajo.
-¡Ah! casi lo olvido- rió Austin -Le prometí a Jorge que a cambio de este favor podría cogerse a tu mamá, ¡lástima que murió hace un año!- dijo sobándose el miembro -Supongo que habrá que conformarse contigo, descuida estarás igual que ella de linda, vestido negro, labial rojo.
-Tambien era tu mamá! -lloró Zain mientras lo sacaba de su alma.
¡ESA PUTA! ¡NO ES MI MADRE!- gritó tirando del cabello de su hermano menor y arrancándolo con fuerza.
-Austin.
No quería admitirlo; pero realmente eres malo- el joven Zain miró a su hermano gemelo con los ojos inyectados en sangre, en parte por el dolor y en parte por la rabia que se apoderó de él -¡Tú! ¡Te arrepentirás de esto!
-Yo siempre obtengo lo que quiero hermanito, dijo acercándose a mi para ver en primer plano como iba a violar a su hermano menor antes de liquidarlo y lo que no quiero lo desecho, igual que a tí.
Vi a ese hermoso rubio en sus últimos momentos de vida, me miró desconcertado cuando lo dejé inconsciente con la cacha de la pistola, su gemelo observó cómo le coloqué un delicado vestido negro bañado en miles de cristales Charoski, sujeté su delicado rostro maquillando su ya femenino rostro, levantando sus pestañas y peinando cuidadosamente sus rubios risos y como una sorpresa de mi para mi, una tanga color negro que resaltaba demasiado en su culito perfecto y blanco.
Él se hallaba amarrado a la cama vertical semi inclinada a la que lo sujeté con grilletes, contemplé erguirse mi miembro nada despreciable y veterano rompeculitos y excitado como ninguna otra vez en mi vida puse mis manos en sus caderas y mientras levantaba su falda él se resistía inútilmente -¡Te ves tan hermosa como la primera vez que te vi!, dejé sus nalgas expuestas y haciendo a un lado la tanga de su perfecto culo, di un escupitajo en mi glande -¡Esta es toda la lubricación que necesita tu culo!- sus ojos se abrieron como platos al sentir mi cabeza apoyada en su upite, lo miré de cerca y con una sonrisa en mi rostro comencé a empujar -¡Sonya, al fin serás mía!- un pequeño empujón y entró, sus paredes anales me apretaban por lo forzado de mi invasión peniana, sus gritos ahogados no llegaban a salir del sótano, pasando mis manos por todo su cuerpo, pellizqué sus pezones, acaricié su bulto, mis dedos se pasearon por su rico y marcado abdomen y aferrándome de sus hombros desde debajo de sus brazos, recosté mi barba de una semana en el lado izquierdo de su cuello y mordiendo su oreja se la enterré hasta la base en medio segundo, me sorprendí al sentir la resistencia que había puesto su culito, de seguro habría algún hilo de sangre allí -¡No llores Sonya y pórtate como una buena putita!
Él lloró y gritó en vano a través de la mordaza que cubría su boca rosada intenso, mientras su bello cuerpo oscilaba por la inercia que mis envites pélvicos le imprimían a su culo, podía sentir y ver como sus nalgas vibraban al tiempo que ese característico "clap, clap" resonaba en el pequeño cuarto subterráneo, sentí en mis pies algo viscoso y al mirar de reojo vi gotas de sangre caer desde su culo mientras se lo reventaba, esto me excitó en demasía e intensificando mi arranque le exploté las entrañas con brutalidad, con cada golpe de mis caderas el chillaba y gritaba sin lograr emitir sonido alguno, su pequeño cuerpo en comparación con el mío no tenía mas opciones que recibir el castigo, sin contenerme un minuto mas y luego de casi un cuarto de hora de estar penetrándolo sin tregua me le afinqué como si explotara en mis bolas un motor que expulsara leche a presión, como si eyaculara mi propia alma dentro de él; y debo decir que forzar su culo contra su voluntad es lo mas gratificante que jamás haya experimentado, el tomarlo según mis deseos y perforar sus entrañas con mi falo, sin importar si sangraba o se desgarraba, si lloraba, gritaba o se moría, daba igual, después de todo, ya no existía.
Me dí todo el tiempo del mundo con mi prisionero mientras durara, lo desaté, él estaba demasiado adolorido y cansado de la noche anterior como para oponer mayor resistencia, le quité la mordaza y metiéndole un puñetazo como pocos he tenido el placer de dar le dije -Si intentas morderme te sacaré los dientes uno a uno- el pobre gemelo sin futuro lloraba del dolor (de verdad le pegué muy duro), lo tomé de la cabeza y le clavé la verga enterita, su boca babeaba copiosamente una mezcla de saliva rojiza, pues mi pene estaba copiosamente bañando en sangre y heces, disfruté ver como sus brazos atrapados por mi peso se retorcían descontroladamente por la falta de aire y su propi vomito tratando de salir con mi miembro obstaculizando su garganta, se la dejé hasta que harto de llorar y pelear casi se desmayó, le permití respirar hasta recuperarse y de nuevo se la hundí, sacando y metiendo mi herramienta de placer con fiereza y descontrol, ¡ah! el placer distintivo de pararte sobre la voluntad y dignidad de alguien y pisotearla hasta que acepte que su cuerpo es solo una parte de ti, una parte o extensión que solo sirve para dar placer a su amo, sin cuidados se la dejé ir en la boca, mi semen se mezcló con su reflujo el cual salió a presión de la comisura de sus labios ahora de un color rojo intenso, le metí otro puñetazo ordenándole lamer el desastre de leche que había dejado su descuido y casi al instante me acomodé detrás de él para sodomizarlo deliciosa y brutalmente un, bueno, unas veces más.
Me cogí al pobre gemelo desechado de la familia Ceballos de todas las formas posibles, teniendo que parar por momentos mientras los efectos de las pastillas que me había metido previamente me daban la fuerza de un mitad bestia para poseer y desgarrar el culo de mi temporal esclavo sexual, introduje todo cuanto pude en su ano, probando penes y dildos de todos los tamaños no dejando nada sin hacer, teníamos seis o siete horas de sexo violento, incluso una parte de mi antebrazo llegó a entrar dentro suyo, aunque no soy fanático de esta práctica admito que me encantó la relativa succión en mi mano.
En cuanto a su Gemelo, él solo se quedó allí viendo con una erección que no menguaba a pesar de las casi cinco pajas que se había hecho mientras me cogía a su hermano.
Finalmente, cuando mis fuerzas estaban en su límite el gemelo triunfante me apartó de su hermano explotado y derrotado, con su cuerpo bañado en sangre y semen, con moretones hecho por mis puñetazos cuando no se dejaba coger bien o simplemente cuando me provocaba encajarle mi puño en su delicado cuerpo, de pié lo puso de espaldas en la mesa con su culito en pompa, levantó sus piernas y se acostó sobre su hermano, penetrando instantáneamente mientras que su indefensa y destrozada victima solo lloraba desconsolada, lo penetró sin descanso, a buen ritmo, sin pausa y ni lentitud, hubo una química especial entre ellos, y esta era su despedida, cuando estaba a punto de llegar al orgasmo sus labios se besaron tan apasionadamente que por un instante me pareció olvidar que dentro de poco uno abandonaría al otro, cuando finalmente se separaron, los sangrantes labios de quien había pasado las últimas horas en un infierno sexual se abrieron para decir -Por favor.
¡No hagas esto!
-¡Ya está hecho!- dijo limpiándose los restos de su semen y sangre que quedaban en su pene.
Me hice a un lado y tomando él la pistola, se acercó a una distancia de cinco pasos y mirándolo a los ojos le clavó una bala en la frente matándolo en el acto.
Al día siguiente la isla tenía un nuevo montículo de arena en sus límites, el sótano fué limpiado intensamente y la isla fué puesta en venta de inmediato, empacamos y abandonamos ese lugar para nunca más volver.
Al llegar a la Mansión Ceballos los sirvientes lo atendieron recibiéndolo con su típica condescendencia distante.
-¿Dónde está el señor Ceballos?- dijo el chico con una madurez y seriedad a la altura.
-Está en su habitación joven Ceballos- dijo el mayordomo en jefe -Acaba de llegar del extranjero.
-Por favor, informe a mi padre que necesito reunirme con él- se expresó con tranquilidad -¡Es de carácter urgente!
-Como usted diga Joven Ceballos.
Caminamos a la habitación del joven Austin y una vez dentro de echó a llorar sobre mi pecho llenándome el traje de mocos y lágrimas y se desahogó amargamente durante casi media hora hablando disparates y derramando sus mucosidades y fluidos en mi ropa, cuando finalmente se calmó recuperando la compostura adoptó de nuevo ese semblante serio y solitario que siempre había cargado como el infierno griego en el que debías cargar una gran piedra montaña arriba cada día solo para que cada noche esta cayera colina abajo, acompañándolo por la casa hacia la habitación en donde su padre lo esperaba no pude evitar preguntarle:
-¿Te encuentras bién Zain?
-¡Recuerda tu lugar Jorge!- dijo sin mirarme -Soy el Joven Austin Ceballos para ti, y no vuelvas a olvidarlo.
-Como usted diga Joven Austin.
-Mantente centrado en tu performance, después de todo en el teatro la función debe continuar- dijo caminando -¡Ah! y Jorge.
-¿Si Joven Austin?
-Quiero que me hagas compañía esta noche, no puedo esperar a que me cojas como aquella primera vez en la limusina.
La reputación de Austin Ceballos fué mejorando con el tiempo, lentamente comenzó a llenar los zapatos que su familia y apellido requerían de él, secretamente tambien debo añadir que el apartamento fué devorado por un incendio, al igual que el sauna y otros lugares; tras media década de vivir con el joven heredero "Austin" Ceballos, lo vi convertirse en el hombre que estaba destinado a ser, poderoso, lleno de vida y como nueva faceta, generoso y amable; recordé entonces como se orquestó todo, yo había estado enamorado platónicamente de su madre desde que el señor Ceballos la embarazó de ambos gemelos, lo que mas deseaba era hacerle el amor, esa fantasía nunca se cumplió, no por si misma claro; pero combinado a las ganas que tenía de violar al joven Austin Ceballos y la triste muerte de Sonya (su madre) por una sobredosis decidí que lo mejor para todos, para mi, para la familia y para quien mas lo merecía Zain, el petulante maldito narcisista de Austin Ceballos debía desaparecer, el momento perfecto se dio cuando él por su cuenta decidió que uno de los gemelos debía desaparecer, todas las contingencias y coartadas habían sido proporcionadas por él mismo.
Sin embargo, cuando le pregunté a Zain si estaba dispuesto a llevar a cabo este plan, el no pareció alterarse demasiado, aceptó y siguió los pasos tal y como lo planeamos, cuando le pregunté si se sentía bien con respecto a lo que haríamos solo me dijo:
-Ambos somos unos malditos desgraciados, la única diferencia entre nosotros es que yo estudié teatro seis años.
¿Sabes? –dijo casi en un suspiro -Es increíble lo rápido que tu vida puede cambiar cuando alguien tan cercano muere tan de repente, el vacío inmediato seguido de la tortuosa melancolía, mi hermano murió, él era la persona más cercana a mí, no solo porque compartíamos la misma sangre, sino porque compartíamos todo lo somos, es decir, lo que solíamos ser.
Este relato fue escrito por Shotaboy y si, obviamente es ficticio, solo en caso de que aparezca como anónimo, si deseas que te escriba algún relato corto, o largo, o una trilogía o saga de mas capitulo, escribe al privado o a Shotakuncomplex@gmail.
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