Alto, mi debilidad por los chicos altos
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Los fines de semana trabajo en un Ciber de mi ciudad, estas semanas de vacaciones se queda solo varias veces en el transcurso del día y un amigo llego a contarme sus tragedias amorosas, había acabado de romper con su novio pero no era tanta su decepción pues solo llevaban 3 semanas saliendo, pero, como buen amigo tenía que consolarlo así que nos fuimos a la parte de atrás de mi local aprovechando que no había nadie, no era la primera vez que le hacía un oral en ese lugar y supongo que por eso fue que paso lo que a continuación les cuento, fui descuidado, no escuche cuando una persona entro, al salir me encontré con que estaba un chico que cada fin de semana viene pues su escuela está casi en frente, a mi amigo se le ocurrió emprender la graciosa huida pues era bastante obvio lo que estábamos haciendo al salir él abrochándose el pantalón y yo diciendo que me iba a enjuagar la boca, cuando le di los buenos días a Adrián (ese es su nombre) me dirigió una de sus sonrisas asesinas, de esas que ves y te dejan totalmente apendejado, debo recalcar que entre las muchas cosas que me gustan de él está su sonrisa perfecta, blanca, su altura 1.
95, su barba que cuida mucho pues siempre parece aseada y recortada, su tez blanca y unas mejillas que cuando hace frio se ponen de un lindo rojo, sus ojos color miel, sus pompis que aunque no son muchas se ven muuuuy duritas y ricas, su paquete que sieeeempre se le marca, use lo que use.
Adrián: qué onda chavo, que hacías – decía esto mientras me lanzaba una sonrisa maliciosa pues la respuesta ya la sabia.
Yo: nada, solamente.
platicábamos.
A: jajaja, si crees?
Yo: si, de verdad.
Mi negocio tiene un mueble recibidor y él estaba del otro lado, pero se pasó a donde estaba yo sentado y fue cuando vi el paraíso.
A: y, conmigo no quieres ir a plática?
decía esto mientras se ponía junto a mí y bajaba su pants e interiores tipo bikini color azul celeste y dejaba ver el comienzo de su pubis, él sabía que me estaba poniendo mal eso y aun más lento fue bajando y mostrando más de su anatomía hasta que dejo totalmente su pene de fuera con todo y huevos, no pensaba en que alguien podía entrar y vernos solamente estaba concentrado en su pene hermoso, un poco más oscuro que el resto de su cuerpo, con la piel tersa, un prepucio que dejaba asomar la punta de su glande (no estaba erecto… aun), tenía recortado el vello del pubis y en los testículos no tenia, eran un huevos… hermosos, colgando, uno un poco más arriba, su pene tenía un grosor bastante considerable para estar aún dormido y un largo de unos 10 cm.
A: Ándale compadre!! Échale una platicadita aquí.
No lo pensé, solo me deje guiar por mis instintos sexuales, metí ese pene en mi boca, no me importo que alguien entrara y lo primero que verían seria a mí con un pene en la boca, al ser el tan alto, justamente quedaba a la altura de mi boca, lo lamí, recorrí el prepucio dejando ver una cabeza rosa hermosa, con un ligero sabor a orina, pero, era normal, aparte de eso estaba bastante aseado y olía muy bien, lamí y succione, pasaba su escroto por mi cara y volvía a lamer su pene que ya erecto no había engrosado mucho pero se había alargado bastante, supongo que estaba por los 19, pues yo puedo meter completamente un pene de 16cm en mi boca y con el quedaba aprox.
Unos 3 cm fuera, siempre he sido un master en el sexo oral.
A: aaaaah… no mames que rico!! La mamas bien sabroso pinche colega!! – gemía y vociferaba esta clase de expresiones con el riesgo de que cualquier transeúnte que pasara por fuera escuchara esos improperios espantosos que en ese momento a mí me tenían más arrecho que una perra en celo.
– aaaah ya, voy a acabar, trágatelos hasta que te diga.
Se vino en copiosas cantidades, nunca he sido fan de que se vengan en mi boca, pero, su semen al contacto con mi lengua fue exquisito.
A: a ver putito, abre la boquita –sujetaba mi barbilla y veía su obra maestra, su semen en mi boca- ahora si trágatelos y límpiame la verga que no quiero que me queden restos, te la entregue limpia y limpia la quiero de nuevo.
Me pase su semen… pero antes lo moví en mi boca de un lado a otro, degustando, sintiendo la textura, era idílico ese momento, uno de los chicos de mis fantasías me acababa de dejar su semen en la boca… no podía creerlo y fui dejando como nueva su verga y para que se secara más rápido use mi chamarra a modo de toalla.
A: al rato voy a volver, quiero más que una mamada, que rico las haces, nunca nadie me había hecho venir tan rápido.
– salía hacia la calle guardándose el pene aun morcillón.
Me quede en mi silla con el sabor de su pene aun en la boca, oliendo mi chamarra que olía a semen y pene, pero, poco pude disfrutar de eso, entro un chico a usar una computadora y tuve que salir de mi transe dándome cuenta que había corrido un riesgo enorme al hacerlo en ese lugar, a la vista de cualquiera… aun así, esperaba su regreso… quería más de él, quería que hiciéramos todo, pero, como? No podíamos coger en ese lugar, aunque nos fuéramos a la trastienda los gemidos y demás sonidos propios del sexo serian más que evidentes.
Suena el teléfono
Jefe: Oye Alex, no ha ido nadie a buscarme?
Yo: no
Jefe: ok, oye me iré con los niños a Querétaro, regresare tarde, cierras en la noche por favor.
Yo: Claro que si – mi mente se revoluciono a 100 por minuto, aquí está la oportunidad que esperaba, no sé qué hice bien pero, el universo estaba a mi favor.
A las 4 en punto estaba yo en la puerta del local, esperando, lo vi salir, fue el primero que salió y se veía tan lindo con su mochila al hombro (por cierto, está estudiando la prepa abierta).
Su sonrisa maliciosa que me encanta me hacía saber que estaba listo para otro round.
Yo: listo?
A: si, vámonos para atrás que te la quiero meter!!
Yo: claro, pásale- en cuanto entro baje la cortina del local, volteo a verme con cara de desconcierto.
– no te preocupes, así, nadie nos interrumpe.
A: pero no viene tu jefe?
Yo: No, no anda aquí, ya me asegure y no vendrá por el resto del día.
No acabe de decir eso cuando él se quitó la playera y pude ver su torso, su vello en pecho, recortado, lo cual también me encanta, sus pezones perfectamente coloreados de un rosa tenue que les hacía verse como dulces, se sacó los tenis y de una sola se bajó el pants y los interiores, ahí estaba… ese chico tan sensual que ocupaba mis sueños eróticos, ahora ocuparía mi ano en la vida real, estaba deseoso por sentirlo, saque de mi mochila un condón y lubricante… pero fue inútil, el grosor de su pene hacia que el látex quedara demasiado tenso, así que igual si se rompía o lo hacíamos a pelo sería igual, me desnude y aquí es donde me describo yo:
Mido 176, no soy un enano pero a su lado si me veo bastante pequeño, delgado, moreno claro, ojos café, cabello ondulado, algo largo, labios delgados, nalgas tengo pocas, pero, muy bonitas, mi pene es de tamaño normal 16 cm, algo delgado, pero… no me incomoda mucho pues suelo ser el pasivo, pocas veces lo uso en los orificios de alguien más.
He estado con otros “heteros” y siempre se niegan a besar, tocarte más de lo necesario, hacer un beso negro y ni hablemos de tocar tu pene… pero, fue una sorpresa cuando sentí los labios de Adrián sobre los míos, wow, eran genial, sentir que su lengua exploraba mi boca y mi lengua hacia lo mismo en él.
Fue sumamente fácil para el levantarme con las piernas a sus costados y depositarme en el mueble de la computadora apunto su pene a mi ano expuesto por la elevación al estar sosteniendo mis piernas a cada lado de su cuerpo.
Yo: Espera, no estoy dilatado ni has puesto lubricante, no voy a aguantar así, estas muy grandote!!
A: perdón, es cierto, pero, es que quiero meterte ya el pito, sentir que se te abre la cola.
Yo: jajaja, que menso!! – desde que lo conozco tiene una forma muy poco sutil y educada de decir las cosas, siempre suena una mala palabra por cada 5 que no lo son y eso también me encanta, jajaja!!
Levanto aún más mis piernas y se sentó en la silla que generalmente uso yo, agacho un poco su rostro y fue directo a mi ano, lo empezó a lamer, mordía mis nalgas suavemente y metía dedos de su mano derecha yo gemía, era delicioso, lo estaba haciendo como un experto, nunca me habían comido así el culo (nota: minutos antes improvise un enema con una botella de plástico haciendo entrar agua en mi recto, no quería arriesgarme a un accidente y que bueno que lo hice) tan salvaje, pero a la vez tiernamente, rudo pero cuidadoso de no hacer daño real.
Yo: aaaah!! Que rico, si, méteme más la lengua, dilátame la cola para que metas tu pitote y me dejes abierto y lleno de mecos.
A: aaah… pensé que tú no decías groserías… O.
o
Yo: claro que lo hago y síguele, deja de hablar y sígueme comiendo la cola…!!
Tome el tubo de lubricante y puse bastante en la entrada de mi ano, él se levantó y puse más lubricante en su pene, sabía que me iba a doler así que por eso puse esa cantidad, llevaba más de un año sin sexo anal, muchos orales, pero, poco sexo anal.
Yo: listo déjamela ir…- no pude agregar la palabra “lento” a esa oración porque ya lo tenía clavado hasta los huevos- puta madre!!, espérate, pues si no soy de hule cabrán – lágrimas corrían por mis ojos, pero pude contener el grito de dolor.
A: perdón, es que como dijiste que te la dejara ir… -veía un poco de preocupación en su rostro.
–
Yo: Si solo espera un minuto, no te muevas
Esperamos alrededor de 3 minutos en los que involuntariamente su erección se movía en mi interior, hasta que pude continuar, primeramente lento, pero, una vez que tomamos ritmo… eran unas estocadas salvajes con mis piernas en sus hombros y su cabeza abajo para poder besarnos.
No esperaba su siguiente movimiento tomándome de las piernas me cargo sin dejar salir su pene de mi interior… puff… eso hizo una penetración más placentera y profunda, ninguno de los dos hablábamos, solo nos besábamos y emitíamos sonidos guturales de placer.
Cambiamos nuevamente de posición, me puse de pie y la pierna derecha la subí en una silla y el llego por detrás dejando ir su pene totalmente a mi interior, placenteramente, deliciosamente, yo hacía mis manos hacia atrás tocando su espalda, sus nalgas que eran tal cual las imaginaba, con una capa de vello, escaso y corto, pero ahí estaba, duras (por sus entrenamientos constantes en un equipo de básquet), tersas al tacto.
Volvimos a cambiar de posición, me tire en el suelo con las piernas dirigidas al techo, tuvo que inclinarse un poco para introducir su pene nuevamente, era una posición bastante incomoda así que decidimos volver a una de las primeras, yo con mis piernas a sus costados y el cargándome, subiendo y bajando sobre su pene enhiesto, no aguanto mucho más y sentí su pene haciéndose más grueso en mi interior, sabía lo que significaba, se estaba viniendo en mi interior, me sorprendió que no me ordenara comérmelos como en la mañana, pero no le di demasiada importancia, solo pensaba en que su cara era de placer total.
Quedamos así, el de pie, como en trance, yo sostenido por sus manos y su pene saliendo lentamente de mí, junto con una mezcla de semen y sangre, hasta ese momento caímos en cuenta que esa primera estocada había hecho más estragos de los que creímos, nada de qué preocuparse, todo normal.
Saque un sleeping de mi jefe que guarda en la trastienda, coloque en el suelo y nos tumbamos a descansar, aun agitados.
Yo: Estuvo genial!!
A: ya se, cuanto tiempo estuvimos así?
Tome mi teléfono de mi pantalón que estaba tirado a un lado y vi la hora 6:30 , fuck estuvimos cogiendo más de dos horas.
A: oye tu aun no acabas… y… yo quiero pedirte un favor…
Yo: no te preocupes es poco probable que acabe durante el sexo, siempre he sido de carrera larga, jajaja, que paso, si te puedo ayudar con mucho gusto.
Continuara, espero sus comentarios constructivos y bien intencionados!! Jajaja, esto paso hace dos semanas, agradezco que el este en un plan cuatrimestral y no tiene vacaciones ahorita.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!