Álvaro, el niño que la ponía dura solo con verlo
Les voy a contar como descubrí lo morboso que se puede llegar a ser cuando tienes un amigo gay.
Hola que tal comunidad, veo que le han gustado mis relatos y eso me gusta mucho (me la pone dura) y me anima a seguir con este pasa tiempo, mi nombre es José ( no es mi nombre real pero por obvias razones no puedo poner mi nombre) paso a describirme, al día de hoy tengo 29 años, soy alto blanco, ni gordo ni flaco y con una verga de 21 cm gorda de color moreno y una gran cabeza rosada que cambia a rojo cuando la tengo bien dura.
Desde muy chico me han gustado las vergas, siempre he estado en contacto con vergas, la de mi papá, la del hijo de la casera, un primo, también de un amigo un poco mayor que me enseñó su gran verga bien parada y jugosa, en fin, toda mi vida he disfrutado de las vergas de todas formas, tamaños, colores y sabores jajaja, este relato no es la excepción, esto pasa justo después de que todos se dieran cuenta que me culeaba a Aaron (leer el relato anterior) a los 11 años mi vida ya era un lío, todos me odiaban por lo que le había hecho a ese niño, Aaron era muy hermoso y enserio me hacían falta sus chupadas en mi verga y ver ese hermoso culito de niño así que ocupaba todos los momentos que estaba solo para masturbarme recordando todas las cosas morbosas que Aaron se dejaba hacer, obviamente yo tenía prohibido acercarme a el así que empezé a frecuentar otros amigos, entre esos amigos estaba Álvaro, en ese momento el tenía 13 años y era una belleza (debo de admitir que gracias a el floreció mi gusto por los culos y las nalgas grandes tanto de mujeres como hombres) el era blanco, muy blanco, su piel parecía de porcelana y era muy suave al tacto, no era tan alto, era un poco relleno y tenía un hermoso par de nalgas que lo hacían ver tan femenino, Dios, solo de acordarme me exito( literal, mientras escribo esto hago pausas para sobarme la verga) el día en cuestión era un día Jueves por la tarde a eso de las 6 pm, había parado de llover y no había nadie afuera con quién jugar al football, yo estaba muerto del aburrimiento cuando de pronto escucho que alguien dice mi nombre, era Álvaro, el estaba desde la ventana de su cuarto y esta daba hacia la calle, así que con naturalidad me acerque para hablarle, el me dijo que su mamá lo había castigado, su mamá era igual de blanca que el, era gordita pero se disimulaba un poco por el gran culo que tenía (de allí saco Álvaro su hermoso culo también) siempre fue de conocimiento de Álvaro que yo me masturbaba pensando en su mamá y su gran culo así que le hice el comentario de que me encantaría culear a su mamá entre risas ya que Álvaro también era un degenerado (el también se pajeaba en nombre de su mamá y su hermoso culo) me dijo algo que me dejó helado, <<culeame a mi también>> yo me quedé paralizado, si bien ya había hecho muchas cosas con otros hombres, nunca lo esperé de el, y remató la frase con un <<yo también tengo un culo muy rico>> para esto, se puso de pie sobre su cama y de un tirón bajó su short junto a su calzoncito y dejó ante mi un hermoso par de nalgas blancas, bien redondas que terminaban en un par de piernas bien contorneadas sin ninguna imperfección, su cintura era tan perfecta que parecía un angel, era un hombre de 13 años con un cuerpo tan femenino que me enamore al instante yo estaba durísimo, la verga me quería explotar de lo exitado que estaba, estaba embobado con su hermosa figura que vino él y se dió cuenta de éso, el se giro dejando ver su verguita, para tener 13 años y ser muy pajero la tenía muy pequeña, de unos escasos 9 cm, 11 ya erecta, luego de eso el se vistió y entre risas seguimos hablando pero ahora el tema ya no era el cumo de su mamá ahora era su culo, luego de un rato hablando lo volvió a hacer, me mostró su hermoso culo pero ahora el se inclinó hacia el frente y abriendose las nalgas me mostró la entrada al cielo, un hermoso esfinter rosado y perfecto que era guardad entre ese hermoso par de nalgas blancas y que al bajar me dejaba ver unos huevos rosaditos y su verguita colgada, balanceándose de lado a lado, yo estaba enamorado de Álvaro y su cuerpo lujurioso, ese día no pasó a más, obviamente me maté a pajas recordando ese hermoso culote (me la jale 5 veces).
A la noche siguiente, ambos armados de valor buscamos un lugar oscuro y sin testigos, Álvaro sin petición alguna asumió el rol de hembra y yo el macho deseoso de culo, el de rodillas a mi sacó mi verga bien dura y parada de mi short para hacer una de las mejores mamadas de verga en toda mi vida, lo hacía con tanta facilidad y profesionalismo que me enamore aún más, con una mano agarraba mi verga por el tronco mientras que con la otra me sobaba las bolas que ya tenía hinchadas por todo el morbo, de un salto el se levantó dándome la espalda bajó su short dejándome ver esas hermosas nalgas que ahora eran mías, todavía no sabía cómo penetrar un culo y el agujero de Álvaro era muy estrecho, así que procedimos a solo rosarnos, digo esto porque en un momento él con una mano agarraba mi verga y se puteaba el culo y con la otra se estaba haciendo una paja, ambos nos venimos, él en el piso y yo entre esas nalgas hermosas de hembra en celo, nos dimos un profundo beso para sellar nuestro romance prohibido (con el aprendí a besar) antes de irnos cada quien a casa, el nuevamente se puso de rodillas y me hizo otra mamada aún más deliciosa, está vez no me hizo venir sino que me dejó al borde, dió un salto y se fué corriendo, era una belleza y al mismo tiempo sabía cómo darme morbo para buscarlo otra vez, yo estaba allí, en medio de un callejón oscuro con la verga parada fuera de mi short deseando que ya fuera la noche siguiente para sentir el calor de Álvaro otra vez.
Espero que les haya gustado este relato, tengo más historias con Álvaro (estuvimos juntos por 6 años teniendo el mejor sexo gay que un par de adolescentes pueden tener) les contaré más en el siguiente, dejen sus comentarios, me gusta tirar morbo y de vez en cuando mostrar un poco también 🍆💦🤤
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