Amigos en un campamento de verano
Como con Matías exploramos nuestra sexualidad en un campamento de verano.
Lo que les voy a contar comenzo en un cumpleaños en la casa de mi amigo Leandro. Tendría yo unos 11 años cuando concurrí a esta fiesta en la casa de mi amigo. Alli conoci a Matias, un niño dos años menos que yo, que era primo de Leandro.
Habiamos armado una carpa en la habitacion de mi amigo, con unas sillas y unas mantas. Recuerdo que una niña dijo que Matias estaba internado grave, y pregunto quien iba a ser el doctor. Yo levante lamano y entonces Matias se recostó dentro de la carpa. Eramos unos seis los que nos pusimos alrededor de el y comenzamos a hacerle preguntas sobre sus dolores.
Como decia que le dolia en todas partes, todos empezamos a tocarlo por todo el cuerpo preguntandole si le dolia y el siempre decia que si. Entonces Matias con cara de pillo se bajo los pantalones y nos mostro su verga erecta y dijo «aca me duele». Todos quedamos mudos un instante y nos empezamos a reir. Matias parecia disfrutar del show y no le importaba en absoluto que todos le estuvieramos mirando la ereccion.
Una niña bastante desenvuelta me pregunto «¿Doctor que hacemos?», y yo, movido tal vez por la curiosidad y el morbo agarre una regla con una mano y con la otra su miembro, y dije «hay que cortar». Fue la primera vez que tuve un pene en mi mano. Se sintio suave al tacto, calido, ademas del tamaño, recuerdo que cerre mi mano sobre el aprisionandolo por unos instantes, y sobresalia por arriba de mi dedo indice.
Al oir que habia que cortar enseguida se subio los pantalones y nos reimos todos. Luego seguimos jugando a otra cosa y no pasa nada mas, pero quedo en mi el recuerdo de la experiencia.
El año transcurrio y comenzo el verano. Mi amigo iba a ir con algunos compañeros de la escuela, a una colonia de verano, durante quince dias, en unas cabañas en el sur. Mi mama penso que me gustaria tambien ir asi que me anotó.
Cuando llego al micro esa mañana, veo a Leandro hablando con dos chicos, me acerco y me presenta a Tomas y Kevin. De pronto veo que se acerca un niño rubio por la derecha, era Matias.
En seguida nos reconocimos y nos saludamos. Habia algo que me ponia nervioso, como cuando una chica me gustaba y se acerca a mi. Me estaba pasando algo con Matias.
Muchas veces habia pensado en su verga, en la sensacion que habia quedado impresa en mi memoria, recordaba su mirada lasciva y su sonrisa picara mientras mostraba su pene a todos en la carpa del cumpleaños. Eso me excitaba, hacia que se me parara la pija. Entonces me tocaba, me imaginaba que finalmente se la agarraba y estabamos solos y el me decia que se la chupe, y yo lo hacia. Despues nos besabamos. No se por que me seducia mucho su boca, era roja, y sus labios gruesos, y eso me encendia. Tenia ganas de saber que se sentia dar un beso, ya que nunca habia besado a nadie. A veces me imaginaba que lo hacia con chicas, y a veces con Matias.
Cuando llegamos al campamento, nos repartimos en tres cabañas los varones y dos las chicas. Eran literas de tres pisos. Cada uno acomodo su bolsa de dormir. Abajo estaba Leandro, arriba estaba yo, y arriba de todo Matias. Los otros dos amigos de Leandro estaban en unas literas junto a el, separadas por un pasillo que dividia el dormitorio en dos.
Esos dias nos hicimos muy cercanos con Matias. Siempre estabamos en el mismo equipo para jugar, y en el tiempo libre ibamos al rio a buscar piedras o nos jutabamos con Leandro y los otros a pescar.
Una tarde, habiamos vuelto del rio, y habia oscurecido. Leandro y los demas ya se habian bañado. Yo tome mis cosas y dije que me iba a dar una ducha, antes que cortaran el agua caliente. Matias dijo que el tambien se iba a bañar. No se por que senti una rara sensacion, como la intuicion de que algo iba a suceder.
Llegamos al vestuario de varones y ya no habia nadie. El se saco la ropa y se fue de inmediato a las duchas. Yo estaba nervioso, ansioso. Finalmente veria de nuevo su verga, ya que las duchas eran comunes, sin separacion. Cuando entré, el ya estaba mojandose y me miro. Se quedo de pie sin decir nada al igual que yo. Lentamente bajo mi mirada hasta su verga y vi que se estaba levantando. Entonces supimos que los dos estabamos pensando en lo mismo. Tal vez el tambien recordo esa tarde en el cumpleaños durante todo este tiempo.
Me acerqué hasta estar a escasos centimetros de pija dura e hinchada.
-Te acordas cuando me la agarraste?-me dijo
-Si…te gusto?
No dijo nada, solo asintio con la cabeza. Entonces yo lentamente acerque mi mano y le agarre la verga. En ese momento el cerro los ojos. Yo no sabia que hacer con la verga en la mano. Asi que empece a pajearlo despacio, mientras el seguia con los ojos cerrados. En seguida salieron los chorros calientes y bañaron mi propia pija de leche.
Entonces se dio media vuelta y se limpio, y yo tambien hice lo mismo.
Paso esa noche sin novedades, pero a la tarde siguiente comenzo a diluviar. Las cabañas tenian goteras y por eso varias literas se mojaron y muchos debieron cambiarse a otras e incluso compartir la cama con alguien para pasar la noche.
Fue una molestia y todos protestaban, menos Matias y yo, los dos anhelabamos estar cerca el uno del otro. Por eso tuve que irme a otra litera en otra cabaña, y, aun sin saber si habia literas libres o no, Matias me pregunto si podia dormir conmigo. Claro que le dije que si.
Nos acostamos y apagaron las luces. Se oian truenos y el aguacero golpeando en el techo de chapa. Casi era ensordecedor. Pero esto hacia que la situacion fuera mas propicia para nosotros. Algunos hablaban a los gritos entre ellos, mientras, nosotros estabamos en silencio, uno junto al otro, en la oscuridad, bajo las sabanas, con nuestros cuerpecitos tibios.
Matias se volteo para mi lado mientras yo estaba boca arriba, y al hacerlo senti su ereccion apoyandose en mi pierna. Inmediatamente mi vergo salto y se puso dura como una roca. Entonces tambien me voltie mirando para su lado. Me estreche con su cuerpo y nuestras pijas duras se apoyaron una en la otra. Comenzamos a restregarnos los miembros lentamente. Yo podia sentir su aliento en mi cara, y eso hizo que me pusiera aun mas caliente. Pense en su boca, en sus labios, y como si hubieramos estado de acuerdo, fuimos acercando nuestras bocas hasta rozarnos y empezamos a besarnos. En seguida senti sus espasmos y su leche mojando todo. Casi al instante comence yo tambien a eyacular.
Quedamos todos enchastrados, con los calzoncillos empapados y las sabanas tambien. No dijimos nada, solo nos quedamos asi y pronto me dormi.
Al rato me desperté sintiendo su mano en mi bulto, amasandome los huevos y la verga. Tambien podia sentir la suya aprisionada contra mi pelvis. Me empezo a pajear y me dijo al odio- ¿Te gusta?
-Si…le susurré, ¿a vos?
-Si…mucho
Entonces se coloco sobre mi. Pude sentir otra vez su aliento y su boca buscando la mia, asi como su verga dura sobre la mia. Teniamos que movernos muy despacio para no alertar a nuestros vecinos que dormian abajo, ya que estabamos en la litera de arriba de todo. No habrian pasado cinco minutos que nuevamente comenzamos a eyacular bañandonos en leche y enchastrando todo. Luego volvio a ponerse al lado mio y nos volvimos a dormir. Todavia quedaba una semana de campamento.
(continuará)
Que buen relato, como sigue?
Muy buen relato, espero con ansias las siguientes partes