Amigos en un campamento de verano (2da parte)

Nuevos morbos y experiencias van apareciendo.
Comos e imaginarán, ya nada me intersaba demasiado del campamento. Todo lo que estaba viviendo con Matias me tenia subyugado. Eran mis primeras experiencias sexuales, ¿que más podia importar en ese momento?

No era facil de todas formas encontrar momentos de privacidad, habia muchos niños y niñas dando vueltas todo el tiempo, sin contar a los coordinadores. Pasaron así un par de dias, despues de esa noche lluviosa en que enchastramos la cama de leche, en que no paso nada. Los dos queriamos que pasara algo pero no era sencillo.

Igual noté que Matias se habia pegado más a su primo Leandro (mi amigo de la escuela) y como que secreteaban mucho, y eso me puso nervioso, me dió miedo que le cuente lo que habiamos hecho y se enteren todos. Esa seria una situacion dificil de sobrellevar. Pero por otro lado pensé que él también se complicaria la vida si contaba lo que habia pasado, y este pensamiento me tranquilizaba.

La mañana del tercer dia despues de la noche lluviosa, estábamos desayunando y no veia a Matias ni a su primo Leandro. Llegaron más tarde juntos y riéndose con miradas cómplices. Yo le hice señas a Matias de que tenia un lugar libre a mi lado pero él se sentó con su primo en la punta de la gran mesa.

Sentí celos de esa situacion. Me sentí excluido y pensé ¿de dónde vendrian? ¿que estarían haciendo? Mi imaginación se disparó y pensé que quizás Matias habia hecho con Leandro lo mismo que conmigo. Durante el resto del dia estuve un poco distante, algo molesto y algo triste.

Esa noche, a eso de las 3 de la mañana, fui despertado por los movimientos de Matias que bajaba por la escalera de su litera, que como les conté estaba arriba de todo, quedando yo en la del medio, mientras que Leandro estaba en la de abajo.

Esuché el ruido de sus ojotas y supe que caminaba en dirección a la puerta, pensé que iria al baño tal vez. Pero por otro lado, algo me inquietaba. ¿Y leandro?. Me asome y vi que no estaba en su cama tampoco. Ahora estaba seguro que estaban juntos. ¿Y por qué no me dijeron? pensé. Así que salí a buscarlos. En el vestuario no estaban, así que explore los alrededores y en un momento escuché ruidos entre los arboles.

Había un desnivel entre la maleza, que formaba como una especie de trinchera, me asomé y los vi envueltos en una frazada. Leandro encima de Matias, moviéndose. Me imaginé que se estaban frotando las pijas como habiamos hecho la otra noche con Matias. Sentí celos por supuesto pero al mismo tiempo se me puso dura como un mastil y sentí muchas ganas de tocarme mirándolos. Así que me senté y saqué afuera mi verga y me la empecé a masturbar obsrvando lo que hacían.

Fue en un momento que Leandro abrió la frazada en la que estaban envueltos y vi que no estaban frotando sus pijas sino que este tenía su miembro en el culo de Matias. Se lo estaba cojiendo. Matias gemía despacio y lo abrazaba fuerte del cuello. Entonces Leandro comenzo a acabar y se rindió ya sin fuerzas sobre su primo, que aun permanecía debajo con la su pija enterrada en el culo.

Cuando se la sacó y se acostó a su lado, Matias comenzó a masturbarse. Entonces me puse de pie y me vieron. Primero se sobresaltaron, pero enseguida me reconocieron. Yo estaba con la pija muy dura, al igual que Matias. Nos miramos y Leandro dijo-Hagan un 69

Yo no entendia de que hablaba pero enseguida nos explicó y lo hicimos. Fue una sensación increible. Tener en mi boca ese falo que tanto había deseado. Sintiendo su sabor a pija, su liquido preseminal. Y por otro lado, sintiendo su boca carnosa comiendome la verga. Creo que no duramos ni un minuto y explotamos de la calentura. Nos limpiamos y nos quedamos sentados los tres.

-Le contaste no?-le dije a Matias

-Si, igual el es mi primo no iba a decir nada

-Esta rebueno hacer esto-añadió Leandro

-Hay que tener cuidado que no nos vean-dijo matias

-Te dolió?-le pregunte haciendo referencia a su culo recien cojido

-Un poco, pero yo ya me habia metido el dedo otras veces

-¿Queres cojer vos?-me pregunto Leandro

-No se

Nos quedamos ahi charlando de cualquier cosa y nos tapamos con la frazada muertos de frio. Nos pegamos los tres debajo de la manta, para darnos calor.

-Ya la tengo dura de nuevo-dijo Leandro

-Yo tambien-agrego Matias, que estaba en el medio de los dos

-A ver…uh si, matu la tenes re dura. ¿Y vos?-estiro la mano y me la toco tambien-uh si, estas recaliente tambien

-¿Que hacemos?-pregunto Matias

-Dejame en el medio-le ordeno su primo y se cambiaron de lugar. Entonces me miro y me mostro la verga. Era gorda y mas grande que la mia-Chupamela dale

Enseguida se la empece a chupar y cubrio mi cabeza con la manta. Yo no veia nada pero escuchaba sus gemidos suaves y su respiracion entrecortada.

-¿Queres vos tambien?-le pregunto a su primo. Y enseguida estaba Matias tambien debajo de la frazada. Ahi mezclamos nuestras lenguas y nuestra saliva con la el gusto a verga de Leandro. El por momentos levantaba la manta para mirarnos.

Entonces sujeto mi cabeza y me metio toda la pija en la boca y senti sus borbotones salir-Tragala-me dijo-tragala toda. Y aunque me daba un poco de asco me la tragué.

Leandro quedo rendido. Matias me miro y me dijo-tengo mucho frio, ¿vamos a la cama?

Fue asi que volvimos a la habitacion y Leandro se acosto en su cama, yo en la mia, pero cuando Matias subia se detuvo en mi litera y se metio bajo las sabanas conmigo.

Senti su pija re dura, estaba muy caliente igual que la mia. Nos besamos largo y apasionado, y despues me susurro que queria que lo cojiera. ASi que se puso de costado mirando al pasillo del centro de la habitacion y yo me puse del lado de la pared. Yo estaba un poco asustado pero queria hacerlo, mi verga necesitaba descargar tanta calentura acumulada.

Matias me dijo que le pusiera mucha saliva, y que la metiera. Yo supuse que si habia entrado la pija de Leandro que era mas grande y gorda, la mia no tendria problemas.

En seguida logre meterla y tuve una sensacion increible. Nunca habia sentido nada igual. Nos moviamos despacio bajo las sabanas y mientras con mi mano agarraba su verga y lo pajeaba. En pocos minutos senti mis chorros salir y casi al mismo tiempo los chorros de Matias llenaron mi mano de semen.

Fue mi primera vez.