AMO MIRAR BULTOS Y PIERNAS PELUDAS
Tengo fijación por espiar machos, fascinación por las piernas peludas , los shorts cortos, espiar por pequeños agujeros en estaciones de servicios mientras mean, el morbo de que no sepan que estoy espiando me encanta , espero no ser el unico.
Actualmente tengo 37 años, soy de un pueblo minúsculo de Entre ríos , viviendo en Bs As desde que recuerdo soy obsesivo por espiar bultos, pijas, huevos, piernas peludas, me agrada espiar cuando la persona no sabe que está siendo espiada, ahí está mi morbo,
Para mi gusto siempre aprovecho que soy muy masculino y nadie se da cuenta que soy gay, por lo tanto encajo rápido en baños, duchas , vestuarios, pileta, todos ámbitos sumamente heteros, descubrí que el mundo hetero y de machos , es muy homoerotico, charlar en pelotas, hacer bromitas de tocarse el bulto, comparar pijas en la escuela secundario y primario, y en la adolescencia las juntadas a mirar porno y hacerse la paja, en mi época los años 2000 todavía teníamos VHS, así que imagínense que el material era escaso.
A los 14 años con mis compañeros de colegio vivíamos calientes, el jogging parte del uniforme siempre se veía abultado, había varios compañeros muy bulteros, recuerdo mucho a mauro un morocho de rulitos, pelo mota, que tenía literalmente un bulto espectacular, lo lucia natural, no lo exhibía, solo se le notaba en cualquier posición que se pusiera.
Siempre me gusto ser voyeur, capturar con los ojos cada pelo, cada pliegue de esos huevos prohibidos para mí, porque entre machos se permite todo, tocarse, pajearse en grupo, hasta hacer cruzada, y seguís siendo macho, pero en mi cabeza la idea de lamer esos glandes y prepucios siempre estaba.
En mi familia muy heterosexual todos, entre hombre es típico andar con calzoncillos viejos y estirados, o con el pantalón roto o descosido en la parte de las bolas, es normal entre hombres, con suerte para mí que mi tío Carlos, vivía sentado mirando tele en un sillón de esos playeros con las piernas abiertas y abierto de par en par, terribles piernas y patas peludas con short corto y verijas súper tupidas de pelo negro, muy difícil para mí era mirar disimulado, cuando quería zambullirme, chupar, lamer, acariciar, recostarme en ese bulto, pero solo me limitaba a mirar milisegundos y sacar fotos con mi mente.
Mi tío Carlos en verano usaba una bermuda verdecita bastante chota, hecha bolsa por que la usaba para pintar , trabajar arreglando el auto, algo de albañilería, por lo que la tela estaba gastada, en esa época de los 80 a los 90, se usaba mucho el slip con una tela adentro tipo toalla, los elásticos con dos o tres lavados y varios usos quedaban ideales para mi tarea de mirón, se le asomaban unos pelitos y un cuarto de huevo y eso para mí era suficiente para llegar a casa y cerrar los ojos, para recordar y pajearme de lo lindo.
Lo mejor era los fines de semana que había futbol, y era un grupo de machos, todos casados con hijos, en cuero, en patas y en short, chupando cerveza, enloquecidos con el televisor, para mí el momento ideal, llegue a verle la puntita del prepucio, y casi se me cae la baba, común también que se acomodaran los huevos, porque la pija se les movía para un lado y otro, mas con el calor, que los huevos se te estiran.
Hasta hoy recuerdo esos bultos, pijas, huevos que apenas asomaban y se hacían desear, de hecho hasta hoy si un pibe viaja en el subte o tren sarmiento con las piernas abiertas marcándosele el bulto a mí me vuela la cabeza. El hecho de espiar, de imaginar, para mi es fundamental, quería compartirles una de las cosas que más me gusta, y seguiré escribiendo porque me di cuenta que me encanta compartir todas las cosas sucias, pervertidas, degeneradas y morbosas que pasan por mi cabeza. Una tocadita de bulto a todos.
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Tenemos el mismo fetiche, me encanta un hombre en shorts, cuando hago citas les pido que viajen en short pantalón citos, se la mamo mientras acaricio sus piernas, uff