Amor infantil

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por gaym13.
soy el mismo que publico el relato de “El verano del amor” por los comentarios veo que gusto mi relato, a mucha gente le hizo revivir antiguas experiencias y recordar a ese primer amor o persona especial de la que nunca nos olvidaremos, como escribí en mi relato el verano del amor ese fue mi mejor verano, y les voy a contar algo más y dando más detalles ya que alguien me lo ha pedido.

Primero nos describiré los nombres no son los verdaderos pues prefiero mantener el anonimato yo me llamare Carlos y el Iván en aquel momento yo tenía 10 años y el también yo era un niño bastante abierto a todo me relacionaba con todos y era fácil hacerse amigo mío yo era más bien bajo para mi edad y delgado de piel clara pero cuando me daba el sol dos veces me ponía muy moreno , el pelo largo y ensortijado y muy revuelto los ojos negros, él era más alto que yo de piel clarita y si le daba el sol se ponía colorado, en sus mejillas tenia pequeñas pecas los ojos marrones claros más bien verdes el pelo color miel y ligeramente ondulado, era bastante solitario y no tenía amigos ninguno, solo yo me hice amigo suyo bueno y algo más nos hicimos novios, en secreto claro, a pesar de solo tener 10 años sabíamos que eso debía mantenerse en secreto, bueno continuo, como dije los veranos íbamos con el colegio de campamento pero no con tiendas de campaña si no a una casa que estaba en medio de un bosque bastante frondoso en el que construíamos cabañas como diversión, yo construí una cabaña con este chico, Iván, del cual me enamore y en con el cual tuve mis primeras experiencias gay como dije en mi anterior relato en la casa dormíamos en dos habitaciones grandes unos 8 o 10 niños en cada habitación con colchones tirados en el suelo cada niño en un colchón aunque si éramos más en ocasiones compartíamos colchón con otro solíamos taparnos con mantas pues la zona era bastante fría por la noche pero por el día hacia bastante calor, en la casa no había luz eléctrica y solo las luces de las linternas nos alumbraban para acostarnos si alguien tenía alguna necesidad tenía que avisar a un compañero mas mayor que dormia con nosotros y que era el responsable de la linterna, los cuidadores o monitores dormían en el lado contrario de la casa.

Aquella noche después del episodio de la cabaña intentamos dormir juntos pero ya cada uno estaba asignado a un lugar y no lo conseguimos solo nos besamos un par de veces con los labios cerrados y fugazmente
Tuvimos que esperar dos noches mas para dormir juntos cuando dos de los compañeros se fueron de vacaciones con sus familias.

Ya era de noche y nos fuimos acostando cada uno en su lugar después del alboroto de antes de dormir nos mandaron callar y apagaron las linternas y la habitación se quedo totalmente a oscuras lentamente se fue haciendo el silencio solo podía escuchar el latir de mi corazón que parecía que lo tuviera en mi cabeza, sabíamos bien lo que deseabamos teníamos que hacerlo sigilosamente sin que se notara yo le tenia a mi derecha solo tenia que alargar un brazo y le podía tocar igual el a mi, el fue alargando su brazo y me metio la mano dentro del pantalón del pijama sentía sus dedos rozando mi pene a través del slip subio hacia mi vientre buscando la parte alta del slip y la metio buscando mi pene yo estaba muy nervioso agarro mi pene con dos dedos y empezó a subir y bajar la piel masturbándome que rico se sentía ,alargue mi brazo y busque su pene en su pantalón de pijama le baje un poco su slip y comenze a hacerle lo mismo asi estuvimos un buen rato en silencio para que no se notara frente a frente cada vez más juntos podía sentir su respiración caliente, el olor de su cuerpo así más cerca hasta que me beso nos tapamos con las mantas la cabeza y debajo nos dimos el mejor beso y más largo que haya dado en mi vida nuestros labios se juntaron y abrió la boca ligeramente yo igual la entreabrí para dejar paso a su lengua que buscaba paso hacia mi boca mi lengua se cruzó con la suya y así hurgando en cada rincón de la boca del otro nos estuvimos saboreando durante muchos minutos notaba su respiración agitada debajo de las mantas la temperatura aumentaba y sudábamos nos faltaba el aire nuestras manos seguían haciendo su trabajo debajo del slip subiendo y bajando la piel de nuestros pequeños penes y nuestras lenguas se entrecruzaban me encantaba su olor una mezcla entre colonia infantil y sudor aun lo recuerdo con pasión así estuvimos durante un buen rato besándonos y devorándonos y masturbándonos al final me corrí y el también sacamos las cabezas de debajo de las mantas y respiramos nos dimos la vuelta y nos quedamos dormidos como dos angelitos como si nunca hubiera pasado nada.

Al día siguiente un sonido alegre nos despertaba era la radio, todos los días nos despertaban con música que ponían bastante alta para levantarnos recogíamos la habitación casi amontonando los colchones y doblando las sabanas y mantas siempre había alguno que se había orinado en la cama y que debía subir el colchón a un solárium que había en la casa para que se secara después de asearnos y desayunar teníamos el resto de la mañana para jugar entre los arboles haciendo cabañas como la que conté cazando insectos o lagartijas o jugando a guerras con palos que nunca faltaban, por las tardes después de dormir la siesta los que querían y los que no leiamos comics o libros, solíamos subir a una pequeña alberca que un pastor de la zona había construido para recoger el agua de un arroyo y que usaba para regar un pequeño huerto allí nos bañábamos y disfrutábamos mucho, Un día que subíamos a bañarnos yo subía con Iván al lado mío jugando y peleando siempre estábamos peleando pero en broma si el me daba un toque a la cabeza yo corría detrás de el para devolvérselo o una patada igual siempre me ganaba corría mucho más que yo quizá por que el era más alto, me dijo Carlos te apuesto que no me ganas a saltar esa valla, yo la verdad sabía que no le iba a ganar pero eso no me impedía competir con el los dos salimos corriendo hacia la valla y él se tropezó con una piedra haciéndose una herida, gritaba de dolor y el monitor que venía con nosotros después de examinarle la herida nos mandó bajar a la casa a que le curaran, la herida no tenía mucha importancia apenas un rasguño y un golpe pero le salía sangre y cojeaba un poco así nos fuimos los dos cuesta abajo yo sujetándolo y el con su brazo alrededor de mi cuello a mí me encantaba esa situación y el seguro que pensaría lo mismo me dijo oye Carlos me das un beso yo le dije estás loco y me reí, venga vamos a la casa le dije, no en serio me lo das? insistía yo estaba deseando dárselo y solo jugaba al momento le solté un beso rápido en los labios, venga ya te lo dí ahora vamos a la casa le repetí oye y si nos hacemos unas pajas antes de llegar a la casa yo estaba deseando pero pensaba en que nos dijeran por que habíamos tardado tanto pero el insistía y yo me anime así que nos pusimos detrás de una valla de piedra y nos bajamos los bañadores hasta las rodillas siempre había que estar atento por si alguien llegaba y con nuestros penes al aire empezamos a meneárnosla yo me acerque a él y le di un beso en los labios el me acerco a su pecho y nuestros penes se cruzaron luego así abrazados nos tumbamos en el suelo las pequeñas ramas y piedrecitas se clavaban en mis nalgas desnudas, sentía el peso de su cuerpo frotando su pene contra mi abdomen intentando penetrarme mi pene erecto totalmente se frotaba debajo de sus huevos cerro las piernas y mi pene quedo aprisionado entre sus piernas imitando como una vagina subía y bajaba masturbándome con sus huevos así estuvimos un rato besándonos y abrazados luego nos terminamos la paja llegamos a la casa y le curaron luego volvimos a subir a donde estaban los demás ya bañándose pero para no levantar sospechas sobre el tiempo que habíamos tardado nos quedamos rondando por la casa del pastor en vez de bañarnos el hombre nos saludó y nos invitó a entrar se disponía a comer y nos ofreció carne pero el olor a oveja que despedía aquella casa no nos gustaba nada además estaba todo un poco sucio así que le dijimos que no queríamos nada así pasamos un rato con el viendo los animales que tenía y él nos dijo bueno tengo que abrir la compuerta de la alberca el cielo se está poniendo muy oscuro y seguro que habrá tormenta si no la abro igual se desborda y me arrasa el huerto nosotros le acompañamos al fin y al cabo era la misma alberca donde se estaban bañando los compañeros nosotros pensábamos si aparecemos con el pastor no nos echaran la bronca, y….sorpresa cuando llegamos no estaban se habían ido ya para la casa no nos habíamos dado cuenta de lo tarde que era o ellos si habían visto que se aproximaba tormenta así que fuimos corriendo bajando la montaña hacia la casa con la seguridad de que nos ganaríamos una bronca monumental menos mal que era bajada y era más fácil aun asi se tardaba unos 10 minutos en llegar íbamos bajando cuando las primeras gotas de la tormenta empezaron a caer nos encontrábamos cerca de nuestra cabaña y le dije a Iván vámonos a la cabaña a resguardarnos el dijo vale entrabamos por la puerta de la cabaña cuando empezó a llover de verdad nos sentamos en los troncos que hacían de sillas y mirábamos al techo hecho de ramas y hojas al rato el cielo se oscureció tanto que nos quedamos prácticamente a oscuras apenas dos minutos más tarde el agua empezó a caer encima de nosotros obviamente el techo era de todo menos impermeable pero claro nosotros con 10 años eso no lo sabíamos pensábamos que teníamos la mejor cabaña del mundo allí estábamos los dos casi a oscuras y mojados hasta los huesos y con mucho frio Iván empezó a tiritar y yo igual al rato empezó a llorar y me contagio a mi asi empezamos a llorar los dos nos abrazamos y llorábamos los relámpagos iluminaban la cabaña y a cada trueno el me abrazaba y decía ¡ay mamá! y se tapaba la cabeza con mi pecho yo al verle a él tan asustado me asustaba mucho más, él era más alto que yo y le veía como un hermano mayor que me defendería, poco a poco fue pasando la tormenta y nos levantamos él no decía nada se quedó callado avergonzado por haber tenido tanto miedo yo le dije vámonos a la casa y nunca más le mencione el día de la tormenta, allí nos estaban esperando con los brazos abiertos y las manos preparadas nos dieron un par de bofetadas a cada uno y nos mandaron a la cama sin cenar

Obviamente había sido una autentica imprudencia resguardarse debajo de los árboles en una tormenta podíamos haber muerto fulminados por un rayo pero eso no lo sabíamos ese día lo aprendimos muy bien al día siguiente nos quedamos castigados todo el día en la casa solos al cuidado del cocinero menos mal que era una buena persona y nos dejó comics para leer así estábamos leyendo en la habitación toda llena de colchones y toda para nosotros Iván empezó a darme con el pie y yo le decía quieto Iván no me dejas leer y el no paraba así dándome todo el rato hasta que de repente me abalancé sobre él y me senté sobre su abdomen así que quieres pelea y me dice si como que si le pregunte le agarre las manos una con cada mano y se las apoye sobre el suelo para que no pudiera moverlas así que quieres pelea y le di un beso en la boca jajaj ahora no me dijo vamos bueno tú has empezado y rozamos las vergas sin quitarnos los pantalones al momento se nos puso tiesa me dio la vuelta yo contra el suelo los dos frente a frente y froto su verga sobre la mía intentando una penetración todo esto sin quitarnos los pantalones así nos revolcamos sobre los colchones haciendo que jugábamos a luchas por si alguien venia que no viera las verdaderas intenciones así nos revolcábamos por toda la habitación luchando y frotándonos las vergas tiesas de vez en cuando me soltaba un beso rápido o yo a él luego colocamos los colchones y nos fuimos a la cocina a ver al cocinero que siempre tenía algo bueno que comer nos daba natillas de chocolate o flanes así que el castigo con el cocinero era casi un premio para nosotros y así pasamos el verano como dije en el anterior relato el mejor verano de mi vida por muchas razones pero sobre todo por que conocí a Iván a él está dedicado este relato gracias a todos por leerlo.