Amor verdadero en la infancia (parte 2)
Misterio y peligro nos aguarda..
Habían pasado dos días desde que recibí ese misterio medallón, yo me encontraba otra vez en mi despacho en la oficina de la organización pensando en quien me lo había podido haber mandado y por qué lo habría hecho, ya le había preguntado a Marta pero el envío no tenía remitente, por cierto, creo que ya ha llegado la hora de que os cuente sobre la organización. La UIG.
UIG, siglas de Unión Infantil Global, es una organización internacional únicamente compuesta por niños creada hace cincuenta años dedicada entre otras muchas cosas a la protección de la infancia, aunque también se dedica a temas tan diversos como la economía, relaciones internacionales o desarrollo tecnológico. Yo, igual que muchísimos niños, pertenezco a esta organización.
Mientras en mi mente buscaba alguna respuesta, vi en la parte trasera del medallón un grabado, eran dos letras: a y g, no me había dado cuenta antes de que estaban ahí. Mientras mi confusión no paraba de aumentar, Mateo entró por la puerta.
-Hey, ¿Qué tal?- Dije yo mientras metía el extraño medallón en el cajón.
-Bien, venía a decirte que esta tarde hablaré con Javi y acabaré de una vez con esa relación vacía-
-Gracias, sabes que es lo correcto… ven aquí anda-
Mateo se acercó a mí, yo me levanté y empezamos a besarnos, me encantaba besar sus labios, sus preciosos y gruesos labios. Yo me volví a sentar en la silla y él se arrodilló delante de mí, bajó un poco mis pantalones y con su lengua empezó a darme placer, completamente debajo de la mesa. En ese momento entró por la puerta Marta.
-Hola Hugo, he hecho una investigación más a fondo sobre el remitente del envío me he metido en el registro de correos y he encontrado esta dirección- ella dejó un papel encima de la mesa.
-ahh… ¿Sssiiiii?…- dije yo mientras Mateo seguía chupándomela.
-¿Estás bien?-
-M… mejor que … nunca- mascullé esbozando una pequeña sonrisa.
-Vale, no te olvides de ir allí- Marta salió y cerró la puerta.
Yo empecé a gemir, que Mateo me la chupara con Marta delante sin que ella lo supiera me había calentado muchísimo más, Mateo puso sus dos manos en mis partes y las movía hacia arriba y hacia abajo excitándome, tuve un orgasmo tan fuerte que me tuve que tapar la boca para no escandalizar a toda la oficina.
Moví la silla hacia atrás mientras me vestía y él salía de debajo de la mesa.
-Hoye… ¿Y que le vas a decir a Javi?-
-Tu tranquilo, intentaré no ser demasiado cruel- dijo el sonriente, eso me tranquilizó.
Llegaron las 15:00 del mediodía y ya era la hora de la salida, poco después de llegar a casa, alguien llamó a la puerta, era Luis, que saludó a Laura con un beso.
-Hola Hugo, llevo un par de días buscando la información sobre tu medallón y he encontrado esto- él me enseñó unos papeles que parecían realmente antiguos.
-¿Qué es esto?- pregunté intrigado.
-Estos documentos están del siglo XV, conseguí traducirlos y en ellos se habla de un medallón como él que tú tienes-
-¿Pero exactamente qué es lo que pone?-
-Te lo leo:
Corazón de rubí que resplandece ante los actos de amor puro, que Venus transformó de una lágrima y caído sobre la plata, de la sangre derramada aparecieron las espinelas y el brillo de los ojos que se convirtió en perlas-
-Si, es evidente que se trata del medallón, y Venus era la diosa romana del amor así que tiene sentido, pero eso significaría que el medallón es de la antigua Roma- apuntó Laura.
-Eso es bastante difícil, ni en Europa ni el norte de África hay yacimientos de espinela ni de rubí- corregí.
-Por eso es un regalo de Venus-
-Pero porqué ha llegado a mí, no lo entiendo-
En ese momento recordé el papel que me había dado Marta con la dirección del remitente del sobre, lo busqué en Google y resultó ser la dirección de una notaría.
Llamamos un taxi, teníamos que ir a la otra punta de la ciudad, cuándo llegamos entramos en el edificio, nos atendió una señora.
-Hola, hace dos días me llegó un sobre con este remitente y me gustaría…-
-Pregúntele al señor Martínez, tercera puerta a la derecha por ese pasillo ¡Siguienteeee!- Nos dijo casi sin mirarnos.
Entramos al despacho, un señor de unos cuarenta años nos saludó.
-¿Hugo? ¿Hugo Díaz? ¡Cuanto tiempo!- exclamó.
-¿Nos conocemos?- dije extrañado.
-No me sorprende que no te acuerdes, la última vez que te vi eras un niño pequeño, yo era amigo de tus padres-
-Bueno, hemos venido aquí porque hace un par de días me llegó en un sobre este medallón y venía a preguntar su procedencia-
-Si, si si si, hace unos días encontramos un documento que estipulaba que debía ser tuyo, era de tu madre-
Yo me sorprendí bastante cuando me dijo que era suyo, hacía años que no oía hablar de mis padres.
-¿Por qué se lo dieron ahora?- Preguntó Laura.
-El documento que lo ponía estuvo desaparecido hasta ahora por causas desconocidas hasta que de repente apareció de la nada-
-Bueno, gracias, nos has ayudado-
-Adios, ya hablaremos-
Salimos del despacho y nos dirigimos a la salida del edificio.
-Ahora en vez de una pista tenemos otra incógnita- Luis se quejaba.
-Ya, hacía mucho tiempo que nadie me hablaba de mis padres, no sé demasiado de ellos, casi no pude conocerles-
-Lo siento, Laura me contó vuestra situación-
-Da igual, encontraremos respuestas pronto- Le dije sonriendo
Cuando cruzamos la puerta un señor con traje negro sacó una pistola, disparó contra nosotros y salió corriendo, Laura y yo estábamos bien, pero Luis había recibido un disparo en el brazo, la gente gritaba y corría, yo ya estaba marcando el número de emergencias en el móvil, ¿Por que nos estaba pasando esto? ¿Que tenían que ver mis padres? ¿Qué se suponía que tenía que hacer con el medallón? Tantas preguntas que me atormentaban…
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