Andy
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Yo vivía en las villas militares con mi familia, cerca de la frontera con Colombia, mi papá por ese tiempo de 1984 era sargento, mi hermano Rubén de 14 años y yo de 17 años, teníamos la oportunidad de ir a bañarnos en las piscinas del complejo – casino militar
En esa ocasión viajé parado en el bus militar frente a mi estaba sentado mi vecino recién llegado Andy, desde el primer momento me llamó la atención su piel muy blanca bien aseada, con el tiempo descubri que de cariño le decían ario, las uñas de sus manos y pies estaban bien recortadas y limpias, sus largos dedos bien formados, llevaba puesta una gorra NIKE, su pantaloneta bien ajustada mostraba el filo de su calzoncillo y delataba su verga puntiaguda que se la sobaba masturbándose delicada y suavemente con sus manos al disimulo cuando miraba por la ventana, creo que le picaba la cabeza de su verguita porque lo hacía estirándosela repetidamente con la punta de sus dedos.
Mi mirada era fija en lo que Andy hacía, aunque a ratos yo viraba la cara para disimular y no encontrarnos con la mirada, sus labios muy rojos, carnudos parecidos a los de Angelina Jo Lee, su pelo rubio lacio estaba medianamente crecido, le caía a sus ojos, se lo soplaba para abrirselo le quedaba bien junto a sus lindas orejas y nariz perfilada muy bonita.
El viaje duró algunos minutos la gente pasaba por el corredor alli aprovechaba en acercarme para sobarle con mi verga los hombros de Andy me quedaba quietito en esa posición, mis piernas topaban el brazo de Andy, asi pude comprobar lo suave de su piel, las movi sobre su brazo recto, eso hizo pararse más mi verga, tragué saliva del deseo de culiarlo, su cuerpo me estaba gustando como loco.
Al meterme en la piscina pude verlo al frente sentado sobre el borde con un amiguito suyo moviendo sus blancas piernas en el agua, Andy continuaba estirándose su verga pero ahora de manera diferente metiéndose sus dos manos en dentro de su bikini de nado, además, abriendo sus piernas y sacando por un lado de su bikini de baño su verguita notando que todavía era virgen, esto lo hacía seguramente para que su amiguito lo viera disimuladamente, su amiguito hizo lo mismo y ambos se rieron al tener cerca sus dos verguitas vírgenes salidas, se lanzaron al agua, vi entre la gente a Andy y a su amiguito abrazandose discretamente y se fondeaban
Me acerqué màs para ver sus caras unirse en insinuación de beso pero no lo hicieron, me sambulli cerca de ellos, dentro del agua abri los ojos, por segundos vi que estaban abrazados y sus vergas unidas, sus piernas enroscada, me separé un poco para ver en segundos que el pecho de Andy se pegaba a la espalda de su amiguito, ellos creían dar a notar que estaban jugando pero yo estaba seguro de que estaban culiando.
Había aumentado mi deseo de tenerlo ahora sabía que le gustaba culiar, luego de un rato su amiguito se fue y aproveche para acercarme a Andy, conversamos amistosamente al filo de piscina, me enamoré de sus hermosas piernas y pies, le dije que vivía a unas cuadras de su casa y que sería bueno jugar de repente en las canchas de las villas militares, me retiré para seguir nadando y jugando con mi hermano y mis amigos al vale.
Desde ese día nuestra amistad se incrementó, hasta tal punto que nos invitábamos en nuestras casas a jugar Atari, allí aprovechaba en rozarle las piernas o los brazos sin que se diera cuenta él y su mamá, eso creía hasta darme cuenta que le gustaba al darme su sonrisa y quedarse quieto dejándose hacerlo.
Recuerdo un sábado en la mañana, montábamos nuestras bicicletas, Andy me invitó a jugar nuevos cartuchos de juegos de Atari que su papá le había comprado, al llegar a su casa Andy usa la llave, le pregunté por sus padres y me dijo que habían salido con sus 2 hermanitos y él estaba al pendiente dela llegada de unos tios, que le traerían el almuerzo en la tarde.
Nos sentamos a jugar muy pegaditos con los controles, a ratos veía fijamente sus piernas estiradas, sus pies bien delicaditos en chancletas y por supuesto su verga amoldada, nuestras miradas se cruzaron, Andy acercó sus piernas alzándolas y poniéndolas sobre las mías, me las sobaba, nuestros pies se frotaban, me puse muy caliente, Andy también lo estaba, paramos de jugar, Andy hizo un puño en la palanca de juego lo hacia subir y bajar insinuándome que culiemos culos y vergas, al instante Andy se sentó sobre mi verga vestida que desde hace rato estaba bien parada, movia sus nalgas a un ritmo tan delicioso que desfogué todo mi deseo de culiarlo empezando por besarle sus espalda, lamiendo su cuello y apretando su culito, Andy me decía que culiemos.
Nos desnudamos, lo senté en el sillón, vi su verga virgen, con mis dedos abri un poquito su pellejito de verga rosadita, tenía pelitos de pelusa en sus testículos, empecé besando su verga y testículos hasta llegar a su ombligo, sentía el olor rico de su piel blanca que tanto me gusta, con la la punta de mi lengua lamia la punta de su verga algo descubierta, creo que era su primera mamada que iba a recibir por su cara de asombro
Andy se movia a los costados de satisfacción, abri mi boca, mi lengua chupaba su verguita, se la ensalivaba, tenia un sabor a orina, pero no me fijaba, se estaba cumpliendo mi deseo de tener su verga que siempre me provocaba cuando se la estiraba, mi saliva llegaba a sus testículos, no quería soltarla, era tan suave, tan blancota y a la vez tan rosadita y paradita que algo sobresalían sus venas por el tronco de su verguita, sentía su aliento en mi cuello, eso me estimulaba más en mamársela.
Le gustó tanto mis mamadas que me llevó a su cama, nuestras vergas estaban bien paradas con mucho deseo de culiar, nos abrazamos y nos lanzamos a la cama, rebotamos varias veces uniendo nuestros pechos y botando fuertemente nuestros alientos, sentía placer al tocar y oler su piel blanca, nos dimos vueltas en la cama, Andy culiaba con su verga la mia, nos cubrimos con sábanas, nuestro sudor se pegaba, yo estaba tan pero tan caliente de sexo que lo acosté con su verga bien parada, le dije que abriera sus piernas, me acerqué a su verga que parecía mástil, le boté saliva en la cabecita, otro poco de saliva lo cogi con mis manos y me lo apliqué en el culo, Andy me preguntó qué iba a ser y le respondi que le iba a dar mi culo a su verguita. Se rió.
Abri lo más que pude mi culo y se lo iba acercando a su virgen verga, mi deseo era desforrarle suavemente su rica verga con mi culo, quería ser le primero en degustar esa rica verguita con mi culo, ya hace 5 años antes me lo había roto mi primo en un camping en el monte, y desde ese momento, nació mi deseo de culiarme vergas bien paradas y jugosas llenas de semen, ahora bien, me senté poco a poco sobre la verguita de Andy, quería comerme su virgen verga asi que cuando sentí la puntita de la cabecita de su verga, empuje poco a poco mi culo, le dije que cogiera mis nalgas, que no me las soltara, de un empujón hacia abajo di el sentón, Andy gritó de dolor, sacaba y metia poquito a poquito mi culo haciendo que el tronco de su verguita corriera muy despacito por el hueco de mi culo, hasta sentir que su verguita ya estaba desvirgada, me levanté con mi culo lleno de babas bien dilatado, le dije que se volteara, lentamente lo hizo, puse mi verga sobre sus nalgas culiandolas hasta que me salió la leche, vi la cabeza de mi verga chisguetaear la leche que corria por el recto hasta llegar a las nalgas del culo de Andy, me acosté sobre él, le dije que no se moviera por un ratito que quería sentir su piel, mis manos pasaba por sus caderas y parte de sus piernas y brazos, estaba hechizado de esa piel blanca y suave de niño – hombre, me sentí feliz al saber que mi culo se había comido esa verguita virgen.
Me levanté dejándolo acostado en la cama, me limpié mi culo con agua y jabón en su baño, me vestí, yo salía y él entraba desnudo a limpiarse, se demoró un poco, me senté en el sillón, Andy se sentó junto a mi a seguir jugando, le dije que si me dejaba sentar sobre su verguita y me dijo que todavía le dolia yo le dije que eso iba a pasar, le pregunté si le gustó, y me dijo que si, es más, me pidió que lo siguiéramos haciendo.
El resto de la mañana seguimos jugando cogiéndonos y estirándonos las vergas, de vez en cuando Andy se sentaba sobre mi verga, lo abrazaba llevando su espalda a mi cara para oler esa piel tan deliciosa que ahora era mia.
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