Ángel mi bebe autista chupa dia y noche la verga de papi.

Yo observaba a Angelito, lo bello que se veía, con sus labios gruesos succionando ese chupón, arriba y abajo, la verga me punzaba mientras veía ese vaivén, por mi mente pasaron mil razones para no hacerlo pero aun así acerque mi mano derecha, que antes sostenía mi verga y le quite el chupón..
Todo comenzó hace cuatro años, con el nacimiento de mi bebe Ángel, con ojos grande expresivos que rara vez me miraban, los médicos en ese momento no nos alertaron pero yo sabía el nene tenía una condición especial, era autista.

Su mama y yo lo habíamos tenido cuando ambos andábamos en los 34 años, tarde en sentar cabeza y me enfocaba en mi trabajo de contador hasta que tuve un buen sueldo para pensar en formar una familia. A mi esposa la conocía de varios encuentros casuales, hasta que un día decidimos formalizar y al poco tiempo ya estaba embarazada.

Nunca vi a mi esposa realmente feliz con el embarazo, y fue peor cuando nació Ángel, siempre estaba de mal humor y se quejaba de lo difícil que era lidiar con un bebe tan demandante, decía que Ángel todo el tiempo tenía hambre, que le chupaba sin cansarse los pechos, aun cuando no hubiera más leche para alimentarlo. Además notaba que no estaba haciendo un vínculo con su propio hijo. Por lo cual una tarde se fue y nunca más volvió.

A mí se me vino el mundo abajo, sin esposa, con un hijo especial y solo. Busque apoyo en mis familiares pero sabía que al final solo seriamos Ángel y yo, entonces busque trabajar desde casa con ciertas empresas que les daba servicios y me instale de tal manera que solo saliera para lo necesario y así poder cuidar tiempo completo a mi hijo.

Al poco tiempo me dieron el diagnostico, Ángel era autista grado 3, el más grave, sentí una desesperanza, mi pobre hijo nunca podría valerse por si mismo, yo siempre tendría que cuidar de él. Estábamos solos él y yo.

Empecé a ir a unas terapias de cuidado, donde me enseñaron todo lo que tenía que saber, él era muy sensible a estímulos, tenía que tener una rutina o podría ser agresivo y sobre todo tenía una gran fijación oral. Su madre tenía razón, el chupaba todo y todo el tiempo, sin cansarse. Los biberones con los que lo alimentaba los seguía chupando aun después de terminarlos, luego si se los quitaba lloraba y tenía que darle una morderá o un chupón para que siguiera mamando. Yo lo veía mientras tanto, esa cara tan hermosa de ojos expresivos, sus cachetes regordetes que se inflaban al succionar, solo en esos momentos sentía que él era feliz.

Fue difícil pero logramos una rutina, contrate a una ayudante que limpiaba dos veces por semana y nos hacia la comida y dejaba para otros días, pero trataba que no conviviera con mi hijo, quizá por no alterarlo o quizá porque me hacía muy celoso de su tiempo. Por las mañanas aprovechaba que el dormía y hacia unos cuantos ejercicios, me bañaba y me sentaba en el escritorio donde me ponía a revisar correos y empezar el día de trabajo. Dormíamos en la misma cama, nunca fue una opción que estuviera fuera de mi vista, en la recamara, aparte de la cama tenía una televisión grande, un sillón amplio y el escritorio donde me encontraba con mi computadora, desde lo podía ver aun dormir.

El cuarto estaba en silencio, solo se escuchaba mi teclado y la boca de Angelito, el cual aún dormido succionaba su chupón. Voltee a verlo y me pareció la cosa más dulce, un nene de ya casi un año algo regordete, con el cabello negro, dormido mientras mamaba sin parar el chupon.

Los chupones no le duraban, debía comprar docenas por semanas, pero era lo que mejor podía hacer, porque chupaba cualquier juguete u objeto a la mano, habíamos tenido un par de disgustos por eso, así que entendí que siempre debía tener su chupón.

Luego despertaba y le daba su comida, la cual ya era solida pero al final siempre pedía un biberón, el cual se tomaba frente de la televisión sentado en la alfombra. Yo lo veía de reojo mientras intentaba trabajar, pero siempre terminaba embelesado observándolo mamar apresurado, no dejando ni una sola gota.

Mi mente divagaba por un momento, pero me obligaba a girar y seguir con mi trabajo. Por las tardes, comíamos, luego lo bañaba y dormíamos una siesta, para por lo noche cenar con un poco de música y algo de Televisión. Mi vida era una rutina sencilla, la señora que limpiaba me la topaba muy temprano mientras hacía ejercicio y realmente nunca tenía una conversación con ella. Mi familia era poca y solo nos comunicábamos por mensajes y una que otra llamada, igual que mis amigos, ellos me dejaron de frecuentar un poco antes de casarme y cuando mi esposa se fue me querían presentar más mujeres pero yo me negaba. Estaba deprimido pero también era feliz con mi rutina con mi hijo.

Yo era un hombre muy sexual, podía tener largas sesiones cogiendo y repetir las veces que quisiera, con un esposa tenía sexo todo el tiempo, pero tenía ya más de un año sin actividad, me masturbaba en la regadera o por la noche viendo pornografía en el celular. Me gustaba ver porno de todo tipo, incluso gay, me consideraba bastante cachondo en todos los ámbitos, extrañaba el sexo pero sobre todo extrañaba el sexo oral. Mi esposa era muy buena chupando y me hacía ver las estrellas, pero no era la única, tenía una compañera de la carrera que solo hacíamos eso, ella era pasada de peso y nunca me importo pero ella solo quería bajarme el cierre, sacarme la verga y ponerse a mamar, era muy golosa y siempre se tragaba los mecos, pero ella ahora estaba casada y se había mudado fuera de la ciudad. Por ultimo estaba Roberto, un amigo desde la infancia, con el que había tenido mi descubrimiento sexual muy temprano, y que éramos muy amigos aun, el chupaba de poca madre y yo a el.

Una noche pensé en llamar a Roberto, mientras veía porno acostado junto a mi bebe dormido en la cama pero era muy tarde y después de tanto tiempo quizá ya no sería lo mismo, entonces me limite a seguir viendo porno de felaciones mientras me la machacaba, en el video un muchacho se la chupaba a un hombre grande lleno de músculos, el muchacho era muy bonito, ser veían muy joven, con el pelo negro y de ojos grandes, los cuales miraban la pantalla mientras succionaba fuerte, yo estaba muy excitado, el muchacho dijo de repente:

-papi quiero chuparte la verga todo el tiempo, que me des leche en la boca dia y noche sin parar, quiero que me alimentes con tu leche siempre. –el papa gruño como aprobación mientras soltaba toda la descarga en la boca de su hijo, el muchacho veía la cámara con esos ojos grandes y expresivos.

Yo estaba por acabar, caliente con la imagen y el morbo de la escena y entonces el video termino, reproduciéndose un anuncio frustrándome, quería eyacular, tenía la leche en la punta y no podía regresar la escena aun, pero entonces en medio de mi frustración creí seguir escuchar al muchachito del video chupando la verga de su papa, fuerte y constante, voltee a ver el celular y estaba un anuncio de juguetes sexuales, y lo entendí era Angelito a mi lado chupando dormido su chupón.

Yo observaba a Angelito, lo bello que se veía, con sus labios gruesos succionando ese chupón, arriba y abajo, la verga me punzaba mientras veía ese vaivén, por mi mente pasaron mil razones para no hacerlo pero aun así acerque mi mano derecha, que antes sostenía mi verga y le quite el chupón. Angelito de inmediatamente empezó a quejarse dormido suavemente, entonces puse mi dedo índice dentro de su boca, el cual empezó inmediatamente a succionar, yo sentí un escalofrió por todo mi cuerpo, se sentía delicioso, su boquita cálida se adueñó de mi dedo. El video de mi celular continuo luego del anuncio, podía parar ahí y eyacular viéndolo, incluso podía acabar con el dedo siendo atendido de esa rica manera por la boquita de mi hijo, pero no, decidí proseguir, sentía un excitación que me hacía temblar de placer, sentía la cara roja llena de sangre y la verga muy firme.

Me senté en la cama, gire el cuerpo poniendo mi verga grande gorda, con prepucio ya corrido, morena en la cara de mi bebe, el cual inocentemente dormía. Saque el dedo suavemente, haciendo que el estirara los labios tratando de evitar quedarse vacío. Entonces empuje mi pelvis y suave y firme metí mi verga en la boquita de mi bebe. Quede en shock cuando sentí la humedad cálida de su boquita, no cabía mucho en ella pero se sentía delicioso. Angelito se quejó un poco tratando de apartarse, yo tuve una ráfaga de miedo y arrepentimiento, era mi hijo! pero luego sentí como su lengua pasaba por todo mi glande dentro de su boca, dándose una oleada de placer, entonces empezó a succionar.

Uff yo me sentía en el cielo, era la mejor chupada que había recibido, su boquita era hambrienta, aun dormido succionaba como esperando sacar jugo, y vaya que tenía mucho para dar. Mi verga estaba punzando con cada succión, gemía de placer, primero suave, luego más fuerte, el sudor me recorría la frente. Voltea a ver toda la escena, en mi cama estaba yo de costado dándole a mamar la verga a Angelito, un papa a su propio hijo. La verga gorda salía de esa boquita que apenas y podía alojar el glande de su progenitor, pero era la escena más morbosa del mundo.

El vaivén era continuo, sus mamadas me tenían en el cielo, y en una de esas grite soltando un chorro tras otro de leche que fueron a la boquita de mi hijo, el cual al sentirla empezó a tragar sin perder tiempo. Yo veía asombrado como no podía dejar de eyacular pero aún más asombrado de como el bebe tragaba todo sin parar.

Caí rendido en la cama, sintiendo un pesar muy grande, la cabeza me daba vueltas quedando sin saberlo completamente dormido.

Soñaba que estaba en una orgia, donde yo era el plato fuerte, mi verga era succionada por todos, mujeres y hombres, grandes y chicos, mi papa incluso se tragaba mi lecha y por ultimo mi bebe.

• Mi bebe! –grite abriendo los ojos.

Me encontraba sentado en mi cama, afuera del cuarto escuchaba como Rosa la sirvienta hacia las labores domésticas, era martes,  me encontraba desnudo, palpe mi entrepierna y sentí una cabeza pequeña, con cabellos negros, luego sentí como mi verga flácida era succionada suavemente, abri los ojos y lo aparte.

El nene me había chupado la verga toda la noche, sacándome nuevamente entre sueños los mecos, causándome sueños húmedos y tragando quien sabe que tanto liquido preeyaculatorio.

Me asuste, que había hecho, era impensable lo que le había hecho, era un monstruo, trate de recobrar la cordura cuando sonó mi celular, era del trabajo, vi la hora y era tarde, entonces desnudo como estaba fui a mi silla en el escritorio a atender. Luego otra llamada, correos y consultas.

Cuando me di cuenta escuche la puerta de la casa azotarse, la sirvienta se había ido. Yo no había desayunado aun, ni Angelito, como no se había despertado si ya debía tener hambre?. Entonces toque mis huevos y sonreí, el nene ya había desayunado toda la noche y me reproche a mí mismo por pensar eso.

Angelito despertó en ese momento, había usado su mano para succionar a falta del chupon (o de mi verga), entonces salí del cuarto aun desnudo y calenté el almuerzo e hice un café para mí. Camine de regreso sintiendo mi verga moverse a los lados, que aunque no estaba erecta siempre tenía un buen tamaño, y puse al nene en la alfombra a comer mientras veía sus dibujos animados, fruta, avena y su inseparable biberón.

Yo lo veía parado con mi taza de café, viendo como comía, pensaba en todo lo que había pasado, en lo bien que me había sentido anoche y mientras veía a Angelito llevarse el biberón a la boca succionando sentí como mi verga se fue hinchando.

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