Ángel mi bebe autista chupa día y noche la verga de papi 13
En el cine..
Al recobrar el sentido y la cordura de lo que había pasado tenía a un niño desconocido de 3 años lleno completamente de mis mecos. Siempre eyaculaba mucho era algo que mis parejas me mencionaban, pero ahora más que nunca con este niño empapado frente a mí me percaté cuánta esperma producía y más por la excitación de todo lo que había sucedido ese día. Lalito el cumpleañero me observaba con un ojo pues el otro estaba cerrado de mi leche, su cabello estaba mojado, su cara prácticamente era una máscara de esperma y su playera de igual manera se veía empapada. Tenía un semblante extraño no sabía si el nene quería llorar por mi cara de preocupación. Así que lo único que supe hacer fue pasarle la palma de mi mano por su rostro una y otra vez tratando de limpiarle la cara, pero era algo inútil, ese nene estaba completamente mojado. Volteé buscando ayuda y vi a mi jefe alarmado igual. Mi hijo aun estaba prendido de su verga succionando los restos que quedaban de su leche, pero la cara de mi jefe ya no era de excitación, si no de preocupación. Teníamos al hijo de 3 años de un ingeniero importante al que queríamos asociar pero sobre todo a una persona poderosa y al parecer peligrosa del que cualquiera evitaría un conflicto y más si se trata de su niño varón. Como lo tomaría al saber que su nene estaba bañado en esperma?
Cargué al nene llevándolo conmigo, tratando de hacer el menor ruido posible, siendo seguido por mi jefe con mi hijo en brazos. Llegamos al sanitario donde rápidamente le quité la playerita al niño con la cual limpie su cabeza y trate de secarle el cabello. Mi jefe observaba mudo, mientras Angelito jugaba con sus manitas y se las metía a la boquita saboreando el néctar que el licenciado José le había dado hace unos momentos.
– Listo, me parece que ya quedó –dije, pero qué playera le pondría?
– Digamos que así lo encontramos, sin la playera y esa playera hay que destruirla –dijo adivinando mis pensamientos y tomo la playera guardándola en el bolsillo del shorts.
-Qué tal huele? -me acerqué a oler al nene, el cual me veía ya más calmado curioso.
-Apesta a semen. –dije alarmado cuando la luz del lugar regreso de golpe.
– Ponle algo de jabón, es un jabón aromatizado –dijo el Licenciado, y así lo hice volví a llenarlo con un poco de agua con jabón y después de inspeccionar una dos veces decidí que no se podía hacer más, teníamos que salir ya.
Afuera caminamos con los nenes cargados, yo a Lalito y detrás de mi jefe con mi bebe. Al fondo observamos al Ingeniero, el cual se fumaba un puro.
– Ahí están, estaba buscando a este cabroncito. –dijo tambaleándose y tomando de mis brazos al nene. Le explicamos lo que habíamos acordado pero apenas si nos puso atención.
No vi a la adolescente por ningún lado, al parecer ya se había ido. Platicamos de trivialidades, para luego salir todos al estacionamiento, ahí estaba el muchacho, el cual evitó nuestra mirada y solo cerró la cortina metálica poniendo un candado al local. Luego solo cruzo un par de palabras con el ingeniero y se fue caminando, me parecía que ranqueando. El ingeniero hizo una seña deteniéndolo y se despidió y diciendo que lo llevaría de camino, quedándonos solo el licenciado mi bebé y yo.
– Crees que se dé cuenta de lo que pasó con el nene? -le pregunté aun preocupado.
-No creo, está muy borracho y si decide que huele a semen supondrá que es de él o de aquel muchacho. -yo asentí, era momento de irnos, también me sentía bastante borracho. Estaba decidiendo cómo regresar a casa, había quedado con el Lucio el uber y repartidor para que nos recogiera pero sentía que ya había tenido demasiada acción por esa tarde y noche, así que pedí Uber, el cual nos llevó a casa por fin.
A la mañana siguiente desperté tratando de entender que había pasado en la noche anterior, no recordaba cómo se había ido mi jefe o si había venido con nosotros en el Uber, pero no importaba ahora me encontraba en mi casa recostado desnudo sintiendo suaves succiones en la verga. Mi bebe adormilado me usaba de chupón. La luz del sol entraba un poco por la ventana, ya era tarde. Era domingo, no tenía ningún plan, me quedaría tranquilamente en el apartamento disfrutando el día con mi hijo.
Más tarde, me levanté por fin de la cama para prepararme el almuerzo, pero me di cuenta que no tenía nada. Lo normal era que la despensa la pedía por una aplicación o le mencionaba Anthony lo que faltaba y él lo compraba, pero en esta ocasión no había comida, ni siquiera huevos.
A Angelito le preparé avena, y luego de bañarnos decidí que era necesario realizar la despensa, pero no quería perder el día en ello y volver a pasar lo de la última vez cuando mi hijo hizo un berrinche en medio del centro comercial.
Entonces se me ocurrió la idea de ir al cine, podía ir a uno de esos cines VIP donde se comía, no debería de ser muy complicado con Angelito, a le gustaba ver la televisión. Veríamos una película animada y él se entretendría. Se me antojo uno baguettes que vendían ahí, incluso quizá ya saliendo de ahí Angelito dormiría y podría hacer la compra en el centro comercial que estaba ahí mismo. Era un plan sencillo, mi bebé me observaba mientras mis pensamientos divagaban, recordé la noche anterior, lo salvaje que había sido todo, cómo el hijo del ingeniero había quedado totalmente cubierto con mi esperma.
Se habría dado cuenta? Lo limpiamos bien y aparte él se encontraba totalmente borracho. Había bañado toda su carita, su cabello, su ropita, había sido demasiado excitante y morboso el poder haber sido descubierto, por lo que le hacía a ese nene de sólo 3 años. Nunca se me había ocurrido hacer eso con otro nene que no fuera Angelito pero me había encantado. El nene había estado muy atento de cómo angelito le mamaba la verga a mi jefe al lado de mí, pude haberle metido mi verga en su boquita, sus labios gruesos y suaves pudieron haber sido mi disfrute. Deseché mis pensamientos, eso no iba a pasar nunca, podría ir a la cárcel de solo intentarlo y quizá hasta muerto por uno de los matones que de seguro contrataba el ingeniero.
Me arregle peinándome en el espejo y sentí como Angelito se metía mi verga a su boca, era algo a lo cual él ya tenía acceso día y noche, sin preguntar la verga de papi era su juguete favorito, su alimento. Disfrute su boquita caliente mientras revisé mi celular las funciones del cine y encontré una película que empezaría pronto.
-Quieres ir al cine bebe? Te gustaría ver caricaturas? –dije de forma amorosa mientras mi hijo se atragantaba con mi verga tratando de devorarla ingresándola en su garganta.
Me dolía la cabeza por la resaca, tenía mucha hambre, por la hora era improbable que hubiesen mucha gente en el cine, ya antes había llevado angelito y sí se concentraba en la pantalla, así que espere que no hubiera contratiempos.
Dejé que mi hijo chupara un buen rato, su boquita suave no paraba un solo momento succionando mi pene, pedí un Uber, el cual al llegar solo me guarde la verga y cargue a Angelito saliendo. El chofer era un hombre mayor, nos llevó al centro comercial.
-Es muy bonito su niño. Van de paseo? -dijo el señor con un bigote grande, dándole un aspecto de una morsa.
-Gracias, se llama Angelito, vamos al cine a pasar la tarde. –el sonrio. A la vista de los demás éramos un padre y un hijo con una vida común.
Llegamos directo a la sala, pedí la comida por la aplicación, y solo una chica joven nos la entrego en nuestros lugares. Era poca gente, había elegido los asientos en la parte trasera, esperando que los gruñidos o el llanto repentino de Angelito no molestará a nadie. Senté a Angelito sobre mí, el cual presto atención inmediatamente a la pantalla donde inicio la película.
Comí apresurado mi baguette, quedando solo con las palomitas, sentí que vibró mi celular. Era un mensaje de Lucio, el chofer y repartidor, lo había dejado plantado la noche anterior.
“Qué tal, todo bien? Me quede esperando el mensaje.”
No supe qué responder, puse un emoticón y un “disculpa” y le expliqué brevemente que la noche se había complicado.
“No te preocupes, cuando quieras aquí estoy” y me mando una foto de el acostado en la cama sin playera, su pecho y abdomen estaban completamente llenos de pelo, su barba tupida mostraba una mirada sexi.
“Y cómo está Angelito”.
“Bien, estamos en el cine”.
Entonces decidí tomarle una foto a mi hijo, cual veía la película sentado en mi pierna derecha. No sé por qué lo hice pero me pareció divertido y algo caliente, así que se la mande.
Me pregunto qué en cual centro comercial estábamos y le dije, el comento que vivía cerca y que si quería que pasara por nosotros al final, pero le comenté que mi plan era hacer la compra.
Me sentí caliente por la proposición de Lucio, pero aún me sentía aturdido por la noche anterior. El insistió preguntando la hora en que salíamos del cine pero decidí dejarlo no responder.
Deje mi celular junto a mi, observando la película, era de animales antropomórficos, pero era una de esas películas que eran para niños sin intención de capturar a los padres. Observe la sala, solo había unas personas en las primeras filas, dos niños y dos papás y y nada más. Los sillones eran muy cómodos, eran reclinables, daban cierta privacidad, eran de dos plazas, pero solo ocupábamos un lugar.
Sentí mis ojos pesando, quizá por la comida y decidí tomar una siesta, aprovechando que Angelito estaba muy expectante de lo que pasaba en la pantalla, el clima y la comodidad de la silla se prestaban. Cerré los ojos cansado, sentía las nalguitas de Angelito en mi pierna al moverse de vez en cuando, pero caí completamente dormido.
Luego sentí que se sentaron a mi lado.
-Hola, qué tal la película? veo que no muy buena.
Me senté abriendo abriendo los ojos sorprendido, Lucio estaba junto a mí con una gran sonrisa en su rostro.
-Qué haces aquí? -le dije.
-Vine a acompañarlos, estaba muy aburrido en mi casa y dije quizá la película valga la pena.
El usaba un shorts en color verde militar, una playera sin mangas ajustada que marcaba sus brazos grandes tatuados y peludos, su cuerpo peludo era robusto y grande, su cabello corto casi militar y su barba recortada finamente, era lo que se le conocía como un chacal.
Angelito lo observaba a su manera, no directamente pero estaba interesado en quién era esa persona.
-Hola bebé, me recuerdas? soy tu chofer el que te estaba enseñando a manejar. -dijo acariciándole con su mano grande su cara.
Yo seguía mudo, viendo a mi alrededor.
-Me regalas palomitas? -dijo tomando totalmente el balde y comiéndolas con una sonrisa, mientras disfrutaba mi cara de sorpresa. -tú no quieres una bebé? -le dijo acercándole una a la boca a Angelito, pero el bebé solamente le rechazó con un movimiento y observó nuevamente la película.
-Parece que hoy no quiere jugar conmigo pero no importa jugaré con su papi -dijo acariciándome la pierna.
Sentí como una corriente eléctrica recorrió mi espalda, el tipo me parecía bastante sexy, grande y varonil, tenía un olor a un perfume dulce pero masculino, tenía un aspecto de esos hombres a los que no les podías confiar mucho.
Sentía aun una resaca y pero también mucho morbo, así que no puse mucha resistencia cuando empezó a subir su mano hacia mi entrepierna metiéndola por la aberturas de la pierna del short hasta tocar mis testiculos fuerte.
-Así que aquí es de donde salió Angelito?
Mi verga rápidamente se erecto con ese toque, él acercó su cara a la mía haciendo que su barba raspara mi mejilla, jadeando suavemente y al llegar a mi oído dijo susurro.
-Así que de aquí viene la lechita que se come tu bebé verdad? eres un papá muy travieso que le gusta jugar con su bebé, te gusta que tu bebé se trague a sus hermanitos? eso te gusta verdad? te gusta sentir la boquita de tu bebé mamando esta verga caliente. -dijo subiendo su mano y apretándome el pene, cuál me dolió un poco pero el placer era mayor
Angelito giró tratando de entender qué pasaba detrás de él, por qué papi tenía de repente espasmos que lo hacían saltar, su carita inocente se veía muy hermosa con esa luz tenue de la sala de cine.
-Hola bebé parece que ya tengo tu atención, estoy jugando con tu papi, yo sé que te gusta chupar esto -el muy cabrón mi verga por la abertura del short.
Yo me asusté girando la cabeza, tratando de ver si había alguien estuviese presenciando lo que sucedía en estos asientos, pero la poca gente que estaba veía muy atentamente la película, la cual en este momento tenía escenas de acción bastante ruidosas.
Angelito observo como mi verga firme lubricaba por la excitación en la que me encontraba. Se inclinó tomandola en su mano derecha.
-Así es bebé, yo sé que tu papi te la da a chupar todos los días y no lo juzgo, yo también lo haría, eres un bebé muy bonito. Abre la boquita bebe.
Entonces tomo la nuca de Angelito inclinándolo a mi glande, el cual introdujo y succiono suavemente. Yo me retorcí de placer al sentir. Lucio sonrió, mientras yo veía alrededor, esperando no ser descubiertos.
-Así es, dásela a tu bebé, a él le gusta mucho verdad? quién sabe cuántos litros de leche habrán pasado por esa gargantita.
El llevo el ritmo de la felación apoyando su mano en la cabecita de mi hijo.
-Se ve que es mamador nato, qué imagen tan deliciosa estoy viendo, un padre dándole verga por la boquita a su propio hijo.
Lo que dijo me éxito pero también me perturbo, estamos en una sala de cine con mas gente, trate de levantarme pero él presionó su brazo izquierdo fuerte en mi pecho obligándome a permanecer inmóvil.
-Espera no… – era inútil, era muy fuerte, además una parte de mi quería seguir, estaba completamente excitado.
-Cálmate, aquí no pasa nada, es solo un papá que trajo a su hijo al cine a ver una película infantil, pero al bebé le dio sed y quiere la lechita de papi y no se la vamos a negar verdad?
El me veía esperando mi respuesta, senti como la boquita de mi hijo punteaba mi uretra y negué con la cabeza. Lucio sonrio.
Angelito succionaba poco más rápido, no le afectaba la presencia de Lucio, su boquita se llenaba bastante de saliva, succionaba fuerte haciendo que mi verga pulsara, sentía como me recorría un calor por todo el cuerpo, estaba muy excitado, me tenía al borde del orgasmo, el riesgo en el que nos encontrábamos y la dominación en la que me tenía Lucio me descolocaban.
-Así es, deja que tu bebé te saque la leche, es bueno para él, le ayudaría a crecer. -sentí como su lengua entraba mi oído lamiéndola, gimiendo mientras me decía seguía diciendo cosas sucias.
Entonces vi como su mano derecha acariciaba las nalguitas de Angelito dentro del shorcito que usaba. Trate de incorporarme pero Lucio apoyo más su brazo impidiéndomelo.
-No te levantes solo estoy acariciando a tu hijo, sus nalguitas suaves y su culito bastante cerradito, veo que aún no lo estrenas, porque? por qué te lo has impedido? no te gustaría que ustedes fueran aún más unidos?
-Para no le hagas nada -dije molesto tratando de incorporarme.
-No le voy a hacer nada, solo estoy acariciándolo, estrenarlo te toca a ti que eres su papá o dime que no lo has pensado?
La verdad era algo que siempre pensaba, pero trataba de desechar la idea, Angelito aún era un bebe, no quería lastimarlo.
-Pero a ver cómo se la traga el cabroncito, es todo un experto por lo que veo, imagínate tenerlo atravesado por esta verga gorda que te cargas -las palabras que me decía me tenían al borde de la locura.
Angelito succionaba cada vez más rápido pues sabía que la leche se aproximaba. No estaba seguro de poder contener mis gemidos con el nivel de excitación en el que me encontraba.
-Vámonos -le dije.
-No, quiero que te descargues aquí en este cine, quiero que alimentes a tu bebé, déjalo ir.
No podía mas, estaba por estallar. En la pantalla estaba una pelea del protagonista contra el villano y aproveché el ruido para dejar que mi orgasmo llegara, la leche salió disparada de mis huevos directo a la boquita de mi bebé el cual tragó haciendo un sonido sonoro de succión, pero no me importaba.
Mordí mis labios tratando de soltar un gemido, mientras Lucio lamía mi oreja y acariciar mi pecho, el orgasmo llegó fuerte. Sentí mi piel ardiendo mientras uno a uno de mis disparos fueron tragados por mi propio hijo con un espasmo en mi cuerpo.
Era una locura parecía que no pararía, que no iba a terminar de eyacular. Angelito tragaba rápidamente pero mi verga no dejaba de expulsar los mecos.
-Vaya parece que tú descarga no termina. -dijo Lucio apretándome los testículos lo cual hizo que mi piel se erizara, hasta que por fin paré.
Angelito ahora succionaba recogiendo el resto de mi semen.
-Ha sido delicioso verdad? -por fin dejó de presionar mi pecho con su brazo dejándome incorporarme en el asiento y tomando la cabeza de mi hijo lo aleje de mi glande. Angelito soltó un pequeño eructo.
Lucio rio.
-Le llenaste la pancita de tanta leche que derramaste.
Guarde verga bajo el short observando si todo sigue en orden en esa sala de cine. La pelicula terminó, llegaron los créditos, lo cual hizo que se oscureciera un poco más todo.
La cabeza me daba vueltas, esperaba que en cualquier momento llegar el gerente del cine con unos policías y nos llevaran detenidos pero no pasó.
Tenia a mi bebé en la pierna mientras al lado de mí Lucio divertido veía mi cara.
-Bueno supongo que ya es hora de irnos. -dijo levantándose, lo cual mostró una carpa en su short bastante evidente, no usaba ropa interior, me preocupó que la gente se diera cuenta de su erección y lo tomé el brazo sentándolo nuevamente.
-No puedes salir así y no vamos a ir a ningún lado, esto estuvo mal.
-No, esto no estuvo mal, no hemos hecho nada que no hubieras hecho con tu hijo, ha sido un domingo como cualquiera. -dijo levantándose nuevamente acomodándose el bulto. –vamos, los llevo a su casa y de camino continuamos con las lecciones de manejo de Angelito -dijo guiñando mi ojo.
Continuara.
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