Antoo…logia (la confirmación)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por unexpected.
Estaba muy confundido, tenia miedo, me dolía todo el cuerpo, casi no dormía, no comía y me había vuelto antisocial, me sentía sucio. Algunas veces me iba a dormir deseando que a la mañana siguiente no recordara nada de lo sucedido, o de recordarlo que solo fueran los vagos recuerdos de una pesadilla. Sin embargo, nada de eso sucedió, todo lo contrario, apenas había pasado una semana desde que mi primo me había mancillado. La semana mas larga que había vivido hasta entonces.
Sabia que mis primos eran peligrosos, que debía denunciar el abuso que carmelo me había hecho, pero tendría que ser muy cauteloso, ya que ellos eran muy violentos. Desde el día del abuso había empezado a actuar con cautela, la ropa que había usado ese día, la envolvi perfectamente en papel de china, de esa forma se conservarian sus huellas, el semen y problablemente alguno que otro cabello o vello pubico de mi agresor. Eran las pruebas que le entregaría a uno de mis hermanos, quien era un comandante de una corporación policiaca, sabia que el me ayudaría a que todo pasara sin tanto escándalo. Cierta noche, después de bañarme, observe mi cuerpo frente al espejo, me quite la toalla que tenia envuelta en la cintura y comencé a ver cada una de las mordidas que tenia en los hombros y espalda, había chupetones aun negros, nunca había visto mi cuerpo tan maltratado. Sin poder controlarme, comenzaron a escurrir varias lágrimas, en ese momento jure que me vengaria.
Sin embargo esa misma noche descubrí que el destino suele ser cruel, que un día se para frente a ti y te da un par de bofetadas. Apenas había terminado de escoger la ropa con la que dormiria, cuando carmelo apareció en la puerta de mi cuarto, se me quedo viendo, yo estaba desnudo frente al espejo, me miro y dijo
-vaya parece que mi perrita me estaba esperando, se ve que me has extrañado mucho mi amor.
-largate de aca, ya me has dañado suficiente.
Conteste yo tratando de cubrirme con la toalla, carmelo se me abalanzó, me arrebato la toalla y me tomo por el cuello, me miro a los ojos
– Sabes que a las florecitas como tu se ponen mas bonitas, cuando llega un buen macho y les da su regadita, no cabe la menor duda, te has puesto mas bonito.
Así como me tenia agarrado del cuello, me levanto y me arrojo sobre la cama, al sentir que me faltaba el aire no pude reaccionar, por lo cual quede tirado sobre la cama, el se subió sobre mi espalda, acomodando su paquete entre mis nalgas, pude sentir su erección, con su mano derecha tomo mi barbilla y me hizo girar la cara lo mas que pudo sobre mi hombro derecho, me beso en la boca, después en el cuello y volvió a morderme la espalda, fue bajando hasta llegar a mis nalgas, soltó mi barbilla y puso sus manos en mis nalgas, las tomo con fuerza y comenzó a masajearlas firmemente, luego sentí que las separo y comenzo a besarlas, hasta llegar a mi ano, acto seguido comenzo a pasar su lengua e intentaba penetrarme con ella, justo al sentirlo, recobre mis fuerzas e intente apartarme, el se dejo caer nuevamente sobre mi espalda, dejandome inmovil, tomo mis manos y me dijo
-tranquilo que esta vez, no sere yo quien te haga el amor, seras el regalo de cumpleaños de jose antonio. Pa que se vaya haciendo tan hombrecito como su padre.
Al escuchar esto, me quede petrificado, comece a sudar frio, ya que si bien carmelo habia sido muy violento, sabia que su hijo seria peor. Jose antonio era 2 o 3 años mayor que yo, a pesar de ser primos en segunda linea y ser vecinos, nunca nos llevamos bien, el era rebelde, violento, pesimo estudiante y sumamente agresivo, todo lo opuesto a mi. A su edad tenia un cuerpo fibroso, el cual habia conseguido gracias al trabajo que su padre lo obligaba a hacer, a las duras golpizas que le propinaba y a todas esas peleas callejeras que tenia y de las cuales siempre resultaba ser el vencedor. Desde niños siempre nos peleabamos, el era abusivo y yo nunca tuve vocación de martir, pero por lo general era yo quien terminaba llorando y sangrando, solo un par de veces lo hice llorar y sangrar, la primera, porque ya estaba yo en clases de karate, por cual lo golpee hasta cansarme y tirarle algunos dientes y la segunda fue cuando lo arrastre con el caballo. Por lo cual cada que podia intentaba desquitarse. Sabia que esta era su oportunidad de vengarse a sus anchas y estaba seguro que no la desaprovecharia. Mientras imaginaba mil cosas, carmelo tuvo el tiempo suficiente, para atar mis manos a la cabecera de la cama, quede boca abajo, cuando termino de atarme, me pego una nalgada y me dijo
– tranquilo amor, si mi hijo es un poco brusco, seguro que no es porque te guarde rencor, es porque contigo sera su primera vez.
Carmelo salio de la habitacion, trate de zafarme pero no pude, estaba amarrado fuertemente, un par de minutos despues entro jose antonio a la habitacion, el panico me invadio nuevamente, cerro la puerta por dentro y se paro a un costado de la cama, poniendose de cuclillas y mirandome fijamente me dijo
-hace mucho que esperaba este momento, lastima que ya no seas virgen, pero de todas formas te disfrutare a mi antojo.
Aprovechando que habia cerrado la puerta comence a gritar pidiendo auxilio, a pesar de todo sabia que nadie me escucharia, ya que la casa estaba en medio de un terreno muy grande, para colmo los vecinos mas cercanos estaban cruzando la calle y era un matrimonio mayor. Mi idea era que con mis gritos jose antonio se amedrentara y se fuera por el temor a ser descubiertos, sin embargo sucedio todo lo contrario, el se quito el cinturon y me azotó en las nalgas y espalda, para despues colocarmelo en la boca a manera de mordaza, lo apreto fuertemente y me dijo al oido:
-no quiero maltratarte, eres mi princesa, desde hace mucho tiempo te he deseado, portate bien y te tratare bien, yo quiero que seas mi niña, mira como me tienes.
Al instante se volvio a parar al costado de la cama y se bajo los pantalones y al bajar su ropa interior salto un pene enorme, grueso y con un glande tremendo. Sin duda era mas grande que el miembro de su padre, jose antonio se desabotono la camisa y con su mano derecha comenzo a masturbarse, mientras que con la izquierda acariciaba mis mejillas, luego mi espalda y finalmente mis nalgas. Yo voltee mi cara al lado opuesto y trataba de apartarme para no recibir sus caricias, el se aprovecho del espacio que yo deje en la cama cuando intente alejarme y se recosto a mi lado, se acomodo de costado, yo intente patearlo pero no lo logre, enseguida el atrapo mis piernas entre las suyas y me acomodo de tal forma que quede dandole la espalda, me tomo por la cintura y me pego su pene a mis nalgas, paso uno de sus brazos debajo de mi cuello y comenzo a acariciarme los pezones, mientras me besaba en la mejilla, el hombro, el cuello y movia sus caderas como si estuviera penetrandome.
– ya ves, si te portas bien te tratare como a mi nena te prometo que no te va a doler, capaz que hasta te preño, con tal que seas solo para mi.
Comence a moverme nuevamente, intentando zafarme de el pero lo unico que consegui, fue que el me abrazara con mas fuerza, para finalmente ponerme boca abajo, fue justo en esa posicion que acomodo su pene entre mis nalgas, busco la entrada de mi ano y comenzo a presionar, al yo sentir el glande de ese enorme miembro, solte un bramido de dolor, comencé a moverme y a patalear, tratando de golpear su espalda con mis talones. El se dejo caer sobre mi y me dijo al oido
-perdoname mi amor, no te queria lastimar, lo intentare de nuevo con un poco de salivita.
Escupio sobre su mano derecha y luego unto la saliva en mi ano, volvio a escupir en su mano y esta vez la unto en su glande, yo seguia intentando zafarme, por lo cual me dijo
-perdoname pero no quiero lastimarte, pero te lo has ganado.
Cerro su puño y me golpeo detras de la cabeza, la vista se me nublo inmediatamente, los oidos comnenzaron a zumbarme y sentia que todo me daba vueltas, escuchaba su respiracion y el rechinar de la cama muy lejanamente. Lo unico que pude sentir muy claramente fue cuando me penetro, ya que de una sola embestida, me introdujo todo su pene y sin mas comenzo a meter y sacar sin el menor cuidado, podia escuchar el sonido que provocaba su pelvis al chocar con mis nalgas.
Sus embestidas eran tan fuertea que hacian que mi pubis se hundiera en el colchon, la metia hasta el fondo y luego la sacaba por completo, dejando caer todo el peso de su cuerpo sobre mi, no se si era por el golpe que me habia propinado o porque apenas lograba respirar con su peso sobre la espalda, pero me sentia tan cansado, sin fuerzas para luchar, algunas veces el me sacaba su pene y se dedicaba a besarme la espalda y el cuello, a morder mis hombros y a jugar con mis tetillas. Luego volvia a penetrarme dejandome ir todo su enorme miembro en una sola embestida, no hablaba, solo gemia y respiraba fuertemente, parecia que se ahogaba, repentinamente comenzo a bombear con mas fuerza, dentro de mi ano, sentia como su pene se hinchaba aun mas, como se ponia mas duro y en unos segundos comenzo a convulsionar como un poseido, dejo de gemir y solo respiraba profundamente, pude sentir su semen caliente y abundante llenando mi ano. Respire aliviado, crei que ya todo habia terminado, que una vez que eyaculo, se irian, pero no fue asi. Su cuerpo estaba tenso, tendido sobre mi, su miembro aun estaba muy duro y no lo sacaba, comenzo a bajar el ritmo de su respiracion y acomodo su cara entre mi hombre y mi cara, yo lloraba, me hervia la sangre de coraje e impotencia, pero solo podia llorar, al menos en ese momento, el comenzo a lamer mi lagrimas y a besarme en la frente y las mejillas, se separo un poco de mi y me dijo:
-tranquilito mi niño, eres fabuloso, tienes un culito muy calientito, suavecito y apretadito, un culito asi merece un macho como yo, que lo llene de leche.
Comenzo a mover su cadera en circulos, haciendo que su enorme pene terminara de romperme el ano, poco a poco fue tomando el ritmos nuevamente, paro un instante y me acomodo de lado, todo sin sacar su miembro de mi ano. Me abrazo y pego su pecho contra mi espalda y siguio bombeandome, esta vez su ritmo era mas suave, me acariciaba por completo y besaba el cuello, luego subia recorriendome con su lengua hasta llegar a mis labios y los besaba suavemente, mientras ponia una de sus manos entre mis nalgas para abrirlas y clavarme por completo su pene, cuando hacia eso, podia sentir sus enormes huevos chocando con la orilla de mi ano. A veces me besaba la oreja y luego me decia:
-ya ves princesita si cooperas es mas facil, ves que rico se siente tener a tu macho contento
Estuvo haciendo lo mismo durante un buen rato, alternaba sus embestidas con movimientos circulares, hasta que poco a poco fue subiendo su ritmo y comenzo a gemir, casi eran gritos, de una sola vez saco su miembro por completo, con su mano abrio lo mas que pudo mis nalgas y de una sola estocada me la metio hasta el fondo. Estaba eyaculando nuevamente. En ese momento yo perdi el conocimiento, no supe que paso despues, me desperte poco antes del amanecer, me dolia la cabeza y todo me daba vueltas, todo mi cuerpo temblaba, la piel de mis nalgas estaba muy tensa, aun tenia semen sin secar y aun estaba atado a la cabecera de la cama. Recorde todo lo que habia sucedido, el coraje me hizo arrodillarme en la cama y de un solo tiron logre romper mis ataduras. Mis muñecas estaban sangrando, quedarían algunas cicatrices…
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