Aprendí a ser activo a mis 13 años.
Cómo la calentura del padre de mi amigo lo hizo enseñarme a montar maduros..
Me llamo Sebastián, tengo 24 años actualmente, esto comenzó desde que estaba iniciando la secundaria en Chihuahua, México, dónde al empezar el grado escolar, conocí amigos nuevos, uno de ellos era Javier, un chico amable del cual aún tengo contacto regular hasta ahora, siempre fui de deporte, soy moreno, flaco con abdomen marcado, con algo de masa muscular gracias al gimnasio y una verga que desde pequeño se veía grande, me mide 19cm pero a mis 13 era de 15cm.
En ese entonces si era flaco sin mucho músculo pero de buenas piernas, no tan alto, apenas los 1.65. Siempre supe que me gustaron los hombres, en especial los de aspecto masculino y robusto, supongo que al no tener padre presente por divorcio me generó los tales daddy issues, pero en fin.
Con Javier era cercano, fui a su casa varias veces, veía como sus padres era una pareja feliz, Fernando, su papá, un tipo de 38 años, que tenía un buen físico, unos brazos y piernas gruesos, sus pectorales estaban muy desarrollados, aunque su abdomen no estaba marcado porque tomaba mucha cerveza pero era muy firme, también era alto de 1.80 tal vez, bueno era un «oso» que hacía ejercicio en pocas palabras. Bueno, con esto que pasó sería mi primera vez, y lo que haría mi gusto por los hombres mayores. Un día en fin de semana fuí a casa de Javier a hacer una tarea y a jugar con su ps3, cuando toque la puerta allí me recibió su papá.
«que onda muchachón?» Me saludo en la entrada, ví que está con una camisa de tirantes, un shorts verde y descalzo, «sabes que Javier se fue con su madre a la tienda por un mandado pero hay regresan pronto, pero pásale». Amable acepté y pase, ví que el hacia ejercicio con sus pesas en la sala. «Yo: usted carga mucho peso verdad?» Dije viendo el número alto de kg, «así es mijo, puedo cargar todo ese peso, mira», entonces el me cargó sin problemas, al verlo con su barba cuidada y sus enormes brazos sujetandome quedé maravillado, «yo: wow que brazotes tiene señor», dije señalando sus bíceps, el me dijo «eso pasa cuando haces mucho ejercicio», «yo: también los quiero tener así, miré como tengo abdomen marcado por el deporte que hago», me levanté la camisa enseñando mi abdomen, sin darme cuenta, la excitación hacia que mi verguita se iba marcando encima de mi pantalón y Fernando se dió cuenta, «y este amiguito ya hace ejercicio», lo señaló tocando mi entrepierna, me baje la camisa por vergüenza y le dije que no, porque no sabía, el se me acercó hincado en una rodilla, «y no tienes quien te enseñe a usarlo mijo, se ve que serías bueno», lo dijo mientras me volvía a tocar mi entrepierna.
«Yo: pero no sé cómo, no sé cómo se levanta, lo hace solo», el me dijo con una sonrisa muy traviesa «eso pasa cuando algo te excita, solo debes sobarlo, a ver enseñamela». Yo algo nervioso me desabrocho el pantalón y me saco la verga frente a Fernando, ya estaba dura, «a la madre, todo eso te cargas tan chiquito, que edad tienes?» El se me acercó asombrado por mi tamaño incluso me agarró la verga comenzó a sobarmela suavemente, «yo: tengo 13 señor y no sé si es un buen tamaño así como está», el sorprendido me dice «ay wey, tons tienes buen fierrote, quieres que te enseñe algo que te va gustar? Me detendré si no te gusta o si no solo te quitas y me dices si no quieres».
Yo le dije que si quería, aunque no sabía que era lo que planeaba, solo me deje llevar por el momento, ya que tenía mi verga dura. «Va pues mira esto» Fernando se puso frente a mi y se metió toda mi verga en su boca, y empezó a hacerme sexo oral de una forma lenta, yo lo tome de la cabeza por reacción y me retorci un poco, era la primera vez que sentí algo así, el con su lengua tocaba mi glande y sus labios llegaban al tronco casi a la pelvis, empecé a soltar gemidos por la sensación y me retorcía bastante por eso «te gusta lo que sientes muchacho? Esto es una chupada» me dijo con una sonrisa. «Yo: que rico se sintió», «quieres que continúe con esto» me dice, «yo: si porfa estaba rico», entonces el se volvió a meter la verga a su boca y seguía succionando mi verga escuchaba con la mamaba, además que llegué a notar que el se levantó la camisa y se estaba sobando sus pezones y también se acariciaba los pechos, y me causaba morbo ver eso porque Fernando era de pechos grandes, peludos y pezones duros.
Entonces el se detuvo y se levantó y dijo: «ahora ven mijo, ponte así en el sillón», el me coloco en mis rodillas y manos, el se puso detrás de mi bajando mi pantalón y comenzó a chupar mi culito, de nuevo por la sensación me retorcía por el hormigueo pero me comenzó a gustar bastante por cómo su áspera lengua pasaba por mi ano, el respiraba agitado masturbando y perforando mi culo con su lengua, pasandola por encima o pujandola dentro de mi culito, de vez en cuando se bajaba y succionó mis huevitos lentamente y volvía a chupar mi verga que seguía muy dura por la excitación.
El se detuvo y me sentó frente a el, me dijo algo nervioso: «mira no se cuando pueda repetir esto porque no quiero problemas, pero me gustaría que me hicieras lo mismo que te hice, estoy muy limpio me bañe hace 1 hora y se que te va a gustar hacérmelo» yo confundido accedí, entonces cambiamos de lugares, el se puso en el sillón de la misma pose en la que estaba y yo en el suelo de rodillas, el se bajó el shorts y se abrió las nalgas con las manos y entregando su culo, y ay wey! Fernando tenía un culote de ensueño, era unas nalgas grandes, firmes, suavecitas y velludas, estaba embobado por tenerlas frente a mi que no me dió asco ni nada y comencé a darle pequeñas nalgadas «yo: señor Fernando usted tiene unas nalgas muy grandes» le dije muy emocionado «todo tuyo chiquito ándale y comienza» y comencé a chupar el ano de Fernando, tenía un sabor salado a sudor, no era fuerte, olía rico, me gustaba la textura suave de su hoyito, el cual cada vez que le pasaba la lengua el lo apretaba y lo abría, hice lo de empujar la lengua, y se metía sola, sin problemas entraba, el gemía cada vez que lo hacía, hice eso varias veces, el se masturbaba mientras chupada su ano, «ay que rico bebé comete mi culo es todo tuyo» me decía y siendo sincero, era una escena muy morbosa, un chavito de secundaria chupando el culo a un hombre grande. Y seguía mamando hasta dejarlo muy mojado.
«ay que rico lo haces muchachito, pero a ver cómo usas ese fierrote que te cargas», me dijo Fernando, estaba extrañado que quería que hiciera hasta que me dijo que pusiera mi verguita en su hoyito y empujará, entonces me puse de pie, estaba muy duro de la verga, entonces me puse detrás de el con mi cintura a la altura de su culo, el cual era intimidante, su culo era muy grande y mi cintura apenas superaba la mitad de la cintura de el. Fernando escupió saliva en su mano y se la aplicó en su ano y después en mi verga, luego apunté mi pene que estaba muy dura a su hoyito que ya estaba muy ensalivado y palpitando, al hacerlo falle varios intentos de meterla hasta que Fernando tomo mi verga el solo y la apunto a su hoyito y me dijo que empujara mi cintura hacia adelante, le hice como me dijo haciendo que mi verga resbalara de golpe y entro en la cola de el chocando mi pelvis con sus nalgas, me asusté y solté un leve gemido y abrase a la cintura de Fernando mientras que el gimió fuerte, «ay mijo que rico que rico, eso metemela toda chiquito, muévete todo bebé», me decía cosas y yo torpemente me movía atrás y adelante cómo el me pedía, pude ver cómo mi verga bien dura salía y entraba a su culo, empecé a seguir el ritmo, y poco a poco comence a penetrarlo mejor, el también movía su culo adelante y atrás a la par de que se abría sus nalgas con sus manos, empecé a mejorar que pronto se escuchaba ese sonido cuando una cintura choca con un culito cuando lo está cogiendo similar a una chancla.
Me sentía más confiado haciéndolo. Tanto que por reacción me salí de el y me quité la camisa y el resto de mi pantalón mientras que Fernando también se quito su camisa y shorts y se volvió a acomodar de perrito y yo solo le volví a meter, ya era un experto follando culos «para bebe esto te va gustar», en eso, Fernando se volteo poniendo sus piernas a mis hombros, yo solo le volví a meter la verga y lo comencé a coger así, de esta forma veía como su verga está dura, cómo sus pechos rebotaban con cada embestida y como el se apretaba sus pezones, era tanto el morbo que le tome su pie y lo comencé a chupar, no se porque lo hice, lo ví en una porno y me estaba gustando, el me dijo que le chupara sus pies mientras yo seguía embistiendolo sin parar.
Entonces el me pidió cambio de posición, entonces el me jalo y me puso sentado en el sillón, luego lo ví subirse sobre mi y meterse mi verga de nuevo, y comenzó a darme sentones. Repito, todo era muy rico, un tipo con cuerpo marcado montando a un chavito flaco de secundaria, «que rico bebé estás comiendo el culo de papi como un macho, te gusta el culo de papi chiquito?» Me decía de cosas muy morbosas y yo solo asentía porque el placer no me dejaba hablar, el me tomó del cuello y comenzó a besarme con lengua y me hizo chupar sus pezones, que en ese entonces tenía muy duros, yo estaba como becerro con sus pechos, lamiendolos y tocandolos, ambos gemiamos sin parar. La sala se llenó de puros gemidos de mi y Fernando, y de los sonidos que los sentones que el me daba retumbaban también.
Entonces le dije que me quería orinar que necesitaba ir al baño y el solo se movió más rápido y dijo «adentro chiquito ándale adentro échame tu pipí» y yo solo asentí con la cabeza y abrazando a Fernando le eche la leche dentro de su ano gimiendo muy fuerte mientras el me apretó mucho y seguía saltando en mi verga, el se masturbo frente a mi sacando mucha leche de su verga, me llegó solo al abdomen era blanca y muy espesa.
Después de limpiarnos el me pidió disculpas por lo que hicimos, que el se dejó llevar por la oportunidad y la calentura, que un niño no debe hacer eso y que no quería problemas con su familia, yo lo calme porque le dije que me gustó mucho y quería repetirlo más veces, el se puso feliz y tranquilo «yo: y me gustaría que hagamos más cosas porque me gustaste mucho señor Fernando» y el me dijo «claro que si bebe yo te aviso cuando pueda y haré todo lo que quieras chiquito».
Entonces nos terminamos de preparar y limpiar para que no haya sospechas, más al rato llego mi amigo con su mamá con el mandado de la semana y vieron como Fernando me hacía levantar una pesa para probar mi fuerza, sin sospecha de nada por parte de ellos me puse a hacer tarea con Javier mientras que Fernando con su pareja fueron a la cocina a platicar.
Y así fue como aprendí a coger, con Fernando me sigo viendo de vez en cuando y lo repetimos muchas veces mientras que Javier no sospecha nada hasta ahora. Si gustan puedo platicar de más cosas que hice con Fernando, de cómo me hizo hacer un trio con el y un joven amigo Fit de el, o como me cogí a mi profe de educación física de secundaria 1 año después, tengo mucho que contar.
Cuídense y hasta luego.
¡Uf!, terminé de leer tu relato con una tremenda erección. Cómo me gustaría vivir algo parecido tomando el papel del señor Fernando. Me gustaría más saber de tus experiencias (rilomi06arrobahotmail)
Que morboso relato, espero impaciente la continuación
Uff que rico relato, ojalá me hubiera pasado algo así cuando era chico, como me maman los maduros pasivos, por favor sigue contando