aprendiendo de sexo a los ocho años
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi vida era rutinaria y feliz, a los ocho años no tienes muchas preocupaciones en que enrollarte, iba a la escuela en la cual me iba bastante bien me parecía fácil entender lo que me explicaba la maestra, me gusto aprender a leer y escribir me empezó a abrir un mundo que no tenía idea que existía libros y muchas cosas más, leía todo lo que podía y lo que, más exactamente me permitían mis padres.
Aquel martes, al llegar de la escuela encontramos a mama y a la tía rosa llorando, -mama, mama, que pasa – le pregunte, -ay hijo – ,me respondió,- nos avisaron que la tía Georgina se fue al cielo anoche allá en su casa del rancho y tus tíos y yo tenemos que ir para allá- la mire algo confundido pero no hable porque nunca había visto a mi madre llorar, se empezaron a preparar para salir y nos reunieron para decirnos a todos:
-se quedarán aquí porque tienen escuela mañana- dijo la tía, -vendrá a cuidarlos doña María, ustedes pórtense bien por favor, mañana estamos de regreso- remato mi madre; doña María una simpática vecina que nos cuidaba de vez en cuando, aunque ahora que la tía y mama se turnaban no era necesario tan seguido excepto en este tipo de situaciones que ambas tenían que estar presentes.
En menos de media hora llego la Sra.
con su bondadosa sonrisa y nos dijo: -a ver cuántos niños tengo aquí para contar los dulces que necesitamos- todos dimos saltos de alegría y nos entrego a cada uno un dulce de coco que traía en su delantal para ese propósito, – pero antes- dijo, deben lavarse las manos y comerse todo lo que les sirva informó; así lo hicimos y después de eso terminamos las tareas de la escuela y nos fuimos a jugar -juguemos escondidas- propuso Carlos, el primo mayor de todos a sus trece años era el líder de sus hermanas e ídolo mío, siiiiii gritamos a coro los demás -vayan a esconderse y yo cuento hasta cien-, así lo hicimos; teníamos un gran patio con arboles y bastantes cuartos donde poder escondernos y divertirnos por un rato.
Carlos nos encontró rápidamente, y le toco buscar a la prima mayor se quedo volteando a la pared y contando mientras Carlos me tomo de la mano y me dijo: -ven a esconderte conmigo, no nos encontrara primero- y corrimos hacia el fondo del patio donde estaba un cuarto lleno de trebejos, estaba lleno de polvo y telarañas a mí me aterraba entrar ahí pero como iba con el me sentí a salvo y nos metimos hasta la parte de atrás detrás de un mueble enorme de madera obscura,-Aquí está bien – me dijo, -pero no hagas ruido, calladito no tengas miedo, estoy aquí contigo -me tranquilizo.
-Oye- susurro -te da miedo entrar aquí?-, -si, pero si tu me cuidas no me da miedo – le respondí, -mira ven, me sentare aquí y tu te sientas en mis piernas – Yo, sin tener idea de lo que estaba planeando lo obedecí me senté en su regazo y me subió un poco mas hasta que quede sentado sobre su verga, que estaba dura y para mí era enorme comparada con lo que yo tenía,- Que tienes ahí- le pregunte, -Nada- respondió, -es que no me puedo sentar bien – dije, aun inocente de sus intenciones, -es mi verga- dijo, -tu qué?- pregunte yo, no tenia idea que así le llamaban al pene, no tenia idea de nada en esos tiempos era un inocente niño de ocho años,-el chile la monda el pene- me enumero -ah y por qué esta dura?- eso pasa porque me pongo caliente – dijo -pues me estorba no me quiero sentar encima de eso¡- a ver, déjame acomodarla para que no te moleste – comento mientras me decía -cállate o nos van a encontrar-
Tere, la hermana de Carlos andaba por los cuartos buscando a los demás y el sabia que a ella le daba miedo entrar ahí por eso escogió ese lugar con las intenciones que tenia era un excelente sitio.
¿Se levanto y desabrocho su pantalón, metió la mano dentro de su trusa blanca clásica, y saco su pene, como de doce centímetros moreno grueso con algo liquido saliendo de la punta -que le sale de ahí- pregunte, te estas orinando? – no- respondió es algo rico quieres probarlo- me dijo tomando el líquido cristalino en su dedo y acercándolo a mi boca, hice la cabeza hacia atrás y le dije -no¡¡- eso huele raro, -mira – se lamio el dedo y puso cara de satisfacción mmm, esta rico ándale pruébalo-
Me dio curiosidad y empecé a sentir hormiguear mi pequeño pene con una emoción que hasta entonces para mí era desconocida, sentí el deseo de probar aquello que parecía ser tan rico, – a ver- le dije -dame tantito-, apretó su miembro hasta que le exprimió una pequeña gota y dijo:-saca la lengua- y acerco su pene a mi cara, puso la punta en mi lengua y saboree por primera vez el sabor de un pene,-quieres agarrarlo?- pregunto , yo sentía correr la sangre a mil por mi cabeza y los oídos me zumbaban pero no pude decir nada tomo mi mano y la puso en su pene que estaba mas grande e hinchado sentía como palpitaba en mi mano mientras lo apretaba sin saber qué hacer; mientras sentía que mi pequeño pene estaba durísimo que casi me dolía , pero estaba sintiendo tantas cosas que no sabia ni que estaba haciendo perdí la noción del tiempo y lugar;-mueve la mano hacia adelante y hacia atrás- dijo el con una respiración agitada y en ese momento empezó a tocar mi trasero lo cual me hizo sentir un cumulo de cosas que nunca había experimentado
Abrió mis nalgas y puso su dedo en mi ano con un poco de saliva,-quieres mamarlo- pregunto, -que?- dije yo todo confundido, – mi verga, quieres mamarla – insistió el, no conteste nada él puso su mano por detrás de mi nuca y me bajo a la altura de su pene, sentí miedo ansiedad emoción tantas cosas que no puedo enumerarlas, abrí la boca casi como autómata y el metió su pene dentro era salado y olía como a mar pero a mi me supo increíble, ahora sé que apenas habían pasado cinco minutos pero a mí me parecía una eternidad en el cielo estaba experimentando cosas que no sabia que se pudiera sentir, empecé a mamar con mas fuerza, saboreando su verga en todo su esplendor y con mi inexperiencia de la cual después supe que el no tenia mucha tampoco; el lubricaba mi ano y giraba su dedo sin meterlo del todo, era una sensación deliciosa y embriagadora, en ese momento se empezó a mover más rápido y quiso meter su pene mas adentro en mi garganta y lo empuje, sentí arcadas y se me acabo el entusiasmo me quise salir de ahí pero el me tomo del hombro sin hacerme daño y dijo- espérate¡ no te vayas, – tomo su pene con su mano y termino de masturbarse hasta que salió un poco de semen con mucha fuerza estrellándose en la parte trasera del ropero y el gemía como si algo le doliera, estaba asustado, pero me tenia cogido por el hombro no me podía mover, abrió los ojos lentamente y sonrió, – no te asustes- dijo -es natural eso se siente bien, yo te voy a enseñar a hacerlo pero estas muy chiquito para hacerlo,- me tranquilice pero me sentí avergonzado, sucio porque deseaba mas pero no sabia que.
-mira me dijo eso se llama semen, ves? ¿Ya se puso chiquita otra vez; te gusto? -pregunto, -no se- respondí se siente chido, pero me dio miedo – no pasa nada, yo te enseñare como se hace si me prometes que nadie va a saber si le dices a alguien nos van a pegar mi mama tu mama y más los papas y yo ya no te voy a querer, así que calladito y no digas nada de acuerdo? -.
-si- le dije con el temor que no me quisiera más – vamos a salir para que nos encuentre la Tere y seguir jugando y te voy a regalar algo, pero como te dije no digas a nadie.
Esa fue mi primera experiencia de muchas mas creo que de alguna manera me marco para siempre no lo se a ciencia cierta si el instinto estaba en mi o fue el quien torció mi camino y me lanzo a esta vida que ahora no cambio por otra, aprendí a disfrutar con el por tres años más y podría decir que aprendimos juntos,
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