Aprovechándome del marido borracho de mi prima
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Buenas saludos a tod@s soy de caracas Venezuela de un barrio muy popular el menor de 3 hermanas y 2 hermanos ( yo soy el sexto) por esa razón me sobreprotejian y solo salía hasta el patio soy blanco, delgado, cabello negro y ojos marrones con cara de niño bueno e inocente, luego de haber escuchado la historia de este chamo me dio mucha curiosidad de saber que se sentía tener un guevo en la boca y como olía y cual era su sabor, etc. Como no tenia con quien y no conocía a nadie que me hiciera el favor pues dejaba volar la imaginación y me daba una pajas sabrosas hasta cierto fin de semana que en el barrio se pusieron a beber (tomar licor) estaban varios vecinos que si bien ya les había visto el guevo por casualidad en alguna ocasión no me interesabas porque tenían y tienen una enorme panza. en ese grupo estaban 1 hermano y 2 hermanas unos primos y el marido de mi prima que tenia unos 8 meses de haber regresado de Colombia.
comenzaron a beber el viernes a hasta el domingo todavía seguían tod@s tomando bien amanecidos ya en la tarde noche como a eso de las 6 o 7 p.m. Cesar ( el Colombiano) se durmió en casa de mi hermana que esta sobre la de mis padres y lo pasaron al cuarto de visitas yo viendo todo dije ¡LISTO! esta es mi oportunidad les dije a todos que bajaría a ver televisión al cuarto de mi mamá y me fui, espere un rato para ver si estaba dormido y efectivamente como muerto no respondió ni nada yo muy nervioso no por que me fueran a ver sino por tener a un hombre como ese; moreno alto y con un buen cuerpo debido a que trabaja en la construcción con barba y bigote y prácticamente a mi disposición, empece por acostarme a su lado temblando como un papel al viento él me abrazo con ese enorme brazo que me rodeaba por completo ya que era muy delgado y sentía su calor y sus músculos y me tranquilizo le bese las manos el brazo luego me levente y le di un beso en los labios él empezó a sobar una de mis piernas y subía hasta tocar mis nalgas que las masajeaba y buscaba de penetrarme con uno de sus dedos yo temblando nuevamente seguía besandole toda la cara hasta que baje el cierre del pantalón que cargaba introduje mi mano y tenia short (bermuda o calzoncillo) y dije mierda que mala suerte, metí la mano bajando como puede el short y tenia interior me dije que fastidio si sigo así me pueden descubrir por lo que abrí un poquito la puerta para escuchar si alguien venia en camino poder actuar rápido por fin pude tocar ese guevo estaba calientico con mucho pelo se sentía grueso y me sorprendí (hasta ese momento era la primera vez que tocaba un guevo diferente al mio aunque ya le había visto el de mis hermanos y el de mi papá "por accidente")
lo saque y me quede como un idiota viéndolo y detallandolo, lo movía para todas las direcciones posibles estaba como en trance solo era ese guevo y yo baje mi cara y pude percibir ese olor a hombre sudado me drogue con ese aroma y él emocionado apretando mis nalgas o metiendo el dedo simulando cojerme yo luego de olerlo me lo metí en la boca y que cosa mas rica sentí, puede apreciar como crecía y lo que más me gusto es que al estar duro ( fácilmente debe tener unos 18 o 19 cm sin exagerar) también lo tenia suave porque es de esos que tienen un poquito de piel por todo el guevo no como otros que al pararse quedan tiesos y con la piel pegada (espero hacerme entender) lo mame e introducía todo lo que podía y subía y bajaba lamia sus bolas pasaba mi cara por esa mata de pelos que me enloquecía estaba tan inspirado que casi me pilla una de mis hermana, por suerte puede arroparlo teniendo el el guevo parado y afuera y simular haberme dormido en la otra esquina de la cama.
al marcharse yo nuevamente nervioso por casi ser descubierto y por todas esas sensaciones y sabores que había probado tristemente tuve que guardar el guevo de Cesar en sus pantalones y dejarlo como si nada lo bese por todo su cuerpo y me coste a su lado para que me abrazara y metiera su mano en mis nalgas quedándome dormido por un rato me desperté y me fui a mi casa a pajearme recordando lo rico que había sido tener el guevo de ese hombre en mi boca recordando su olor, las cosquillas que me hacían los pelos y como se sentía en mi mano.
fue el primero de varios encuentros tanto con él como con unos extraños, gracias por leerme y sean tan duros con las criticas es el primer relato, besos a sus guevos y a sus culos 🙂
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